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PERDIDO POR PODIL
Y VISITA A PECHERSK LAVRA
PERDIDO POR PODIL
Y VISITA A PECHERSK LAVRA

Amanece en Kiev
Viernes, 13 de Octubre
Me desperté temprano y a las 8 de la mañana ya estaba en el restaurante de la vuelta de la esquina en la calle Bohdana Khmel'nyts'koho llamado Rukkola (Руккола) para desayunar: Zumo, un sandwich bastante bueno y un café por 4€. Seguidamente me fui a la Calle Khreschatyk a un supermercado para comprar algunas cosillas necesarias y una vez que lo dejé todo en el hotel, salí de nuevo para coger el metro en la estación Teatralna para ir a Kontraktova Ploscha (Контрактова площа), donde tenía que ir a la Oficina de la Agencia PrimeTour a pagar por una reserva que había hecho para el día siguiente. Era este mi primer contacto con el metro de Kiev, que no te dejará indiferente.

El metro de Kiev tiene tres lineas. Las estaciones son bastante bonitas, un poco al estilo de las del Metro de Moscú -por lo que me han dicho, ya que yo no he estado en la capital de Rusia- y está clarísimo que es el medio de transporte por antonomasia en esta ciudad: Está masificado y rara vez conseguirás viajar sentado, especialmente si te mueves entre las estaciones del centro de la ciudad, como yo (Teatralna, Khreschatyk, Arsenalna, Kontraktova Ploscha...)

Pajarería en el techo de la estación de metro de Teatralna
Me dirigí a comprar billete a una máquina. En realidad no son billetes si no tokens redondos de plástico. La máquina me daba opción de comprar 1 token por 5 hrivnias o dos por 10 hrivnias. Le di al botón de 1 token pero, como no tenía billete de 5 de hrivnias introduje uno de 10 esperando que me diese un billete de 5 hrivnias de cambio. Y el cambio que me dió fue... otro token de metro. Metes un token en la ranurita y se abre la barrera. Para salir del metro no hay que hacer nada ni pasar barrera.
El metro iba a tope. En Khreschatyk tenía que cambiar para coger la linea azul hacia el norte. Y lo que ví fue un cartel que ponía "A la línea azul por aquí" y seguí la dirección. Pues bueno, lo que me encontré fue esto:

No es una "manifa": Se trata simplemente de kievitas cambiando de línea de metro
Yo seguí la dirección contra el flujo de gente. Noté que alguién me increpó algo en ucraniano. La marabunta era imparable, pero yo erre que erre fuí contra corriente hasta que conseguí llegar al andén deseado de la línea azul. Más tarde aprendí que en cada entrada de túnel de cambio de línea hay un cartel que dice "Abierto" o "Cerrado" para aligerar el tráfico de pasajeros. Hay muchísima gente en éste mundo "underground".
Cuando salí del metro en Kontraktova Ploscha (Контрактова площа) estaba lloviendo. Yo, utilizando el mapa de Google, me puse a buscar la ruta para llegar a la oficina de la Agencia Prime Tour pero me perdí. Aun así pude comprobar la belleza de los edificios de esta ciudad. Vi la Iglesia de San Nicolas, que tiene unas campanas en la misma plaza y... desorientado como estaba tuve que preguntar a varias personas y dar la vuelta para ir en la dirección opuesta. Perdí un tiempo precioso y además llovíó bastante. Llegué a la oficina de Prime Tour donde pagué el tour a la Casa Horodecki que iba a visitar al día siguiente. Estuve charlando en español con Miroslava que fue quien me atendió por internet muy amablemente. Al salir de la oficina ya había dejado de llover e incluso lucía el sol.


Comí aquí en Podil (Поділ) en un sitio muy "cool" de aire minimalista llamado "NTP" (New Tasty Place) una ensalada y una tortilla bastante copiosa y agua mineral por 5 € y me dirigí de nuevo al metro para ir a visitar el complejo monástico de Pechersk Lavra.
Cambié en la estación de metro de Kherschatyk (ésta vez sin confundirme) para coger la linea roja y me bajé en la estación de Arsenalna (Арсена́льна), que es la más cercana a Pechersk Lavra. Encontré las escaleras mecánicas y empezamos a subir...
... Y a subir...
... Y a subir...
Fue éste un ascenso kafkiano. Ví en las escaleras de al lado -que bajaban- gente sentada en los escalones "mecánicos" leyendo una revista


Bueno, pues llegamos arriba (¡por fin!) a un hall de planta circular. Me puse a buscar la salida mirando alrededor pero no la encontraba. Lo único que había a mano derecha era.... ¡¡Otro trayecto kilómétrico de escaleras mecánicas...!!


-MONASTERIO DE LAS CUEVAS (Печерська Лавра - PECHERSK LAVRA) -
Por fin salimos "a flote". Como la distancia andando por Ivana Mazepy (Iвана Мазепи) es de unos 20 minutos decidí coger en frente de la placita del metro el bus Num 38, que te deja en la misma parada llamada "Pechersk Lavra", justo frente a la entrada del complejo monacal.
En el bus hice amago de pagar al conductor, que me miró con indiferencia y no hizo nada. Me extrañó pero, como no me cogía el dinero, no le pagué pero iba un poco nerviosillo por si aparecía algún revisor que, pillándome sin billete, pudiera echarme una bronca ucraniana (las broncas ucranianas son, por definición, apocalípticas..). Anunciaron (en ucraniano y en inglés) la parada y me bajé. Frente a la parada podía divisar la entrada al complejo monacal.

Justo en la puerta me pararon dos guardias de seguridad para pedirme ticket y me indicaron que lo tenía que comprar en el kiosko junto a la entrada. ¿Precio? 70 UAH. Le pregúnté a la kioskera si podía sacar fotos y me dijo que para eso tenía pagar otras 200 UAH. Total 270 hrivnias (unos 9 €). Me dio la señora un mapa de todo el recinto que reproduzco abajo.



Nada más pasar el arco de entrada estás en el comienzo de la llamada "Calle del Monasterio". A mano derecha ves el Gran Campanario de más de 90 m. de alto, a mano izquierda el recinto donde se encuentran las celdas de los monjes y frente a tí la Catedral de la Asunción, principal iglesia del complejo, aunque hay muchas otras más.


El origen de este conjunto monacal se encuentra en las cuevas situadas más abajo. Este monasterio está construído -¡cómo no!- sobre una colina junto al Dnieper. Eran las típicas cuevas donde vivían los primeros monjes ascetas. De hecho, el primero de ellos era Antonio, un ucraniano que había estado en el Monte Athos, que decidió regresar a su país natal, que por entonces era la Rus de Kiev, que se extendía desde el Báltico hasta estas tierras y que fue realmente el gérmen de lo que hoy son los estados eslavos de Rusia y Ucrania. Este monasterio se fundó en el 1051 bajo el reinado del príncipe Yaroslav I El Sabio. Hoy es principal centro de peregrinación de los ortodoxos orientales rusos y Patrimonio de la UNESCO. La Catedral de la Asunción ha sufrido varios incendios, destrucciones y ha sido reconstruída varias veces. La última de las cuales se finalizó en el año 2000.
Hay en el recinto además unos cuantos museos. En la misma Calle del Monasterio y antes de entrar en la Catedral ví que había un cartel que señalaba con una flecha hacia la derecha indicando que había por ahí un par de museos así que ahi me fui.
El primero era tipo Museo diocesano, con imágenes, cuadros, crucifijos y pesados hábitos antiguos para la celebración del rito. Sin más. Pero el segundo de los museos es realmente sorprendente y fuera de lo común. Se trata del Museo de Microminiaturas de Mikola Siadrysty.
Museo de Microminiaturas de Mikola Siadrysty - Музей мікромініатюр Миколи Сядристого. - Entré y pagué 50 hrivnias. Le enseñé a la señora de recepción mi ticket y me dijo que este museo se paga aparte. Me dió un librito explicativo y me dirigí al primero de los objetos expuestos. Todos ellos hay que visualizarlos a través de un microscopio y cada vez que lo haces te llevarás una sorpresa y te preguntarás "¡¡ ¿¿ Pero cómo rayos se ha hecho esto ?? !! Bueno, pues el mismo Siadrysty -ingeniero agrónomo nacido en 1937 que se ha dedicado a la microminiatura como hobby durante más de 50 años- lo explica en su libro "Los Secretos de la Microtécnica". Pero fundamentalmente todos estos objetos se han hecho a mano con asombrosa habilidad.
Comenzamos con un retrato del compositor ruso V.V. Andreyev grabado en la superficie de media semilla, en la otra mitad hay un estuche abierto con una balalaika. Otro objeto es un pelo que ha sido vaciado por dentro longitudinalmente, pulimentado por dentro y por fuera hasta hacerlo transparente y en él se ha insertado una rosa. El diámetro es de 0,05 milímetros. Alucinante.
También hay una fragata hecha de oro, platino y cristal de 3,5 mm de largo pero el espesor de sus aparejos es de tan sólo 0,003 milímetros. Un tablero de ajedrez que descansa sobre la cabeza de un alfiler, mostrando un momento específico de la partida jugada entre Aleksandre Alekhin y Raúl Capablanca. Las piezas son de oro. Y luego ya el colmo fue cuando ví una pulga... ¡con zapatos dorados!


Por cierto, no se pueden sacar fotos en este museo, no sólo porque no lo permitan si no porque es realmente difícil (y para mí imposible). Las que muestro abajo han sido prestadas de internet.

Fotos tomadas de www.thedailybeast.com/ ...iny-things
Después de paréntesis en tan peculiar museo situado en el recinto del monasterio, entré en la Catedral de la Asunción por lo que parecía la puerta principal, pero lo primero que vi dentro era la tienda de iconos e imágenes religiosas y luego una nave con un iconostasis, pero no me pareció gran cosa así que salí y me fui a la iglesia de al lado que es la del Refectorio, construída inicialmente en el siglo XII pero destruída varias veces de modo que la que vemos ahora es del siglo XIX. Era aquí donde los monjes tenían sus comidas. Cuando se reconstruyó en el siglo XIX había alrededor de mil monjes en el monasterio. Estaba visitando su interior cuando una versión canónico-ortodoxa-ucraniana de Doña Rogelia se acercó a mí y con su dedo índice larguísimo y acusador me espetó:
-***¡¡¡ NO PHOTOS !!!***
Rebusqué en el bolsillo mi ticket de entrada que hace constar que he pagado 200 "hrivniazas" como permiso para hacer fotos pero para cuando lo encontré la monja ya se había marchado arrastrando los pies. Daba igual porque las fotos que quería ya las había hecho.


Salí de la Iglesia del Refectorio y, viendo que la Catedral de la Asunción me supo a poco y que tenía otra puerta lateral, entré por ella y entonces sí: Vi el interior del templo en todo su esplendor con su iconostasis, cúpula y paredes con frescos.

Salí de la Catedral y caminé bajo unos contrafuertes que hay entre las dos iglesias bajando por la colina hacia la parte inferior del recinto, que está amurallado. Caía la tarde y, a causa de la alternancia de tiempo soleado, nubes negras y fuertes lluvias llegué a un punto desde el cual podía divisar bonitas vistas del Dnieper, junto con las verdes cúpulas de las distintas iglesias de Pechersk Lavra.


Pechersk Lavra: Bajando hacia las Cuevas
Desde abajo ví clérigos y monjes junto con peregrinos apresurarse cuesta arriba pues tanto en la Iglesia del Refectorio y la Catedral iban a dar comienzo distintos servicios religiosos. Al cabo de unos diez minutos se iban a empezar a oir voces que cantan en armonía coral (¡magníficamente!) por doquier.

Llegué a la parte media del recinto y ví un edificio blanco que, junto a su puerta tenía un cartel con una flecha que decía: "A la Cueva Superior por aquí". Entré y lo que me encontré fue esto:

Atravesé el mercadillo y continué descendiendo por una galería y llegué a la parte inferior del recinto monástico, sobre la muralla desde donde hay bonitas vistas al Dnieper, justo la lado había un edificio que era la entrada a la cueva donde ví que había varias personas entre ellos Alex y Yaroslava que me dijeron -al ver que tenía intención de entrar- que no se podía visitar porque la acababan de cerrar. Alex parecía bastante decepcionado y dijo: "Voy a ver si consigo persuadir a la monja para que nos deje entrar". Alex es de Ecuador, Yaroslava de Ucrania pero ambos hablan muy bien el inglés. Salió Alex diciendo no, pero decidió entonces hablar con una beata que había ahí que era la encargada y, como es un artista en eso de poner cara de buen chico la señora cedió y nos dejáron entrar a los tres. Yaroslava nos estuvo contando la historia de esas cuevas. Tuvimos la suerte de poderlas ver sin gente. Los únicos que ahí estaban eran los monjes haciendo limpieza del recinto.
Es una cueva bastante pequeña. En ella ví una pequeña capilla en la que había un gran iconostasis y, luego, en las otras covachuelas varios santos y monjes cuyo cuerpo sigue incorrupto, dentro de sus féretros. Un lugar muy curioso, gérmen del cristianismo ortodoxo ruso. En las cuevas está prohibido sacar fotos.

A la salida estuve charlando un ratito con Yaroslava y Alex. Ella me comentó que se puede entrar al recinto gratis, que hay otra entrada más adelante de la que yo he utilizado en la que no hay que pagar. Es la "entrada para los peregrinos" pero puede entrar todo el mundo. Me quedé así


Hay otra gran galería (ésta sin mercaderes) que lleva a la Cueva Baja, pero no fui hasta ahí porque sabía que iban a estar cerradas. Alex y Yaroslava me dijeron que se iban a la gran estatua de la Madre Patria. Al parecer puedes subir hasta la cima situada sobre su cabeza, pero yo decidí quedarme en Pechersk Lavra pues quería ver un servicio religioso ortodoxo ruso y, especialmente, escuchar su música, así que subí de nuevo a las Iglesias del Refectorio y a la Catedral que era donde estaba teniendo lugar el rito, que es bastante asombroso. El coro de monjes en la Iglesia del Refectorio llevaban unos hábitos con mucho colorido. Todos -clérigos y feligreses- tienen que estar de pie durante todo el rito. Ellas tienen que cubrirse la cabeza. Y están constantemente santiguándose e inclinando la cabeza ante el iconostasis.
Pasé entonces a la iglesia de al lado -la Catedral de la Asunción- desde la cual también se oían coros. Entré y estaba a tope de gente, todos santiguándose e inclinando la cabeza. Finalmente me di una vuelta por el recinto donde están los aposentos de los monjes, oficinas, etc y admiré las vistas del Dnieper al anochecer desde una terraza que hay tras la iglesia del Refectorio. Finalmente salí del recinto cogí un bus a Arselnavna, que tampoco pagué porque la cobradora que estaba ahí presente pasó olimpicamente de mí.


Cogí el metro hasta Kreschatyk, bajándome en la salida que da a Maidan Nekalezhnosti (Майдан Незалежності) o Plaza de la Independencia, famosa por ser escenario de los conflictos pro-europeístas y antirusos del llamado "Euromaidan" de 2014. No es una plaza especialmente bonita, además estaba parcialmente tapada por unos paneles amarillos y azules (los colores de la bandera ucraniana) a causa de un evento conmemorativo de carácter militar.


Cené otra vez en Puzata Hata: Comes como un burro por apenas 4€. Fantástico. Bajé la cena paseando por Khreschatyk, torciendo hacia la derecha en la esquina donde están los enormes almacenes Tsum (ЦУМ), que en la época soviética eran los grandes almacenes "del régimen" y que ahora se han subido a la parra y son grandes almacenes de lujo. Subí por Bohdana Khmel'nyts'koho hasta el edificio de la Opera y mi alojamiento. Ha sido un día de bastante pateo y mañana habrá más y mejor.
