Tras desayunar y untarnos muy bien en crema protectora bajamos al casco antiguo, tenemos una ciudad impresionante que descubrir.
Dubrovnik enamora en cada esquina, es difícil destacar algo porque destaca toda ella en conjunto, sus palacios, sus callejuelas, pasear por la muralla, la calle principal, blanca, blanquísima !!!
El mejor lugar para iniciar la visita es por la puerta de entrada natural al recinto fortificado, por la Puerta de Pile (Gradska vrata PiIe). Esta fabulosa puerta se construyó en 1537. Su puente levadizo se alzaba cada noche, a la vez que se cerraba la puerta con una llave que se entregaba al rector. Tras pasar la primera puerta aparece otra interior de 1460, y por arte de magia te trasladas a otra época, desaparecen los coches y aparecen los monumentos.
Desde este punto arranca la calle principal, Placa, más conocida como Stradun, el paseo peatonal de Dubrovnik que llega hasta la torre del reloj, al que no nos pudimos resistir y tuvimos que recorrer.
Esta calle tuvo que ser reconstruida después del terremoto de 1667, es por este motivo que todas las casas de esta calle datan del siglo XVII y cuentan con el mismo diseño. El patrón se repitió en todas ellas: la planta baja estaba reservada para albergar una tienda, con una puerta y una ventana-mostrador que daban a la calle, ambos bajo un techo sostenido por arcos de medio punto, para proteger a los clientes de la lluvia. En la parte trasera estaba el almacén y una entrada secundaria que da un callejón. La primera planta estaba reservada para la sala de estar y en la segunda planta había varias habitaciones. Como curiosidad, la cocina se situaba siempre en el ático, para evitar incendios.
Al comienzo de la calle Stradun se encuentra la Fuente Grande de San Onofrio (VeIika Onofrijeva fontana), construida entre 1438 y 1444, donde se puede beber agua desde alguno de sus 16 caños, está fresquita y muy rica, y con el calor que hace y lo que sudamos la visitamos unas cuantas veces.
Inicialmente la fuente estaba adornada con esculturas, pero el terremoto de 1667 solo dejó en pie las 16 máscaras en piedra de cuyas bocas sale el agua.

Fuente
El primer edificio que vemos en esta calle es el Monasterio Franciscano (Franjevacki Samostan), aquí se encuentra una de las Farmacias más antiguas de Europa, en funcionamiento desde 1391, y probablemente la primera en atender al pueblo llano (en el s. XV)
El Stradun (Placa) o calle principal, se creó en el siglo XII cuando se anego el canal que separaba la isla de tierra firme. En el siglo XV fue pavimentada y tras el terremoto de 1667 reconstruida por completo. Termina en la Plaza de la Logia (Trg Luza), la antigua plaza del mercado. Sorprende el color de esta calle, y es que está pavimentada con piedra caliza, de ahí su brillo y color tan blanco.

Stradun
En la plaza del mercado encontramos la Columna de Rolando (Orlandov stup), un caballero medieval. Este era el lugar donde se anunciaban los edictos, festividades y veredictos públicos. Como curiosidad se usó la longitud de su antebrazo, 51,2 cm, como medida oficial de la ciudad (brazo ragusano).
El Palacio Sponza (Palaca Sponza) fue construido en 1312 para ser utilizado de Casa de la Moneda y Aduana. Justo al lado se encuentra la Torre del Reloj del s. XV. Es un edificio de 31 metros de altura coronado por la campana construida en 1506. La puerta que se encuentra debajo de esta torre da acceso al puerto viejo.
Entre la Torre del Reloj y el Palacio Sponza encontramos la Logia de las Campanas (Luza Zvonara), que se usaban para advertir a la población de algún peligro o para anunciar las sesiones del consejo.
Llegados a este punto, por algún extraño motivo decidimos que era el mejor momento para ver las murallas de la ciudad. Si ¡!! A las 12:30 del mediodía en pleno julio … y con el sol cayendo a plomo …
La Muralla de Dubrovnik (Zidine Gradske) que se conserva en la actualidad se construyó en el siglo XII de madera. Que posteriormente se reforzó, reconstruyó y fortaleció con bastiones cuadrados y torreones circulares …
Tiene 2 kilómetros de longitud, hasta 25 metros de altura y 15 torres de vigilancia. Los muros son más gruesos por el lado de tierra (hasta 6 m) que por el mar (1,5 - 3 m). Antiguamente, la guardaban 120 cañones.
La mejor manera de ver las murallas es seguir el camino de ronda, nosotros accedimos desde la entrada que hay al lado de la puerta de Pile. Se tarda cerca de dos horas en recorrerla …. Y si hacemos cuentas … mínimo nos dan las 2:30 de mediodía antes de terminar de recórrela… kamikazes que somos !!!!


Vistas desde la muralla
Por cierto, antes de subir el bueno comprar agua, porque hay pocos lugares donde poder conseguir agua o algo de beber.
Destacan las torres: Fuerte Bokar donde aún se conservan cañones y la Torre Minceta (el punto más alto de la ciudad amurallada), desde donde se obtiene una buena panorámica de la ciudad.

Muralla
Recorrida la muralla continuamos con la visita de la ciudad, recorreremos el Puerto Antiguo que antiguamente se cerraba por la noche con una cadena para impedir la entrada de barcos.


Puerto Antiguo
El Palacio del Rector (Knezev Dvor) es uno de los edificios más interesantes de la ciudad, era una fortaleza que se adaptó para ser la casa del regidor (cuyo cargo no duraba más que un mes para que no se volvieran corruptos), las salas de audiencias, oficinas administrativas y una mazmorra. Durante su primer mes de mandato, el rector no podía salir del edificio sin permiso del Senado.
En esta zona se encuentra la Catedral de Dubrovnik (Stolna Crka Velike Gospe) y enfrente el Palacio Episcopal.

Callejuelas
Desde las murallas, cerca del Puerto Antiguo un paseo nos lleva a la base del Teleférico, desde la cumbre (504 m) se tiene una estupenda perspectiva de la ciudad con el Adriático al fondo.
Es tarde y nuestros estómagos ya están en pie de guerra, cerca dela base del Teleférico encontramos un restaurante con una terraza muy agradable donde corre el aire … no nos lo pensamos ni un segundo. Las pizzas nos saben a gloria.
Hace calor, llevamos mucho caminado y con el estómago lleno sólo pensamos en un rato de aire acondicionado y una siestecita, además seguro que por la noche hará menos calor y habrá mucha menos gente, se habrán ido los cruceros y esto estará tranquilo.
Y esto es lo que realmente pasó ….

Como adivinos no tenemos precio !!!
Dimos otro paseo más, esta vez a la luz de la luna, cenamos en otra terraza y nos despedimos de Dubrovnik hasta la próxima.

Hasta la próxima Dubrovnik