Nos levantamos tempranito (7:30 de la mañana). Desayuno en el hotel y a la calle. Metro Bayswater (línea Circle) y 14 paradas sin transbordo hasta Tower Hill (40 minututos). Nos disponíamos a ver la Torre de Londres. A las 9:00 ya estábamos en la puerta. Al comprar las entradas utilizamos por primera vez el 2x1. Enseñamos el vale y los abonos de transporte y magia: 17 libras de ahorro (que no está nada mal). Lo primero que hicimos fue ir directamente a ver las joyas de la corona (recomiendo hacerlo así porque prácticamente no había cola; sin embargo cuando salimos ya había un montón de gente). Lo de las joyas es increíble, que dineral. Ya te haces la idea cuando traspasas la puerta blindada. Al salir paseo tranquilo por el resto de la fortaleza y sus torres, fotos con los beefeters y cuervos incluidas. Muy bonito todo el monumento, muy recomendable su visita.


Torre de Londres
Salimos a la ribera del Támesis y una buena sesión de fotos al Tower bridge. Yo personalmente no me cansaba de verlo.
Fuimos a las taquillas y utilizamos por segunda vez el 2x1 (7 libras de ahorro). La visita muestra un par de documentales (uno de la construcción y otro del funcionamiento) así como un paseo por la pasarela superior que une las dos torres (buenas vistas). Al salir te dirigen hacia el lugar donde se encuentra la maquinaria antigua para abrir el puente.


Tower Bridge
Al salir, ya había empezado a llover (para variar). Serían las 13:00. Cogimos el autobús 15 hasta la Catedral de St Paul y compramos las entradas. Aquí no había 2x1 así que nos tocó acoquinar 11 libras por cabeza. La catedral magnífica (similar a San Pedro del Vaticano), con folleto en español incluido. Visita por el interior, por sus capillas, por la cripta y subida a la cúpula. Muchísimos escalones pero subida cómoda. Tres niveles: el primero en el anillo interior, el segundo un anillo exterior intermedio y el tercero en lo más alto. Este último un poco agobiante. En cuanto hay gente ya no te puedes mover. Recomiendo la subida. Dentro de la cúpula, tras subir 259 escalones, está la Galería de los susurros, donde se puede escuchar un murmullo a 32 m de distancia. Sobre esta Galería, ya en la parte externa de la cúpula, se encuentra la Galería de piedra, a la que se accede tras subir 378 escalones, y más arriba la Galería dorada, tras ascender 530 escalones, que ofrecen una panorámica de la ciudad de Londres, desde Greenwich hasta Wembley, incluidos todos los monumentos principales.


Al salir, 15:00 lluvia fuerte y aprovechamos para comer en una hamburguesería cerca de la puerta principal (con la puerta a la espalda el establecimiento queda a la izquierda). No era una hamburguesería de comida rápida sino más bien parecido a un restaurante y la verdad es que comimos muy bien y a un precio asequible.
Al salir seguía lloviendo así que autobús 15 hasta Trafalgar Square y a ver la National Gallery. Nosotros no somos mucho de cuadros pero hay que reconocer que había de todo (imposible verlo en una tarde). Nos centramos en la pintura española, la renacentista y el impresionismo. Entrada gratuita (parece increíble pero es así). Mientras estábamos dentro, tromba de lluvia impresionante de media hora que provocó hasta inundaciones y cortes de estaciones de tren (nos enteramos luego en el metro y en la tele).
Al salir (18:00 horas) estábamos un poco cansados así que decidimos volver en metro hasta el hotel. Descansito de una hora, duchita rápida y ya sin lluvia de nuevo a la calle. Autobús 94 hasta Regent Street y paseo de nuevo por los escaparates de las tiendas hasta Picadilly Circus, bajada hasta Trafalgar Square y por Whitehall de nuevo hasta las proximidades del Big Ben y la noria. Muy bonito el paseo nocturno por la ribera del Támesis.

Vista nocturna del London Eye
Autobús 159 hasta Picadilly Circus y paseo por el Soho. Ambientazo, gente de todos los tipos. Trozo de pizza en porciones y helado de yogurt en una heladería bastante original. Seguimos el paseo por el Soho (sin alejarnos demasiado de las calles principales). A las 23:45 metro desde Picadilly hasta Queensway (5 estaciones con transbordo en Oxford Circus) y a dormir que nos lo habíamos ganado.