
Día 15: Cataratas Victoria
Este día, organizándolo bien, se pueden visitar tranquilamente las cataratas y realizar alguna de las múltiples actividades que ofrece la zona, como por ejemplo hacer el mítico rafting por el río Zambeze, hacer puénting, etc. Os dejo una lista de lo que se puede hacer en la etapa de preparativos, en este enlace:
Parques Nacionales de Zimbabwe: resumen y datos variosNosotros no nos decidimos por ninguna, en parte por acojone y en parte debido a su elevado precio, así que nuestra idea era visitar el parque donde se encuentran las cataratas desde el lago de Zimbabwe con toda la calma del mundo y luego por la tarde ver el mercadillo local (por curiosidad, más que nada, porque tampoco llevábamos idea de comprar, el regateo no es lo nuestro y muchas de las cosas que se venden no sabríamos ni donde ponerlas
Así que, con la idea de no llegar muy tarde para evitar aglomeraciones, nos levantamos a las 6:15 para desayunar a las 6:30. Pero antes, de camino hacia la terraza del desayuno, disfrutamos de este amanecer (mala calidad porque en ese momento únicamente llevábamos el móvil encima):

Desayunamos con mucha calma (en el buffet del desayuno había gran variedad de cosas que nos vimos obligados a probar, para no hacerles un feo), preparamos nuestras mochilas y salimos sobre las 8 en dirección a las cataratas. También es cierto que se nos hizo algo tarde porque nos entretuvimos haciendo sesión fotográfica a estos guarretes inquilinos del hotel


Desde el jardín del hotel sale un pequeño sendero que te lleva directamente hasta la entrada a las cataratas, así que en unos 10 minutos nos plantamos allí (por la calle dando la vuelta quizá son 20-25 minutos, pero vas andando junto a la carretera). Muy recomendable pasar por este sendero, a tener en cuenta que la puerta de acceso al hotel cierra a las 18 de la tarde, así que tendréis que regresar antes o dar la vuelta si os quedáis hasta más tarde.
Éste es el panorama que nos encontramos en la vía cercana a la entrada a las Cataratas, this is Africa

Así que ahí estábamos, a punto de disfrutar de las impresionantes cataratas. Las Cataratas Victoria son unas de las más grandes del mundo: su frente ocupa sobre los 1800 metros de cortina de agua que se despeña sobre una enorme grieta de hasta 120 metros de altura, punteado con una serie de islitas colocadas al borde del precipicio. Como decíamos en la etapa de información previa, parte de las cataratas se encuentran en territorio de Zimbabwe y la otra parte en Zambia (donde la localidad que sirve como base para visitarlas es Livingstone). Más información aquí, al final de la etapa:
Parques Nacionales de Zimbabwe: resumen y datos variosPagamos la entrada (25 euros o 30 USD por persona) y accedimos al recinto. Justo en la entrada, tras la taquilla, hay una tienda de recuerdos y un centro de información con carteles informativos sobre la formación de las cataratas, la flora, la fauna, etc. A la derecha están los lavabos y el bar-restaurante. De esa zona central parten una serie de senderos que bordean el tramo frente a las cataratas, con miradores varios donde parar a disfrutar de las vistas. Se tardan sobre un par de horas en hacer todo el recorrido por el borde (algo menos si no se para uno a hacer mil fotos, como nosotros). Así pues, de 8 a 10 hicimos el recorrido completo por primera vez.

En la entrada podéis solicitar un folleto, o bien hay carteles informativos donde os explicarán el orden y características de cada mirador. Mirando hacia las cataratas, de izquierda a derecha los diferentes miradores o puntos de interés son los siguientes (viewpoints):
1) Estatua de Livingstone: al parecer el famoso explorador David Livingstone vio por primera vez las nubes de bruma que generan las cataratas desde una distancia de 10 km. Se encontraba en una isla del Zambezi, río arriba, que actualmente lleva su nombre. Posteriormente describiría las cataratas como “la visión más maravillosa que he presenciado en África, era tan extraordinaria que no era difícil imaginar a los ángeles observándola en pleno vuelo”
Desde este punto se puede ver un arcoíris por las tardes.

2) The Chain Walk: una serie de 36 escalones descienden hacia un mirador frente a la llamada Devils Cataract (catarata del Diablo). Aquí hay que ir con cuidado porque los escalones están resbaladizos y mojados, y hay que prepararse para acabar empapados. Desde este punto pueden observarse los mejores arcoíris por la mañana.
3, 4, 5 y 6) Devils Cataract: la catarata del Diablo tiene una caída inferior al resto de las cascadas (73 m de alto), pero es aquí donde el principal volumen de agua se concentra durante todo el año. Ir avanzando desde el mirador 3 hasta el 6 da una variedad de perspectivas de la cascada. Aquí se empieza a entrar en la zona de selva, la vegetación que nos rodea se vuelve más densa. La Devils Cataract con arcoíris incluido:

7) Cataract Island View
8 a 12) Main Falls y Livingstone Island: las Main Falls o cascadas principales tienen una caída de 93 m, y pueden admirarse desde diversos puntos. En esta zona, las cataratas muestran sus vistas más majestuosas. Se trata de una amplia cortina de agua despeñándose 93 metros hacia la garganta, por un borde de 822 metros de ancho y un flujo de agua de 700 000 m3 por minuto.

Esta sección genera muchísima bruma, que sirve para regar la selva que rodea a las cascadas. Desde los viewpoints 11 y 12 puede verse claramente la llamada Livingstone Island (Isla de Livingstone), desde donde Livingstone dejó caer un plomo atado a una cuerda hasta el fondo de la garganta para medir la altura de las Cataratas.
13) Horseshoe Falls: esta sección, como su nombre indica, tiene forma de herradura y una caída de 95 m de alto. Normalmente se seca o lleva muy poco caudal en el pico máximo de la estación seca. La parte positiva es que hay menos bruma y es más fácil hacer fotos donde se vea bien la cascada, y no solo una masa blanquecina.

14) Rainbow Falls: en el mirador 14, Rainbow Falls, es fácil observar arcoíris, de ahí el nombre. Las cascadas aquí llegan a medir 108 metros de altura y es el tramo más alto de toda la serie.

15) Danger Point and Eastern Cataract: desde este mirador se puede ver la “boiling pot” (olla hirviendo) que hay bajo la Eastern Cataract (catarata del Este) del lado de Zambia. Hay que ir con mucho cuidado porque las rocas están resbaladizas, de ahí el nombre de Danger Point. Esta sección también se suele secar en el período de máximo apogeo de la época seca.


16) Victoria Falls Bridge: hay un mirador desde donde se puede ver el famoso puente sobre el Zambezi.

En esta visita no pude apuntar mucha cosa porque en la mayoría de puntos cercanos a las cataratas había bruma o incluso una especie de lluvia generada por la fuerza del agua, así que acabábamos empapados… Nosotros llevamos chubasqueros, pero igualmente nos mojamos bastante. De todas formas, con el calor que pegaba ya nos vino bien ir refrescándonos de vez en cuando (según soplaba el viento nos mojábamos más o menos).

Sobre media mañana, tras hacer el recorrido por primera vez, fuimos a tomar algo al bar que hay dentro de Cataratas (el Rainforest Café). También es recomendable, los precios no son más caros que en el pueblo de Victoria Falls y es un sitio muy agradable y con buen servicio (y buena comida).
Tras la pausa nos fuimos a dar una segunda vuelta por los miradores que más nos habían impresionado, y la verdad es que la vista que se puede tener de las cataratas va fluctuando durante el día, ya que conseguimos instantáneas de una claridad que no habíamos podido obtener anteriormente debido al nivel de bruma. Así que, si el tiempo lo permite, es altamente recomendable dedicarle un buen rato a los miradores y probar suerte en varias ocasiones si es necesario. Nota: si salís del recinto, tendréis que volver a pagar la entrada, no es válida durante todo el día. Así que no es posible ir a primera hora de la mañana y volver al atardecer usando la misma entrada, por ejemplo.

Eran ya sobre las 12 y decidimos comer allí mismo, porque lo que habíamos visto en la carta estaba bien de precio. En los alrededores de la terracita del restaurante había autóctonos como éste, que no perdía detalle por si caía algo

Así que sobre las 13 ya estábamos de nuestra mañana en cataratas y salimos a las paraditas que hay en el parking, donde yo había localizado por la mañana unos imanes muy chulos que me interesaban. Eran plaquitas de madera pintada de colores muy alegres con forma de animales y simplemente ponía “Zimbabwe”. No había visto imanes tan chulos en ningún otro sitio, así que, muy a mi pesar, nos pusimos con el correspondiente regateo hasta conseguir un buen precio por unos cuantos de ellos.
Tras las compras, regresamos al hotel por el caminillo interior y descansamos un rato. El sol picaba de lo lindo y la mejor opción era pegarse una buena siestaca. El resto de la tarde fue como sigue: sobre las 15 volvimos a salir de nuevo para dar una vuelta por las tiendas y los dos mercadillos (únicamente compramos una tela de colores con estampado de los cinco grandes, con nosotros no hicieron mucho negocio) y luego nos fuimos a refrescarnos a la piscina del hotel hasta bien entrada la tarde. También estuvimos haciendo el tonto en un campo de pitch and putt que había en la parte trasera del hotel, normalmente no tenemos ocasión de hacer estas cosas de ricos, así que había que aprovechar
La verdad es que fue una tarde demasiado relajada para mi gusto, habíamos quedado para cenar con el grupo en el buffet del hotel a las 19:30 y podríamos haber hecho alguna cosa más antes, pero entre el calor y el acoso de los vendedores callejeros, nos echamos para atrás. En su momento al mediodía no nos había apetecido cruzar el puente hasta la zona de Zambia (puede hacerse sin problema y sin visado) debido al sol que pegaba, y luego ya nos dio palo volver. Hubiera sido otra opción, pero optamos por hacer el vago en la piscina y luego hacer el ganso con los palos de golf
A posteriori, mi recomendación sería la siguiente: si queréis ir de compras, hacedlo por la mañana, al mediodía podéis ir un rato a la piscina a refrescaros y dedicad toda la tarde a las Cataratas Victoria hasta la puesta de sol (aunque os toque dar la vuelta para regresar al hotel). Vi fotos de las cataratas de compañeros que habían ido por la tarde, y la luz es mucha mejor, se pueden conseguir más fotos con arcoíris y alguna foto del sol escondiéndose tras la cortina de agua. Si duda es muchísima mejor opción ir por la tarde que por la mañana, y no creo que haya tanta gente como en las horas centrales del día porque los tours de ida y vuelta desde Kasane ya deben de estar rumbo a Botswana.
Con permiso de mis compañeros, os dejo algunas de sus fotos de por la tarde, para que podáis apreciar la diferencia:





Finalmente hicimos nuestra cena de despedida en el Jungle Junction, con espectáculo de danzas africanas incluido. Este buffet, en el mismo hotel, es espectacular (aunque algo caro, a nosotros nos salió a 30 USD + bebidas por ser del grupo, pero creo que el precio es 36 USD). No obstante, si queréis pegaros un buen homenaje vale mucho la pena, y el entorno es espectacular (la terraza- jardín del hotel). Hay gran variedad de comida de todo tipo, tanto típica africana (carnes de caza de toda clase, no es santo de mi devoción pero los carnívoros disfrutaréis) como internacional. De nuevo, el buffet de postres altamente recomendable.
Luego nos fuimos a dormir con sentimientos encontrados, ya que al día siguiente nos esperaba el triste regreso a casa tras un viaje maravilloso que nunca olvidaremos.
