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Otro día más que nos levantamos con el cielo despejado. Hoy tenemos que estar a las 11 en Valle del Lago, concretamente en su camping, ya que vamos a realizar una ruta a caballo de dos horas de duración que nos llevará hasta la Braña de Sousas.
Como Valle del Lago está cerca de Pola, desayunamos tranquilamente y tras dar una vuelta a la perra para que haga sus necesidades, la dejamos en el apartamento y nos dirigimos al punto de encuentro. Llegamos un cuarto de hora antes y allí nos presentamos. El camping tiene una pinta estupenda y además tiene unas cabañas de teito como alojamiento que le dan un toque muy auténtico.
La ruta la realizamos una familia británica compuesta por los padres y dos hijos, otro padre e hija y nosotros dos, además del guía que se pone a cola y decide qué caballos montaremos. A nosotros nos deja para el final y viendo que solo quedan dos caballos ensillados, uno de ellos esbelto y alto y otro regordete y pequeño me empiezo a reir porque a mi mujer le va a tocar el pequeño. La sorpresa me la llevo yo cuando le dan a ella el caballo alto y a mí el bajo. Madre mía, tengo que estar ridículo con semejante percherón.
Empezamos un poco por encima de las once y salimos del camping directamente a la ruta PR.AS - 16.1 que nos lleva hasta la Braña. Personalmente el camino me ha parecido muy bonito, bastante más que el que va al Lago del Valle. Y todo a pesar de mi caballo, que cada vez que había cuesta se iba quedando y quedando, para mi vergüenza.
Primero vas ascendiendo viendo el mismo valle que el día anterior, pero luego cambia de vertiente y empiezas a ver el famoso hayedo de la Enremada, todo esto con el camino rodeado de helechos en muchas partes. Al final llegamos a una zona más abierta donde había más caballos al lado de un río. Allí, directamente en mitad del río se me metió el caballo a beber agua. Nos dijeron que bajaramos ahí, ya que los caballos iban a descansar y que la braña está subiendo una cuesta que tenemos al lado.
Camino a la Braña de Sousas
La Braña de Sousas es totalmente diferente a las más conocidas de Teito. Como se indica en los folletos informativos:
Brañas como la de Sousas surgen en Somiedo asociadas a la ganadería en régimen de transhumancia, forma de explotar pastos de altura utilizables sólo en el periodo estival. La braña responde al modelo tipológico más antiguo, formado por corros, cabañas de planta circular construidas en varias hiladas de piedra, que rematan en una falsa cúpula de losas, posteriormente recubierta de tapinos, retazos de césped que mejora el aislamiento térmico e impemeabilizan la construcción. El aislamiento se completa con una casi total ausencia de vanos, la puerta de entrada y un minúsculo ventanuco constituyen la única ventilación.
Generalmente se agrupan por parejas, sirviendo una de refugio al brañeiro y destinándose la otra al ganado. Por tratarse de las brañas situadas a mayor altura, eran utilizadas sólo durante un periodo muy corto de tiempo y a ellas no se desplazaba la totalidad de la familia sino uno sólo de sus miembros.
Braña de Sousas
Allí nos encontramos con unas cuantas vacas, algunas metidas dentro de las cabañas. Por cierto, algunas están derruidas por esta misma acción. Las vacas entran y luego no atinan a salir y empiezan a moverse dentro golpeando el frágil estado en el que se encuentran las cabañas y acaban semiderruidas. El guía nos ofrece sidra y me tomo un par de tragos. Qué rica. Tras unos veinte minutos descansando y disfrutando del paisaje volvemos a nuestros caballos y volvemos por el mismo camino, que no por ello no deja de ser muy disfrutable pues ves el camino desde otra perspectiva. Personalmente la vuelta fue bastante peor porque al gordinflón de mi caballo le dió por desviarse a los laterales del camino cada dos por tres para llevarse una buena ración de helechos, a pesar de mis tirones para que siguiera recto.
La vuelta y mi caballo pequeñín y comilón
Regresamos al camping cerca de las 13:30 y tras darme el guía su teléfono para que le pasara por whatsapp una foto que le había hecho, nos despedimos con la convicción de que la actividad había sido todo un acierto.
Y a comer se ha dicho. ¿Dónde? Pues en el Meirel, para qué cambiar cuando sabes que estás en el mejor restaurante del pueblo. Hoy chorizo a la sidra, pastel de cabracho y esparragos con mayonesa. Y qué decir, todo buenísimo.
Pensamos qué hacer y decidimos hacer la ruta hasta la Braña de Mumián. Hay dos opciones o bien salir desde el Coto y en 4 kms llegas a la Braña o desde el aparcamiento de La LLamardal que te deja en 2.5 kms en la Braña. En principio, desde Almería tenía apuntado desde el Coto ya que era todo el camino por un hayedo que tenía una pinta estupenda, pero Sofía, la guía de Somiedo Experience ya nos comentó que era una subida bastante más pronunciada que desde El Llamardal y que además también desde El Llamardal la ruta también era muy bonita. Así que como las tardes somos más perezosos decidimos ir hasta el aparcamiento de El Llamardal.
Ruta desde aparcamiento de El Llamardal hasta la Braña de Mumian
Una vez allí, y durante 700 metros, caminas por la carretera que va al pueblo (cuyo paso a vehículos está prohibido menos los de la zona) Esta es la parte más fea y podría que decir que también la más pronunciada, pero una vez en el pueblo y te adentras en la vereda te olvidas de que tenías que haber elegido el otro trayecto. La ruta es una auténtica preciosidad, en el que durante mucho rato caminas por la ladera de la montaña con unas vistas impresionantes de todo el valle. Poco a poco vas ganando altura y el pueblo de Caunedo se ve más chiquitín, en el fondo del valle. Por otro lado, tenemos la suerte de que hay bastantes nubes atrapadas en el valle que además de darle belleza a la ruta nos da una bienvenida sombra.
El camino hacia la Braña de Mumian
La Braña aparece sin que te des cuenta y tras estar allí un rato volvemos por el mismo camino. Curiosamente durante la vuelta no paran de sobrevolarnos buitres y vemos también ratoneros, algunos relativamente cerca. Además, por encima nuestra, vemos unos cuantos rebecos.
Camino de vuelta, con rebecos y ratoneros
Más que satisfechos volvemos a Pola, donde nos tomamos una cerveza en la terraza de un bar. Nos enteramos por todo el movimiento que hay que mañana hay una ruta ciclista que sale del pueblo, la Clásica de los Puertos de Somiedo, así que me empiezo a informar de horarios, recorrido y demás porque cortaran la carretera a ratos y tendremos que cuadrar nuestras rutas para no quedarnos sin movernos.
Luego ya en el apartamento lo de siempre, ducha, cena y Castle. Llegamos a la conclusión de que hoy ha sido el mejor día en su conjunto.
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