Agra-Orcha ✏️ Diarios de Viajes de Sub Continente Indio

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Por fin el plato fuerte del viaje: la visita del Taj Mahal. Entramos en el complejo de monumentos al amanecer mientras que la niebla aún envuelve la tumba de la emperatriz más amada de la historia. Me sorprendió la simetria del edificio, las decoraciones de piedras preciosas incrustadas a la perfección en el mármol. Cuesta creer que todo fue construido en tan sólo 22 años.

Después de hacernos la fotos de rigor, continuamos con la visita a la ciudad abandonada de Fathepur Sikri. Son tantos y tan magníficos los monumentos que hay en La India, que los propios indios no los valoran como las maravillas que son. Grabados en las piedras de los palacios, pintura, y el sobeteo constante de las pinturas y las piedras son habituales y encima presumen de poder hacerlo, 'no como en Europa', dice nuestro guía.

Continuamos con el descubrimiento de las maravillas de Agra con el pequeño 'Taj Mahal', el fuerte de Agra y otros, para dejar la ciudad en tren al anochecer.

Coger un tren en India es toda una experiencia. La caótica estación con toda la información en hindi no ayuda al viajero occidental. Al menos nosotras teníamos ayuda que si no...El tren atestado, con gente que incluso cuelga de las puertas y ventanas, se detiene en la estación para coger aún más viajeros. Por fin conseguimos encontrar nuestras literas mientras todos los hombres nos observan como a bichos raros con nuestras mochilas. Decidimos compartir un asiento doble entre las tres para no molestar a los que ya van durmiendo. Viajar en el tren es una oportunidad de ver a los indios de cerca, de charlar con ellos, de verles compartir la comida y la conversación durante todo el viaje. Lo que seguro nunca olvidaremos ninguna de nosotras es al pequeño 'Bob', el ratón que recorría nuestro vagón colándose entre las maletas y en los zapatos de la gente.

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