15 dias en India y Nepal: Todo un sueño ✏️ Blogs de Sub Continente Indio

Previo

La idea de hacer este viaje , surge en un primer momento de hacer un viaje a Nepal, Y claro, 15 días por Nepal si no hacemos Trekking, pues puede resultar muy largo , así que pensamos que se podría unir con un circuito por India. Y una vez decidido el destino empieza la etapa de diseñar el circuito.
Por el mes de noviembre empieza la búsqueda del viaje ideal por unas cuantas agencias. En un primer momento me centro en las agencias mas especializadas en viajes de aventura. Sabia donde quería ir pero aun no sabía ni cómo ni por donde. La elección es bastante sencilla, Agra es imprescindible, y Kathmandu también. A partir de ahí lo que más interesante salga.
En Abril ya tengo todo más o menos claro, he encontrado un circuito a la medida, se llama Sherezade II, y es de Catai Tours. Se sale de Delhi, y hasta Kathmandu pasamos por Jaipur,Agra,Orcha,Kahjuraho y Benares. Esto va tomando forma, pero falta lo más importante, buscar una fecha, y a ser posible que no coincida con el verano. Es muy muy difícil.
Llega Junio y el horizonte se ha despejado, podemos ir la segunda semana de Septiembre, aun no habrán acabado los monzones, pero no creo que nos vaya a llover mucho, total por quince días más o menos para que acabe la temporada de lluvias.
Me decido a hacer todas las gestiones y reservas a través de Viaje Olarizu de Vitoria-Gasteiz. Tenemos tres meses y medio por delante. Empezamos con los preparativos.
-El visado; Es un trámite que hay que hacer con tiempo, pero no tanto. Nosotros lo hicimos con solo un mes de antelación. Catai se encargo de todo. Les mandamos la solicitud y tres fotografías( igual se hacen un book con ellas), y nos olvidamos de mas tramites.
-Vacunas. Hay que ir a Sanidad, a la sección de vacunación internacional. Ahí te orientan sobre qué tipos de vacunas tienes que ponerte.
En nuestro caso , nos indicaron que era recomendable tomar las pastillas de la malaria (Malarone) unos dos días antes de llegar a Jaipur, los dos días que estamos ahí, y dos días después. En total 6 pastillas. (Se habían dado casos de malaria en esa zona).
También nos vacunamos contra las fiebres tifoideas, y por supuesto, hay que tener la vacuna del tétanos al día.
Es recomendable, y necesario diría yo, llevar un buen repelente anti mosquitos. Nosotros lo compramos en una farmacia en la que lo hacen según una fórmula magistral. Muy bueno. No nos pico ni un mosquito.
No hay que dejar la visita a sanidad para muy adelante, hay mucha lista de espera, y en el caso de la vacuna contra la fiebre tifoidea, hay que ponérsela entre 20 y 30 días antes de partir.
Botiquín; Hay que ir preparado para cualquier contingencia, pero creo que somos un poco exagerados. Yo seguí una lista:

 Analgésico simple (paracetamol, ibuprofeno y/o ácido acetilsalicílico)
 Antiséptico, desinfectante
 Apósitos esterilizados, tiritas
 Descongestionante nasal
 Esparadrapo
 Gotas oculares emolientes
 Repelente de insectos
 Sales de rehidratación oral
 Termómetro
 Tijeras y pinzas
 Tratamiento para las picaduras de insectos
 Vendas
 Crema solar
 Polvos anti fúngicos
 Medicamentos contra el dolor de garganta y estómago
 Productos dermatológicos
 Antiinflamatorios
 Gasas estériles o algodón
 Guantes desechables
 Antibióticos
 Preservativos
 Ansiolíticos
 Antimareo
 Antihistamínico

Pues es una exageración, lo único que se consigue es llenar la maleta de cosas que pueden serte muy útiles, pero que como todos llevamos lo mismo…………………….
Además este botiquín si vas en un viaje por tu cuenta pues tiene mucho sentido, pero en un viaje súper organizado como el nuestro, pues no.

Y después de preparar las vacunas, visados, y botiquín, ya solo queda tener la Réflex a punto, con muchas tarjetas y `preparar la maleta, que lo dejaremos para el ultimo día, no hay que ser muy exagerados.
Hay que solucionar también como vamos a ir a Madrid y cuando. El vuelo sale a las 11,30, y hay que estar ahí sobre las 9. Después de darle unas cuantas vueltas al tema nos decidimos por coger el autobús (uno va directo y sin paradas), y reservar una habitación en un hotel cercano a Barajas. Una vez que te metes en gastos ya te da igual. Dejarlo para el mismo día es un poco arriesgado. Por una tontería te puedes quedar sin viaje, no hay marcha atrás.

Y ya, por fin, llega el sábado 11 de septiembre. A las 4 de la tarde salimos en el Supra hacia Madrid, y para las 8,15 llegamos a la estación de las Américas. Cogemos un bus que nos lleva a la terminal, y desde ahí llamamos al Hotel para preguntar por los horarios del vehículo que nos lleva hasta el hotel. Para las 9 ya estamos instalados en la habitación, tenemos 12 horas por delante.
La cuenta atrás es inexorable, tenemos por delante quince días que van a ser inolvidables, hay que procurar dormir tranquilos, relajados, que la paliza del día siguiente va a ser de aúpa.
Esto solo ha sido el aperitivo, mañana empieza lo bueno.

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Domingo 12 de, Madrid - Delhi
Para las 7 suena el despertador, hemos reservado el transporte al aeropuerto para las 8,30, así que tenemos tiempo de sobra para ducharnos, desayunar y recoger todo.
El desayuno lo aprovechamos bien, a saber que comidas nos esperan en el avión…….., y a las 8,30 partimos hacia Barajas. La primera parada es en la terminal 1, que bien, no damos mucha vuelta. Hay que buscar el mostrador de Qatar air, ahí nos tenemos que encontrar con el guía de Catai que nos va a acompañar todo el viaje.
Hay cerca del mostrador gente igual de despistada que nosotros, pero del guía na de na. Como vemos que la gente esta facturando, nos ponemos en la cola, ya aparecerá.
Después de facturar aparece nuestro guía, se presenta, se llama Felipe. Nos cita para las 10,30 en la zona de embarque, ahí nos encontraremos con el resto del grupo.
Ahí, después de encontrarnos todos, nos explica a grandes rasgos como va a ser el viaje, nos da unas cuantas recomendaciones, parece que es un hombre experimentado, esto pinta muy pero que muy bien.
A las 11 embarcamos, es un avión grande, y no nos podemos quejar, no han puesto en las filas de dos asientos, empezamos bien. Al lado de nosotros están también, los 4 argentinos, una familia de Santander, una pareja de Bilbao y otra de Madrid. El resto del grupo, salieron el día anterior desde Barcelona, nos encontraremos con ellos en Delhi.
Dejamos atrás Madrid, y en 7 horas llegamos a Qatar.
La primera impresión es de un calor sofocante, pensaba que el motor del avión aun estaba encendido, entramos en la terminal y la cosa cambia, es como meterse en un frigorífico.
La escala apenas dura dos horas, y he conseguido mandar un mail con el wifi de la PDA. Todo un triunfo.
El avión que nos lleva a Delhi es tan grande como el otro, pero más incomodo. Menos mal que solo dura tres horas y media.
Y después de más de 12 horas desde que salimos de Madrid, aterrizamos en el aeropuerto de Delhi.
La terminal es tremenda, una pasarela automática nos lleva, pero aun así se nos hace eterno. Después de un buen rato llegamos al primer control, ahí hay que presentar los visados y los papeles de entrada que hemos rellenado en el avión.
Una vez pasado este primer control recogemos las maletas, y no hay sorpresas, no falta ni una. Nos falta ahora el control de aduanas, y la instrucción es clara, pasar tranquilamente y todos juntos, no vaya a ser que nos abran las maletas y nos retrasemos.
Una vez pasado este último control ya llegamos a la calle. Dicen que lo primero que se nota en la India son los olores, pues yo no he notado nada especial, a no ser una humedad muy alta. Son las 1,30 de la noche, han pasado 13 horas y media, ya estamos en la India.

Lo que me llama la atención es la cantidad de gente que hay en la terminal, y luego a lo largo del recorrido hasta el hotel lo mismo, da la impresión que no todo el mundo duerme a la vez.
Aparece el autobús, muy curioso la cabina del chofer está separada de los asientos, y ahí va también un mozo que nos ayuda a subir y a bajar, de unas treinta plazas, y nos reciben con un collar de flores naranjas para cada uno. Buen recibimiento.
Se presenta el guía que nos va a acompañar durante la primera parte del circuito, hasta Agra. Se llama Raj, (nos dice que se pronuncia Ras, que si pronunciamos raj se puede confundir con ceniza, y no gusta), nos da las primeras charlas sobre la India, pero no hacemos mucho caso, estamos deseando llegar al Hotel, y descansar un rato, que a la mañana siguiente quieren empezar pronto con las visitas.
Por fin, en 25 minutos llegamos a nuestro primer hotel, Le Meridien. Es un hotel moderno y muy lujoso, empezamos bien.
Después de un refresco de bienvenida, nos dan las llaves y a la cama. El día ha sido largo, muy largo, y para las nueve tenemos que estar preparados para empezar con las visitas.

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Lunes, 13, Delhi
El tiempo que hemos estado dormidos ha sido muy corto, nos acostamos más allá de las 2 y para las 7 ya estamos arriba. Estoy un poco desorientado, es como si el tiempo no hubiera pasado, me da la sensación que todo ha sido como un sueño, pero al mirar por la ventana me doy cuenta de la realidad, ya estamos en la India. Once meses después de haberlo programado, once meses de espera, ya esta. Hay que ponerse las pilas, no se puede desperdiciar ni un solo minuto.
Después de una magnifica ducha, bajamos al desayuno. Como todos los desayunos sean como este me parece que vamos a salir de aquí con unos cuantos kilos de más. Dulces, salados, un montón de zumos naturales, comidas calientes, frías, tortillas, crepes,…. Joder!
Afuera del hotel nos espera Raj , y el mismo autobús de anoche. A los que fuimos de Madrid, se han sumado los 9 que llegaron de Barcelona el día anterior. Ellos ya nos llevan un día de ventaja, y por lo que respecta a Delhi ya no lo vamos a recuperar. Nosotros vamos a estar un día, (dos noches), y ellos 2 dias.Es una pena, ya que Delhi tiene para ver.
Montamos en el bus los 23, el guía de Madrid se queda en el hotel, y nos dirigimos a nuestra primera visita en Delhi: Jamma Masjid, la mezquita más grande de la India. El 14 % de la población total (1400 millones, según estimaciones, ya que no hay censo actualizado) es musulmana, y es el tercer país con más musulmanes en el mundo.
Entramos subiendo una gran escalinata, pero antes hemos tenido que pagar por sacar fotografías ,250 rupias, ¡ya empezamos! A las mujeres les ponen una túnica de lo más ridícula, azul, anaranjada, rosa,… con motas blancas.


La primera impresión, aparte del calor y la humedad, es que estas mezquitas no se parecen mucho a las que hemos conocido en otros países. Conozco la Mezquita Verde de El Cairo, y la Mezquita Azul de Estambul, por poner un ejemplo, y en estas toda la construcción está dedicada al culto, y en las de la India, el lugar para el culto es una construcción abierta. En la parte central hay unas fuentes, y por los laterales, como si fueran murallas, las familias se juntan, comen, charlan, en los soportales, y algunos hasta duermen.
Al estar situada en el alto de una colina, podemos divisar una muy buena panorámica de Delhi, destacando el Fuerte Rojo.


Después de una hora de visita, bajamos las escalinatas para coger el bus. La siguiente visita es el Raj Ghat, que es el lugar donde incineraron al padre de la nueva India, Mahatma Gandhi.
Nada más llegar, y mientras Raj nos daba las primeras explicaciones, empezó a caer agua. Teníamos la tormenta encima. Pasamos de un cielo despejado, a un montón de nubes oscuras cargadas de agua. Esto tiene mala pinta, por suerte no cae mucha, y además se seca enseguida. El lugar es un gran parque público, los pocos árboles que hay, están puestos ahí por los mandatarios que visitan el Ghat.
En el centro de la construcción, hay una llama que permanece siempre encendida.
Para llegar al lugar donde fue incinerado, hay que dejar los zapatos. Tenemos dos opciones, dejarlos en unos nichos con todos los demás, o en unos nichos con vigilancia, claro que en estos tienes que dejar luego la voluntad. Pues por diez rupias los dejamos bien vigilados, no vaya a ser que tengamos que volver luego descalzos.
Como no hay mucho más que ver, la visita es bastante rápida.

Volvemos al autobús y vemos que están intentando reparar el motor del aire acondicionado, Hostia!!, esto si que es serio, espero que lo solucionen.
Después de un buen rato esperando partimos hacia la siguiente visita, el Templo de Birla, eso sí de aire acondicionado nada de nada. Como no se solucione lo vamos a pasar un poco mal, entre el calor y la humedad, no va haber quien lo soporte.
Llegamos al templo de Birla, que debe su nombre a su benefactor, un empresario que se dedico a abrir templos con su dinero.
Es una maravilla, precioso, dejamos el bus y nos disponemos a entrar. En este no cobran por las fotografías, por una razón: Hay que dejar las maquinas en unas taquillas. No foto. Pues a joderse, porque si por fuera es bonito por dentro es aun mejor. Tratare de describirlo, tiene en la parte de arriba, el templo principal, con dos lugares dedicados a Vishnu y a Laxani. A cada lado, pero en templos separados, están los dedicados a Durga y a Shiva. Como ha llovido, y vamos descalzos o con calcetines, tenemos los pies frescos.
Salimos a la calle y nos encontramos una sorpresa de lo más agradable, nos han cambiado el bus. Se han apiadado de nosotros. Podremos regresar a nuestra burbuja climática después de hacer las visitas. Desde el otro lado de la carretera sacamos las únicas fotos que tenemos del templo., Y después de sortear a los primeros vendedores ambulantes, montamos en el bus para la siguiente visita.

El templo Sikh es la siguiente parada. Lo primero que vemos es que esta en una zona bastante degradada. Ya empezamos a ver la parte menos amable de la India. Y tiene su explicación, en este templo todo el mundo es bienvenido, independientemente de su religión. Todos tienen derecho a comida, y en algunos casos a alojamiento. Por lo tanto la gente más desfavorecida se arremolina a su alrededor.

Como en casi todos los templos, hoy por lo menos en todos, hay que descalzarse, y además cubrirse la cabeza con un pañuelo naranja. Parecemos la marea naranja de Euskaltel en los Pirineos durante el Tour. Entre la humedad, la suciedad, el agua caída, y la porquería que hay en el suelo, hay un barrillo por el suelo que hace que tengamos que tener mucho cuidado para no caernos. A la entrada del templo están las cocinas, con los voluntarios partiendo las cebollas, calabacines, etc., y los comedores, con multitud de gente comiendo de un plato. Ya dentro la visita la hacemos rápida, para no incordiar demasiado a los que están orando. A la salida nos encontramos con un gran estanque o gran piscina, donde se bañan y purifican los seguidores de esta religión. Alrededor del agua hay unos cuantos Sikh, con sus barbas y turbantes característicos, y algunos van armados con lanzas o espadas. No parecen muy feroces, ya que se dejan sacar fotos sin problemas, eso si pidiendo permiso, no vaya a ser que se enfaden,jajajajjaja.


Después de un rato salimos y recuperamos nuestro calzado. A la salida nos encontramos con una de las situaciones más tristes de todo el viaje, al lado del autobús, además de los imprescindibles vendedores, vemos a una mujer con la cara desfigurada por algún acido arrojado por algún desgraciado. Qué asco da que tengan que suceder estas cosas, las mujeres , a pesar de ser las que más trabajan y las que llevan las familias, son tratadas, por suerte no en todos los casos, peor que a los animales.

Montamos en el bus y vamos de vuelta al hotel. Se supone que a comer, pero después del desayuno que nos hemos metido, no tenemos muchas ganas.
Subimos a la habitación, y nos bebemos las dos primeras Voll Damm. (Metí en la maleta seis latas). Cuando se lo digamos a los catalanes se les va a hacer la boca agua.
Mientras descansamos cae una tormenta espectacular, con muchos truenos y rayos. Menos mal que no nos ha pillado en alguna visita. En la tele vemos que en algunas zonas de Delhi hay inundaciones, y que el rio está a punto de desbordarse. Espero que no pase nada.
A las cuatro bajamos, ya ha escampado, y vamos a hacer una visita primero panorámica desde el bus, para ver la Puerta de la India, y el parlamento, y luego iremos a ver el Minarete de Qtub Minar, en las afueras de Delhi.
Yo tenía muchas ganas de ver la Puerta de la India, más tranquilamente, pero es lo que hay, en un solo día no se puede ir a todos los sitios. Nos conformamos con verlo desde el bus, ni siquiera sacamos una foto, y vamos hasta el parlamento, y lo mismo, vuelta y para atrás.
Por las grandes avenidas que recorremos, salen monos. Están acostumbrados, ya que cruzan las carreteras tan campantes.
Nos dirigimos ya al minarete, hay unos atascos enormes. Me imagino que será por las inundaciones, y se nos hace muy tarde. La visita corre peligro. Después de estar parados en una gran avenida durante un buen rato, el chofer decide ir por otro camino, dando un rodeo, va a ser difícil pero aun podemos llegar a tiempo.
Cuando llegamos ya ha anochecido, y ya han cerrado, pero no sé cómo ni porque lo abren para que lo veamos. La pena es que de noche no se ve igual, pero menos es nada.
Lo único que está en pie es el minarete, que además se hizo en varias épocas diferentes, se notan diferentes estilos. Las demás construcciones están en restauración.

Ya, de noche, volvemos al hotel. Algunos se van a cenar fuera del hotel, otros cenan ahí (vaya sablazo que les pegan a algunos), y nosotros nos volvemos a la habitación, tenemos alguna cosilla para comer, y así descansamos más tiempo.
A media noche me suena el móvil, se me ha olvidado que mi hijo me iba a hacer unas llamadas perdidas para enterarme que había hecho la real (sociedad). El susto es cojonudo, pero como han empatado suena tres veces. No está mal. Me duermo tranquilo. Que friki soy!!!

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