Todo comenzó con una fotografía como esta… ¡un sueño viajero que finalmente se cumplió! Os saludo des de Le Pigeonnier de Eguisheim.
[img]i.postimg.cc/ ...cf16da.jpg[/img[/img]
Siempre que la veía, en las diferentes redes sociales, me preguntaba donde estaría este lugar tan encantador, con sus calles adoquinadas, coronado en el centro por esa estrechita casita con su balconcito repleto de detalles y flores que la hacen peculiarmente encantadora.
Entonces, investigué y descubrí que pertenecía a una de los pueblos más bellos de Alsacia y este año decidimos transpórtanos a esa región fantástica, de pueblos de cuento y viñedos.
Nuestra pequeña aventura de 4 días empezó a las 7:00h en el aeropuerto de Barcelona – El Prat.
A las 7:40h salía nuestro vuelo con la compañía EasyJet y nos pusimos rumbo a Basilea. Nunca habíamos volado con esta compañía y… ¡la verdad! no íbamos muy convencidos por los comentarios que habíamos escuchado, pero he de decir que el vuelo salió puntual y fue bastante bien.
Cuando llegamos al aeropuerto de Basilea nos dirigimos a la oficina de Goldcar para la recogida de nuestro tercer compañero de viaje, jejeje, un Fiat 500 y con él, nos pusimos en marcha.
Llegamos a nuestro hotel: Comfort Hotel Expo Colmar, dejamos el coche bien aparcado en el parking gratuito del hotel, para nosotros algo muy importante ya que en los pueblos de Alsacia el aparcamiento es un poco complicadillo, y cuando tuvimos el Check-in hecho y las maletas en la habitación nos pusimos en marcha hacia Colmar, nuestra primera parada.
Respecto al tema del aparcamiento en Colmar, hicimos caso al recepcionista del hotel que nos aconsejó el Parking Lacarré donde las 3 primeras horas son gratuitas. Nosotros aparcamos en la parte superior y al llegar a recoger el coche no pagamos nada…y estuvimos más de 3h. Suponemos que esto se debió a que estaba en la planta superior externa.
Desde ahí nos dirigimos al centro de Colmar, que llegamos en unos 10 minutos andando y fuimos directos al Mercado cubierto a poner gasolina a nuestros cuerpos, ya que nuestros estómagos rugían de hambre.
Nos decidimos por probar el primer plato típico de la gastronomía alsaciana, la Tarte Flambée.
[img]i.postimg.cc/vmJff1sZ/IMG-2993.jpg[/img[/img]
Ya veis la cara de Jordi al ver comida
Aunque de aspecto es parecido a una pizza, la Tarté Flambée tiene un sabor diferente, esta hecha con una base de masa muy fina de pan, con nata fresca o queso blanco y los diferentes ingredientes dependiendo de la que elijas. La típica es la de cebolla cruda y panceta. Nosotros optamos por una vegetariana y otra de panceta, cebolla y champiñones.
La verdad que el sabor nos sorprendió porque la nata le da un toque fuerte pero la verdad que nos gustó.
Después de haber cogido fuerzas y con nuestras barrigas llenas nos pusimos rumbo a La Petite Venise…..OOOOOh! que decir….todo lo que os cuente, se quedará corto: preciosa, bonita, bella, encantadora…se que seré muy repetitiva con estos adjetivos pero es imposible no nombrarlos cuando te preguntan por Colmar.
[img]i.postimg.cc/L5RPQrhd/IMG-3013.jpg[/img[/img]
Nos dedicamos a empaparnos de ella, a disfrutar de su maravilloso entorno caminado por sus alegres calles gracias a sus coloridas casas en tonos pasteles, con sus entramados de madera en forma de cruz bajo sus ventanales y sus corazoncitos en el centro de ellos.
Mientras caminábamos, podíamos observar como las barquitas se paseaban por las aguas de su rio y sus tiendas y restaurantes se vestían con hermosos decorados que te hacían parar en cada instante para contemplarlos durante un ratito.
[img]i.postimg.cc/j5qK8cKg/IMG-3092.jpg[/img[/img]
Recorrimos tranquilamente la ciudad y pudimos ver varios puntos de interés: La Casa Pfister, La Colegiata de Saint – Martin, el Koïfhus y su plaza, entre otros, y…..como nosotros somos mucho de paseitos en barca, decidimos hacer un tour con guía en español que nos explicó muchas cositas interesantes de la ciudad, como por ejemplo: el significado de los corazones en los ventanales y sus entramados de madera, la arquitectura y a que es debido que las casas sean tan coloridas, la influencia de la religión en la arquitectura… etc..
Estuvo muy interesante y os animo a que hagáis uno si visitáis Colmar.
[img]i.postimg.cc/ ...ff9952.jpg[/img[/img]
Después del tour en barca, ¡que nos encantó! hicimos el “tour de las tiendas” como le llamo yo, jejeje.
Entramos en varias tiendecitas que ellas mismas te invitaban a visitarlas y ver sus productos típicos como: los corazones de tela decorados con bonitos bordados, ollas típicas de barro de todos los tamaños para realizar sus gratinados, todo tipo de productos artesanales de tela como delantales, manteles, cestitas para el pan …etc.… y no podían faltar las típicas cigüeñas, ya que son el símbolo de la región de Alsacia.
Es muy normal ver nidos de cigüeñas en los campanarios, en los tejados de las casas y en las copas de los árboles.
Finalmente, cuando ya grabamos todas esas imágenes tan bellas en nuestra retina y nos empapamos de esta increíble ciudad, exhaustos regresamos al hotel a cenar y a soñar con la aventura del día siguiente, entusiasmada por ver uno de los lugares más esperados…Eguisheim.
Pero antes de llegar no esperaba otra sorpresa….
En el trayecto de vuelta, con nuestro super Fiat 500, de repente escuché a Jordi decirme: ahora te vas a poner muy pero que muuuuy contenta, yo lo miré asombrada sin entender lo que me estaba diciendo, pero cuando giré la cabeza y dirigí mi mirada al frente, la vi…. a ella, la Estatua de la Libertad. Situada en medio de una rotonda, paramos en un aparcamiento que había al lado y con mucha cautela cruzamos la carretera. Allí estábamos frente a frente y como no…tuve que inmortalizar ese momento.
[img]i.postimg.cc/ ...495c8f.jpg[/img[/img]
Ella era otro de mis top-imprescindibles para ver en esta escapada, cuando haces un viaje siempre tienes en mente algunas cosas que las has de hacer o ver antes de marcharte y esta era una de ellas, así que para mí fue un momento muy alegre.
Como recomendación, si vais algún día a Colmar, os aconsejo que le dediquéis todo un día completo y os dejéis llevar por ella, que una parte del día desconectéis las cámaras de fotos y los móviles para pasear tranquilamente, entrar en sus acogedoras tiendas , sentaros en una terraza y contemplar el entorno porque es un lugar para ser visto con tranquilidad y así no perderte ninguno de sus hermosos detalles.
Espero que os haiga gustado nuestra experiencia
[img]i.postimg.cc/ ...cf16da.jpg[/img[/img]
Siempre que la veía, en las diferentes redes sociales, me preguntaba donde estaría este lugar tan encantador, con sus calles adoquinadas, coronado en el centro por esa estrechita casita con su balconcito repleto de detalles y flores que la hacen peculiarmente encantadora.
Entonces, investigué y descubrí que pertenecía a una de los pueblos más bellos de Alsacia y este año decidimos transpórtanos a esa región fantástica, de pueblos de cuento y viñedos.
Nuestra pequeña aventura de 4 días empezó a las 7:00h en el aeropuerto de Barcelona – El Prat.
A las 7:40h salía nuestro vuelo con la compañía EasyJet y nos pusimos rumbo a Basilea. Nunca habíamos volado con esta compañía y… ¡la verdad! no íbamos muy convencidos por los comentarios que habíamos escuchado, pero he de decir que el vuelo salió puntual y fue bastante bien.
Cuando llegamos al aeropuerto de Basilea nos dirigimos a la oficina de Goldcar para la recogida de nuestro tercer compañero de viaje, jejeje, un Fiat 500 y con él, nos pusimos en marcha.
Llegamos a nuestro hotel: Comfort Hotel Expo Colmar, dejamos el coche bien aparcado en el parking gratuito del hotel, para nosotros algo muy importante ya que en los pueblos de Alsacia el aparcamiento es un poco complicadillo, y cuando tuvimos el Check-in hecho y las maletas en la habitación nos pusimos en marcha hacia Colmar, nuestra primera parada.
Respecto al tema del aparcamiento en Colmar, hicimos caso al recepcionista del hotel que nos aconsejó el Parking Lacarré donde las 3 primeras horas son gratuitas. Nosotros aparcamos en la parte superior y al llegar a recoger el coche no pagamos nada…y estuvimos más de 3h. Suponemos que esto se debió a que estaba en la planta superior externa.
Desde ahí nos dirigimos al centro de Colmar, que llegamos en unos 10 minutos andando y fuimos directos al Mercado cubierto a poner gasolina a nuestros cuerpos, ya que nuestros estómagos rugían de hambre.
Nos decidimos por probar el primer plato típico de la gastronomía alsaciana, la Tarte Flambée.
[img]i.postimg.cc/vmJff1sZ/IMG-2993.jpg[/img[/img]
Ya veis la cara de Jordi al ver comida
Aunque de aspecto es parecido a una pizza, la Tarté Flambée tiene un sabor diferente, esta hecha con una base de masa muy fina de pan, con nata fresca o queso blanco y los diferentes ingredientes dependiendo de la que elijas. La típica es la de cebolla cruda y panceta. Nosotros optamos por una vegetariana y otra de panceta, cebolla y champiñones.
La verdad que el sabor nos sorprendió porque la nata le da un toque fuerte pero la verdad que nos gustó.
Después de haber cogido fuerzas y con nuestras barrigas llenas nos pusimos rumbo a La Petite Venise…..OOOOOh! que decir….todo lo que os cuente, se quedará corto: preciosa, bonita, bella, encantadora…se que seré muy repetitiva con estos adjetivos pero es imposible no nombrarlos cuando te preguntan por Colmar.
[img]i.postimg.cc/L5RPQrhd/IMG-3013.jpg[/img[/img]
Nos dedicamos a empaparnos de ella, a disfrutar de su maravilloso entorno caminado por sus alegres calles gracias a sus coloridas casas en tonos pasteles, con sus entramados de madera en forma de cruz bajo sus ventanales y sus corazoncitos en el centro de ellos.
Mientras caminábamos, podíamos observar como las barquitas se paseaban por las aguas de su rio y sus tiendas y restaurantes se vestían con hermosos decorados que te hacían parar en cada instante para contemplarlos durante un ratito.
[img]i.postimg.cc/j5qK8cKg/IMG-3092.jpg[/img[/img]
Recorrimos tranquilamente la ciudad y pudimos ver varios puntos de interés: La Casa Pfister, La Colegiata de Saint – Martin, el Koïfhus y su plaza, entre otros, y…..como nosotros somos mucho de paseitos en barca, decidimos hacer un tour con guía en español que nos explicó muchas cositas interesantes de la ciudad, como por ejemplo: el significado de los corazones en los ventanales y sus entramados de madera, la arquitectura y a que es debido que las casas sean tan coloridas, la influencia de la religión en la arquitectura… etc..
Estuvo muy interesante y os animo a que hagáis uno si visitáis Colmar.
[img]i.postimg.cc/ ...ff9952.jpg[/img[/img]
Después del tour en barca, ¡que nos encantó! hicimos el “tour de las tiendas” como le llamo yo, jejeje.
Entramos en varias tiendecitas que ellas mismas te invitaban a visitarlas y ver sus productos típicos como: los corazones de tela decorados con bonitos bordados, ollas típicas de barro de todos los tamaños para realizar sus gratinados, todo tipo de productos artesanales de tela como delantales, manteles, cestitas para el pan …etc.… y no podían faltar las típicas cigüeñas, ya que son el símbolo de la región de Alsacia.
Es muy normal ver nidos de cigüeñas en los campanarios, en los tejados de las casas y en las copas de los árboles.
Finalmente, cuando ya grabamos todas esas imágenes tan bellas en nuestra retina y nos empapamos de esta increíble ciudad, exhaustos regresamos al hotel a cenar y a soñar con la aventura del día siguiente, entusiasmada por ver uno de los lugares más esperados…Eguisheim.
Pero antes de llegar no esperaba otra sorpresa….
En el trayecto de vuelta, con nuestro super Fiat 500, de repente escuché a Jordi decirme: ahora te vas a poner muy pero que muuuuy contenta, yo lo miré asombrada sin entender lo que me estaba diciendo, pero cuando giré la cabeza y dirigí mi mirada al frente, la vi…. a ella, la Estatua de la Libertad. Situada en medio de una rotonda, paramos en un aparcamiento que había al lado y con mucha cautela cruzamos la carretera. Allí estábamos frente a frente y como no…tuve que inmortalizar ese momento.
[img]i.postimg.cc/ ...495c8f.jpg[/img[/img]
Ella era otro de mis top-imprescindibles para ver en esta escapada, cuando haces un viaje siempre tienes en mente algunas cosas que las has de hacer o ver antes de marcharte y esta era una de ellas, así que para mí fue un momento muy alegre.
Como recomendación, si vais algún día a Colmar, os aconsejo que le dediquéis todo un día completo y os dejéis llevar por ella, que una parte del día desconectéis las cámaras de fotos y los móviles para pasear tranquilamente, entrar en sus acogedoras tiendas , sentaros en una terraza y contemplar el entorno porque es un lugar para ser visto con tranquilidad y así no perderte ninguno de sus hermosos detalles.
Espero que os haiga gustado nuestra experiencia