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Nuestra escapada empezaba el jueves por la mañana sin ningún contratiempo: el vuelo de Brussels Airlines salió puntual y aterrizamos en el aeropuerto de Zaventem a la hora prevista, sobre las 11:30 de la mañana. Todo perfecto, muy buena experiencia con esta compañía. En el poco rato que estuvimos allí, me dio la impresión de ser un aeropuerto grande, moderno y muy ajetreado.
En el mismo aeropuerto, bajando hasta la planta inferior, puede tomarse directamente el tren que lleva hacia Brujas (entre otros lugares), así que hacia las 12 del mediodía ya íbamos rumbo a nuestro destino final: la llamada Venecia del norte, una de las ciudades más bonitas de Bélgica y de Europa, sin lugar a dudas.
En cerca de una hora y media de trayecto en tren nos plantamos en la estación de Brujas y un corto paseo de 15 minutos nos conduce hasta el hotel Novotel Brugge Centrum, muy céntrico y bien situado para conocer la ciudad a pie.
Aunque era bastante temprano, nos permiten hacer el check in y nos ofrecen todo tipo de información sobre la ciudad, además de unas tarjetas con descuentos para distintas actividades o lugares de Brujas.
Entre una cosa y otra ya eran casi las 2 de la tarde, así que nada más salir comimos algo en un local en la misma calle del hotel: una cafetería llamada "Less is more". Es una buena opción si os apetece comer algo rápido y a buen precio. Nosotros comimos panninis y tarta de manzana, pero ofrecían un menú compuesto por un plato de sopa y un bocadillo/pannini/pizza que salía a buen precio.
Ya con el estómago lleno, nos dispusimos a explorar la ciudad. Brujas es una localidad ideal para callejear: tan solo con perderse entre sus pintorescos canales, callejuelas y verdes paseos, ya se disfruta. Si a eso le añadimos una cervecita belga o un buen gofre para reponer energías, ya no se puede pedir nada más
.Aprovecho para comentar un poco el tema del clima: Brujas ofrece un clima cambiante, con una tendencia a alternar intervalos de sol y lluvia en un mismo día. Además, cada estación presenta sus tendencias particulares. Nosotros fuimos a principios de Octubre y ya hacía algo de frío, pero era perfectamente soportable con un buen abrigo y un gorro para los momentos en que hacía viento. Tuvimos cielos grises y nublados prácticamente todos los días y vimos el sol muy poco rato, pero también nos llovió muy poco. Con este panorama las fotos no lucen mucho, pero es lo que hay.
La ruta que hicimos esa primera tarde fue la siguiente, desde la calle del hotel: salimos en dirección a la iglesia de Nuestra Señora de Brujas. Por el camino cruzamos nuestro primer puente sobre un canal y como no, cayó sesión fotográfica por los dos lados. Los edificios de la segunda foto son parte del Hospital de San Juan:
Una vez cruzado el puente, giramos hacia la derecha por una calle que iba a parar al pintoresco puente de Bonifacio, situado enfrente de la iglesia de Nuestra Señora de Brujas. Durante nuestra estancia pasaríamos varias veces por este puente, de noche y de día, es una zona muy bonita:
Tampoco hay que perderse la iglesia de Nuestra Señora, la iglesia de ladrillo más alta del mundo y motivo de orgullo artesano brujense. Aquí se encuentra la escultura de la Virgen con el Niño de Miguel Ángel. Más adelante entramos, pero no hice fotos del interior. Desde fuera también luce espléndida con sus imponentes torres:
Cruzamos el puente y llegamos hasta unos jardines adyacentes al Groeningemuseum o Museo de Arte Flamenco Clásico, pero nosotros no entramos, seguimos y dimos la vuelta hasta el patio del museo Gruuthuse. Tras cuatro años de restauración, este museo ha reabierto sus puertas en el centro de Brujas.
El museo Gruuthuse se encuentra ubicado en un antiguo palacio gótico del siglo XV, por lo cual supone una excelente oportunidad para recorrer las estancias de un edificio de este tipo, ejemplo de arquitectura tradicional de las típicas casas flamencas. Cuando llegamos ya faltaba poco para cerrar y no entramos. Este palacio perteneció a una de las familias más ricas y poderosas de Brujas, la familia Gruuthuse, dedicada a la industria de la transformación de la cebada. Esta acaudalada familia disfrutó del derecho exclusivo de vender gruut, una mezcla de hierbas y flores usadas para amargar y dar sabor a la cerveza antes de que se popularizara el cultivo del lúpulo.
La mansión se encuentra a pocos metros de la iglesia de Nuestra Señora y del Museo Groeninge comentado anteriormente, formando uno de los típicos rincones con encanto de los muchos que pueden verse durante un paseo por Brujas. Jan IV van Gruuthuse fue el artífice de la construcción del palacio, pero fue su hijo Lodewijk van Gruuthuse, diplomático y amante del arte, quien mandó ampliar la residencia e incluir una capilla para la oración de estilo gótico tardío.
En 1596 el palacio cambió de propietario tras ser comprado por el rey Felipe IV de España. Años más tarde, el monarca cedió la propiedad a Wenceslas Coberger, fundador de los montes de piedad en los Países Bajos, dando una nueva función a la antigua casa señorial. En 1874, tras la insistencia por parte de la Sociedad Arqueológica de Brujas, el ayuntamiento compró el palacio con la intención de convertirlo en un museo, pero debido a las malas condiciones en que se encontraba fue necesaria una renovación completa.
La colección permanente del Gruuthuse está centrada en las artes decorativas y pueden verse variedad de objetos de interés. Algunos son piezas que hacen referencia a la vida cotidiana y que permiten hacerse una idea de como era la vida de una familia acaudalada durante la época de máximo esplendor comercial de la ciudad. Se pueden ver ejemplos de mobiliario en madera tallada, columnas ricamente decoradas, esculturas, porcelana, tapices, y una espectacular chimenea presidiendo el salón principal. El museo también exhibe destacadas piezas arqueológicas y una colección numismática.
Seguimos paseando en dirección a la Catedral de Brujas o Catedral de San Salvador (en neerlandés, Sint Salvatorskathedraal), otro icono de la ciudad. Construida entre los siglos XIII-XIV, es la iglesia más antigua de Brujas. Primero fue una parroquia y posteriormente se convirtió en la sede de la diócesis de Brujas a principio del siglo XIX. Está dedicada a Cristo Salvador y es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, junto con el resto del centro histórico de Brujas.
Tras rodear la catedral nos dedicamos a una actividad muy recomendable si visitáis Brujas: callejear. En cualquier lugar se encuentra uno con rincones muy pintorescos y con las casitas típicas flamencas:
Nuestro paseo nos lleva a la siguiente parada: el lago y el parque Minnewater. En su día fue un antiguo amarradero de embarcaciones que realizaban la ruta entre Brujas y Gante, pero en la actualidad es un bonito lago rectangular con mucho encanto al que llaman "lago del Amor" (Minne significa amor en neerlandés). Desde el puente que lleva el mismo nombre se obtiene una bonita vista de uno de los lugares más idílicos de Brujas:
El lago está flanqueado por el parque Minnewater, también muy bonito. Cuenta la leyenda que Minna era una hermosa joven enamorada de Stromberg, un joven de otra tribu. Sin embargo, el padre de Minna la había prometido en matrimonio a otro hombre, por lo cual ella decidió escapar y esconderse en el bosque. Stromberg va en su búsqueda, pero cuando la encuentra ya es demasiado tarde y ella muere de hambre en sus brazos. Entonces él decide enterrarla en ese mismo punto, rompiendo un dique e inundando su tumba de manera que se originó el lago conocido actualmente como Minnewater. Esta leyenda está muy bien, pero es un poco difícil de creer que alguien pueda morir de hambre en Brujas habiendo una tienda de gofres deliciosos en cada esquina... en fin, eran otros tiempos. De sed, aquí, tampoco se iba a morir
.
A partir de esta historia, la leyenda popular dice que, si se cruza el puente Minnewater en compañía del amante/pareja, se conocerá el amor eterno. El amor eterno no sé, yo por si acaso crucé el puente con mi reciente marido, con la ilusión de que el universo me recompensara con quince días más de permiso matrimonial y pegarme otro viaje, pero nada, no funcionó la cosa. También probé cruzándolo yo sola, a ver si había más suerte, pero fue inútil
. Eso sí, desde ese día tengo la autoestima más alta .
Si se sigue hacia el final del lago, donde se funde con los canales, se obtienen bonitas imágenes como ésta, con los cisnes que pueblan la zona y el puente que lleva al Beaterio (Begijnhof):
Y en cualquier rincón de la ciudad se encuentra uno pequeñas plazas con encanto y opciones para comer:
Desde allí os dirigimos ya a la siguiente zona de interés: el núcleo del centro histórico de Brujas con su plaza Burg, el Markt (plaza Mayor) y el conocido muelle del Rosario.
De camino al muelle del Rosario, bordeando el canal Dijver, ya empezamos a disfrutar de pintorescas vistas, árboles, casitas de ladrillo y canales:
El Rozenhoedkaai o Muelle del Rosario es posiblemente la imagen más icónica de la ciudad y se ha convertido en uno de los puntos más fotografiados de la zona, por no decir el que más, así que nosotros no íbamos a ser menos:
Se trata sin duda de una estampa de postal, con el Belfort al fondo (que en esta foto en concreto no se ve), el puentecito y los edificios de ladrillo que parece que salen del agua. Pero aparte de su belleza, este lugar tiene gran importancia en la historia de la ciudad, ya que al parecer, justo aquí nació Brujas hace 1200 años. Todo empezó durante la época mítica de los vikingos, en el siglo IX, cuando estos invasores nórdicos llegaban bordeando la costa del Mar del Norte y efectuaban sus brutales incursiones tierra adentro, arrasando todo lo que encontraban a su paso. Brujas (Brugge en flamenco) significa "puerto", y este nombre deriva del vocablo vikingo "Brygga" (puerto o abrigo/refugio).
En el momento del que hablamos la zona que ahora ocupa Brujas se encontraba en los límites del reino de Francia, así que su rey decidió detener a los invasores del norte construyendo aquí una fortaleza. Aunque en realidad el mérito de la creación del primer asentamiento fue Balduino Brazo de Hierro, un noble de provincias que secuestró a la hija del rey de Francia (con la colaboración de la secuestrada) y se casó con ella. Tras aceptar la unión, el rey creó para ellos el marquesado de Flandes y Balduino levantó la fortaleza. Así fue como la ciudad dejó de ser un refugio para los invasores vikingos y pasó a ser un fuerte para el reino francés.
Actualmente no se conserva la fortificación original, pero sí algunos elementos que formaron parte de dicha construcción: las antiguas capillas del castillo, etc. El muelle del Rosario fue, pues, el primer puerto de Brujas.
La panorámica que se divisa desde aquí, como decíamos, está presidida por una torre llamada Belfort y situada en la plaza del mercado. Esta torre simboliza la libertad y el poder de la ciudad.
Como curiosidad comentar también que la terraza que se ve enfrente del muelle del Rosario, parcialmente tapada por la caída de un gran sauce llorón, pertenece a una pintoresca cervecería que cuenta con un aparador donde se exhiben todas las cervezas belgas. Allí, en esa cervecería, haciendo una cata de cervezas artesanales belgas, finalizaría nuestra tarde, pero ya os lo contaré más adelante.
De momento seguimos con nuestro paseo y llegamos al siguiente punto que no os podéis perder en cualquier visita a Brujas: la plaza del Burg. Considerada el alma y emblema de la ciudad, la famosa plaza Burg es uno de los centros neurálgicos de Brujas. En esta plaza se condensan majestuosos edificios y siglos de historia: podemos ver aquí el Ayuntamiento, del siglo XIV y uno de los más antiguos de los Países Bajos; el Franconato de Brujas (Brugse Vrije); la antigua Escribanía Civil; y la basílica de la Santa Sangre. Un póquer de ases de los más atractivos de la ciudad.
Siguiendo una de las callejuelas que salen de la plaza Burg, hacia la izquierda, se llega a la Plaza Mayor o Plaza del Mercado (Markt), no sin antes poder disfrutar por el camino de delicias como ésta
:
Son una especie de gofres pinchados en palos y recubiertos de chocolate. Uno de los dulces típicos de la ciudad, los gofres triunfan en cualquiera de sus variedades, ya sea en posición vertical u horizontal
. La verdad es que en Brujas (y en todo lo que vi de Bélgica, en general) el chocolate acecha en cualquier rincón, ya empezaré la dieta el lunes : 
En el Markt encontramos el anteriormente mencionado Belfort o Campanario de Brujas, otro lugar emblemático y que se puede visitar. El Belfort, originario del siglo XIII y con sus 83 metros de atura, es una de las tres famosas torres de Brujas, junto con la Onze-Lieve-Vrouwekerk (torre de la Iglesia de Nuestra Señora) y la Sint-Salvatorkathedraal (Catedral de San Salvador).
Se puede subir al campanario para disfrutar de las vistas de Brujas y alrededores. Aviso para navegantes: son 366 escalones y 12 euros (adultos) la visita. Nosotros no subimos, ya que disfrutaríamos de las vistas aéreas de la ciudad al día siguiente, en nuestra visita a la fábrica de cerveza artesana (lo explicaré en la etapa correspondiente). Además solo está abierto hasta las 18, y cuando nosotros pasamos faltaba poco para cerrar.
Si estáis interesados en subir, en el camino hacia arriba puede uno detenerse en la sala del tesoro donde se guardaban las cartas de la ciudad, el sello de la ciudad y la tesorería de la ciudad en la Edad Media. Un piso más arriba, desde la sala de la torre, se ve el teclado en el que hoy día se tocan las campanas del carrillón. El carrillón en la torre tiene no menos de 47 campanas. Brujas también tiene un tocador de carrillón que toca las campanas los miércoles, sábados y domingos de 11.00 a 12.00 horas. En los meses de verano se puede disfrutar de conciertos especiales de carrillón. Suena un poco raro lo del oficio de tocador de carrillón, pero no me lo estoy inventando (fuente: www.museabrugge.be/ ...os/belfort)
El Belfort es uno de los ejemplos más antiguos de la arquitectura civil y pública medieval, y desde 1999, ha sido reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto con los 55 campanarios restantes en Bélgica y Francia. Todo un mundo, esto de los campanarios...
También en el Markt se encuentra el Historium, una atracción multimedia que transporta a la época medieval de Brujas. Y no podían faltar las coloridas casas típicas que en la actualidad albergan variedad de restaurantes y bares:
Ya desde aquí nos dirigimos a nuestro objetivo principal de la tarde: el bar que os comentaba, The Beer Wall o 2be Bar (lo he visto con los dos nombres). Un pintoresco local que ofrece cervezas de todo tipo situado en una ubicación privilegiada, junto al canal y frente al muelle del Rosario. Una visita muy recomendable, podréis degustar la cerveza que más os apetezca o hacer una cata de distintas variedades: cata de cervezas locales, cervezas suaves y cervezas fuertes. Nosotros elegimos la cata de cervezas locales y las degustamos tranquilamente junto al canal. Este bar está abierto desde las 11 de la mañana hasta las 19:30 (las 20:00 el fin de semana) y cierra los miércoles.
Además de bar hay una tienda donde se pueden comprar todo tipo de recuerdos, chocolates y galletas, aparte de cervezas. La tienda abre de 10 a 19:00 h y cierra los miércoles. El complejo ocupa una casa histórica del siglo XVI, "Pérez di Malvenda", donde se conservó la reliquia de la Santa Sangre.
Según ellos mismos, una obra maestra de arquitectura antigua y modernas perfectamente compatibles, suspendida sobre los canales. Yo añadiría que, además, una obra maestra de la fermentación alcohólica
. Ésta es la entrada al edificio que alberga la tienda y el bar:
Como os decía, en el vestíbulo se encuentra una exposición permanente compuesta de 1721 cervezas exclusivamente de producción belga, cada una con su vaso. Sin duda alguna, una visita que merece mucho la pena y que podéis contemplar como alternativa si no os gusta visitar museos (o como añadido). Esto es el paraíso
:
Como en la mayoría de diarios de Flandes hay muchísima y muy buena información sobre arte, arquitectura y lugares históricos, yo para variar voy a incidir un poco en otro interesante tema: la cerveza belga. Así que, para los cerveceros, aquí va un resumen de las cervezas locales que pudimos degustar en el 2be Bar y la información que nos proporcionaron acerca de ellas:
1) Brugs witbier (4,8%): cerveza blanca que se elabora con trigo puro. Los aromas de lúpulo, cáscara de naranja y cilantro le dan un carácter refrescante.
2) Bourgogne des Flandres (5%): cerveza marrón-roja con un aroma fuerte y picante. Toque dulce de malta.
3) VIVEN light IPA (4,5%): IPA muy ligera con una sensación cremosa en la boca. Una cerveza ideal para el verano, con bajo contenido en alcohol.
4) Brugse Zot blond (6%): cerveza rubia galardonada, elaborada "intramuros". Según la leyenda, llamada así por los locos de Brujas.
Yo no soy muy cervecera (mi marido sí), pero todas estaban buenísimas. Está claro que la cerveza belga es otro nivel. Al día siguiente visitaríamos la fábrica de cerveza local Brugse Zot, para aprender exactamente como se produce y hacer otra degustación, pero eso ya lo contaré en la etapa correspondiente. Al salir del local vimos aparcada esta moto en la puerta, imagino que es el vehículo para repartir cervezas a domicilio, aunque visto el nivel general sería más útil un camión o un trailer
:
Tras las cervecitas volvimos hacia la zona del hotel y cenamos algo en un local de comida rápida cerca de la Catedral. Se llama Chez Vincent, y es un pequeño restaurante con terraza de comida rápida de calidad. Sirven las típicas patatas fritas, platos belgas, brochetas y hamburguesas, con buenas opciones para vegetarianos. También hacen comida para llevar.
Dejamos la visita nocturna al Markt y la zona del centro para el día siguiente, ya que estábamos bastante cansados de todo el trote y el madrugón para llegar temprano al aeropuerto (con mis clásicas dos o tres horas de antelación, faltaría más
). Sin embargo, si que tomamos algunas instantáneas nocturnas por el camino:
Y es que Brujas es una ciudad con mucho encanto, tanto de día como de noche, así que os recomiendo enormemente experimentar esos dos momentos. En invierno, como anochece temprano, podréis disfrutar de las vistas nocturnas de la ciudad incluso en excursiones de un día ida y vuelta desde Bruselas. En caso contrario, es altamente recomendable pasar al menos una noche en la ciudad y disfrutar de su magia nocturna, aparte de que tendréis tiempo de visitar más sitios. Y con esto nos despedíamos de nuestro primer día en Brujas, ¡mañana más!
Información práctica de la etapa
Llegar a Bélgica
Hay 5 compañías aéreas que conectan España con Bélgica:
- Brussels Airlines: www.brusselsairlines.com
- Iberia: www.iberia.com
- Ryanair: www.ryanair.com
- Vueling: www.vueling.com
- Air Europa: www.aireuropa.com
Todas ellas vuelan al Aeropuerto Internacional de Bruselas, también conocido como Brussels Airport (Zaventem). Ryanair vuela tanto a Zaventem como al aeropuerto de Charleroi (situado a 60 km al sur de la capital). Nosotros no hemos probado las otras, pero Brussels Airlines 100% recomendable.
Conexiones desde el Aeropuerto Internacional de Bruselas
Más información: www.brusselsairport.be/ ...s_airport/
Conexiones en tren:
La estación de tren del aeropuerto está ubicada en la planta -1. Para cualquier trayecto en tren con llegada o salida desde el aeropuerto de Bruselas se cobra un suplemento DIABOLO de 5,40 € independientemente del tipo de billete, aunque hay exenciones en algunos casos.
Información sobre horarios y compra de billetes online: www.belgiantrain.be
Nosotros compramos el billete allí mismo, en las máquinas habilitadas (muy fácil, ningún problema).
Destinos y precios (con suplemento aeropuerto ya incluido):
- Bruselas (cualquier estación, Norte, Central o Sur): 8,90 €
- Amberes: 11,60 €
- Brujas: 20,90 €
- Gante: 15,60 €
- Lovaina: 9,20 €
- Malinas: 8,50 €
Transporte en autobús
La estación de autobús del aeropuerto está ubicada en la planta 0.
Hay autobuses directos a Amberes con www.airportexpress.be
Precio: 10 € adultos, 5 € niños (menores de 2 años gratis)
Bruselas barrio europeo: Airport Line
Resto de ciudades: www.brusselsairport.be/ ...rport/bus/
También se pueden utilizar taxis, coche de alquiler o shuttles de los hoteles (si disponen de él).
Información Museo Gruuthuse
Horario: abre todos los días de 09:30 a 17:00, excepto los lunes
Precio de la entrada general es de 6 € (tarifa reducida 5 €), menores de cinco años, gratis.
Dirección: calle Dijver, 17
Página web: www.museabrugge.be/ ...husemuseum
Información Campanario (Belfort)
Horario: abre todos los días de 9:30 a 18:00 h (excepto días expeciales, que puede estar cerrado o con horario limitado)
Precio: adultos 12 € (tarifa reducida menores de 25 y mayores de 65 años, 10 €). Niños menores de 5 años: gratis
Dirección: Markt 7, Brugge 8000
Página web: www.museabrugge.be/ ...os/belfort
Cerveceria 2be (The Beer Wall)
Horario del bar: de 11 a 19:30 (20:00 en fin de semana)
Forma de pago: el bar únicamente acepta efectivo, no admite tarjetas de crédito (la tienda no lo sé)
Horario de la tienda: de 10 a 19:00
Dirección: Wollestraat 53, 8000 Bruges
Página web: www.2-be.biz/es/bienvenida/
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