Comienza un nuevo día por tierras Sevillanas, este día lo dedicamos a ver dos atracciones turísticas importantes.
A las 9:30 de la mañana ya estábamos en la puerta del Real Alcázar de Sevilla. Hay dos colas, una para la gente que no tiene entrada y otra para los que ya la tienen. Nosotros no hicimos casi cola para entrar, fuimos directos, pero había una cola enorme para entrar sin entrada online, así que muy importante, comprad la entrada con antelación os evitáis una cola de horas. Otro consejo a tener en cuenta para la compra online, es realizarlo con antelación, ya que si se quiere visitar como en nuestro caso el Cuarto Alto las entradas se agotan, nosotros no pudimos visitar esta estancia ya que las entradas estaban agotadas. La entrada se hace por la Puerta del León. Toda la información está en la página web del Real Alcázar, tar
ifas según el tipo de visita que se quiere realizar y los horarios, estos varían según la época del año. Página web Real Alcázar Sevilla: https://www.alcazarsevilla.org/
La entrada online cuesta 11.50€ + 1€ (por la compra online), la audioguía cuesta 6€. En principio tenía la idea de visitarlo con guía, pero al ser mi primera vez prefería hacerlo por mi cuenta y ver las cosas detenidamente y sin prisas. Así es, que aprovechamos tanto el tiempo, que estuvimos casi 4 horas de visita. Merece muchísimo la pena la visita, aunque está bastante masificado, sobre todo, cuando se juntan varios tours en una misma habitación, pero bueno, la cuestión es esperar, ya que hay momentos en los que no hay tanta gente y se puede disfrutar aún más de la experiencia.
No solo las diferentes salas que componen el Alcázar son una parte importante del complejo, también lo son sus jardines. En el jardín de las Damas se puede contemplar la fuente de la Fama, se trata de la única fuente órgano del siglo XVII que se conserva en España y una de las tres que aún se conservan en Europa. Además, en el Real Alcázar se grabaron muchas series y películas, una de ella es la serie Juego de Tronos, así que también te puedes sentir como un personaje de la misma. En mi caso compramos la audioguía para ir informándonos de las diferentes salas y jardines, de esta forma te enteras de pequeños detalles que a simple vista no te das cuenta. Por lo tanto, considero que está bien cogerla, en nuestro caso solo cogimos una y la escuchábamos perfectamente los dos a la vez, recomendaría llevar cascos de esta forma es mucho más cómodo. El recorrido acaba en el Patio de Banderas, donde se sitúa su puerta de salida.
Como ya eran casi las dos de la tarde, decidimos ir a picar algo por el barrio de Santa Cruz y nos acercamos a la Bodega Santa Cruz de las Columnas, muy recomendada y no es para menos. Cuando llegábamos estaba todo a rebosar, pero tuvimos mucha suerte en encontrar una mesa. Pedimos varias tapas, todo muy rico y barato. Comimos unas 6 tapas con dos bebidas y nos salió todo sobre unos 17 euros. Así que genial! No nos podemos quejar. 8/10. Además, está muy cerca de todo, en el centro de Sevilla. Eso sí cada vez que pasábamos lo veíamos lleno.
Nuestra siguiente parada sería la Catedral de Sevilla. Teníamos la entrada comprada para las 15:30. Entramos por la entrada Puerta del Príncipe a la hora indicada. Había una cola enorme, pero de gente que no tenía entrada online, así que fuimos a la puerta directamente, le enseñamos nuestra entrada a la chica y nos dejó pasar. Primero pasas un control de seguridad que es otra cola que debes hacer. Una vez dentro decidimos coger una audioguía para enterarnos un poco de la historia de la Catedral. Creo que es un poco densa y que igual en este caso si merecía la pena ver la catedral con un guía, pero al ser nuestra primera vez dentro, al igual que en el Real Alcázar, decidimos ir por nuestra cuenta.
La verdad que impresiona de lo grande que es, ya que es el tercer templo cristiano más grande del mundo.
La parte más conocida de la catedral es su campanario, la famosa Giralda, llamada así por la estatua de bronce que tiene en su parte superior, la cual, tiene la función de veleta. Este campanario se trataba del alminar de la antigua mezquita que ocupaba el espacio donde hoy en día está construida la catedral. De ahí que dos tercios de la torre sean de estilo almohade, mientras que su parte superior ya es de la época cristiana para poder albergar las campanas que conforman el campanario.
Una vez dentro de la catedral, nos dedicamos a apreciar su majestuosidad, como el retablo mayor, el altar de plata o el coro, una vez vista esta parte de la catedral decidimos subir a la Giralda, ya que se forma un poco de cola en la subida de sus 35 rampas. La verdad que está todo bastante concurrido sobre todo cuando llegas a la parte superior, demasiada gente para tan poco espacio. Después de observar Sevilla desde la Giralda, ya que desde ahí se tienen muy buenas vistas de la ciudad, decidimos retomar el camino y volver de nuevo a la catedral para acabar de contemplar sus numerosas capillas y la famosa tumba de Cristóbal Colón, donde se encuentran parte de sus cenizas. La catedral cierra a las 18:00 horas y la salida se hace por el patio de los naranjos, esto hace recordar que antiguamente había una mezquita en ese lugar.
Merece muchísimo la pena visitar la Catedral de Sevilla, para mí fue una de las sorpresas del viaje, la verdad no me la imaginaba tan grande y tan bonita. La salida se realiza por el Patio de los Naranjos.
Como aún quedaba tiempo antes de que cerrase la Iglesia del Salvador, pusimos rumbo hacia ella. Con la entrada de la catedral está incluida también la visita a la Iglesia del Salvador. La distancia entre ambos templos es de unos 500 metros en línea recta, así que se llega fácilmente. Una vez en la entrada, enseñamos nuestro pase y contemplamos la Iglesia, también situada sobre una antigua mezquita y por lo tanto, también tiene un patio que se puede acceder por una entrada situada en la calle Córdoba. La iglesia es muy bonita, pero después de ver la Catedral pues parece menos impresionante, igual después de esto, hubiese visto primeo la Iglesia del Salvador y después la Catedral. Aun así merece mucho la pena.
Después de ver durante el día estos tres grandes monumentos, decidimos dar una vuelta por Sevilla hasta la zona de las “setas” el Metrosol Parasol. La verdad que resulta raro en mitad de la ciudad encontrarte con este edificio un tanto singular. A mi personalmente no me gustó mucho, ya que no cuadra con la estética de la zona, pero no soy una entendida en arquitectura.
Como en todos los viajes hay que ver sitios que estén a gusto de todos, el siguiente lugar de visita fue una decisión de mi acompañante, el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Se encuentra en la zona de Nervión, así que está bien comunicado con el centro por transporte público o si se quiere ir dando un paseo lleva sobre unos 30 minutos. Al lado hay un centro comercial muy grande. No es que sea una apasionada del fútbol, pero he de decir que no es un estadio feo, además tiene un mosaico con los escudos de clubes españoles y por lo que se ve se ha rehabilitado no hace mucho.
Para cenar este día, andando por el centro y mirando en Trip Advisor vimos el bar Ovejas Negras, con tapas distintas, pero muy ricas. Pedimos una ensaladilla rusa, un wok de pollo y verduras y una mini hamburguesa. Todo muy rico y muy bien preparado. La comida junto con dos botellas de agua pagamos unos 23 euros. Muy buena relación calidad/cantidad/precio. Le pondría un 9/10. Además la atención muy buena y eso que ya era tarde.