En cualquier viaje a Tenerife no puede faltar una visita al volcán del Teide, el que tantas veces nos repitieron en el colegio es el pico más alto del país con sus 3718 metros de altitud y el tercer mayor volcán de la tierra medido desde su base en el lecho oceánico, que esto no lo sabia hasta que lo he leído al buscar información para escribir el diario.

Durante la subida, el paisaje va cambiando al mismo ritmo que varia de altitud, iniciándose en paisajes más secos, siguiendo a continuación con zonas de bosque de abetos a más altura, hasta llegar a la zona más árida con los mares de lava volcánica que tanto me gustan de ver, no sabría decir porque razón siento tanta atracción por los volcanes y sus explanadas de lava.

El parque nacional del Teide fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en 2007.
Una vez superado el centro de visitantes del Portillo entramos dentro del parque, al cabo de apenas un kilómetro nos encontramos con las cañadas del Teide, una inmensa caldera de unos dieciséis kilómetros de diámetro donde se han depositado las lavas de diferentes erupciones formado un espectacular paisaje, uno de los lugares más visitados son Los Roques de García, con sus singulares formaciones rocosas, destacando la del Roque Cinchado, que los más mayores lo recordaremos porque salia su imagen en el reverso de los billetes de mil pesetas con el pico del Teide de fondo.

La ventaja de viajar a finales de Junio fue que todavía habian muchas flores en las zonas aledañas a la lava quedando unas imágenes preciosas, pudimos ver varios Tajinastes rojos de casi dos metros de altura, aunque en nuestro caso eran verdes.
Una vez en la zona de la estación base del teleférico del Teide, nos planteamos si subir o no a la cumbre, tras pensárnoslo un poco decidimos no subir, ya habíamos visitado la cumbre la vez anterior y prefiramos seguir disfrutando del recorrido en coche.



Para los que os pueda interesar, se puede subir a la estación superior con el teleférico o andando a 3555 metros de altitud, allí tenéis disponibles dos senderos de acceso libre que van a sendos miradores el de la fortaleza y el de pico viejo, con preciosas panorámicas de la isla e incluso de las islas vecinas.
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Para acceder a la cumbre se debe hacer mediante un permiso especial gratuito, que debéis solicitar con unos meses de antelación aquí : www.reservasparquesnacionales.es/ ...aspx?cen=2

En nuestro caso seguimos con nuestro agradable recorrido por las zonas volcánicas del Teide, deteniéndonos en múltiples ocasiones para fotografiar el paisaje lunar de nuestro alrededor, como en el mirador de la ruleta, el tabonal negro, el llano de Ucanca, el zapato de la reina, la boca tauce y el mirador de piedra la rosa con vistas a la Orotava.

Al descender del parque nacional del Teide nos dirigimos a la Villa de la Orotava para visitarla, con sus empinadas calles que destilan un encanto especial, en esta ocasión nos coincidió con la celebración del Corpus Christi, día en que estaban haciendo sus famosas alfombras florales combinadas con arenas naturales en las calles del centro histórico, estando muchos de sus habitantes atareados en ello.



Recorrimos las calles donde habian confeccionadas variadas alfombras florales, visitando de paso, los edificios emblemáticos que encontrábamos por el camino, como la ermita de la Candelaria del lomo, la iglesia de Nuestra señora de la Concepción, el hospital de la Santísima Trinidad, la Casa de los balcones uno de los edificios más fotografiados de La Orotava, fue construida en al año 1632, frente a ella se encuentra la Casa Molina, como había llegado la hora de almorzar buscamos un restaurante cercano y de paso descansar un poco.


Con los ánimos renovados seguimos las visitas con el Ayuntamiento de la Orotava, que supongo para proteger de la lluvia la inmensa alfombra de arenas de colorees y flores confeccionada frente al edificio, estaba cubierto de una carpa gigante tapándonos parcialmente la vista de la fachada.

Terminamos la visita de la Orotava con un agradable paseo por los jardines del marquesado de la Quinta Roja también conocidos como los jardines Victoria, con sus siete terrazas escalonadas ajardinadas, al salir de los jardines fuimos regresando por las calles hacia donde habíamos aparcado el coche, el inconveniente es que ahora todas las calles eran de subida.



Nos desplazamos hacia el Puerto de la Cruz, que fue donde nos alojamos la primera vez que estuvimos en Tenerife en los años 80, paseamos a orillas del mar pasando frente a las piscinas del Lago Martiánez, la ermita de San Telmo junto a la playa del mismo nombre, siguiendo la visita por la zona del casco histórico visitando la iglesia de Nuestra Señora de la Peña de Francia, hicimos una parada en la plaza del Charco para tomarnos un refrigerio rodeados de palmeras.

Seguimos recorriendo la ciudad, pasando frente al ayuntamiento y dirigiéndonos hacia el jardín de aclimatación de la Orotava, que visitamos en un bucólico paseo entre plantas tropicales, el precio de la entrada es de 3€.



Con el coche fuimos hasta la ciudad universitaria de La Laguna o mejor dicho San Cristóbal de La Laguna, segunda ciudad más poblada de Tenerife, fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en el año 1999.


Iniciamos la visita al centro histórico de la ciudad en la plaza del Adelantado, centro de la ciudad en el siglo XV, siguiendo por la calle Nava y Grimón llegamos al Real Santuario del Santísimo Cristo de La Laguna para visitar su interior donde se venera la milagrosa imagen del santísimo Cristo de la Laguna.

Durante el agradable paseo por sus adoquinadas calles peatonales pasamos frente varios edificios históricos como el monasterio de Santa Catalina de Siena, la casa del Corregidor, el palacio Salazar donde visitamos su hermoso patio, la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, la catedral y la parroquia de Santo Domingo. Es muy recomendable dedicarle a la ciudad unas horas para recorrer sus hermosas calles.



Regresamos por la autopista TF1 que en poco más de 50 minutos no llevo a la puerta del hotel, como cada noche cenamos y vimos el espectáculo de turno.