VILLA DEL PRADO-10-11-2011 ✏️ Diarios de Viajes de España

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Es un pequeño pueblo de Madrid que limita con la Sierra de Gredos y la Vera del Río Alberche.La evolución de Villa del Prado ha dependido del agua, tanto la del río Alberche como la de los numerosos arroyos, fuentes, pozos y veneros presentes a lo largo de su territorio, que han conformado un territorio en el que la calidad y el volumen de su agricultura, en particular de su horticultura, han hecho que se le conozca como la "Huerta de Madrid".Aunque aún se desconocen los orígenes de Villa del Prado, sí se sabe de la existencia de asentamientos de población en esta zona desde, al menos, tiempos de los romanos, por el hallazgo de cerámica, sillares y tejas propios de ellos, y continuado por los visigodos, de los que se han encontrado tumbas antropomorfas de granito. No obstante, de lo que también se tiene certeza es de que la evolución en época árabe de lo que posteriormente sería Villa del Prado dependió del vecino Castillo de Alamín, situado en Santa Cruz de Retamar, en la vecina provincia de Toledo, y que protegía los accesos a la capital toledana por el Norte.Después de un poquito de historia os dejo el mapa de la localidad.


Vinimos a este pueblo para ver una compañera de trabajo de mí marido, estuvimos un rato en su casa y después nos llevó a pasear por algunos lugares del pueblo. Junto a la Plaza Mayor, se alza la que es considerada como "la Capilla Sixtina" de Madrid, la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol del siglo XV/XVI.El acceso se hace mediante dos portadas, una al Norte y otra al Sur, abiertas ambas en el segundo tramo de la nave, pudiéndose observar en ellas un origen de raíz musulmán.Se trata de un edificio realizado en mampostería y sillares cuya construcción se dió a comienzos del siglo XV, siendo continuada a lo largo de distintas etapas en diferentes estilos arquitectónicos, un ejemplo de esto es la existencia de dos torres desiguales entre sí, una de ellas, correspondiente al período gótico, cuenta con una espadaña, mientras que la otra, renacentista, tiene un tamaño mayor y queda rematada por un chapitel.Sólo pudimos verla por fuera ya que estaba cerrada.


A las afueras del pueblo se encuentra la Ermita N.S. de la Poveda. La devoción a la Virgen de la Poveda, patrona de la localidad, se fundamenta en una leyenda que relataba como la imagen fue arrastrada desde una ermita en la localidad de Las Navas del Marqués (Avila) a través del río Cofio, desembocando en el río Alberche hasta detenerse en el lugar dónde se levantó una ermita, que fue ampliada en 1641 para lograr su estado actual. El Santuario, un edificio del siglo XVII, de una sola nave, con un crucero poco saliente y bóveda de cañón. El crucero tiene una cúpula sobre hermosas pechinas. Su torre está al lado de la epístola y a los pies, sobre una de las puertas, se encuentra el coro. El retablo es de estilo Barroco, del siglo XVII. El camarín de la Virgen es de estilo Barroco con una bella cúpula del siglo XVIII.



Junto a la ermita se encuentra esta gran extensión de árboles que al estar en otoño están preciosos con sus hojas rojizas y ese manto de hojas caídas en el suelo con las cuales estuvimos un rato jugando.


Junto a la ermita se encuentra el Área Recreativa de la Poveda y el Río Alberche que pasa con poca agua pero las crecidas de este cauce fluvial han provocado en ocasiones inundaciones parciales a la cercana ermita,existiendo el dicho en Villa del Prado de que "el río visita a la Virgen", ya que su imagen fue encontrada flotando donde hoy se levanta dicho templo.Es una zona con playitas aptas para el baño.


Esta zona es muy bonita para pasear y si en verano el río lleva más agua pues también para bañarse, me gustó mucho.


Empieza a caer el sol y el entorno es incomparable.


Se nos echaba la noche encima y nosotros seguíamos jugando con las hojas otra vez, jajajaja.


Esta foto ha salido muy fantasmagórica, jajajaja, da un poco de miedo estando en el entorno que estamos


Estuvimos 4,30h con nuestros amigos pasando una agradable velada, no vimos mucho del pueblo, pero lo que vimos mereció la pena

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