Como no andamos poco ayer, hoy os tocaba excursión a La Alhambra. La visita del monumento se puede hacer por libre o de forma guiada en grupo. Esta segunda opción fue la que elegimos nosotros . Hay muchas empresas que se dedican a las visitas guiadas en Granada; en nuestro caso fue Special Plans. El precio fue de 35 euros por persona en grupo de 20 personas y tiene una duración de 3 horas. Nuestra guía Nina nos explicó todos los entresijos e historias que alberga este lugar y recomiendo que se haga la visita guiada, gracias a eso llegas a entender mejor todo. Como vivíamos lejos de La Alhambra y cogimos la sesión de las 9 de la mañana (es altamente recomendable si vais entre junio y septiembre) hicimos uso del taxi. Esto nos ahorró también subir la imponente cuesta que lleva desde el centro hasta La Alhambra. Si os quedáis por el centro podéis ir en bus, pero cuidado con las horas porque puede ser entrada o salida de colegios y formarse atascos. Dada la infinidad de fotos que se hicieron del conjunto monumental, os dejo una ''pequeña'' selección:
Al terminar el tour buscamos las tiendas de souvenirs por si encontrábamos algo interesante y después nos sentamos a comer algo a la sombra. Nuestra idea era haber subido a la Abadía del Sacromonte pero íbamos justos de tiempo, por lo que bajamos la cuesta para dirigirnos al Albaicín pasando primero por la Carrera del Darro y el Paseo de los Tristes:
Es uno de los barrios más llamativos de la ciudad y al entrar por sus calles parece que llegas a un pueblo alejado del ritmo ajetreado:
Sobre la hora de comer volvimos al piso para descansar ya que nos quedaban algunas visitas por la tarde. Antes de empezar a ver los monumentos que nos faltaban, merendamos en la Gofrería Goofie (C/Pedro de Alarcón, 73). También venden crepes y batidos que hacen allí mismo. Están muy buenos pero el problema del establecimiento es que no tiene terraza, por lo que o te lo comes de pie o buscas un banco cercano para sentarte:
Con el estómago lleno, llegamos al Real Monasterio de los Jerónimos:
De primeras puede no ser muy interesante, impresión que cambia completamente al entrar en su iglesia:
Al acabar la visita, teníamos la intención de tomar el autobús que nos llevaría a la abadía. Cual fue nuestra sorpresa cuando al preguntar a la conductora de autobús si la línea nos llevaba allí nos dijo que a esa hora no, porque el monumento cerraba el acceso 45 minutos antes de la hora de cierre y no llegaríamos a tiempo. Por lo que cambiamos los planes e investigamos que había cerca de la zona. Encontramos dos edificios: la Iglesia de Fray Leopoldo de Alpandeire y el Rectorado de la Universidad de Granada. Ambos fueron una sorpresa porque nos encontramos con interiores mejores de los esperados:
Ya se iba acercando la hora de cenar, así que nos dirigimos al Carmen El Agua (Placeta del Aljibe del Trillo,7). El restaurante se encuentra en pleno barrio del Albaicín y cuenta con unas vistas excelentes de La Alhambra:
Dependiendo de la mesa reservada, se aplica un porciento añadido sobre la cuenta final. Pedimos tataki de salmón, rissoto, carrilleras en salsa y punta de solomillo de vaca:
Todo estaba muy bueno aunque el servicio estaba algo despistado. Los precios son moderados debido a su localización privilegiada y los platos de la carta.
Para bajar toda la comida, nos dispusimos a recorrer las calles de Granada hasta llegar a casa otro día más. El día siguiente sería más tranquilo (afortunadamente )
Para bajar toda la comida, nos dispusimos a recorrer las calles de Granada hasta llegar a casa otro día más. El día siguiente sería más tranquilo (afortunadamente )