Aunque inicialmente el tour para Medina Azahara estaba previsto para la diez de la mañana me avisaron por whatsapp unos días antes que se cambiaba la hora a las once, casi se podría decir que la diosa fortuna me sonrió porque a la hora de reservar el tour en la página web no me di cuenta que el transporte no estaba incluido y había una pestaña más abajo para añadir su coste al tour y chateando con ellos por whatsapp sobre el lugar de reunión me comentaron que no tenia incluido el ticket del autobús. Se soluciono rápidamente devolviéndome ellos el importe del tour y por mi parte contratándolo de nuevo incluyendo esta vez el transporte. La organización de Oway tour se porto muy bien conmigo, ofreciéndome una rápida solución a mi error, tener cuidado con ese tema para que no os pase como a mí.
Al retrasarse la salida aproveche para acercarme al patio de la mezquita con la idea de adquirir una entrada para acceder al campanario. El día anterior nos comento la guía que se había vuelto a abrir debido a que había estado cerrado por el covid mucho tiempo pero descubrí que en las maquinas expendedoras de entrada, puesto que no hay taquillas con personal para ello, solo se podía adquirir para el mismo día y como el martes el cielo estaba parcialmente nublado lo deje para el día siguiente que la previsión del tiempo era mejor. Por ello y aprovechando el tiempo libre me compre la entrada por 3 euros para las 16:30 puesto que calculaba que volveríamos de Medina entorno a las 14:00 y tendría que comer.
La salida del autobús para Medina está situada en la glorieta de la cruz roja, cerca de la puerta de Almodóvar pero fuera del casco histórico. Cuando llego nuestro guía Ismael nos repartió de nuevo unos auriculares (que nos quedamos después) así como el aparato receptor (que devolvimos al final de la visita) y fuimos subiendo al autobús con otro grupo de otro tour, el autobús quedo lleno. Hay un autobús amarillo que también sale del mismo lugar y que es accesible para cualquiera que desee ir a medina por su cuenta, el nuestro era solo para los que teníamos contratado el tour. El trayecto dura alrededor de veinte minutos y acaba en el parking del centro de recepción y desde allí se tiene que subir en un bus/lanzadera hasta la entrada del conjunto arqueológico. Nosotros tuvimos que ir al centro de recepción e ir pasando de uno en uno para indicar de donde éramos, el guía nos explico que era una norma del centro para llevar un registro, después hicimos cola para subir al bus/lanzadera que en un trayecto de cinco minutos nos dejo en las puertas de lo que fue la ciudad de Medina.
Al retrasarse la salida aproveche para acercarme al patio de la mezquita con la idea de adquirir una entrada para acceder al campanario. El día anterior nos comento la guía que se había vuelto a abrir debido a que había estado cerrado por el covid mucho tiempo pero descubrí que en las maquinas expendedoras de entrada, puesto que no hay taquillas con personal para ello, solo se podía adquirir para el mismo día y como el martes el cielo estaba parcialmente nublado lo deje para el día siguiente que la previsión del tiempo era mejor. Por ello y aprovechando el tiempo libre me compre la entrada por 3 euros para las 16:30 puesto que calculaba que volveríamos de Medina entorno a las 14:00 y tendría que comer.
La salida del autobús para Medina está situada en la glorieta de la cruz roja, cerca de la puerta de Almodóvar pero fuera del casco histórico. Cuando llego nuestro guía Ismael nos repartió de nuevo unos auriculares (que nos quedamos después) así como el aparato receptor (que devolvimos al final de la visita) y fuimos subiendo al autobús con otro grupo de otro tour, el autobús quedo lleno. Hay un autobús amarillo que también sale del mismo lugar y que es accesible para cualquiera que desee ir a medina por su cuenta, el nuestro era solo para los que teníamos contratado el tour. El trayecto dura alrededor de veinte minutos y acaba en el parking del centro de recepción y desde allí se tiene que subir en un bus/lanzadera hasta la entrada del conjunto arqueológico. Nosotros tuvimos que ir al centro de recepción e ir pasando de uno en uno para indicar de donde éramos, el guía nos explico que era una norma del centro para llevar un registro, después hicimos cola para subir al bus/lanzadera que en un trayecto de cinco minutos nos dejo en las puertas de lo que fue la ciudad de Medina.
Medina Azahara “la ciudad brillante” fue una ciudad palatina que mando construir Abd-al Rahman III, primer califa de Córdoba, la causa de su fundación en 936 es una imagen de poder por parte del recién creado Califato Independiente de Occidente por lo cual no se escatimó en materiales para lograr el efecto buscado. Sin embargo con la desaparición de la dinastía omeya y el fin del califato de Córdoba la ciudad fue saqueada y destruida como consecuencia de la guerra civil apenas unos setenta años tras su fundación. Sus restos fueron desmantelados y utilizados como cantera artificial hasta caer en el olvido. No fue hasta el principio del siglo XX que se empezaron unas excavaciones en base a unos documentos antiguos que hablaban de la ciudad y su ubicación.
Hoy día solo se ha excavado alrededor del 10% de la ciudad palatina y que os quede claro es un yacimiento arqueológico, os veis a encontrar solo piedras, aunque algunas dependencias han sido restauradas pero tal y como nos explico el guía si uno se fija puede comprobar donde se origina la diferencia entre la pared original (a unos palmos del suelo) y el resto de la pared restablecida. De hecho visitar el yacimiento sin una persona que lo conozca y vaya dando explicaciones puede resultar frustrante e incluso con una guía hay que recurrir a mucha imaginación.
La entrada estaba ubicada en la parte alta de la ciudad, la cual estaba dividida en tres terrazas superpuestas con una muralla a su alrededor. La terraza superior corresponde a la residencia califal, la intermediaria alberga la administración y las viviendas de los funcionarios de la corte quedando la inferior para el pueblo y la guarnición.
Con lo cual el recorrido que se hace es descendiente, con primero una vista desde donde debía tener sus aposentos el califa, con una panorámica de la ciudad, pasando por lo que era la puerta norte, por una rampa se va al edificio basilical, cuyo suelo original se conserva y para protegerlo se anda sobre unos tablones de madera. La siguiente etapa del recorrido es el gran pórtico y la plaza de armas, la mezquita, las cabellerizas, la casa del primer ministro Ya´far, una vivienda de servicio con su correspondiente horno acabando la visita en el punto de entrada. En una de las numerosas paradas que realizamos para escuchar las explicaciones de nuestro guía, este nos comento la leyenda de la historia de amor de la princesa Wallada y el poeta Ibn Zaydun, en honor de la cual se halla situado no muy lejos del alcázar de los reyes cristianos el monumento de las manos.
La visita resulta interesante y gana mucho con un guía. Supongo que en el centro de visitante se puede conseguir más información sobre el yacimiento así como ver algunas piezas recuperadas en las excavaciones como la cierva, una pequeña estatua de bronce que servía como surtidor de agua de unas de las fuentes según nos explico nuestro guía. No obstante a la hora de regresar había mucha cola para subir en el bus/lanzadera y tuvimos que esperar unos minutos quedándonos sin tiempo para acercarnos al centro y ver sus exposiciones permanentes. Os dejo a continuación un enlace a youtube de un documental sobre una recreación de lo que fue Medina Azahara
https://www.youtube.com/watch?v=uk4kKI5hT4M
Vuelta a Córdoba en el autobús que nos trajo y al llegar toco buscar un restaurante para comer y descansar hasta las 16:30.
https://www.youtube.com/watch?v=uk4kKI5hT4M
Vuelta a Córdoba en el autobús que nos trajo y al llegar toco buscar un restaurante para comer y descansar hasta las 16:30.
Las visitas al campanario se realizan cada media hora y con un aforo limitado, originalmente esta torre era un alminar, el cual se recubrió construyendo la torre actual a su alrededor y de esa primitiva construcción aun se puede apreciar huellas en su interior. Tiene una altura de unos 40 metros y permite unas vistas impresionantes de la mezquita, el casco antiguo y el alcázar de los reyes cristianos. No hay mejor mirador para observar Córdoba desde las alturas.
El resto de la tarde estuve callejeando por los alrededores de la mezquita, cotilleando en las tiendas de recuerdo en busca de algún regalo y disfrutando del buen tiempo que hacía.
El resto de la tarde estuve callejeando por los alrededores de la mezquita, cotilleando en las tiendas de recuerdo en busca de algún regalo y disfrutando del buen tiempo que hacía.