Pues nuestro segundo día entero en el paraíso empezaba tranquilo con un nuevo desayuno en el buffet que estaba estupendamente y ya haciéndonos los dueños del hotel







Al acabar el desayuno decidimos ir a reservar para el japonés, para la mesa tepanyaki. Las relaciones públicas del hotel no son muy agradables la verdad, salta a la vista teniendo en cuenta como es el resto del mundo por allí pero bueno al final el trabajo estaba echo así que cerramos la reserva.
El resto del día como siempre, entre la playa y la piscina y paseando mucho que a mi me encanta. Visité el colonial y la verdad es que también está muy bien pero no se puede comparar, allí está todo mucho más viejo y decadente, se ve que es uno de los hoteles buenos de punta cana pero no se puede comparar al elegance que desprende lujo en cada detalle, los cuartos de baño, todas las zonas comunes, todo todo.
[img]*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Esta tarde cuando ya salimos de la piscina decidimos ir a comer algo antes de ducharnos porque nos entró algo de hambre y esa noche estaba abierto el asadito que antes del restaurante tiene una barra donde te sirven todo lo que quieras pero tienen nachos, pollo y demás historias para picotear. Fue uno de los grandes descubrimientos del viaje porque es una pasada tomarte allí una cervecita con un pinchito antes de ir a ducharte. Además allí conocimos a Lilian una de las personas que también nos trato mejor duante el viaje, nos contó muchas cosas de su país y estuvimos grandes ratos conversando con ella. Es una persona excelente, desde aquí le mando un abrazo muy grande.
Bueno y ahora paso al plato fuerte del día que es la cena en el restaurante japonés (9 Doors). Haber lo primero fue que nos tomamos en el sushi bar que está antes de las mesas tepanyaki unas cervecitas con unos pinchitos de sushi que estaban muy bien, la cosa pintaba de lujo y a las 9.30 entramos a cenar, la verdad es que tardaron un poco en llegar pero mereció la pena la espera. La comida es normalcita (pollo, arroz, carne y unos langostinos), me imagino que en nada se parece a la de un restaurante japonés pero el espectáculo que monta el cocinero mientras la prepara es digno de ver y te lo pasas pipa. Pero lo mejor fue cuando terminamos, resulta que la chica amiga nuestra estaba de cumpleaños y se lo habíamos dicho al entrar al gran Benito (una especie de metre que anda por allí) para si podía darle una sorpresa. Bueno pues fue la experiencia de nuestro viaje. Cuando nuestra amiga pensó que ya nos ibamos entraron todos los camareros y cocineros del restaurante donde estabamos nosotros con un bizcocho y una vela y con tres panderetas y se montó una fiesta que no os podéis ni imaginar. Uno de los cocineros se puso a bailar con ella y fue espectacular. Creo que en la vida se olvidará de este pedazo de cumpleaños. Echamos unos bailes y unas risas que fueron la leche








Creo que estaréis observando que no os hablo de espectáculos en el teatro y es que en toda la semana salvo la última noche que fue el espectáculo de Michael Jackson no hubo nada en toda la semana en el teatro. Me imagino que sería por la poca ocupación en esta fecha del hotel y a mi no me importó mucho porque es algo que no me gusta pero a la gente que esté acostumbrada a eso cuando va de viaje a un hotel como este me imagino que no le gustaría ni un pelo
