El miércoles nos levantamos sobre las 07:30, ya que el día anterior terminamos agotados, y a las 08:30 llegamos al buffet para desayunar.


Nos fuimos primero a la piscina, ya que las animadoras infantiles se habían llevado a la peque para un juego pirata en los alrededores. Cuando terminaron, nos fuimos a la playa donde estuvimos picando del restaurante BBQ, y pidiendo en el bar de la playa.




Después nos dirigimos a la entrada del complejo, ya que a las 14:00- 14:30 habíamos quedado con el chaval para que nos llevara de compras.






A las 14:00 ya estábamos en la fuera del complejo y sobre las 14:40 nos recogió en su coche con su pareja.


Primero nos llevó al cortecito, que está en la playa de bávaro, a unos 30 km del hotel, donde dimos una vuelta y compramos algunas cosas para regalos familiares, como matricula dominicana, imanes, álbum para fotos, y otras para nosotros como una gorra, aceite de coco, y un marco de fotos.





El cortecito, es el sitio más conocido para hacer compras en Punta Cana, donde puedes encontrar de todo, pero claro, hay que regatear mucho.
Estando allí, mi peque quería que le hicieran las trenzas, pero la mujer del chico que nos llevaba, nos dijo que ella nos la haría, y solo tendríamos que comprar el material.
Nos llevaron al centro comercial San Juan, que está a uno 8 km del cortecito, por lo que nos dijeron ellos, es un lugar donde compran más bien extranjeros que viven allí, o gente de alto nivel económico, y donde compramos lo que necesitaba para hacer las trenzas en el súper del centro comercial. No era donde queríamos ir, ya que nuestra intención era ir a donde compran los dominicanos, y cuando se lo comentamos, nos dijeron que ya sabían dónde nos llevarían.






Después fuimos a la plaza las américas, junto al centro comercial, donde tomamos unas cervezas y batidos en un bar.

Cuando ya nos refrescamos, nos llevaron al supermercado Iberia, que está a unos 15 minutos del centro comercial. En este supermercado, compramos varios artículos que estamos interesados en comprar, pero lo que compran los dominicanos. Ron, café, cacao, accesorios para el pelo, etc, y de camino alguna para tomar en ese momento, como cerveza, refresco y chocolatinas para la peque, costándonos unos 40€.



Estuvimos una media hora, y cuando salimos nos llevaron a su casa para estar más cómodos mientras le hacían las trenzas a la peque. Su casa está a unos 20 minutos del supermercado, y por su puesto un sitio escondido y con edificaciones a medio construir.

Estuvimos allí unos 40 minutos, que es lo que tardaron en hacerle las trenzas a la peque, hasta que empezó a escurecer, y empezamos a ver a gente que se asomaban por la ventana y a la calle a mirarnos, y decidimos irnos rápidamente para el hotel.

Llegamos a las 19:45 al hotel, y nos pudo dejar dentro del complejo, justo en la plaza del teatro abierto. Al final le pagamos unos 80€, por todo lo que habíamos hecho y por hacer las trenzas a la peque.
Al pasar por la plaza para ir al hall, nos encontramos a una pequeña familia dando una vuelta con la fresca, jajajajaja y nos dirigimos directamente para la habitación para ducharnos.


A las 21:00 nos dirigimos hacia el buffet, ya que la peque se estaba quedando ya dormida.


A las 22:30 ya estábamos en la habitación acostados, porque la peque se estaba quedando dormida en el buffet, y no le apetecía hoy ir al teatro abierto.