Queenstown y la isla Sur ✏️ Diarios de Viajes de Nueva Zelanda

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Volé de Auckland a Queenstown con la aerolínea nacional Air New Zealand que goza de gran prestigio. El vuelo duro 2 horas.

Me alojé en una suite del resort de 4 estrellas rydges lake land, situado en primera línea del lago delante del paseo. La suite tenía terraza mirando al lago, un amplio baño y una parte de salón con sofá separado mediante una puerta corredera de la habitación. Decir que en el mini bar de la habitación tenían el agua Waiwera de Nueva Zelanda, en mi opinión es la mejor que he tomado nunca. Destacar la gastronomía en el hotel (tomé desde tablas de quesos y embutidos hasta postres como el paulova). El lounge de recepción era bonito con sillas de diseño y pieles de vaca. En la habitación tenían un buen catálogo de actividades del cual contrate algunas en recepción.

El clima en Queenstown es frío pero no excesivamente frío, nos movíamos en torno a los 0 grados centígrados. Eso sí en la estación de esquí había -11 grados centígrados a más de 1500 metros de altura.

Destacar en Queenstown la cantidad de restaurantes de comida internacional que había, sobre todo mexicanos (comi los mejores tacos que he tomado nunca y bastante picantes) tailandeses e indios. También recomiendo el fergburger con ricas hamburguesas (dicen que es la mejor del mundo) y gran ambiente de esquiadores. Para desayunar me gusto el vudu cafe and larder con bocadillos de salmón neozelandés.

Hay un mercadillo semanal los sábados frente al lago y una pequeña galería de arte interesante. También son bonitos para pasear los Queenstown gardens donde vi personas jugando al disc golf (se lanza un frisbee y hay que meterlo en un cesto).

Paso a comentar los lugares que visité y las cosas que hice en queenstown.

Teleferico skyline, Bobs peak
Se trata del teleférico más inclinado del mundo. En la cima hay un restaurante y un mirador desde el cual hay unas excelentes vistas de la ciudad, del lago Wakatipu y de la cordillera Remarkables. En la cima se pueden realizar múltiples actividades: puenting y swing, descenso en parapente, descenso en mountain bike, luge y observación de estrellas por la noche. He de decir que tuve algo de mala suerte ya que el luge estaba cerrado por mantenimiento y la pista de mountain bike también estaba cerrada por ser invierno. De haber ido en verano sin duda hubiese realizado estas dos actividades.

zoo kiwi birdlife park
Interesante zoo, sobre todo para amantes de las aves. Destacar los kiwis, el precioso kea (una especie de loro grande) y los periquitos de colores de las islas subantarcticas. También me encantaron los lagartos tuatara. A ciertas horas dan charlas informativas sobre los animales. En la cafetería había degustación de miel manuka.

Fear factory
Espectacular túnel del terror en el cual, totalmente a oscuras, se ha de seguir un punto rojo que aparece. Los sustos están asegurados como por ejemplo susurros, manos que te tocan en la oscuridad o por ejemplo actores disfrazados de monstruos que agitan cadenas y se les ve en los fogonazos intermitentes de luz que hay. Experiencia muy divertida.

Minus 5 Ice bar
Bonito bar de hielo en el que nos equipan con abrigo y guantes. El tiempo de estancia es de 20 minutos antes de que pase el siguiente grupo y la temperatura es de -5 grados centígrados, de ahí el nombre del bar. El bar tiene varias esculturas de hielo muy bonitas y están iluminadas en colores que cambian con el tiempo. Está incluida una bebida (el vaso es de hielo), yo tomé el jack frost y estaba muy bueno. Bonita experiencia.


Walter peak high country farm
Para llegar a esta bonita granja de ovejas se debe hacer un crucero por el lago Wakatipu desde el que podemos admirar el paisaje de picos nevados preciosos.
Una vez en la granja nos llevan a una especie de anfiteatro donde asistimos a una demostración de esquilado en una tarima de madera. Luego podemos ver cómo en un prado enfrente un perro logra juntar y guardar las ovejas en un corral.
Más tarde nos llevan a un cercado donde podemos dar de comer a las ovejas y por último nos ofrecen un té con scones con clotted cream y mermelada y pastelillos dentro de la mansión principal preciosa en un bonito salón. También los jardines junto al lago son bonitos para dar un pequeño paseo mientras se espera a que llegue la hora de regreso del crucero en el muelle. Bonita experiencia.


Kjet jet boat
Se trata de un paseo en lancha rápida que sale del muelle de Queenstown. Son en total 42 km por el lago Wakatipu y los ríos Kawarau y Shotover. Se dan giros de 360 grados y en el río la lacha pasa rozando las orillas. La lancha está muy bien con asientos de cuero, la barra para agarrarse calefactada y hasta tienen mantas para ponerse por los muslos. El paisaje del valle entre Coronet Peak y The Remarkables es precioso con verdes colinas y ríos con sedimentos. Al finalizar dejan ver el observatorio subacuático del lago donde vimos patos pescando boca abajo en el agua, salmones y anguilas. También dan fotos de recuerdo y un llavero pagando un extra.

Shotover jet
Precioso paseo en lancha rápida por una zona de garganta del río Shotover. Es un paseo complementario del Kjet, con un paisaje muy diferente. Dan una braga para el cuello para protegerse del frío que queda como recuerdo. Siendo el recorrido más espectacular que el del kjet tiene el inconveniente de que no se sale de Queenstown sino a unos km de distancia. Si se puede es recomendable hacer ambos como yo hice.

Hydroattack
Se trata de un novedoso submarino (el primero del mundo) que se sumerge a toda velocidad en el lago para coger impulso y saltar en el aire. También va de lado para ver el fondo del lago. Bonita experiencia.

Snowboarding en Coronet Peak
Adquirí un pase válido para 4 días enteros en las estaciones de Coronet Peak (fui 3 días) y The Remarkables (probé 1 día).
El transporte también estaba incluido desde el centro de Queenstown en autobús con cadenas hasta cualquiera de las estaciones y el regreso a la ciudad al cierre. El horario de las estaciones era de 9h a 16h.
Me alquilaron el material (tabla, fijaciones y botas) todo de gran calidad de la marca Burton (por ejemplo el primer día me dieron una tabla de iniciación learn to ride y los días siguientes me dieron la progressive). También me alquilaron la ropa (chaqueta, pantalón y casco). Lo único que hay que comprarse son las google.
Todo muy profesional, te pesan, te miden el pie, escoges si eres regular o goofy y te sacan una foto para la ficha de snowboarder. Puedes ver en todo momento tus estadísticas en internet con el número de bajadas (runs) y los metros de bajada que has hecho acumulados de cada día y en qué estación. Esto se controla mediante una tarjeta para abrir el torno de acceso al telesilla que llevaba en un bolsillo lateral del brazo, solo hay que acercar el brazo al lector.
Todo salió perfecto, los profesores enseñaron bien desde el primer dia a dar los giros (había clases diarias incluidas de mañana y tarde). Yo solo di clases los dos primeros días y los otros dos dias restantes me dediqué a disfrutar por libre.
Las pistas me encantaron desde la verde Big Easy preciosa con dos bonitas curvas y ancha para aprender hasta la azul M1 mucho más difícil y bastante inclinada.
De todas maneras lo que me conquisto fue el ambiente de gente joven y mayoría de snowboarders. La cafetería estaba muy bien con café de Colombia, chocolate bebible de Bélgica y para comer había bandejitas de cartón de fish and chips, etc Me gustaba comerlo en las mesas al aire libre viendo el ambiente y viendo cómo bajaban por pistas negras con una pendiente tremenda y escuchando música moderna y actual que ponían como a Zara Larsson.
Un día hubo Ski nocturno y encendieron hogueras en cubos al atardecer, fue bonito.
Además como colofón decir que incluso vi a algunas esquiadoras famosas. No voy a dar nombres pero me quedará el recuerdo para toda la vida ya que estaba de verlas en el canal Eurosport.


Excursion con raquetas de nieve
Un quinto día me llevaron de nuevo a The Remarkables concretamente para realizar un bello paseo con raquetas de nieve.
Dan raquetas, botas y pantalón y chaqueta impermeable y hasta gorro.
Ascendimos por la ladera lateral de las pistas hasta la zona alta de la estación y volvimos a bajar por el otro lado. Fue un recorrido muy bonito con preciosas vistas de las pistas y de la montaña circundante.


Winter festival
Los 10 días que pase en Queenstown los hice coincidir con el Winter festival, la mayor fiesta del año en la ciudad.
El festival me encantó, durante el día iba a la estación de esquí y de noche salía para ver el festival.
El primer día vi una procesión nocturna de espadas ardientes que iba de la plaza del mercadillo (que tenían por fiestas con food trucks) hasta la playa del lago. Íbamos avanzando con ellos y desde la playa vimos cómo se acercaban unos maoríes en varias canoas que desembarcaron en la playa y declararon inauguradas las fiestas.
Otro día pusieron una rampa artificial nevada en el centro de la ciudad y hacían piruetas tanto de snow como con skis.
Otra noche fui al escenario principal en la zona de la playa y actuaron desde maories tradicionales hasta cantantes de musica más actual.
La última noche me acerqué a la orilla del lago para ver lanzar los fuegos artificiales (los tiran desde unas barcas en el lago).
Decir que hay un día grande en una estación con carreras de perros, etc pero ese año tocó en Cardrona (cada año varía la estación que lo acoge) con lo cual no lo pude ver.
También me perdí algunas cosas divertidas por estar todo el día en la estación de esquí, por ejemplo se lanzan al lago gente disfrazada o hay un partido como en un futbolín gigante con la gente disfrazada, hasta un partido de rugby en el campo de la ciudad pero eran cosas que había durante el día. Igualmente me encantó disfrutar de las noches con la ciudad en fiestas.

Excursión en avioneta al fiordo Milford
Un día hice una excursión al fiordo Milford en avioneta. Decir que también iba una esquiadora famosa entre los 6 pasajeros que íbamos. Fue espectacular sobrevolar el lago Wakatipu, luego seguir un río con sedimentos en la zona de Glenorchy rodeado de montañas y finalmente atravesar los Alpes del sur nevados. Aún más espectacular fue sobrevolar en un vuelo rasante el fiordo Milford hasta el mar de tasmania y luego regresar hasta el aeródromo al lado del embarcadero.
Allí cogimos un crucero (por cierto vi a otra esquiadora famosa más en el barco que debió ir en coche particular). Nos dieron un café y un muffin. Luego salí a la cubierta y a pesar del frío resistí porque mereció la pena verlo todo al aire libre. El barco se metió debajo de un par de cascadas, fue divertido aunque nos mojamos un poco. Decir que las cascadas llevan mucho caudal. Las montañas son muy altas (el precioso pico Mitre alcanza los 1690 metros de altura) y además hay mucha fauna.
Vi leones marinos en dos puntos distintos de ambas orillas (varios en la famosa seal rock), delfines con una cría en la zona de harrison cove. También nos dijeron que había pingüinos aunque no los vimos.
Además acompañó el buen tiempo lo que permitió disfrutarlo desde la cubierta del barco al aire libre y la visibilidad era magnífica.
Resumiendo el fiordo Milford me pareció una maravilla como también el vuelo escénico en avioneta.


Excursión en avioneta y helicóptero y caminata por el glaciar Franz Josef
Contrate una excursión en el hotel que incluía el viaje en avioneta hasta la base del glaciar. A la ida fuimos más cerca de la costa viendo preciosas playas del parque nacional de West Coast.
Una vez allí cogimos un helicóptero que nos llevó al centro del glaciar. Nos pusimos los crampones para poder caminar sobre el hielo y nos dieron una parca para el frío y un bastón. Dimos una caminata de dos horas por el glaciar. En algunos puntos se veía azulado el hielo ya que pasaba agua por debajo y el hielo era fino. Vimos cuevas de hielo, en alguna zona nos agarrábamos a una cuerda y a veces labraban unas rudimentarias escaleras con el piolet para subir una pendiente.
El paisaje de hielo y montaña es espectacular. Experiencia top inolvidable.
A la vuelta pasamos con la avioneta por la parte alta de los glaciares Franz Josef y Fox (se veía toda la lengua en bajada) y fuimos por el interior por los Alpes del sur pasando pegados al monte cook súper bonito y vimos la estación de esquí de Cardrona antes de llegar al aeropuerto de Queenstown. El vuelo en avioneta del regreso fue inolvidable.


Para resumir Queenstown me encantó, es mi ciudad favorita de Nueva Zelanda y entre las que más me gustan de todo Oceanía.

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