CASTILLO DE HAAR
El castillo de Haar es uno de los que mas me han gustado. ¿ Porqué ? intentaré explicarlo.
A pesar de su opulenta decoración, que incluye tapices,

pinturas, alfombras, muebles, todo lujoso y con muy buen gusto, el castillo es propiedad de una familia aristócrata, Van Zuylen, no de un rey o emperador, con lo que no tienen necesidad, como aquellos, de impresionar al visitante y mostrar su poderío.
Algo así ocurre cuando uno visita, como yo hice hace un mes, palacios franceses de reyes, por ej. Fontaninebleau o Chantilly, que parecen querer en todo momento deslumbrar, etapar al visitante, dejarle claro que se encuentra en la casa de alguien que es emperador y tiene mucha autoridad.

En el edificio se hacían, hasta hace relativamente poco tiempo, fiestas y recepciones; se ven fotos de los anfitriones con estrellas del cine o con S. Dalí, años 60 del pasado siglo. Lo cual lo hace mucho más cercano a cualquiera de nosotros.
El abuelo de la actual baronesa de Van Zuylen reconstruyó el edificio existente justo antes de la Primera Guerra Mundial, saliendo milagrosamente ileso en la Segunda. Y poco después lo abrió al público, con la condición de que, durante el mes de septiembre, la propiedad fuera de uso exclusivo de la familia.
Además el castillo tiene, tanto el edificio como los jardines, un tamaño muy contenido, con lo cual se pueden recorrer sin fatiga ni agobio.
Está construido en ladrillo, rodeado de un foso, con puntiagudas torrecillas y contaventanas pintadas en blanco y rojo.

Se deja el coche en el parking y se pasa a unas edificaciones con un patio central donde se compra la entrada ( 24 € incluyendo parking ), a partir de ahí ya se pueden visitar los jardines y se vé el castillo, ojo, entrada a las 11 h.
Lo mas impresionante es el salón central, con una fuerte impronta neogótica ( con arcos ojivales, como en una catedral )

y a partir de ahí se pasa a los diversos salones, y las habitaciones, que lo rodean.

Un precioso castillo. No hay que perdérselo, está a las afueras de Utrech.
Siguiente parada,
UTRECH

Capital de la provincia del mismo nombre, situada entre dos brazos del Oude Rijn ( Viejo Rin )
La ventaja que tiene es que, los principales puntos de interés se sitúan muy cerca unos de otros, con lo cual no es preciso andar mucho. En concreto están en los alrededores de la Domtoren, la torre , y en la curva del canal ( Oudegracht ) cercana al Ayuntamiento.
Aparco en el parking mas proximo, junto a la Estación y al centro comercial Catarina ( muy caro, me costó 17 € unas 4 h. ), atravesando la calle se llega a Mariaplaats, muy animada a estas horas - es mediodía y parece ser hora de la comida de trabajadores de la zona - , enseguida se vé un claustro románico de una antigua iglesia, ya demolida.
Desde aquí ya se distingue la Domtoren, o torre de la antigua catedral, de 112 m de altura, ahora cubierta por restauración;

a su lado la Domkerk, notable ejemplo de arquitectura gótica, elegante y sobrio, incluso demasiado, las catedrales en este país siempre dan una sensación de austeridad y sobriedad, pocos adornos y ausencia casi total de estatuas en el interior. Destacaría el organo.

A su lado hay un claustro gótico flamígero,

restos de la antigua catedral, destruida por un huracán, y el edificio de la Universidad.
En Utrech hay bastantes museos ( del dinero, de Dick Bruna, ferroviario ) pero en mi opinión es preferible pasear por los canales descubriendo rincones con encanto y sitios para fotografiar, por ejemplo se puede ir por el Oudegracht desde el cruce con Stenweg hacia el N, pasando por el Ayuntamiento y el edificio del Vinkel Van Sinkel, con sus imponentes columnas. Yo había querido ir a ver el Museo Central, de arte, pero en estas fechas tenía cerrada la colección permanente.

Olvidaba indicar una caracterísitica de los canales de Utrech, y es que muchos tienen dos niveles, o sea el nivel de la calzada y mas abajo el canal, con terrazas a sus orillas, perfectos para un descanso.

Y como lo tenía cerca, en Steenweg 6, decidí visitar el Museum van Speel klok ( 14 € ) , un curioso museo con organillos callejeros, cajitas de música, relojes mecánicos, en fin, artilugios diversos con sonido o movimiento. Está situado en una antigua iglesia y es ameno y no muy grande. Además, a horas fijas, anunciadas en un panel, hay un recorrido guiado con demostración de alguno de los ingenios, en holandés.
