Como el aparcamiento está muy próximo a la zona donde pensamos comer nos acercamos andando. Nuestras opciones en Maulevrier, tras investigación previa, son:
Le Marrakech – cocina árabe
6 Rue du Commerce
L' Entre 2 - de todo un poco
Pl. de la Mairie
Como pasamos por delante de éste último y está cerrado por fiesta privada no nos queda otra que acercarnos a Le Marrakech porque tampoco hay muchas más alternativas. Allí nos encontramos con que es un sitio de entrega a domicilio, que sólo tienen dos mesas para comer allí, que son las 13:45 horas y cierran a las 14:00. Nos atiende un empleado muy simpático y preguntamos si podemos sentarnos a comer habida cuenta de la hora que es. Nos dice que no hay problema porque aunque cierra a las 14:00 oficialmente realmente lo hace más tarde dado que tiene que atender pedidos por teléfono. Nos aconseja pedir kebabs con salsas de la casa y eso hacemos. Los kebabs están muy ricos y muy económicos de precio por lo que también aquí hemos acertado en la elección.
Cogemos el coche y conducimos en dirección al aeropuerto de Nantes, el cual se encuentra a 85 kilómetros de allí. De camino y antes de llegar al aeropuerto paramos en un hipermercado U con gasolinera (las gasolineras de los hipermercados son las más económicas) y repostamos calculando a ojo los litros a reponer para dejar el depósito tal cual nos lo entregaron. La verdad es que no calculamos bien y echamos de menos pero con tal de no tener que parar otra vez y tener que pegarnos con las gasolineras francesas… (en teoría era meter tarjeta, seleccionar combustible, poner la cantidad a repostar, desbloquear la manguera, repostar…. pero nos liamos y como no había nadie a quien preguntar pues una y no más, Santo Tomás…).
Llegamos a la oficina de Avis en el aeropuerto, revisaron el vehículo para ver si tenía alguna incidencia, dieron el visto bueno (no dijeron nada de la gasolina) y ¡chimpún!. Embarcamos con retraso, llegamos con retraso y ahí acabó la jornada y el viaje.
Conclusiones que nos deja la jornada:
. En la práctica, el repostaje en las gasolineras francesas es muy similar a hacerlo en las que hay aquí que no tienen empleados atendiendo. Es ir seleccionando las opciones que va dando la máquina.
. En los hipermercados a los que hemos ido (U y E-Leclerc) tienen una zona de productos de la región por lo que es una buena opción para adquirir cosas típicas de la zona para regalar.
. El parque oriental ha sido un gran descubrimiento. Como es algo distinto a lo que estamos acostumbrados produce un gran contraste. Si a ello le sumamos la paz que se respira en el paseo la verdad es que nos alegramos de haber hecho ruta hasta el parque. A recomendar para quien tenga que estar por la zona.
Le Marrakech – cocina árabe
6 Rue du Commerce
L' Entre 2 - de todo un poco
Pl. de la Mairie
Como pasamos por delante de éste último y está cerrado por fiesta privada no nos queda otra que acercarnos a Le Marrakech porque tampoco hay muchas más alternativas. Allí nos encontramos con que es un sitio de entrega a domicilio, que sólo tienen dos mesas para comer allí, que son las 13:45 horas y cierran a las 14:00. Nos atiende un empleado muy simpático y preguntamos si podemos sentarnos a comer habida cuenta de la hora que es. Nos dice que no hay problema porque aunque cierra a las 14:00 oficialmente realmente lo hace más tarde dado que tiene que atender pedidos por teléfono. Nos aconseja pedir kebabs con salsas de la casa y eso hacemos. Los kebabs están muy ricos y muy económicos de precio por lo que también aquí hemos acertado en la elección.
Cogemos el coche y conducimos en dirección al aeropuerto de Nantes, el cual se encuentra a 85 kilómetros de allí. De camino y antes de llegar al aeropuerto paramos en un hipermercado U con gasolinera (las gasolineras de los hipermercados son las más económicas) y repostamos calculando a ojo los litros a reponer para dejar el depósito tal cual nos lo entregaron. La verdad es que no calculamos bien y echamos de menos pero con tal de no tener que parar otra vez y tener que pegarnos con las gasolineras francesas… (en teoría era meter tarjeta, seleccionar combustible, poner la cantidad a repostar, desbloquear la manguera, repostar…. pero nos liamos y como no había nadie a quien preguntar pues una y no más, Santo Tomás…).
Llegamos a la oficina de Avis en el aeropuerto, revisaron el vehículo para ver si tenía alguna incidencia, dieron el visto bueno (no dijeron nada de la gasolina) y ¡chimpún!. Embarcamos con retraso, llegamos con retraso y ahí acabó la jornada y el viaje.
Conclusiones que nos deja la jornada:
. En la práctica, el repostaje en las gasolineras francesas es muy similar a hacerlo en las que hay aquí que no tienen empleados atendiendo. Es ir seleccionando las opciones que va dando la máquina.
. En los hipermercados a los que hemos ido (U y E-Leclerc) tienen una zona de productos de la región por lo que es una buena opción para adquirir cosas típicas de la zona para regalar.
. El parque oriental ha sido un gran descubrimiento. Como es algo distinto a lo que estamos acostumbrados produce un gran contraste. Si a ello le sumamos la paz que se respira en el paseo la verdad es que nos alegramos de haber hecho ruta hasta el parque. A recomendar para quien tenga que estar por la zona.