Toda la parte sur y este del islote es de acceso libre y gratuito, no se cierra, se entra por la puerta y una calle principal (Grand Rue) sale a la derecha y va bordeando en paralelo a la muralla, va subiendo poco a poco y está llena de restaurantes, tiendas y algún hotel, todo turístico.




Por el camino está la iglesia de Saint-Pierre


Cuando llegas a la Tour du Nord ya te encuentras el acceso a la abadía, que es de pago y con horario, es lo que ocupa el resto del islote.



Desde esa torre puedes retroceder a esa altura por diferentes pasillos hacia el suroeste, desde ellos puedes bajar a la calle principal antes mencionada. La abadía tiene una altura considerable respecto de estas zonas públicas anteriores. Es una zona agradable y bastante más tranquila que la Grand Rue, bastante abarrotada muy a menudo.
Por el exterior de la Grand Rue está la muralla, que se puede recorrer igualmente entre la zona de entrada y la torre norte, es un paseo muy agradable con vistas a la abadía, la zona interior, y la explanada exterior.
En este camino recorrido por la calle principal tiene algún que otro museo (al que no entramos).
Por el exterior de la Grand Rue está la muralla, que se puede recorrer igualmente entre la zona de entrada y la torre norte, es un paseo muy agradable con vistas a la abadía, la zona interior, y la explanada exterior.
En este camino recorrido por la calle principal tiene algún que otro museo (al que no entramos).









Toda esta zona la recorrimos tranquilamente, al terminar comprobamos como toda la zona al este estaba ya inundada y la corriente seguía metiendo agua continuamente, se observaba muy bien desde la torre norte y todo el paseo de la muralla hasta llegar a la torre de la Libertad, la más cercana a la entrada, desde ella se veía toda la plataforma de acceso, entre la puerta y la carretera de acceso, rodeada por agua. Poco a poco el agua fue subiendo y cubriendo el acceso de manera que el islote quedó convertido en una isla por un tiempo aproximado de 1 hora.




Yo me quedé en el interior viéndolo desde allí mientras mi pareja había salido fuera para verlo desde el exterior. He de decir que donde yo estaba hacía aire y la sensación térmica era muy fría, ya cerca de las 9 de la noche. Desde el exterior:




Desde fuera de la puerta, accesible por un lateral (puesto que la puerta se inunda):


Una vez pasada la pleamar el agua comienza poco a poco a bajar y en poco más de media hora se puede ya salir o entrar sin mojarse. Yo aprovecho para salir ya nos acercamos caminando al apartamento.