Esta mañana nos encaminamos a la colina del castillo (colline du chateau), desde el alojamiento apenas tardamos 15’ caminando, para lo que nos dirigimos a la Plaza de Garibaldi. Es esta una amplia plaza porticada cruzada por la línea 1 del tranvía y con la estatua de Giuseppe Garibaldi. Si uno no se fija con atención en las fachadas no se dará cuenta que salvo las ventanas, contraventanas y los balcones alargados con barandillas metálicas el resto es ornamentación pintada, es decir, no existen las balaustradas, ni arcos sobre las ventanas, ni sus jambas laterales en piedra, todo es pintura, según he leído usando una técnica llamada “trompe l’oeil”, usar imágenes realistas para crear ilusiones ópticas, y la verdad es que da el pego.
A la colina del castillo se puede acceder (es gratis y por estas fechas abre de 8 a 16 h.) por varios lugares, dos de ellos los vimos el día anterior, junto a la torre Bellanda hay unos peldaños de acceso y también un ascensor que en ese momento estaba cerrado por mantenimiento. Otra manera es por la parte posterior, desde la plaza de Garibaldi se coge la Rue Catherine Segurane e inmediatamente sale una rampa peatonal ascendente hacia la derecha. Y una última es también por la carretera que sube desde el puerto de Lympia. Es cuestión de gustos y capacidades por donde subir, la rampa y la carretera van subiendo poco a poco y los peldaños es un poco más cansado, al menos para mí, y siempre suele estar el ascensor disponible si uno no quiere cansarse.
Nosotros accedimos por atrás y fuimos subiendo por la rampa peatonal, que después se incorpora a la carretera que sube y nos dirigimos a la parte posterior donde tenemos las primeras vistas de la ciudad.
Entramos al cementerio del Castillo de Niza, un cementerio bonito con algunas tumbas de personales ilustres, a mí sólo me sonaba el escritor Gaston Leroux. El cementerio tiene diversas plataformas y tumbas bonitas, está bien cuidado, realmente no se puede hacer fotos pero el cartel que lo indicaba lo vimos al salir.
En el interior del cementerio se encuentra la Capilla de la Santa Trinidad, cuya fachada exterior estaba descuidada, sin embargo el interior estaba bien conservado.
A continuación estaba el cementerio israelita, cerrado ese día, estamos en sábado. Es más pequeño y le eché un pequeño vistazo desde el anterior, no parecía muy especial.
Realmente no había leído nada sobre lo que había arriba salvo la torre Bellanda y los dos cementerios, pero la verdad es que es muy bonito y agradable, hay unos cuantos senderos que suben y bajan, bordean la colina, hay una cascada, hay aseos públicos (0,50€), una pequeña zona de ruinas arqueológicas donde estaba el castillo y una catedral medieval. Se veían turistas, gente corriendo, grupos haciendo ejercicio tipo pilates y yoga, niños en un parque infantil, se nos hizo una mañana muy agradable por allí.
[
Y por supuesto muchos miradores tanto al centro de la ciudad como a la zona posterior donde está el Puerto Lympia. Vistas al centro y la bahía:
Vistas a la parte posterior:
Finalmente se llega a la torre Bellanda, situada a un nivel inferior, antes de bajar las escaleras y salir al paseo marítimo.



A la colina del castillo se puede acceder (es gratis y por estas fechas abre de 8 a 16 h.) por varios lugares, dos de ellos los vimos el día anterior, junto a la torre Bellanda hay unos peldaños de acceso y también un ascensor que en ese momento estaba cerrado por mantenimiento. Otra manera es por la parte posterior, desde la plaza de Garibaldi se coge la Rue Catherine Segurane e inmediatamente sale una rampa peatonal ascendente hacia la derecha. Y una última es también por la carretera que sube desde el puerto de Lympia. Es cuestión de gustos y capacidades por donde subir, la rampa y la carretera van subiendo poco a poco y los peldaños es un poco más cansado, al menos para mí, y siempre suele estar el ascensor disponible si uno no quiere cansarse.
Nosotros accedimos por atrás y fuimos subiendo por la rampa peatonal, que después se incorpora a la carretera que sube y nos dirigimos a la parte posterior donde tenemos las primeras vistas de la ciudad.

Entramos al cementerio del Castillo de Niza, un cementerio bonito con algunas tumbas de personales ilustres, a mí sólo me sonaba el escritor Gaston Leroux. El cementerio tiene diversas plataformas y tumbas bonitas, está bien cuidado, realmente no se puede hacer fotos pero el cartel que lo indicaba lo vimos al salir.






En el interior del cementerio se encuentra la Capilla de la Santa Trinidad, cuya fachada exterior estaba descuidada, sin embargo el interior estaba bien conservado.

A continuación estaba el cementerio israelita, cerrado ese día, estamos en sábado. Es más pequeño y le eché un pequeño vistazo desde el anterior, no parecía muy especial.
Realmente no había leído nada sobre lo que había arriba salvo la torre Bellanda y los dos cementerios, pero la verdad es que es muy bonito y agradable, hay unos cuantos senderos que suben y bajan, bordean la colina, hay una cascada, hay aseos públicos (0,50€), una pequeña zona de ruinas arqueológicas donde estaba el castillo y una catedral medieval. Se veían turistas, gente corriendo, grupos haciendo ejercicio tipo pilates y yoga, niños en un parque infantil, se nos hizo una mañana muy agradable por allí.



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Y por supuesto muchos miradores tanto al centro de la ciudad como a la zona posterior donde está el Puerto Lympia. Vistas al centro y la bahía:


Vistas a la parte posterior:


Finalmente se llega a la torre Bellanda, situada a un nivel inferior, antes de bajar las escaleras y salir al paseo marítimo.
