Nos levantamos muy temprano para coger un Uber al aeropuerto, ya que teníamos el vuelo a Nueva York a las 9:00 aproximadamente.
Había cola en el control, pero todo bien organizado y rápido. Tanto facturar como poner las etiquetas a las maletas se hace en máquinas y es sencillo.

Al final, el vuelo salió con bastante retraso y fue muy movido e incómodo. Por suerte, nos dieron café y una galleta Biscoff gigante (aquí no las he visto nunca, pero se adaptan a su dieta) y me entretuve hablando con mi compañero de al lado, que era de Orlando, muy republicano y tenía muchas ganas de viajar a Canarias.
Al llegar, cogimos un Uber al hotel, y quizás fue un error, porque nos salió carísimo y tardamos mucho porque había muchísimo tráfico. Yo hubiera ido en transporte público aunque me llevara un rato aclararme, ya que con Google Maps es bastante fácil todo, pero mi compañera estaba de mal humor, le dolía la cabeza y no había desayunado porque a ella el café sin cigarro, como que no...
Nos costó 75$ el Uber del aeropuerto al hotel La Quinta Inn & Suites by Wyndham Brooklyn Downtown y por la experiencia de la vuelta, creo que habría sido fácil llegar en transporte público. El hotel está muy bien, el precio era bastante bueno e incluía desayuno. Entiendo que alojarse en Manhattan está muy bien, pero en agosto lo vi todo muy caro y muchos con baño compartido, y a eso no estoy dispuesta. Dependiendo de la zona a la que quisiéramos ir, era entre veinte minutos y una hora en metro, cosa que no me gustaría tener que hacer todos los días para ir trabajar, pero no me importa estando de vacaciones porque madrugo mucho.

Era ya mediodía y como mi compañera no estaba para muchos meneos, comimos en un Popeyes que estaba en frente del hotel, al lado del Dunkin' Donuts. Nunca había comido en uno y me gustó bastante la verdad, de precio bien.
Después de comer, mi compañera se va a descansar al hotel, tiene el tobillo muy hinchado, no sabemos si de una picadura. Yo me doy una vuelta por el barrio explorando, entro en las tiendas de alimentación para tenerlas controladas y voy a ver dónde está la estación de metro más cercana y qué líneas hay. Cuando despierta, cogemos el metro para Brooklyn Heights, que está cerca (yo hubiera ido andando, pero no hubo manera) y cuando nos asomamos al paseo con vistas a Manhattan y vemos por primera vez los rascacielos, la vista nos sobre coge. Verlos tan enormes y la estatua tan pequeña nos sorprendió mucho. Me alegro de haber tenido esa primera vista y no directamente en Manhattan.

Caminamos por el paseo hasta el Brooklyn Bridge y vamos a sacarnos la famosa foto con el puente de Manhattan de fondo. Había bastante gente, pero no una cosa terrible. Peores cosas he visto en Florencia y en Santorini. Decidimos cruzar el puente de Brooklyn casi hasta el final, también uno de los lugares donde más gente vimos en todo el tiempo en NY. Desandamos el camino y nos acercamos a los miradores de Pebble Beach y Granite Prospect a ver los edificios de noche. Espectacular. Solo que no pudimos ver puesta de sol porque estaba nublado, y también hacía fresco. Tuvimos buena temperatura para andar tantos kilómetros esos días, pero yo siempre tengo frío, tuve que comprar algo que me abrigase más esos días.



Compramos la cena en un super de esos que también hacen bocadillos y platos preparados. Yo me compré un yogur que ya venía con avena y fruta y unas galletas Gullón:mrgreen: Para acabar de llegar, ya habíamos caminado bastante y habíamos madrugado mucho, así que cogemos el metro para volver y nos acostamos temprano.
P.D.: Y sí, todo huele a marihuana y están fumando porros por todas las esquinas, pero no deben de fumar cosa muy fuerte, porque parece que hacen descansos en el trabajo para fumarse un porrito y eso no es viable si tienes que volver a trabajar, a no ser que sea algo ligerito.