Pangkor Laut no es una isla muy grande. Eso te permite atravesarla en un paseo y llegar a Emerald Bay a través de la selva (aunque en el shuttle con aire acondicionado llegues más rápido).
El paseo por la isla con el guía naturalista Mr Yip es una de las pocas actividades gratuitas de la isla, así que hay que aprovecharla. Los paseos comienzan cada mañana en la biblioteca y duran un par de horas. No requieren estar en demasiada buena forma, es un paseo tranquilo, la mitad del cual discurre por las instalaciones del hotel y la otra mitad, por la selva hacia Emerald Bay.
Mr Yip sabe cualquier cosa que haya que saber sobre flora y fauna malayas. En una revista de la biblioteca leí que llegó al hotel como cliente, hizo amistad con el propietario, le ofrecieron quedarse como naturalista y ahí sigue, después de un montón de años y escribiendo su segundo (creo) libro sobre flora y fauna de la isla. Además, tiene la capacidad de explicarte las cosas de forma sencilla, amena y comprensible (que lo entienda yo, que mi inglés se limita al imprescindible para regatear...), con lo que el paseo es una experiencia muy interesante, aunque ya hayas visitado las selvas milenarias de Borneo.
Monitor lizard, que dicen en inglés
Hay que ir con cuidado...
El espléndido final del paseito es Emerald Bay. Pero antes, por supuesto, te reciben con toallitas húmedas y un refresco para calmar la sed y las calores .
Cuando llegas a Emerald Bay, el chico de las toallas te sigue arriba y abajo, como si fuera lo más normal del mundo, hasta que encuentras la tumbona perfecta.
A veces, la tumbona perfecta ya está ocupada y hay que negociar
Entonces te coloca las toallas (no te fueras a cansar de ponerlas tú mismo!!) y sale corriendo a buscarte agua (que te traen siempre en un cubo con hielo, para que se mantenga fresquita. El agua está buena, pero el zumo de lima es la perfección misma.
La playa tiene fama de ser una de las más bonitas de Asia. Yo no sé, la verdad, si es de las más bonitas o no, pero a mi me encantó. No es muy grande, nunca está muy llena de gente, ni en la arena ni en el agua. Es una playa con una larga plataforma antes de que te cubra, el agua está templadita, las olas te arrastran arriba y abajo. Cuando ves el color verde, magnífico, de sus aguas entiendes el nombre.
Las puestas de sol desde allí se ven preciosas y, si estás muy muy enamorado te organizan una cena privada a la luz de las antorchas.
El paseo por la isla con el guía naturalista Mr Yip es una de las pocas actividades gratuitas de la isla, así que hay que aprovecharla. Los paseos comienzan cada mañana en la biblioteca y duran un par de horas. No requieren estar en demasiada buena forma, es un paseo tranquilo, la mitad del cual discurre por las instalaciones del hotel y la otra mitad, por la selva hacia Emerald Bay.
Mr Yip sabe cualquier cosa que haya que saber sobre flora y fauna malayas. En una revista de la biblioteca leí que llegó al hotel como cliente, hizo amistad con el propietario, le ofrecieron quedarse como naturalista y ahí sigue, después de un montón de años y escribiendo su segundo (creo) libro sobre flora y fauna de la isla. Además, tiene la capacidad de explicarte las cosas de forma sencilla, amena y comprensible (que lo entienda yo, que mi inglés se limita al imprescindible para regatear...), con lo que el paseo es una experiencia muy interesante, aunque ya hayas visitado las selvas milenarias de Borneo.
Monitor lizard, que dicen en inglés
Hay que ir con cuidado...
El espléndido final del paseito es Emerald Bay. Pero antes, por supuesto, te reciben con toallitas húmedas y un refresco para calmar la sed y las calores .
Cuando llegas a Emerald Bay, el chico de las toallas te sigue arriba y abajo, como si fuera lo más normal del mundo, hasta que encuentras la tumbona perfecta.
A veces, la tumbona perfecta ya está ocupada y hay que negociar
Entonces te coloca las toallas (no te fueras a cansar de ponerlas tú mismo!!) y sale corriendo a buscarte agua (que te traen siempre en un cubo con hielo, para que se mantenga fresquita. El agua está buena, pero el zumo de lima es la perfección misma.
La playa tiene fama de ser una de las más bonitas de Asia. Yo no sé, la verdad, si es de las más bonitas o no, pero a mi me encantó. No es muy grande, nunca está muy llena de gente, ni en la arena ni en el agua. Es una playa con una larga plataforma antes de que te cubra, el agua está templadita, las olas te arrastran arriba y abajo. Cuando ves el color verde, magnífico, de sus aguas entiendes el nombre.
Las puestas de sol desde allí se ven preciosas y, si estás muy muy enamorado te organizan una cena privada a la luz de las antorchas.