Este segundo día y como habíamos adquirido por Internet el bono de los 6 centros de Lanzarote lo habíamos destinado a visitar el Timanfaya y sus montañas de fuego.
Nos levantamos sobre las 8 de la mañana hora Canaria, y a las 8,30 estábamos desayunando en la cafetería del hotel. Una vez finalizado el desayuno, cogimos el coche y con ayuda del GPS del móvil pusimos rumbo al Timanfaya. Lo de las carreteras de Lanzarote son un auténtio show. Tienes que ir muy atento porque te equivocas muy fácilmente, además de la precaución porque a parte de carreteras estrechas, éstas son utilizadas por muchos ciclistas.
Cuando nos encontrábamos en la carretera que nos llevaba al parque, a unos 5 kms. vimos a nuestra izquierda una de las atracciones turísticas más conocidas de Lanzarote. Los camellos y sus paseos y nosotros que era una de las actividades que teníamos pensado hacer, fue lo primero que hicimos ese día, previo pago de 12 euros por camello.
Una vez terminado el recorrido que no es muy largo pero que tiene sus incomodidades por lo estrecho del asiento y el traqueteo sobre todo a la vuelta porque bajan como un ferrari los pobres animales, recogimos el coche para irnos al Parque y me di cuenta que me había olvidado el recibo del bono de los 6 centros en el hotel. Vuelta entonces al hotel para recogerlo y ahora sí, rumbo a las cumbres del parque en donde recorrimos la ruta de los volcanes (unos 14 kms) en autobús, con narraciones en español e inglés.
Finalizada la ruta unos guías nos hicieron demostraciones con la temperatura que alcanza la tierra en ese punto, y pocos centímetros del suelo. Estas demostraciones consisten en echar agua en unos tubos que luego expulsa a modo de géiser, arrojar paja seca que arde a los pocos segundos o asar carne sobre unas parrillas.
Aprovechamos una vez finalizada la visita, para tomarnos un refrigerio en el restaurante acompañado de unas papas arrugadas con sus mojos correspondientes.
De regreso nos adentramos en el municipio de Yaiza en donde aprovechamos para comer en el teleclub del pueblo; donde por cierto a penas éramos 4 personas. Encontramos mesa libre en su interior y allí nos quedamos para comernos una fideuá y una sama con papas y mojo con una fanta, 2 vinos valmasía y un café con hielo. Comimos rico y bien por a penas 12 euros.
De Yaiza volvimos al hotel en donde aprovecharíamos la tarde en la piscina
Ya por la noche a pasear por Playa Blanca.