Trogir está como a media hora de Split. Lo primero que queríamos hacer nada más llegar era sacar el billete del ferry para Hvar pues salía a las 16:00 horas y no queriamos quedarnos sin billete para aprovechar el tiempo. Después de sacar el billete en Jadrolinija aparcamos el coche con las maletas dentro cerca del mercadillo que se pone al lado del puerto. No tardamos ni 10 minutos en llegar al Palacio de Diocleciano. Ni se te ocurra aparcar en el parking que está en el puerto pues te soplan 15 kunas por hora. El Palacio de Diocleciano, o mejor dicho su interior merece llevar documentación para conocer toda su historia.




Cogimos el ferry y llegamos a Hvar donde tenemos previsto dormir tres noches en Zavala, pues no pudimos encontrar alojamiento en Hvar. Para poder movernos alquilamos un coche. Aquí son más caros que en Zagreb, más antiguos y con más kilómetros, pero es lo que hay. Dependiendo de lo que vayais a hacer no os recomiendo Zavala pues es un pueblo con un par de restaurantes y un par de playas pero nada más, y al final todos los dias hemos tenido que ir a Hvar. Las playas de Zavala las vimos esa misma tarde ya oscureciendo, una pequeña anunciada como nudista y otra un poco más grande.