23 Diciembre
Bueno, nos levantamos cansados y con el sabor agridulce de saber que era el último día.
Como ya habíamos dicho teníamos intención de hacer el paseo por Montmartre de día y hacia allí nos dirigimos, aprovechando las tiendas de souvenir para hacer las compras de rigor y subimos dirección a Sacre coeur por otras escaleras!, está claro en este viaje no pruebo el funicular...




Que delicia pasear por el barrio, cómo nos gustó, cada esquina, cada casita, cada bar...



Y de nuevo dirección Pigalle, para coger el metro y nos bajamos cerca del Ayuntamiento


queremos ir andando hasta la Plaza de los Vosgos, claro, que entonces no sabíamos que estaba tan lejos, cuando lo ves en un mapa no calculas jejejej, pero el paseo fue muy bien, había mercadillos de comida y el barrio era encantador, por fin llegamos a la plaza y nos sorprendió su simetría, todas las fachadas iguales...


ya casi es hora de comer y tal y como nos recomendó MarcoPolo, no queremos irnos sin probar un Fallafel, además necesitamos un servicio, así que entramos a comer en L'as du Fallafel y a los dos nos gustó mucho,

al salir nos perdimos por el barrio y acabamos en la fachada del centro Pompadour, sin querer,


desde allí nos dirigimos hacia el Louvre, gran paseo, lo primero que encontramos fueron los jardines de Les Halles, con sus estructuras y sus centros comerciales, pero teníamos prisa y no paramos.




Hoy sí vamosa aprovechar para pasear por Les Tulleries, ya no están demasiado helados los suelos aunque sí muy mojados pero el jardín y sus estatuas son muy bonitos, habrá que visitarlos en primavera para disfrutarlos tranquilamente.




Tengo que dar por acabado el viaje... y solo me queda una pena (o dos jeje): no haber visto Paris bajo la luz del sol.
Debemos llegar al Hotel antes de las 4 y media y ya son casi las cuatro, pero cogimos el metro y a las cuatro y cinco ya estábamos en la puerta, claro que también el coche que venía a buscarnos, coger las maletas y hacia el aeropuerto, atravesar Paris en coche es lo peor del viaje, de ida y de vuelta, y a las 6 largas en el aeropuerto, salimos con dos horas de retraso así que llegamos muy tarde y cansados a Barajas, tuvimos que coger un taxi hasta nuestro coche y tres horas de viaje hasta casa, cuando abrimos la puerta eran las 4 de la madrugada y París quedaba lejos.......
Nuevo propósito....ROMA