LYON, ALSACIA Y LORENA ✏️ Blogs de FranciaUna visita a la no siempre apreciada Lyon. Recorrido por dos territorios que han cambiado de manos mucho a lo largo de su historiaAutor: Ctello Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (7 Votos) Índice del Diario: LYON, ALSACIA Y LORENA
01: BARCELONA-LYON
02: LYON
03: ESTRASBURGO
04: ESTRASBURGO
05: COLMAR
06: RIQUEWIRH
07: KAYSERSBERG
08: EGUISHEIM
09: VOEGTLINSHOFFEN
10: RIBEAUVILLÉ
11: HUNAWIHR
12: TURCKHEIM
13: CASTILLO DE HAUT KOENIGSBOURG
14: SÉLESTAT
15: OBERNAI
16: METZ
17: BAR-LE-DUC
18: VERDUN
19: NANCY
20: REGRESO
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Etapas 1 a 3, total 20
Como otras muchas veces que viajamos a Francia, escogemos la compañía de autobuses Flixbus.
Esta vez, debido a la covid, me habría gustado más ir en tren pero estaban completos. Las reservas, precisamente por estar en esta situación complicada, las hemos podido hacer con muy poca antelación. El autobús sale de la Estació del Nord a las 8.50. Compramos los billetes por Internet con reserva de asiento. Me sorprende que no pongan a disposición de los pasajeros gel hidroalcohólico. El autobús no va lleno pero hay bastante gente. Hacemos una primera parada de 15 minutos antes de pasar a Francia. Tiene paradas en Perpignan, Montpellier (con 20 minutos para comer) y Nimes para coger o dejar pasajeros. Como hemos viajado varias veces, ya sabemos cómo movernos por la parada de Montpellier, en la llamada área de las Sabines. Acostumbramos a subir un poco la calle que hay frente a la parada para ir a una panadería. Compramos algo y vamos al lavabo. En todo caso, hay un wc público al otro lado de la calle. Llegamos a Lyon con bastante retraso. Encontramos por el camino y al entrar en Lyon algunos atascos importantes. Ya llegando, en el lugar donde se encuentran el Ródano y el Saona, vimos el Museo de las confluencias, que abrió sus puertas en 2014. Es museo de historia natural y sociedades. Su estética es algo rara. El bus nos deja en la estación de autobuses, pegada a la Estación de Perrache. A la salida nos encontramos con la Plaza Canot. Aunque ha tenido muchos nombres, el actual se lo pusieron en1889 para honrar a Lazare Nicolas Marguerite Carnot, (1753 - 1823), importante político y matemático. La estatua de la República de bronce muestra a una mujer con su mano sobre la cabeza de un león mientras que en la otra sostiene una rama de olivo. Fue inaugurada en 1889. Justo enfrente hay una estatua que es una alegoría de Lyon. En una mano sujeta un escudo y con la otra aguanta una espada que tiene sobre el regazo. Hay un niño pequeño a la izquierda. Ambas estatuas de Emile Peynot. También hay un Monumento a la Vía Sacra, que conmemora a aquellos que perdieron la vida en la Batalla de Verdun. El monumento hace alusión a la Vía sacra, ruta que abastecía el campo de batalla de Verdun con suministros. Se trata de un pilar con un casco encima. Hay árboles, bancos y algunos juegos. Está rodeada de bares y restaurantes pero no tiene gran encanto. A un lado de la plaza está el Hotel Campanile, donde nos alojamos. Dejamos las maletas y nos vamos a dar una vuelta por la ciudad. Caminamos por la calle Víctor Hugo, ancha y con muchas tiendas, la mayoría cerradas a esa hora. Pasamos por la plaza Ampère, donde hay una parada de metro. En la plaza hay un monumento en memoria de este científico. Fue creado por el escultor Charles Textor y el arquitecto Joseph-François Dubuisson en 1888 y representa al gran hombre de ciencia, sentado en el centro de la plaza sobre un pedestal de piedra adornado con unas esfinges y grabads. Fue inaugurado por el presidente de la República Sadi Carnot. Ampère es considerado el precursor de la matematización de la física. Es el creador del vocabulario de la electricidad - inventa los términos de corriente y voltaje - y su nombre se le ha dado a la unidad internacional de la intensidad de la corriente eléctrica: el Ampere. Llegamos plaza Bellecour. Es un espacio enorme presidido por la estatua ecuestre Luis XIV. La plaza mide 310 por 200 metros y se considera el centro de Lyon. Se inauguró en 1714 aunque los edificios que la rodean son del siglo XIX. Forma parte de la zona considerada patrimonio de la UNESCO desde 1998. Es la tercera plaza peatonal más grande de Francia después de la Plaza de la Concordia, en París, y la plaza de Quinconces, en Burdeos. La estatua del Rey Sol data de 1828. El monumento está flanqueado por representaciones de los dos ríos de la ciudad, el Ródano y el Saona. Curiosamente el Ródano se representa como un hombre y el Saona como una mujer. Hay una leyenda urbana que dice que el escultor se suicidó al darse cuenta que había olvidado los estribos en la escultura de Luis XIV. Es falso. Se representa al rey "a la romana", montando sin silla ni estribo. El escultor no se suicidó. Muy escondido en un rincón, casi ya fuera de la plaza, hay un monumento a Antoine de Saint-Exupéry, autor de El Principito. Saint-Exupéry nació en Lyon en el 1900. En el año 2000 se erigió ese homenaje que le muestra a él sentado en lo alto de una columna, acompañado de su famoso personaje. Tiene la siguiente inscripción "Una estrella brillaba ya y yo la contemplaba". El monumento está en la calle Saint-Exupéry porque él nació en el número 8 de la misma. En la puerta hay una placa que dice "Ici est né Antoine de Saint-Exupéry le 29 juin 1900". La plaza es muy grande, tanto que puede resultar algo desangelada. Allí se encuentra también la oficina de turismo. Desde Bellecour se pueden ver a lo alto la Basilica de Notre-Dame de Fourvière y la Tour métallique de Fourvière. Al lado de la plaza vemos una torre alta con una cruz. Se trata del campanario del antiguo hospital de la Caridad (Charité). El hospital Charité fue creado en 1617 y ampliado en el siglo XVIII con el objetivo de ayudar a la población más pobre de la región. El campanario actual sustituye al campanario original en 1666. Los planos del campanario se atribuyen al arquitecto Le Bernin. En ese hospital muchas madres hacían sonar un timbre después de meter a sus bebés en un torno de madera. Las monjas los recogían. El hospital cayó en desuso y se destruyó en 1934. En su lugar se hizo una plaza. Seguimos camino por la Rue Republique, llena de tiendas y locales de restauración. Un precioso edificio nos llama la atención. Se trata de la Bolsa. En 1853 se decidió la construcción del Palais du Commerce. Debía albergar un museo del arte y la industria, tiendas, la compañía de corredores de seda y mercancías, así como la cámara de comercio y el tribunal de comercio. El edificio fue inaugurado por Napoleón III y la emperatriz Eugenia el 25 de agosto de 1860. Fue saliendo de este edificio, el 24 de junio de 1894, donde fue asesinado el presidente de la República Sadi Carnot por el anarquista Sante Geronimo Caserio, bajo las ventanas que dan a la Rue de la République. En el punto exacto hay un pavimento de color rojo en el suelo y una placa conmemorativa en el muro. La decoración es extraordinaria. Hay estatuas de la Justicia, la Templanza, la Agricultura, el Comercio y la Industria y un reloj en el cuerpo central. Cerca está la Iglesia de San Bonaventura, en la Plaza de Cordeliers. Se construyó para el convento de los Cordeliers. La iglesia fue construida en solo dos años, entre 1325 y 1327. Albergaba los restos de Jacques de Grolée, arquitecto que la hizo y nieto del senescal que la autorizó, muerto el 4 de mayo de 1327. La iglesia fue consagrada el 18 de septiembre de 1328 por el arzobispo de Lyon, Pierre IV de Saboya, con el nombre de San Francisco de Asís . Seguimos la calle. Llegamos a la plaza Comédie. Allí vemos la parte trasera del ayuntamiento, la Ópera y una plaza rara y con poca gracia. A dos pasos está el paseo del Ródano. Lo más destacado es la Ópera. El edificio original fue inaugurado en 1831, sustituyendo a otro del siglo XVIII que se había quedado pequeño. El arquitecto fue Jacques-Germain Soufflot, creador del Panteón de París. Entre 1985 y 1993 el arquitecto Jean Nouvel realizó el rediseño del edificio. Solo se quedó con las fachadas y el vestíbulo público. Añadió una cúpula esférica acristalada que es lo que más llama la atención. La excavación de un sótano le permitió triplicar el espacio, haciendo 5 niveles en el sótano y elevando 6 niveles bajo la cúpula de vidrio. La cáscara, una estructura de metal, tiene 77.100 m3. Además del vidrio, los materiales utilizados son el granito y la madera. Su capacidad es de 1.200 asientos y el anfiteatro tiene 200 asientos. Quizás otro detalle a destacar es que la fachada original tenía las imágenes de las nueve musas. Nouvel prescinde de Urania para darle armonía al conjunto. A mí esto no me parece bien. Si las musas eran nueve, eran nueve y no ocho. Seguimos hacia la Plaza Terreaux para ver el Ayuntamiento. La plaza tiene una superficie de 7000 m². Se construyó hacia 1625 en las antiguas acequias de las fortificaciones de Lanterne. Fue utilizada como lugar de ejecuciones y como mercado de cerdos. "Terreaux" significa barro, tierra de terraplén. En época romana éste era un terreno fangoso cortado por grandes acequias. Este terreno se convirtió en una plaza pública pavimentada a partir del siglo XVII. La plaza limita al este con el Ayuntamiento, al sur con el Museo de Bellas Artes y al norte con una hilera de edificios que marcan el inicio de las pendientes de la Croix-Rousse. La plaza es el centro del distrito de Presqu'ile, que extiende desde el pie de la colina Croix Rousse hasta la confluencia de los ríos Ródano y Saona. El Ayuntamiento de Lyon se construyó entre 1645 y 1651. En 1674 se incendió y tuvo que ser restaurado. Su fachada fue diseñada por el afamado arquitecto Jules Hardouin-Mansart y su discípulo Robert de Cotte. En 1792, durante la Revolución Francesa, el relieve de Luis XIV a caballo en el medio de la fachada fue retirado. Durante la Restauración se puso otra estatua ecuestre, esta vez de Enrique IV, que es la que vemos ahora. En el centro de la plaza, frente al ayuntamiento, el 22 de septiembre de 1891 se inauguró una fuente alegórica del Garona realizada por Bartholdi, el autor de la Estatua de la Libertad. Encargada en un primer momento por el consejo municipal de Burdeos en 1857, el grupo escultórico denominado «Carro triunfal del Garona» representa al Garona y sus cuatro afluentes, simbolizados por una mujer que dirige una cuadriga, desembocando en el océano. Bartholdi, ganador de ese concurso público, solo tenía 23 años por aquel entonces. Se inspiró para su obra en la Fuente de Apolo de Versalles. No se vuelve a saber nada de Burdeos. Después de la presentación exitosa de la Estatua de la Libertad en Nueva York, a Burdeos les vuelve a interesar aquel proyecto que 30 años atrás ignoraron. Tras la Exposición Universal de París de 1889, el monumento, que se había hecho demasiado caro para Burdeos, fue comprado en 1890 por el alcalde de Lyon, Antoine Gailleton. La fuente pesa 360 toneladas y tiene 21 toneladas de plomo. Está constituida por dos estanques y un grupo escultórico. Está sostenida por una estructura de hierro sobre la que habría trabajado Gustave Eiffel. Mide 4,85 m de alto y su diámetro total es de 15 m. El grupo está formado por una mujer y dos hijos niños pequeños en un carro tirado por cuatro caballos. Ella representa a Francia (Marianne) y los cuatro caballos son ríos franceses. El Museo de Bellas artes, que estaba cerrado y no visitamos, ocupa el antiguo Palais Saint-Pierre, un antiguo convento de los siglos XVII-XVIII. Se inauguró en 1801, por lo que es uno de los más antiguos del país. Entre sus pinturas destacables figuran la Dánae de Tintoretto y un San Francisco de Zurbarán. El museo alberga colecciones de pinturas, esculturas, antigüedades (egipcias, griegas, romanas, etruscas y de Europa del Este), objetos de arte, monedas y medallas, dibujos y grabados. Seguimos hasta alcanzar el río Saona. Vemos la Gare St. Paul, hoy con poco uso. Nos adentramos en el barrio del Viejo Lyon, donde vemos muchos bouchons. En el siglo XIX, unas cocineras modestas, que se habían establecido por su cuenta, preparaban unos platos sencillos y generosos. Su lema era: todo se aprovecha. Así, utilizaban trozos de carne como el morcillo o la pechuga, considerados menos nobles que los filetes. Entre las más conocidas figuran la Madre Fillioux, célebre por su ave trufada, o la Madre Brazier, que aprendió con la primera antes de lanzar su propio restaurante y convertirse en la primera mujer en obtener dos veces tres estrellas Michelin. El nombre de estos establecimientos viene de la antigua costumbre de poner una figura de paja con forma de boca (bouche idioma francés) a la puerta de los establecimientos donde se servía vino. También vimos por primera vez la catedral, a la que volveríamos al día siguiente. Me reservo su explicación para la etapa siguiente. En una de las casas del Viejo Lyon vivió el inventor del guiñol. Laurent Mourguet se hizo popular por extirpar dientes y muelas a sus vecinos sin coste alguno. A cambio de esta buena obra, ganaba clientes a los que vender sus ungüentos y pócimas. En aquel tiempo el instrumental era escaso y la anestesia inexistente. Así que Mourguet se las ingenió para buscar un modo de entretener a sus pacientes y que estos se olvidaran del dolor. Y se le ocurrió montar una especie de teatro en la sala de espera. Usaba unos cuantos títeres, que se cogían por la parte inferior, como si fueran guantes. Y montaba el show... con tanto éxito que empezó a ir gente solo para ver la representación. Uno de los personajes fijos de estas representaciones era Guignol. Se trataba de un humilde joven, cuyas correrías divertían mucho a los asistentes. Al protagonista solía acompañarle su mujer, Madelon, y su amigo Gnafron. El entretenimiento ha perdurado y hoy sigue siendo muy popular. En el barrio hay un monumento a Mourguet, acompañado de Guignol. Damos un paseo por el casco antiguo de la ciudad que al día siguiente volveremos a hacer con mayor detenimiento. Lyon tiene varios puentes que atraviesan el Saona. Como de un tiempo a esta parte tengo la sensación de vértigo muy acentuada, no me apetecía mucho pasar por la roja y más abierta pasarela Saint Georges así que nos decantamos por el Puente Bonaparte, de piedra. Etapas 1 a 3, total 20
Después de desayunar fuimos a los bajos de la estación de Perrache. En unas máquinas compramos un par de billetes de 24 horas para los transportes que nos costaron 6,20 euros cada uno. Cogemos el tranvía 1 y vamos hasta la estación de Part Dieu Auditorium. Part Dieu es el distrito financiero de la ciudad y es donde se concentran algunos rascacielos. Uno de ellos es la Tour Incity, el edificio más alto de Lyon y el tercero de Francia con 202 metros.
Mucho más curioso (y justo donde nos bajamos) es la Tour Part Dieu, con forma de lápiz gordo de color marrón. Tiene 45 plantas y mide 165 metros. Fue completado en 1977 y se mantiene actualmente como la novena construcción más alta de Francia. Alberga oficinas y un hotel Radisson. Justo al lado se encuentra un edificio bajo que hace funciones de auditorio. Enfrente hay una extraña fuente con unos surtidores que parecen estar hechos de hormigón. Damos una vuelta por el barrio hasta llegar a Les Halles, un mercado cubierto de cubierto de 13.500 m2 que se construyó en 1971 y que hoy se dedica a Paul Bocuse, famoso chef ya fallecido, ganador de 3 estrellas Michelin. Vemos una foto suya en el cristal exterior. Bocuse visitaba este mercado habitualmente. Las paradas del mercado están muy bien dispuestas y todo tiene muy buena pinta. Toda esa zona está en obras. Tanto es así que se nos hace complicado ir andando hasta la parada siguiente, que es la de la estación de trenes. Y como ya hemos comprado el billete de 24 horas, aprovechamos que viene el tranvía para cogerlo. Una vez allí encontramos un ascensor que nos bajó hasta los andenes. Cogemos el metro y vamos en la línea azul hasta Saxe Gambetta. Allí hacemos transbordo hasta la línea verde hasta Monplaisir Lumière. Con este nombre está claro que hará referencia a los hermanos Lumière. De hecho, no tardamos en ver una especie de enorme fuente-monumento que les han dedicado. Encontramos un pequeño mercado de comida. Justo enfrente está la Villa Lumière, que forma parte del Instituto del mismo nombre. El Instituto Lumière es una institución académica francesa con sede en Lyon, que fue creada en 1982 por Bernard y Maurice Chardère Trarieux-Light, el nieto de Louis Lumière, presidente de la asociación de los hermanos Lumière y administrador de la sucesión Lumière. El Instituto consta de un museo, un centro de proyección y edición. La casa era impresionante aunque solo la vimos desde el exterior. Los hermanos Lumière son los famosos inventores del cinematógrafo. El museo Lumière está ubicado en una casa que Antoine Lumière, padre de los inventores del cinematógrafo, había construido en 1899 en la plaza de Montplaisir, cerca de las instalaciones de la empresa "Antoine Lumière y su hijo " (donde se filmó la famosa primera película " La sortie des ouvriers des usines Lumière à Lyon Monplaisir" (Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir), que se proyectó por primera vez el 22 de marzo de 1895. De hecho, al otro lado de los pequeños jardines (abiertos al público) hay un edificio que era donde estaba la fábrica mencionada. Este edificio, conocido como Hangar du Premier-Film, ofrece sesiones de cine diarias. Volvemos a coger el metro para ir a la última parada de la línea naranja, Cuire. Esta línea parece un funicular. Es un metro muy pequeño, con asientos acolchados, que salva los enormes desniveles del barrio de Croix-Rousse. En este barrio era donde se instalaban todos los tejedores de seda. Tenía el sobrenombre de " el cerro que trabaja" en contraposición a Fourvière, que era el "cerro que reza". Hoy en día el barrio se ha convertido en un lugar tranquilo, no tan turístico como Vieux Lyon. Las casas de los tejedores se han reformado y son viviendas bohemias. Aquí hay tiendas pero como pueden ser las de cualquier barrio obrero de cualquier ciudad y los restaurantes o cafeterías no están pensados para turistas. También se ha instalado un mercado ambulante pero más caro que el otro. Visitamos la Maison des Canuts (2 euros por persona). Nos dan unas hojas con explicaciones en español. Se organizan también distintas visitas guiadas que explican la historia de los tejedores, hacen demostraciones o relacionan los traboules del barrio con la Resistencia en época nazi. La Maison des Canuts fue creada en 1970 por COOPTISS, una cooperativa de tejidos en una casa del siglo XIX. Incluye una tienda donde venden productos de seda. Podemos ver los telares y se nos habla de Jacquard. Hijo de un maestro artesano en seda brocada, desarrolló el telar que lleva su nombre que funcionaba con unas tarjetas perforadas. De esta forma, un solo trabajador puede operar el telar sin la ayuda de un tirador (trabajo generalmente realizado por una mujer). Los canuts, sometidos a duras condiciones laborales (trabajaban dieciocho horas diarias), se rebelaron en numerosas ocasiones. Su primera revuelta, en noviembre de 1831, se considera una de las primeras revueltas obreras. Ocuparon Lyon con gritos de: "¡Vive libre trabajando o muere luchando! ". El rey Luis Felipe envió 20.000 soldados y 150 cañones para reprimir el motín. El 14 de febrero de 1834 los canuts se rebelan de nuevo, ocupando algunas zonas de Lyon, y se enfrentan a 12.000 soldados durante seis días, aprovechando los traboules, pasajes oscuros que permiten ir de una calle a otra en a través de edificios. Una tercera insurrección tuvo lugar en 1848, en el momento de la proclamación de la Segunda República. Estaba dirigida por la sociedad obrera de los “ Voraces ”. La República permite que las sociedades obreras salgan de la clandestinidad al autorizar asociaciones de tipo mutualista o cooperativo. Los mismos Voraces encabezaron una cuarta insurrección en 1849, haciéndose eco del levantamiento de los republicanos parisinos. Fue reprimido violentamente. Vemos los hilos que se usaban así como un vídeo que nos explica de dónde surge la seda. En la casa de un canut vivía la familia, que solía colaborar en los trabajos, así como los empleados, que dormían y comían en casa de su empleador. En el lado de la ventana están los comercios, mientras que en el rincón más oscuro se instala una buhardilla (entrepiso). La parte superior alberga el dormitorio y la parte inferior sirve como cocina. En el techo, grandes vigas de roble permiten fijar firmemente el imponente telar. Las ventanas altas dejan entrar la luz. En un rincón, a menudo había un pájaro en una jaula. Su buena salud garantizaba la ausencia de gases tóxicos. En Croix-Rousse se encuentra el peculiar Jardín Rosa Mir, creado a mediados del siglo XX por el español Jules Senis en honor a su madre. Se trata de una apacible zona ajardinada inspirada (más o menos) en Gaudí. Está compuesto por un conjunto de columnas y pórticos adornados con miles de conchas, rocas volcánicas y caracoles en medio de una densa vegetación. Con una superficie de unos 400 metros cuadrados, el jardín es accesible a través del número 87 de la calle Grande Rue de la Croix-Rousse. Eso sí, con un horario muy restringido. Aquí también se encuentra "Le mur des Canuts", considerado el fresco más grande de Europa, con unas dimensiones de alrededor de 1.200 m2. El mural retrata escenas cotidianas del barrio con todo lujo de detalles. En 1987 se pintó un mural en la parte trasera de un edificio que no tenía el menor encanto. Supongo que la idea gustó mucho porque en 1997 se pintó nuevamente. El que vemos ahora data de 2013. Ya nos marchábamos cuando nos encontramos con la iglesia de Saint Denis, en la Rue Jacques-Louis Hénon. Fue construida por los trabajadores que trabajan en las fábricas de tejidos de seda y ampliado con el tiempo (después de 1830). Por dentro es bastante bonita. Aunque la tarde anterior ya habíamos visitado un poco el Viejo Lyon, volvemos de día para verlo mejor. Se puede empezar el recorrido en la parada de metro de Vieux Lyon, cerca de la Avenida Adolphe Max. Allí encontramos el Palacio Saint Jean, el centro diocesano y tiendas. El Palacio Saint Jean es el antiguo palacio episcopal. Tiene una fachada de estilo gótico que da al río y un patio con dos pórtico monumentales (que no vemos). Lo mandó construir el cardenal Carlos de Borbón a finales del siglo XV y fue reformado en los siglos XVIII y XIX. Actualmente allí está la biblioteca. Caminamos unos metros y llegamos a la Plaza de Saint Jean, la más antigua de la ciudad. Como ya habíamos visto la noche anterior, hay una fuente. Data de 1844 y es obra de Dardel, arquitecto de la ciudad y autor de la Cámara de comercio. Tiene aspecto de pequeño templete neorrenacentista. Hay cuatro pilas de piedra y se representa el bautismo de Cristo. Desde allí, si levantamos un poquito la vista, podemos ver perfectamente la Basílica de Fourvière. El edificio más importante de la plaza es la Catedral primada de San Juan Bautista. Se construyó entre 1170 hasta el siglo XV. Es por eso que encontramos varios estilos. El ábside y el coro son románicos y el transepto y la nave son góticos. Precisamente el ábside, del siglo XII, es la parte más antigua de la catedral. La fachada es muy curiosa. Data de los siglos XIV y XV y es del llamado estilo gótico del norte. Lo más llamativo son sus 300 bajorrelieves del siglo XV. En el siglo XVI, el barón de Adrets, calvinista, destruyó todas las estatuas de santos en los nichos de la fachada y de todos los ángeles de los tres portales. Lo más raro quizás sean las torres, que parece que se hubieran quedado a medio hacer. Del interior lo más destacado es la Capilla de los Borbones, obra maestra del gótico flamígero de finales del XV y principios del XVI. Las vidrieras son del siglo XIII y el coro es del siglo XII. Alberga un reloj astronómico que ya estaba documentado en el siglo XIV. Ha sudo reataurado muchas veces y ahora tiene aspecto barroco. Tiene autómatas (un ángel que dal a vuelta a un reloj de arena y un gallo que canta tres veces) y un calendario anual. Indica la posición de la luna, del sol y de la Tierra, así como la posición de las constelaciones sobre la ciudad de Lyon. Hay que considerar, sin embargo, que producto de las teorías imperantes en el momento del diseño de este reloj, el modelo seguido es el geocéntrico, es decir el que considera que es el sol el que gira alrededor de la tierra. Aunque se acostumbra a poder ver en funcionamiento, en nuestra visita estaba en mantenimiento y no funcionaba. Es muy bonito, eso sí. En 1245 el Papa Inocencio IV convocó en esta catedral el primer concilio ecuménico lyonés que sirvió para excomulgar al emperador Federico II Barbarroja. En 1274 se celebró el segundo, que pretendía la reunificación de las iglesias latina y griega (algo que nunca se consiguió). Clemente V y Juan XXII fueron consagrados aquí a principios del siglo XIV. Finalmente, y no menos importante, en esta catedral se casaron en el 1600 Enrique IV y María de Médicis. A la derecha de la catedral está la Manécanterie, la Escuela coral de la Catedral. Es el edificio más antiguo del barrio viejo. Se construyó en el siglo XI y presenta una mezcla de estilos románico y gótico. Sirvió como refectorio de los canónigos de Saint Jean. Luego fue la casa de los cantantes de Saint Jean (de ahí deriva su nombre). La calle más importante del Vieux Lyon es la de Saint Jean, que conecta la plaza Saint Jean con la de Change. Vale la pena recorrerla y detenerse a ver no solo las tiendas sino sus edificios, muchos de ellos de estilo renacentista. De hecho ese estilo abunda en el barrio, aunque a veces nos pasen desapercibidos. En el número 37 nos detenemos a ver la llamada Casa del Chamarier. El "chamarier" era el intendente de finanzas del obispado. Supervisaba la seguridad, la justicia y los caminos. Era una especie como de jefe de policía que tenía a su mando a 12 agentes. Tenía las llaves de las puertas de la ciudad. La casa se construyó en el siglo XIV por los dignatarios del capítulo, entre ellos el canónigo François d'Estaign. Es una mezcla de gótico flamígero y renacentista. Un cordón de piedra rodea la fachada. Parece ser que en esa casa se alojó Madame de Sevigné. Cerca está el Jardín arqueológico, en la calle Mandelot. Aquí están los restos de la antigua sede episcopal (que tenía tres iglesias). Se pueden ver algunos restos. En la calle de las Tres Marías podemos encontrar muchas casas antiguas. Al lado está la Plaza de la Ballena. El nombre viene por un letrero con la forma de ese animal o quizás por un fragmento de esqueleto de ballena que se encontró por aquí. En la plaza hay muchos locales para comer algo. En la Plaza del Gobierno encontramos un edificio del siglo XV que fue posada hasta 1826. Volvemos a la Rue Saint Jean. En el número 9 encontramos un edificio de 1516 de transición entre el gótico flamígero y el renacimiento. Una de las casas más antiguas de Lyon es la que se encuentra en el número 2 de la Place du Change. Se llama Casa Thomassin y sus cimientos datan de 1298. La fachada fue reconstruida en 1493 en estilo gótico por petición de Claude Thomassin (de quien tomó el nombre), uno de los hombres más importantes de Lyon de su tiempo, rico comerciante. De la casa del siglo XIII apenas si queda una sala con los techos pintados con los escudos de San Luis y de la familia Fuers, propietarios en aquel momento. En el primer piso hay un friso con decoración de los signos del zodíaco. En el segundo piso se pueden ver los escudos del Dauphin (el pez), Carlos VIII (la flor de lis) y Ana de Bretaña (el armiño). El último piso data del siglo XIX. La Place du Change ya era un lugar de intercambios comerciales y cambio de moneda en el siglo XIII. Allí era donde se celebraban las ferias. La primera Logia de cambio se construyó en 1653. En el piso más bajo era donde se practicaba el comercio y se instalaban los cambistas. El edificio fue ampliado a mediados del siglo XVIII. En lo más alto hay dos relojes que enmarcan el escudo de armas del rey. También puede verse un cicloscopio, que es un cuadrante único en el mundo. En 1803 se convirtió en templo. En 1938 las cuatro iglesias protestantes de Lyon se unieron en una sola, la Iglesia reformada de Francia. La Rue Lainerie tiene edificios muy bonitos. Casi oculta por un restaurante indio, vale la pena detenerse a ver la Casa Claude Debourg, de 1516. Este señor, su propietario, era un importante magistrado cuyo escudo de armas puede verse en la puerta. Que esté inclinado a la izquierda parece que quiere decir que la familia participó en las cruzadas. Su fachada es de estilo gótico flamígero. La iglesia de Saint Paul tiene su origen en una construcción del 549. Se reconstruyó en los siglos XI y XII y la torre campanario en el siglo XIII. Con posterioridad se han ido haciendo muchas modificaciones. Interesante es también detenerse a ver la Casa de Henri IV, aunque solo queda de la casa de origen una parte. En el siglo XIX se destruyó parcialmente para construir el funicular. Recibe su nombre por un busto del siglo XIX del rey Enrique IV que está en el primer piso. El rey se alojó aquí así como también lo hizo antes Francisco I. La casa pertenecía a un juez del siglo XVI. Otra de las calles interesantes del Vieux Lyon es la de la Juverie, llamada así porque era donde vivían los judíos entre los siglos XIII y XIV. Acogía los mercados de ganado. En el siglo XV dejó de hacerse allí el mercado y la calle se convirtió en una de las más ricas de la ciudad. Allí vivían los nobles y ricos comerciantes. En tiempos de Carlos VIII se realizaban torneos. Es por eso que encontramos preciosos ejemplos de casas renacentistas. Una de las mejores es la del número 8, casa Bullioud. En el interior se encuentra la galería construida por Philippe de l'Orne. Se trata de una conexión entre dos edificios mediante galerías y patios. Conserva el pozo. En Francia, un traboule o una traboule es un pasaje que atraviesa los patios interiores de uno o de varios edificios, permitiendo así pasar de una calle a otra cruzando el interior de la manzana. En el Vieux Lyon hay muchos. Podemos ver algunos (algunas puertas están completamente cerradas y otras simplemente debemos empujarlas) pero siempre teniendo en cuenta que allí vive gente. Éste es uno de los más luminosos y elegantes pero hay de todo. En Lyon hay cerca de 500 callejones. Se sitúan mayoritariamente en los barrios del Viejo Lyon (215 patios y traboules censados), de la Croix-Rousse (163 patios y traboules censados en las cuestas) y de la Presqu'île (130 patios y traboules). Los callejones del Viejo Lyon datan del Renacimiento. Fueron construidos siguiendo el modelo del patio romano, con sus galerías y el pozo en el patio. En el n.º 16 de la rue du Boeuf se puede ver el “traboule de la Tour Rose”, todo un símbolo de la historia del Vieux-Lyon. En este edificio el rey Enrique IV de Francia se alojó durante su boda con María de Médici en 1600. Es uno de los edificios más bonitos del centro. En la Croix-Rousse, los callejones son más recientes a partir de la construcción de edificios de trabajadores de la seda. Estos caminos permitían a los obreros y artesanos llevar sábanas y otras piezas de tela (en su mayoría de seda) a través de la ciudad quedándose refugiadas en caso de lluvia. También permiten, desde las "pendientes" atravesar rápidamente la Presqu'île en línea recta, a través de atajos. En el 20 de la Rue Juiverie está la Casa de Etienne Grolier, duque de Orléans. La casa es de 1493. En 1576 la compró un comerciante italiano, Pierre Duxio. En el 23 está la Casa de los leones o Dugas, del siglo XVII. Es uno de los palacios más bonitos de la ciudad. Se llama así por las quinde cabezas de leones talladas. Nos paramos para comer en un bouchon llamado Vieux Lyon. Los platos eran caseros. Nos decantamos (y no sé si fue una buena elección) por el menú típico. Estaba muy bien cocinado, eso sí. Comemos ensalada lyionesse y saussicion brioché con ensalada a la mostaza antigua (de primero; para compartir), andioullitte con callos por dentro y quenelle de segundo y fromage blanch con crema fresca y tarte con praliné ( compartir). 19,90 por persona. Cogemos después el funicular. A la colina de Fourvière se puede ir en el funicular o subiendo por la empinada cuesta de Gourguillon (la vía más antigua) o algunas otras calles, igualmente empinadas. Sinceramente creo que lo mejor, sobre todo si tienes comprada la tarjeta de 24 horas, es ir en el funicular. En el año 43 A.C. las tropas romanas se asentaron en la colina de Fourvière. En lo alto se ubica la basílica neobizantina de Notre Dame, ocupando un antiguo emplazamiento romano y construida por los lioneses durante la guerra de 1870. Es, sin duda, uno de los lugares más visitados de la ciudad. Nada más salir del funicular ya vemos la impresionante estampa del edificio y la cantidad de turistas que hay. Los romanos fundaron la ciudad de Lugdunum en la cima de la colina. La parte frontal de la basílica es el lugar donde se encontraba el antiguo foro de Ciudad de Foro Vetus, que dio nombre al distrito de Fourvière. Parte de este foro se derrumbó en el siglo IX a causa de un gran deslizamiento de tierra. La basílica actual se construyó sobre el antiguo foro de la ciudad romana. En 1643 se construyó en ese mismo sitio una pequeña iglesia en honor a la Virgen, quien supuestamente salvó entonces a la ciudad de una plaga. También se le atribuyó a su intercesión en la retirada de las tropas prusianas en la Guerra Franco-prusiana, que, triunfantes después de haber tomado París, se dirigían hacia Lyon. Había tanto que agradecer que fue por eso que empezó a construirse un edificio mayor. No se terminó del todo hasta 1964. Esa iglesia del siglo XVII no fue la primera. En realidad parece que ya en el siglo XII había aquí un pequeño templo (relacionado con apariciones marianas). Era una iglesia muy modesta dedicada a la Virgen María y al recientemente canonizado Tomás de Canterbury. Fue destruida en las guerras de religión y reconstruida más tarde. La basílica fue construida con fondos privados entre 1870 y 1896. Es obra de los arquitectos Bossan y Sainte-Marie Perrin. Se inspira en el arte románico y bizantino. De hecho, esta última referencia puede verse en la cantidad de mosaicos que hay en el interior y que son, seguramente, una de las cosas más impresionantes del edificio. Hacía mucha falta hacerla. La vieja iglesia estaba en estado ruinoso. En 1830 se demolió la torre y diez años después fue sustituida la estatua renacentista de madera policromada de la Virgen María, que la adornaba, por una nueva y colosal escultura de bronce, bañada en pan de oro, de Jose Fabisch, de 5 metros de altura y 3 toneladas de peso. El 8 de diciembre –día de la Inmaculada– de 1852 se inauguró el nuevo campanario con su nueva estatua y ésta quedó flanqueada, aquella noche, por cuatro antorchas que le debieron dar un brillo milagroso sobre el panorama de la ciudad. Los lioneses, impresionados, homenajearon a la Virgen llenando sus balcones de velas de colores, y desde entonces, cada 8 de diciembre, se repite la tradición, que ha dado lugar al Fête des Lumières o Festival de las Luces de Lyon, la fiesta más famosa de la ciudad. La basílica de Fourvière es el emblema de Lyon. Su estampa se ve casi desde todas partes. La cabecera, la parte más vista de la iglesia por ser la que se asoma a la parte baja de la ciudad, está coronada por una escultura monumental de San Miguel venciendo al Dragón. La nave principal está flanqueada por cuatro altas torres, que simbolizan las cuatro virtudes cardinales. Miden 48 metros de altura. La Prudencia y la Templanza se orientan hacia la ciudad; la Fuerza y la Justicia dan a la plaza. Como decía, son los mosaicos del interior lo más espectacular del conjunto. El pan de oro se ve por todas partes, las columnas están construidas en mármol de Carrara... La nave de Fourvière contrasta con la sobriedad del interior de la catedral de Saint Jean. Es patrimonio de la Humanidad igual que el Vieux Lyon. El interior de la Basílica de Notre-Dame de Fourvière está formado por dos iglesias superpuestas. La iglesia alta está presidida por tres cúpulas e iluminada por seis vidrieras que aportan luz destacando una rica decoración. Los materiales utilizados para la construcción y la decoración compiten en calidad y belleza, mármol blanco de Carrara, granito rosa del norte de Italia, mármol azul de Saboya, ónix verde, virutas de plata y oro, bodas. ébano y marfil. La iglesia alta está sostenida por 16 columnas. En las paredes laterales, seis paneles de mosaico de 50 metros cuadrados, de Charles Lameire y Georges Décote, ilustran a la izquierda la relación de María con la Iglesia y a la derecha, la relación de María con Francia. Las vidrieras también hacen alusión a la Virgen. El altar representa a María rompiendo las cadenas de Adán y Eva para librarlos del infierno. Está presidido por una gran estatua de la Virgen, con el Niño en brazos y a la que coronan unos ángeles. Una escalera de mármol rojo conecta la iglesia alta con la iglesia baja. La construyó Sainte-Marie Perrin y está presidida por una estatua de la Sabiduría. La iglesia inferior no tiene la espectacularidad de la iglesia alta pero es enorme. Es lo que nosotros entenderíamos como una cripta. Está dedicada a San José y se diseñó para ser la entrada de los peregrinos, que debían ir de la oscuridad de la cripta (representada por san José, pobre) a la luz de la iglesia, representada por la Virgen. La estatua del altar representa a san José con el Niño en brazos. Pero justo debajo se encuentra esculpida su muerte (una representación que, creo yo, no se ha tratado mucho en el mundo del arte). En el suelo, bajo la estatua, hay un mosaico de los siete pecados capitales. Y es que toda la basílica se concibió como una representación del Bien contra el Mal. La cripta alberga once estatuas de la Virgen de santuarios de todo el mundo. Podemos ver Nuestra Señora de la Aparecida de Brasil, Nuestra Señora de Fátima de Portugal, la Virgen de Czestochowa de Polonia, Nuestra Señora de la Salud de Velankanni de la India (con un sari indio), Nuestra Señora de las lágrimas de Sangre (húngara), la Virgen de Loreto (Italia), Notre Dame de la Naval de Manila, Nuestra Señora del Líbano, Nuestra Señora de China (monísima), Nuestra Señora de África y la Virgen de Guadalupe de México. Pero, además, hay un apartado (que es lo primero que vimos) dedicado al apóstol Santiago. Se puede visitar también la Capilla de la Virgen, fundada en 1174, demolida parcialmente en 1562 durante las Guerras de Religión, luego reconstruida. Desde finales del siglo XVII, las paredes se cubrieron con exvotos pintados sobre lienzo. En el exterior hay unos barracones donde se han instalado unos lavabos. También hay una pequeña maqueta de la ciudad y, desde luego, unas vistas magníficas. Al lado está la Tour métallique (torre de telecomunicaciones réplica de la Torre Eiffel). Es posible bajar andando desde la basílica hasta el conjunto romano. Pero para pasearnos un poco, bajamos en el funicular y cogimos el otro, que deja justo delante. Se puede acceder gratis a las ruinas romanas de Lugdunum. Y no se trata de cuatro piedras caídas, ni mucho menos. Son edificios impresionantes. Lo primero que vimos es el Odeón. Un odeón era un edificio que se utilizaba en la Antigua Grecia y posteriormente en la Roma clásica para los acontecimientos musicales, que podían consistir tanto en las propias representaciones musicales como canto, poesía o teatro. En algunos casos, también servían como lugares de reunión política y judicial. En ese caso se llamaba Bouleuterión. Normalmente eran pequeños y estaban total o parcialmente cubiertos. El de Lyon fue construido a finales del siglo I o principios del siglo II y podía acomodar hasta 3.000 espectadores. Se situaba en lo que se llamaba la llanura de los Minimes (nombre de la parada del funicular). Aprovechaba la pendiente de la colina para instalar las gradas. Por encima hay restos de una calle donde había tiendas y seguramente también unas letrinas. El hemiciclo del edificio tiene un diámetro exterior de 73 metros, lo que lo convierte en uno de los mayores monumentos de este tipo en el imperio romano. El teatro, uno de los más antiguos de la Galia, fue construido en el 15 a.C. y reconstruido por Adriano (117-138 d.C.). Tenía capacidad para unos 10.000 espectadores. Las excavaciones completadas en 1945 mostraron que lo que se creía que era un anfiteatro era en realidad un teatro completo. El diseño original del Gran Teatro abarcaba 89 metros de diámetro y tenía dos niveles con cada nivel con capacidad para 4.500 miembros de la audiencia. Tanto una pasarela cubierta superior como una pasarela inferior se convirtieron más tarde para crear un tercer y cuarto nivel de asientos, con una capacidad para 10.000 personas. A finales del siglo III o principios del siglo IV la ciudad romana se fue abandonando para instalarse en el llano, junto al Saona. Las ruinas del teatro y del odeón fueron explotadas como cantera de sillería para las grandes construcciones del siglo XII, la catedral, los puentes sobre el Saona y el Ródano. Los mármoles y la piedra caliza se destinaron preferentemente a la catedral. A final de la Edad media aquí se instaló un viñedo. Al lado está el Museo de la Civilización Galorromana, que no pudimos visitar. Volvemos a coger el funicular para bajar de nuevo a le Vieux Lyon. Una vez allí nos dirigimos a la Plaza Bellecour y desde allí bajamos hasta el Ródano. Lo atravesamos por uno de sus puentes de piedra. Desde la otra orilla podemos ver la enorme estampa del Hotel Dieu. Este gigantesco edificio se fundó en el siglo XII. Fue administrado por los hermanos pontífices, los monjes de Hautecombe y los monjes de Chassagne-en-Bresse sucesivamente. En 1478 fue vendido a la ciudad de Lyon. Entre el siglo XVIII y XIX se construyó la enorme cúpula. Hoy en día es un hotel de 5 estrellas. En origen era la Confrérie des frères pontifes, lugar de encuentro pontificio y refugio del clero pero también de viajeros. En 1454 se contrató al primer médico, Maître Martin Conras. Entonces el edificio se convirtió en hospital, uno de los más importantes de Francia. En 1532 ejerció aquí François Rabelais, antiguo monje reconvertido en médico y humanista. Escribió aquí Gargantúa y Pantagruel. En el siglo XVII fue ampliado por Guillaume Ducellet por orden de Luis XIII y Richelieu. En el siglo XVIII volvió a ampliarse por orden de Luis XIV. Era tan grande que llegaba hasta la Plaza Bellecour, donde ahora está la Oficina de correos. Dejó de funcionar como hospital en 2010. Seguimos nuestro paseo por la ciudad para acercarnos al gran parque de la Tête d'Or, uno de los más grandes de Francia. La parada de metro más cerca es Masséna. Ocupa un total de 105 hectáreas. Fue construido en el año 1856 por los hermanos Eugène y Denis Bühler, que tardaron más de cinco años en acabarlo. La idea fue del alcade de Lyon de aquel tiempo, que logró convencer al consejo municipal que la gente de la ciudad necesitaba un gran lugar de ocio, al igual que los parisinos, que tenían ya varios parques. El parque está lleno de flores y árboles y hay muchísima gente. Tiene nada más y nada menos que siete entradas. En total hay 350 rosaledas, 8.800 árboles, un jardín botánico con visitas comentadas de forma gratuita, un jardín zoológico con varias especies de animales, varias zonas de paseos y algunas cafeterías. El lago es artificial. Hay una zona de recuperación de tortugas (aunque, las pobres, tienen que sufrir que adolescentes les escupan encima o que algunos niños o no tan niños las molesten con palos). Pero quizás lo más curioso sea ver gamos o tres jirafas. El parque es enorme y no pudimos recorrerlo entero. Hay un trenecito que te pasea pero a esas horas de la tarde ya había terminado su horario. He visto que hay cocodrilos, leones y tigres (y todo gratis). Su curioso nombre proviene de una antigua leyenda que cuenta que en este parque hay una cabeza de oro en el fondo de su bonito lago. Etapas 1 a 3, total 20
Después de desayunar un poco fuimos a coger el tranvía. Como habíamos comprado la tarjeta de transportes de 24 horas, aún nos servía. Y eso, quieras que no, es un ahorro.
Nos bajamos en la estación de Part Dieu, en cuyas inmediaciones ya habíamos estado el día antes. Cogimos el TGV a las 8.34 y llegamos a Estrasburgo a las 12.21 horas. Según una tradición, sostenida desde el siglo XIV, la ciudad era más antigua que Roma y fue fundada por Trebeta, hijo del legendario rey asirio Nino o Ninus e hijastro de la reina Semíramis de Babilonia. Hoy se descarta. El origen de la ciudad se sitúa en una isla promontorio formada en su confluencia, por los ríos Ill y Bruche antes de su desembocadura en el Rin. Allí ya habría habido asentamientos celtas. Entre los años 12 a. C. y 9 a. C., el general romano Druso el Mayor, hermano del emperador Tiberio, fue el encargado de ejecutar el plan de Augusto para la consolidación de la frontera renana de la Galia que permitiría las incursiones posteriores en territorio de la Germania. Instaló un fortín de vigilancia fortín sobre el asentamiento celta de nombre Argentorate. El castellum de Argentoratum se transforma en el campamento militar o Castrum, integrado en la red de fortines creada en la frontera del Imperium o limes por el ejército romano. Fue arrasada en el 451 por las huestes de Atila. Hacia el 496, el rey franco Clodoveo I derrotó a los alamanes en la Batalla de Tolbiac, acontecimiento que marca el inicio de la dominación merovingia de Alsacia y el resurgir de la ciudad, a la que se le da el nombre franco de Strateburgum o "ciudad de los caminos". Tras el reparto de 511 de las posesiones de Clodoveo I, la ciudad queda integrada en el reino de Austrasia a partir de Teodorico I. El 14 de febrero de 842 tienen lugar los Juramentos de Estrasburgo o el pacto por el cual los nietos de Carlomagno, Carlos el Calvo y Luis el Germánico acordaron una alianza militar en contra de su hermano mayor Lotario I. Las hostilidades terminarían con el reparto del Imperio carolingio por el Tratado de Verdún de 843 y en el que la ciudad de Estrasburgo es asignada al reino de Lotario, la llamada Lotaringia. Duró poco. Con la destitución de Carlos el Gordo Estrasburgo se incorpora al reino de Germania de Arnulfo de Carintia. En el 982 el emperador Otón II concede al obispado de Estrasburgo la total autoridad sobre el conjunto de la ciudad y sus arrabales. El obispo se convierte en señor feudal. Estrasburgo acabaría siendo ciudad libre del Imperio desde 1263 a 1518. Durante el Renacimiento, las ideas del humanismo y la Reforma de la Iglesia encuentran en Estrasburgo un centro de propagación gracias a la disposición de la imprenta. Desde el año 1518, se publicaron en la Catedral los escritos y tesis de Martín Lutero hasta que a partir del 1524 las iglesias y lugares de culto católico se consagraron al protestantismo. Se acogió a muchos protestantes exiliados. La Guerra de los treinta años afectó severamente a la demografía de Alsacia. Estrasburgo se salvó. Tras la Paz de Westfalia se incorporó en parte a las posesiones de la corona de Francia. Desde 1704 a 1790 el obispado de la ciudad queda en manos de la prestigiosa familia Rohan. De 1756 a 1790 la Universidad de Estrasburgo conoce su apogeo, con cerca de 5 000 estudiantes inscritos en ese período entre los que destacan personalidades como Goethe. El 24 de abril de 1792, la Asamblea Nacional declara de guerra a Austria, despertando una ola de patriotismo en todo el país que en Estrasburgo se concreta con la composición al día siguiente de un himno compuesto por Rouget de Lisle, en honor al ejército del Rin, y que rápidamente popularizado, será más tarde conocido como La Marsellesa. Vivió una época de esplendor con Napoleón. Durante la Guerra Franco-prusiana, Estrasburgo fue objeto de un terrible asedio de 43 días de bombardeos tanto a edificios militares como civiles. Al final de la guerra, la soberanía de Estrasburgo fue cedida en cumplimiento del acta de delimitación de fronteras del 26 de febrero de 1871 y ratificado por el Tratado de Fráncfort de 18 de mayo, pasando a ser designada capital del nuevo Reichsland de Alsacia-Lorena. En 1911, como resultado de la influencia de los sectores regionalistas, el Reichsland adoptó una Constitución que ratificada por el Emperador, reconocía una autonomía parcial a la provincia que adquiría el rango de Lander a imagen de las otras regiones del Imperio. Se construyen importantes edificios. A principios de noviembre de 1918, con el colapso del Imperio y la abdicación del Káiser y en vísperas del armisticio, la Dieta de Estrasburgo con el apoyo de algunas unidades militares se unió al movimiento insurreccional de la Revolución de Noviembre y declaró el 11 de noviembre de 1918 la independencia de la República social de Alsacia y Lorena, estableciendo la administración por un consejo de obreros y soldados o soviet. Empiezan a llegar tropas francesas. El 19 de junio de 1940 las tropas hitlerianas entraron en la ciudad, evacuada por el ejército francés el día anterior. A partir de 1943 la ciudad sufre algunos bombardeos de la aviación aliada, siendo el más severo el del 11 de agosto de 1944 que afectó al centro histórico en el que edificios como el palacio Rohan o la catedral resultaron dañados. La ciudad sufre por culpa de los nazis y de los aliados. Léclerc liberó la ciudad en noviembre de 1944. Tras el fin de la guerra, Estrasburgo se convirtió en símbolo de la reconciliación francoalemana y por extensión, europea, al ser elegida sede del Consejo de Europa en 1946. Nos separan pocos metros del hotel Lagrange Apart'Hotel Strasbourg Wilson, en el Boulevard du Président-Wilson. Son apenas unos 5 minutos caminando de la estación. Tenemos una pequeña cocina. Dejamos las maletas y salimos rápidamente porque ya es un poco tarde y si esperamos un poco más no encontraremos dónde comer. Subimos por la Rue Fauburge-du-Saberne hasta llegar al Canal, que atravesamos por un pequeño puente. Seguimos por la Rue du vieux marché aux vins y pasamos por la Place du Homme de fer. Llamar a este espacio plaza quizás sea demasiado. Es un lugar donde convergen todas las líneas de tranvía de la ciudad. Encima hay una rotonda enorme de vidrio. La plaza se llama así por una figura con armadura que está en la entrada de una farmacia (copia; la original está en el Museo histórico). Debemos fijarnos bien para verla porque seguro que a mucha gente le pasa desapercibida. La estatua recuerda que hasta 1681 todos los miembros de las corporaciones locales debían presentarse armados a la autoridad para defender la ciudad contra los posibles enemigos. Enfrente hay un local de esos famosos grandes almacenes llamados Printemps. Seguimos avanzando y llegamos a la Plaza Kléber. Ésta es la principal plaza de la ciudad y lleva el nombre del general Jean-Baptiste Kléber, nacido en Estrasburgo en 1753. En el centro está la estatua de este personaje, que alberga también la urna con sus restos funerarios. Uno de los principales edificios es el Aubette, en cuyo interior hay un pequeño centro comercial con algunas tiendas de ropa. Antiguamente albergaba el cuerpo de guardia. A partir de 1870 fue conservatorio de música. Pero en realidad toda la plaza está rodeada de tiendas y cafeterías. Por la Rue des Grandes arcades llegamos a la Plaza Gutemberg, antiguo centro de la vida política y social de la ciudad. Se le dio ese nombre en 1840 para conmemorar la estancia hacía 4 siglos de Gutemberg en la ciudad. Gutemberg era de Maguncia pero estaba desterrado y vivió en Estrasburgo desde 1434 a 1444, trabajando como aprendiz de platero pero seguramente también trabajando en su imprenta de caracteres móviles. La estatua que se encuentra en la plaza fue creada por David D’Argers. La estatua tiene dos partes, la de la estatua de Gutenberg propiamente dicha, hecha a base de bronce y granito, que parece que está arrodillado sobre una pierna y con un pergamino en la mano, y, la base, que cuenta con cuatro caras, construida a base de paneles de bronce. Cada cara cuenta con una imagen tallada en relieve que trata sobre sucesos de la imprenta. El edificio de estilo clásico y elegante que destaca en la plaza, y que se encuentra justo detrás de la estatua es la Casa de Comercio e Industria de Estrasburgo, pero en un pasado fue el edificio del Ayuntamiento (el cual ahora se encuentra en la Place Broglie). Fue construido en 1585 en estilo renacentista. También destaca el bonito carrousel. Pero desde allí se obtiene una maravillosa vista de la fachada de la catedral. Nos quedamos a comer allí, en el restaurante Gutemberg. Pedimos dos tarte flambée con nata, queso, bacon y cebolla de primero, chocroutte (Javi) y escalopa de ternera con patatas y ensalada (yo), manzana asada con canela y miel con un barquillo, nata y helado de vainilla y charlota con chocolate (tarta) con nata. 24,90 pax. La tarte flambée o flammenkuchen es uno de los platos más típicos de Alsacia. Sinceramente, a mí me gustó mucho. El chucrut alsaciano también es uno de los platos típicos. Consiste en la famosa col agria que encontrábamos en Alemania y otros países (y que no me gusta nada) acompañada de algunas carnes y patata. Después de comer nos fuimos a ver la catedral. La fachada se considera como un encaje hecho en piedra rojiza. Destaca su torre campanario de 142 metros, de 1439 y que hasta el siglo XIX era la más alta de la Cristiandad (fue superada por la catedral de Rouen). Entre los siglos III y IV se creó en Argentoratum una sede episcopal desde donde se organizó la conversión al cristianismo de la región, en especial la del pueblo germano de los alamanes, que ocupó el territorio durante el siglo V. Destacaron en esa labor evangelizadora los obispos Argobasto y Florencio. Tras la refundación de la ciudad hacia el 500 por los merovingios del rey Clodoveo I con el nombre de Strateburgum, el poder de la ciudad fue confiado progresivamente a los obispos de Estrasburgo y en 510 se construyó una primera catedral, de la que no se sabe nada. En el año 1002, durante la guerra de sucesión al Imperio, la ciudad, que estaba gobernada por el obispo Wernher I de Habsburgo (que había sido nombrado por Otón III), fue asediada y sometida al pillaje de las tropas del duque Herrmann de Suabia, contrarias a la elección de Enrique II, amigo personal del obispo, incendiando la catedral de la época carolingia. Wernher I de Habsburgo decidió en 1015 reconstruir un nuevo edificio. Fue consagrado en 1031 y terminado en 1050 y parece que era uno de los mayores templos del Sacro Imperio. Se amplió entre 1135 y 1150. Entre 1180 a 1240 se hizo otra ampliación, en estilo gótico. La fachada destaca por los tímpanos que rematan los tres portales. Están decorados con diversos grupos escultóricos inspirados en hechos de la vida de Cristo y que se coronan cada uno por un doble gablete. El rosetón es único porque tiene representadas espigas de trigo en lugar de imágenes religiosas. El tímpano del portal central lo ocupa la Pasión de Cristo, rodeada de esculturas representativas de diversos profetas y mártires en torno a escenas del antiguo y nuevo Testamento. Una escultura de la Virgen con el Niño en el pilar central nos recuerda que la catedral se consagró a Nuestra Señora (Notre Dame). En la parte superior destaca la figura del Cristo Rey y Juez rodeado de varios leones músicos. En el portal norte (a la izquierda) hay unas figuras femeninas denominadas "las virtudes triunfan sobre los vicios". El tímpano refleja la infancia de Jesús. En el portar sur (a la derecha) vemos la escena de las "vírgenes prudentes", que sostienen cada una una lámpara de aceite junto con las Tablas de la Ley al lado de la imagen del "esposo ideal", en oposición a las "vírgenes necias" que, cerrando las Tablas y volcando sus lámparas, se ofrecen al "Tentador", figura masculina, que sostiene la manzana prohibida y cuyo hábito se encuentra cubierto de reptiles. El tímpano de este portal representa escenas del Juicio Final y en su base se muestran las imágenes de los signos del Zodiaco junto con escenas de la vida de las labores del campo. En otra etapa volveré a hablar de esa tipología de vírgenes necias vs vírgenes sabias. En el interior podemos ver preciosas vidrieras de los siglos XIII y XIV; un púlpito de 1485 (joya del gótico tardío) y un órgano. Pero las dos joyas son el Pilar de los ángeles y el Reloj astronómico, de los que hablaré en la etapa siguiente. El púlpito, de estilo gótico flamígero, tiene figuras evocan escenas de los apóstoles evangelistas, la crucifixión y de la vida de santa Bárbara. Pero lo más curioso es un perro que recuerda al de uno de los predicadores, cuya mascota le calentaba los pies en invierno mientras leía la homilía. En la plaza, llena de tiendas de souvenirs y cafeterías, está la oficina de turismo. Vamos a pedir información. El mapa bueno cuesta 1,5 euros así que no lo cogemos porque ya tenemos uno casi igual. Aprovechamos para comprar el pass de la ciudad. Cuesta 22 euros y da derecho a hacer el crucero (13 euros), la entrada para ver el reloj astronómico (3 euros) y para un museo (entre 6,5 y 7,5 euros). El segundo museo cuesta la mitad. Después hay algunas cosas que cuestan a mitad de precio. Solo que hagas las tres cosas principales ya te sale a cuenta. El pase vale para 3 días consecutivos. Es recomendable reservar el barco. La oficina de Batorama está justo al lado de la oficina de turismo. Cogemos hora para las 18 horas en un barco cubierto. Al lado de la oficina de turismo está la Maison Kammerzell, la casa más bonita de Estrasburgo. Era la casa de ricos mercaderes. La casa se construyó en el siglo XVI para un comerciante de quesos llamado Martin Braun. No obstante, la planta baja, construida en piedra, es del siglo XV. Allí había tiendas. Vale la pena detenerse a ver el entramado de madera, con vigas talladas en el siglo XVI. En el primer piso, sobre la entrada, está inscrita la fecha 1589. A mediados del siglo XIX perteneció a Philippe Kammerzell, tendero. Es de estilo renacentista italiano. Actualmente hay un restaurante. En el interior, unos frescos de Leo Schnug (1878-1933) representan la 'Nef des fous' (Nave de los locos) y el 'Supplice de Tantale' (Suplicio de Tántalo), al estilo de los escritores renanos del siglo XVI. También destaca la Pharmacie du Cerf (Farmacia del Ciervo), del siglo XIII. La planta baja en piedra, cuyas arcadas están adornadas con ramas y serpientes, data de aquella época. Los pisos altos de entramados son de 1567. La Rue du Maroquin tiene preciosas casas de entramado de madera y muchas tiendas. Esta calle peatonal conduce a la Place du Marché-aux-Cochons-de-Lait, cuyo nombre está ligado a la antigua Grande Boucherie (Gran Carnicería), hoy Museo Histórico. En el número 1 hay un edificio con entramados y galerías externas de madera (la Maison au Cochon de Lait), muy raras en la ciudad. Sobre el techo se alza una veleta en forma de borceguí que recuerda al emperador del Sacro Imperio Segismundo, visitante en la ciudad en 1414, que según cuenta la leyenda en sus prisas por llegar al baile olvidó sus botas y hubo de entrar a calzarse en la zapatería que había entonces en este local. En esa plaza hay muchos locales para comer algo. Bajamos hacia los muelles y vamos a ver la Iglesia de Santo Tomás, la más grande de Estrasburgo después de la catedral. Se construyó entre los siglos XII y XV. Con la Reforma se convirtió en iglesia luterana en 1549. Está cerrada así que no podemos entrar. Nos dirigimos hacia uno de los puntos más interesantes de la visita a la ciudad, la Petite France. Se trata de un antiguo barrio de pescadores, molineros y curtidores que hoy han dado paso a los restaurantes y bares. Las casas son de entramado de madera y la mayoría datan de los siglos XVI y XVII. La más bonita es la de los "Tanneurs" (los curtidores), de 1572. Muchas de esas casas tenían dos pisos con un desván abierto de varios niveles que proporcionaba a los curtidores las condiciones ideales para transformar el cuero y secar las pieles, que se habían lavado previamente en el canal. La verdad es que todas las casas son muy bonitas. El nombre de Petite France parece encantador pero su origen no lo es tanto. Parece que a medidados del siglo XVI aumentaron en la ciudad, que por aquella época era una villa libre dentro del Sacro Imperio Germánico, los casos de sifilis, conocido como "el mal francés". Para combatir la enfermedad las autoridades de Estrasburgo crearon un hospicio en un antiguo edificio, el hospice des Vérolés. El muelle situado junto al hospital tomó el nombre de Petite France. Con el tiempo acabó extendiéndose y así fue como llegó hasta nuestros días. La Petite France está delimitada por el Puente de Saint Martin y los Puentes Cubiertos, cuatro torreones (aunque se ven muy claros solo tres) del siglo XIV que han conservado su nombre, a pesar de la desaparición de la cubierta en el siglo XVIII. Las fotos tradicionales no pueden hacerse bien porque hay edificios tapados por obras. Desde el Puente de Saint Martin tenemos vistas a la esclusa y al salto de agua, que antes impulsaba a los molinos y que hoy arroja agua con muchísima fuerza al canal. Es típico colocarse allí para ver el funcionamiento de la esclusa cuando pasa el Batorama. Ese sistema ya lo vimos en Béziers y en Narbonne (allí dentro de un barquito turístico). El centro del "barrio" es la plaza Benjamin-Zix constituye un centro neurálgico. De ella salen varias calles con aire medieval, flanqueadas por casas de entramado de madera de madera, como la Rue des Dentelle o la Rue du Bain-aux-Plantes. Por ellas se llega a la iglesia luterana de Saint-Thomas o, por el otro lado, a Saint-Pierre-le-Vieux, que acoge cultos protestante y católico bajo el mismo techo. Entre 1200 y 1250 se concibió una muralla-puente con torres. En origen esos puentes eran de madera con tejados. Es por eso que se llaman Puentes cubiertos. En el siglo XIX la madera se remplazó por piedra. Las cuatro torres, que fueron utilizadas durante largo tiempo como cárcel, son la Tour du Bourreau (Torre del Verdugo), Heinrichsturm, Hans von Altheimsturm y Tour des Français (Torre de los Franceses). Detrás de los puentes se dibuja vemos un barrio situado sobre un delta fluvial formado por cuatro canales (Zornmühle, Disenmühle, Spitzmühle y el canal de navegación), desde es posible aún apreciar los restos de los molinos de agua, los diques y las esclusas. Justo enfrente está "le Barrage Vauban". Cuando Alsacia se incorporó a Francia en 1681, para reforzar las fortificaciones medievales, el famoso Vauban hizo esta estructura por orden de Luis XIV. Era un puente casamata que permitía cerrar las compuertas e inundar el frente sur de la ciudad para evitar asaltos enemigos. En el siglo XIX se reformó la presa. En los años 60 se acondicionó en él una terraza de acceso gratuito desde la que se obtiene una vista excelente de la Petite France y los puentes cubiertos. Si miramos hacia el otro lado vemos la Prefacture, del arquitecto Vasconi, y l’Ecole Nationale d’Administration (ENA), encargada de formar a los altos funcionarios franceses e internacionales y edificada sobre un antiguo edificio del siglo XIV que correspondía a la encomienda de los Hospitaliers de Saint-Jean de Jérusalem (los hospitalarios). En este lado está también el moderno Museo de arte contemporáneo. Es un edificio en cristal construido por el arquitecto Adrien Fainsilber en 1998 sobre una terraza panorámica que domina el Ill. Hay colecciones de 1860 a 1950 y de 1950 en adelante. Recorremos la Grand Rue, llena de tiendas. Nos vamos ahora a visitar la Plaza Broglie. En este lugar se celebraban los torneos de caballos en la Edad Media (la verdad es que por su forma alargada y muy poco parecida a una plaza lo parece). Apenas era un solar abandonado cuando en 1730 el gobernador militar de Estrasburgo decidió adecuarlo. François-Marie, duque de Broglie y gobernador de Alsacia, uno de los mejores generales de Luis XV. La mansión de Hanau-Lichtenberg, actualmente Ayuntamiento de la ciudad, tiene estilo regencia y se construyó por aquel entonces. Un primer teatro, destruido por un incendio en 1800, fue reemplazado veinte años más tarde por el edificio actual. Tiene un peristilo adornado con musas y en piedra arenisca de estilo neoclásico. En el interior, hay una sala 'a la manera italiana' con sillones de terciopelo carmesí que acoge hoy las representaciones de la Ópera del Rin. Frente al teatro vemos el obelisco al general Leclerc, que liberó Estrasburgo el 23 de noviembre de 1944. En frente del ayuntamiento, se halla un edificio con cañones dispuestos en la acera. A sus lados se alza la estatua del general Kellermann, nacido en la ciudad. Un poco más lejos, la fachada del Banco de Francia está adornada con dos medallones. Uno evoca a Rouget de Lisle, teniente del Ejército del Rin quien cantó por primera vez la Marsellesa en el salón del alcalde Frédéric de Dietricht el 26 de abril de 1792, a raíz de la declaración de guerra contra el Emperador de Austria; el segundo evoca a Charles de Faucauld, nacido en este lugar en 1858. Durante el mes de diciembre la plaza acoge el mercado Christkindlmärik (Mercado del Niño Jesús). Ya va siendo la hora. Nos hacen ir al barco con 15 minutos de antelación. Es bastante grande y, a pesar de ser el último del día, va lleno (con el coronavirus algunos asientos no pueden ocuparse). Nos facilitan unos auriculares al entrar (algo cortos) para poder escuchar una grabación explicativa en varios idiomas (también español), bastante completa. El circuito, que se llama "Strasbourg, plus de 20 siècles d'historie", dura alrededor de una hora y 10 minutos y es bastante completo. Está bien porque además de la explicación va y vuelve por sitios distintos. Cogimos el barco en el embarcadero, cerca del Museo histórico. Ojo porque hay varios (señalados con letras de la A a la C) pero en el ticket ya pone cuál es el tuyo. Hay barcos todo el día. Algunos son cubiertos (con cristal- se ve perfectamente) y otros descubiertos. Pasamos por la antigua aduana, un enorme edificio amarronado con muchísimas ventanas. Hoy es un restaurante. Más adelante a nuestra izquierda quedará la Iglesia de San Nicolás y después el antiguo Hotel du dragon. La iglesia fue construida entre 1387 y 1454 en el sitio de una iglesia anterior, del siglo XII, dedicada a María Magdalena. Su alta aguja data de finales del siglo XVI. Jean Calvino llegó a predica en ella en 1528. Al otro lado del canal queda la iglesia de Santo Tomás y detrás la Iglesia de Bouclier, de culto protestante. Empezamos a acercarnos a la Petite France y nos preparamos para pasar la esclusa. En mi diario sobre Béziers y Narbonne ya expliqué un poco cómo funciona. Se cierran las compuertas y pasa el agua hasta que el barco se eleva lo suficiente como para ponerse al nivel del otro lado. Junto a nosotros aparecen ya las preciosas casas, con la Maison des Tanneurs al frente. Seguimos hasta los Puentes cubiertos y la Barrage Vauban. Llegados a ese punto, subimos, dejando a nuestra izquierda el edificio del E.N.A. y a nuestra derecha la Torre del verdugo. Pasaremos por una nueva esclusa. Seguimos adelante, con la iglesia de Saint Pierre le vieux a la derecha. Hablaremos de ella en la siguiente etapa. Más adelante a la izquierda está la iglesia de saint Jean. Un poco más allá estaba la antigua sinagoga. Ahora se alza el centro comercial Les Halles. Un poco más allá, a la derecha, nos queda la Iglesia protestante de Saint Pierre-le-jeune de la que hablaré en la siguiente etapa. Desde el Puente de la Fonderie, se puede ver el Palacio de Justicia, de estilo neoclásico y renovado recientemente. Al lado está la Iglesia de Saint Pierre-le-Jeune pero en este caso de culto católico. Es fácilmente reconocible por su enorme cúpula verde. La Neustadt (literalmente « nueva ciudad »), también conocida como barrio alemán o barrio imperial, es la extensión de la ciudad de Estrasburgo realizada por las autoridades alemanas durante la anexión de Alsacia-Lorena. Se ubica al norte y al noreste de la Gran Isla de Estrasburgo, el centro histórico de la ciudad. Su construcción, comenzó en los años 1880 y duró hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, lo que permitió triplicar la superficie de Estrasburgo. Es uno de los mejores ejemplos de arquitectura alemana de esos tiempos, junto con el barrio de Metz. Hay muchos edificios "neo" (neogótico, neorrenacentista, neobarroco, neobizantino) y modernistas (o « Jugendstil »). La plaza de la República y el puente del Teatro forman el vínculo entre la Nueva Ciudad y la Vieja Ciudad. En la Plaza de la República están el Palacio de Rin, antiguo palacio imperial; Palacio de la dieta de Alsacia-Lorena - Teatro Nacional de Estrasburgo, antiguo Landtag; la Biblioteca nacional y universitaria; Prefectura y Tesorería general, antiguos edificios ministeriales y la Villa Greiner, hoy Museo Tomi Ungerer. La Plaza de la República fue diseñada entre 1871 y 1918. En el centro se alza el monumento a los muertos erigido en 1936 por el escultor Drivier. Representa a una madre con sus dos hijos, muerto uno de ellos por Francia y el otro por Alemania. Es lo que Alsacia vivió en las dos guerras mundiales. La Bibliothèque Universitaire está instalada desde 1895 en un palacio neorrenacentista, de estilo veneciano, y construida por dos arquitectos de Leipzig, August Hartel y Skjold Neckelmann. La fachada está adornada con una guirnalda con medallones donde el arquitecto local Geoffrey Conrath está al lado de Molière y de Shakespeare. Una cúpula de vidrio domina la parte central del edificio. Varias bibliotecas alemanas cedieron a la de Estrasburgo libros que fueron destruidos posteriormente por los bombardeos aliados durante la Segunda Guerra Mundial. El emperador Guillermo I ofreció 4.000 volúmenes de su colección personal. En 1875 hubo 2.750 donantes, por lo que en 1879 la biblioteca contaba con 386.073 volúmenes. En la Segunda Guerra Mundial, la gran mayoría de las colecciones se trasladó a varios lugares de Alsacia y los alrededores de Clermont-Ferrand. El edificio de la antigua Landesausschuss, hoy Théâtre National de Strasbourg, fue construido entre 1888 y 1899 en estilo neoclásico para dar cabida a la delegación del territorio del Imperio. Se convirtió en el Parlamento de Reichsland Alsacia-Lorena en 1911. Después de la Primera Guerra Mundial albergó el Conservatorio de Música. En 1972 se instaló también el Ministerio de Cultura. El Palais du Rhin es un coloso de arenisca amarillo, mezcla de arte antiguo, renacentista y barroco. Fue construido especialmente para el emperador Guillermo I según proyecto del joven arquitecto prusiano Hermann Eggert. El emperador murió en 1888, antes de residir en el palacio. Sí lo ocupó su nieto Guillermo II. La monumental entrada tiene una triple hilera de escaleras. El edifico acoge ahora la Comisión Central para la Navegación del Rin y la Dirección Regional de Asuntos Culturales (DRAC). Otros dos edificios gemelos situados en la lateral Avenue de la Paix ocupan el Tesoro Público y la Prefactura. Después del puente de la Universidad, el Ill se separa en dos brazos, formando la isla de Santa Elena. Aquí se alza la iglesia de San Pablo, un edificio neogótico construido por el arquitecto Louis Müller entre 1889 y 1897 que se inspira en la catedral de Santa Isabel de Marburg en Hesse (Alemania). Tiene planta de cruz griega y domina todo el barrio imperial con sus flechas gemelas de una altura de 76 metros. Al principio servía de templo protestante a la guarnición militar alemana establecida en la ciudad desde 1871 antes de transformarse, a partir de 1918, en la iglesia parroquial de la comunidad reformada de Alsacia y Lorena. A la derecha nos queda la Universidad. El exterior del edificio, con una gran escalera y columnatas, se inspira en los palacios genoveses del renacimiento italiano. Una serie de personajes célebres, desde Leibniz hasta Kant, La fachada de arenisca amarilla está decorada con imágenes de famosos personajes como Kant. El Palacio es uno de un conjunto de edificios destinados a la enseñanza y la investigación, construidos alrededor de un jardín de ocho hectáreas. Aquí se encuentran el Museo Zoológico, la Galería Científica, el Museo Sismológico, el Observatorio y el Planetarium. Siguen toda una serie de casas construidas en época alemana, de la más distinta índole. Se pueden destacar la Villa Otto Back o la Villa neorrenacentista. Pasamos por delante de ARTE, cadena de tv. Nos vamos adentrando en el Barrio europeo. El Palacio de Europa, fácilmente reconocible, es un enorme cuadrado de arenisca rosada, de vidrio y de acero, construido en 1975. Las banderas de los países afiliados al Consejo de Europa ondean en el pórtico. El interior se organiza alrededor de un extenso hemiciclo y jardines. Es la primera asamblea parlamentaria internacional de la historia. En 1958 Estrasburgo fue elegida como sede de la Asamblea de la Comunidad Europea, el antecedente del Parlamento Europeo y cuya sede también ostenta desde la cumbre de Edimburgo de 1992. Ello supuso la construcción de un nuevo edificio encargado al grupo Architecture Studio y terminado en 1998. Tiene una fachada majestuosa en semicírculo que refleja las figuras de Galileo y Kepler. El corazón del edificio es el hemiciclo con 750 escaños, donde se celebran los debates y votaciones. Estrasburgo también es sede del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que se ubica en el Palacio de Derechos Humanos inaugurado en 1995. El arquitecto fue Richard Rogers, diseñador también del edificio Lloyd's en Londres y del centro Beauburg en París. Hablaré de todo ello más extensamente en la etapa siguiente. Volvemos hacia atrás pero lo hacemos por el otro brazo. Toda esta zona, junto al agua y bajo los puentes, está llena de jóvenes haciendo botellón (a las 6 de la tarde). Vemos el enorme edificio de Gallia, donde creo que hoy hay una residencia de estudiantes. Más adelante a la izquierda nos queda la Iglesia de Saint Guillaume. Fue construida fuera de las murallas de la ciudad en 1307, originalmente como un monasterio. Es muy sencilla en sus formas. Era la iglesia de los barqueros recién formados y del Gremio de pescadores en general, como lo ilustra el ancla que se encuentra en la torre del reloj. Desde 1534 en adelante, se convirtió en parte del movimiento luterano. Ha conservado sus vidrieras medievales, una mampara de piedra que data de 1485, una silla de 1656 y las tumbas ricamente decoradas de los condes de Werd (1344), en la parte trasera del coro. La torre del reloj, construida en 1667, es de forma trapezoidal. El barco nos deja frente al Palacio Rohan, del que hablaré en la siguiente etapa. Al otro lado del canal, en el Quai des Bateliers, está la Iglesia de Santa Magdalena. Cuando dejamos el barco, vamos a dar un último paseo. Pasamos por delante de la Iglesia de saint Guillaume, llegamos hasta el puente para ver Saint Paul y continuamos hasta la Plaza de Saint Etienne. Allí está la Iglesia de saint Etienne. Según una leyenda Adalberto I duque de Alsacia, la habría construido hacia el 720 y habría puesto al frente a su hija Atalia (o Attalea). Adalberto era hermano de santa Odilia y Atalia había profesado en el monasterio de Hohenbourg de donde su tía era abadesa. El rey franco Chilperico II (715-721) habría otorgado un privilegio de inmunidad para el nuevo monasterio, confirmado posteriormente por Lotario I (en 845) y Luis III (en 856), convirtiéndose en una institución bajo protección real hasta que a principios del siglo XI fue entregada al obispo de Estrasburgo. A mediados del XIV se transformó en un capítulo señorial de carácter secular. En 1541 la reducida comunidad se incorporó a la iglesia protestante. En 1687 entró una comunidad masculina que luego se sustituiría por otra de monjas hasta la Revolución. Después de muchas vicisitudes, en 1861 se transformó en escuela, bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial. Aún se mantiene el centro de enseñanza. Sería, pues, la iglesia más antigua de Estrasburgo (o de las más antiguas). El templo Nuevo era la antigua Iglesia Dominica, construida en el siglo XIII y destruida casi en su totalidad durante los bombardeos de 1870. En ella hoy en día hay conciertos durante todo el año. Es protestante. No pudimos echar más que un vistazo porque ya cerraban. Imagenes relacionadas Etapas 1 a 3, total 20
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