...a notar desorganización. Tras recoger maletas en el aeropuerto, tomamos un autobús concertado con MSC hacia la estación marítima del puerto de Marghera (Marguerite), un puerto comercial, sucio, nada preparado para recibir turistas de crucero y muy alejado de la Venecia que uno espera visitar. Desde allí comenzó un tedioso proceso de embarque: largas colas, revisiones de equipaje, chequeos duplicados (a pesar de haber hecho check-in online), esperas bajo el sol y sin aire acondicionado. Incluso tuvimos que repetir las fotos para las tarjetas de embarque. Finalmente, tras esperar también por el transporte en bote al barco, accedimos a bordo.
Sin embargo, nuestras habitaciones no estaban listas. Aunque a nosotros nos entregaron la cabina sobre las 14:30, otras parejas de nuestro grupo no pudieron acceder hasta las 19:00, tras reclamar de forma insistente. Un grave fallo de organización. Para colmo, la limpieza dejaba mucho que desear: cabinas aún con la ropa de cama de los huéspedes anteriores, baños sin desinfectar y falta de atención al detalle.
El barco: MSC Lírica
El MSC Lírica es un barco pequeño, de unos 10-12 años de antigüedad. En cuanto a entretenimiento, se queda muy corto: apenas un minigolf en la cubierta superior, espectáculos repetitivos en el teatro y actividades de animación escasas. La calidad de los shows era correcta (cantantes y bailarines entregados), pero tras ver dos o tres funciones, el contenido se volvía monótono. Las fiestas temáticas por la noche (como la “Silent Party” con cascos) aportaban algo de frescura, pero la sensación general era de una animación anticuada. Lo comparamos inevitablemente con otros cruceros que hemos realizado, como con Costa o Pullmantur, y este fue, con diferencia, el más caro y el menos satisfactorio en este apartado.
Gastronomía y paquete de bebidas
La comida fue, sin duda, uno de los aspectos positivos. Desde las 6 o 7 a. M. Hasta las 2 o 3 a. M., el barco ofrecía opciones variadas: desayuno buffet, restaurante con menú de cuatro primeros, principales y postres, comida rápida (hamburguesas, pizzas, perritos), meriendas con tortitas, gofres, frutas, y más. También podías encontrar pizza caliente hasta la madrugada.
Contratamos el paquete intermedio de bebidas, que incluía hasta 15 bebidas alcohólicas por día (cócteles, cervezas –Heineken de barril o botellín–, refrescos, agua). Este paquete fue más que suficiente para los adultos y niños, quienes contaban con una versión sin alcohol.
Personal a bordo
El trato del personal fue desigual. Destacamos positivamente a Bapi y Agus, nuestros camareros de restaurante nocturno, quienes, aunque algo serios al inicio, demostraron ser agradables y cercanos conforme avanzaron los días. La tripulación de limpieza y recepción, en cambio, fue menos diligente.
Puertos visitados
🏞️ Kotor (Montenegro)
Uno de los destinos estrella del crucero. Pueblo medieval perfectamente conservado, rodeado de montañas que le dan un aire de fiordo. Callejuelas con tiendas de souvenirs, restaurantes y un ambiente muy pintoresco. Se puede salir del casco histórico y bañarse en una pequeña playa de piedras grandes con aguas turquesas y no muy frías. La entrada y salida del barco por la bahía, especialmente de noche con la costa iluminada, fue espectacular. Tiempo suficiente para pasear, bañarse, comer, y disfrutar de las instalaciones del barco por la tarde.
🏝️ Mikonos (Grecia)
Otro de los puntos altos del viaje. Calles empedradas, casas blancas con... Leer más ...