Yo también he hecho la ruta de las capitales Bálticas esta semana pasada y por una lado he venido contentísima con el trato, la comida y la atención del personal de servicio, pero por otro lado he venido indignada con todo lo referente a las excursiones que contratamos con el barco. Además de costarnos MUCHO dinero, en Hamburgo nos pasamos gran parte de la excursión en un puerto comercial viendo la nada. Pero lo peor fue en San Petersburgo, también nos llevaron a una tienda en las afueras y nos dejaron por allí más de una hora y media. Nuestra guía era muy mala. Hablaba español peor que un niño de dos años, nos llevó corriendo por el Hermitage para acabar plantados 40 minutos en la puerta a que llegara el bus. También nosotras salimos casi con una hora de retraso y tampoco vimos el centro. Un soberano TIMO. Cuando volvimos al barco los encargados de las excursiones pasaron de nosotras, nos dieron una hoja de reclamación sin ningún tipo de validez, y se acabó montando un follón brutal, porque había mucha gente en la misma situación. Fue lo que nos amargó el crucero.