Después de alquilar coche durante 5 días en Hokkaido (16-20 de julio), el día 23 de julio volvimos a repetir la experiencia en Honshu para combinar la visita a parte de los cinco lagos (lago Kawaguchi, Cueva de Hielo Narusawa, Cueva del Viento Fugaku, Cueva del Murciélago, Mar de Árboles, lago Yamanaka) con la zona de Hakone (valle Owakudani, paseo en barco pirata por el lago Ashi y trayecto a pie de Hakone-machi a Moto-Hakone). Los días en que podríamos hacerlo eran el 22, el 23 o el 24 de julio que estábamos en Tokio (el 21, como era nuestro único domingo en la capital, lo reservamos para la zona Harajuku, parque Yoyogi y Omote-sando). Por desgracia, la previsión del tiempo para esos dos días no era muy halagüeña: daban una alta probabilidad de lluvias, por lo que no eran de los mejores días para hacer esta ruta. Paradojas de la vida, los días que estuvimos en Hokkaido y el domingo 21, hizo un tiempo espléndido en Tokio y alrededores. Así que escogimos el día 23 porque era el "menos malo" de los tres en los pronósticos.
El precio del alquiler el día del Fuji nos salió poco más o menos el mismo buscado por Internet en
www2.tocoo.jp/ ...bound/main que en las oficinas de alquiler de la Nippon de Tsukiji, 8.715 JPY (unos 66€). ¿Por qué lo alquilamos en las oficinas de la Nippon de Tsukiji? Pues porque decidimos que el día 23 madrugaríamos para ir al mercado de Tsukiji y aprovecharíamos acto seguido para coger el coche e irnos hacia el Fuji, de manera que el día anterior (que aprovechamos para ver también el mercado, aunque era ya un poco tarde) fue cuando hicimos todos los trámites de la reserva para así poder coger el coche al día siguiente sin esperas.
Podemos decir que este fue un día en parte gafado porque, de entrada, la visita a la subasta del atún del mercado de Tsukiji no pudimos hacerla, tal como indico en el hilo correspondiente
www.losviajeros.com/ ...;start=110 . Como a veces no hay mal que por bien no venga, la parte positiva de este caso es que podíamos salir una hora antes hacia el lago Kawaguchi a las 5:30 am en vez de a las 6:30 am como teníamos previsto. Por la información que llevábamos, el Fuji es más fácil verlo completo, sin estar tapado por las nubes, en invierno (no era nuestro caso) o por la mañana temprano (podía ser nuestro caso). Como el Navigation de nuestra tablet calculaba unas 3 horas y media por carretera, llegar sobre las 9 am al lago Kawaguchi nos pareció una buena idea para poder verlo despejado, sin necesidad de ir por autopista (unas 2 horas, pero muy cara). De manera que nos dirigimos a la oficina de la Nippon de Tsukiji y salimos de allí sobre las 5:40 am.
Sobre la experiencia de conducir en Japón podéis ver mi post que subí al hilo
Alquiler coche en Japón: www.losviajeros.com/ ...21#3993821 . Ahí comento por qué motivo en lugar de las 3 horas y media por carretera indicadas por el Navigation (que en Hokkaido nunca se equivocó con las previsiones de duración de las rutas), acabaron siendo casi ¡4 horas y media! para cubrir algo menos de 120 km. Una media inferior a ¡30 km/h!, que deja en ridículo a los irrisorios 50 km/h de velocidad máxima permitida en carretera, que siempre se suele sobrepasar, cuando se puede, que no fue este el caso. Las causas de esa velocidad "supersónica" son básicamente dos. Por una parte, el hecho de que en cada cruce haya siempre un semáforo, de manera que desde Tsukiji hasta salir de Tokio nos llevó más de 2 horas. Afortunadamente, la hora en la que salimos no era para nada hora punta y había poco tráfico, pero los semáforos hicieron que la salida de Tokio fuera interminable. Por otra parte, nada más salir de Tokio te encuentras mayoritariamente con una carretera de montaña llena de curvas que casi no te abandona hasta el lago Kawaguchi. Y así se tarda lo que se tarda. Algo parecido se puede decir que nos pasó volviendo del área de Hakone a Tokio.
A las 9:30 am, cerca ya del lago Kawaguchi, vemos por primera vez el Fuji. Se ve completo, con unas pocas nubes próximas a la cumbre. Le digo a mi mujer que aproveche y saque unas fotos. Me dice que es igual, que ya casi estamos llegando y que ya las hará mejor desde la orilla norte del lago. Al final la convencí al indicarle que la vista desde el coche sería distinta que desde el lago. Y menos mal, porque llegamos a la orilla norte del lago Kawaguchi a las 10 am y la cumbre del Fuji ya estaba totalmente cubierta por las nubes. Y cada vez había más, y aún más por detrás (la cara del Fuji que se ve desde Hakone).
La verdad es que el lago Kawaguchi, con o sin Fuji, vale realmente la pena porque es un bonito lago rodeado de cumbres volcánicas, algunas más bonitas que el propio Fuji.
De allí nos dirigimos a la Cueva de Hielo Narusawa. Paramos entrando en Narusawa en una pequeña tienda para preguntar en concreto dónde estaba esa cueva, la Cueva del Viento Fugaku y la cueva del Murciélago. El buen hombre nos lo explicó primero con señas y después sacó un mapa que nos pasó indicándonos perfectamente el recorrido. ¡Muy majos estos japos! Compramos los tickets que incluían la Cueva del Hielo y la Cueva del Viento y nos regalaron tres postales a cada uno del Fuji, en conmemoración por haber sido reconocido hace unas pocas semanas Patrimonio Mundial de la Humanidad.
En la Cueva de Hielo nos encontramos con un grupo de cinco personas que acompañaban a Augusto (el que hace la excursión organizada de los Cinco Lagos), que salían de la cueva, dándonos unos cuantos consejos: cuidado con la cabeza (hay zonas en que tienes que ir en cuclillas), con los resbalones y abrigarse del frío (es bastante fresquita). Volvimos a verlos en la Cueva del Viento. La Cueva de Hielo es la que vale más la pena de las tres, especialmente por su cascada congelada, como si se le hubiese sacado una foto y hubiera quedado "congelado" su movimiento de caída. Antes hay más bloques de hielo, pero me imagino que los habrán puesto para mantener la temperatura interior de la cueva para que no se descongele la cascada y así mantenerla abierta en verano. Las tres cuevas están al sur del lago Sai, muy próximas a él. A su vez, este lago es el que está a continuación del Kawaguchi hacia el oeste. Las tres son el resultado de las coladas de lava de las erupciones del monte Fuji, así que casi te imaginas que estás dentro de él. En las tres hay formaciones de lava curiosas.
En la Cueva del Viento se pueden ver pilares de hielo, pero en esta época del año ya estaban bastante derretidos a pesar de que también colocan bloques de hielo para su conservación. También hay otras cosas como algunas formaciones de lava (cordones y corrientes), así como latas con capullos de gusanos de seda (la cueva las mantiene más frescos de manera que nacen más tarde, cuando las hojas de la morera, su único alimento, ya están bien formadas) y una especie de musgo fosforescente al fondo.
La Cueva del Murciélago se llama así porque en ella viven unos pocos murciélagos, pero nosotros no vimos ninguno. Aparte de unos túneles por los que tienes que pasar en cuclillas o a gatas, bastante resbaladizos y largos de más como para que te canses y des la vuelta sin necesidad de recorrerlos completos, el interés básico de ella radica en alguna formación determinada de lava: la denominada "dome" (que más que una cúpula parece un montículo de mierda, dispensando), algunos cordones y la superficie de una corriente en la que se ven marcadas sus estrías como pequeñas olitas.
Pero otro motivo para ir a la Cueva del Murciélago, aunque no se entre en ella, es que desde su parking, al fondo a mano derecha según entras en él, parte el Mar de Árboles (Aokigahara Jukai), un bonito bosque recorrido por un par de caminos (nosotros cogimos el de la derecha). De hecho, el camino que va desde el parking hasta la Cueva del Murciélago, forma parte también de este bosque. Es famoso porque es uno de los lugares preferidos por los tokiotas para suicidarse (de él se saca una media de casi 100 cadáveres al año) y evitar que los familiares tengan que hacer frente a los costes de un suicidio en otras zonas. Está asociado históricamente con los demonios de la mitología japonesa y los esípritus de los muertos. Poemas de 1.000 años de antigüedad indican que el bosque está maldito. Además, es el bosque en que Hayao Miyazaki se inspiró para realizar sus dibujos y sus Totoros. Idependientemente de todo esto, es un bonito paseo con una naturaleza muy atractiva y un remanso de paz. Nosotros recorrimos la mitad, unos 500 m, y después dimos la vuelta.
Podríamos haber visitado algo más de lo habitual por los Cinco Lagos (cascadas y demás) pero si no, no hubiéramos tenido tiempo de ir a la zona de Hakone, ya que desde los Cinco Lagos hasta allí hay cerca de dos horas de viaje.
Poco después de salir del bosque (salimos a las 14:05) se puso todo negro y empezó a llover. A las 14:45 estábamos a orillas de lago Yamanaka y la lluvia era bastante seria. Pero desde ahí a Togendai, al que llegamos poco antes de las 16:00 horas, la cosa fue a peor: la lluvia era torrencial y casi no se veía la carretera, totalmente inundada, con el limpiaparabrisas a toda velocidad. El funicular estaba parado y no había un alma. Esperamos unos 15 minutos, pero no escampaba ni tenía la menor traza de ello, así que, muy a nuestro pesar, Hakone no pudo ser. Enfilamos hacia Hakone-machi en dirección a Tokio, con otras 4 horas y media más de viaje de vuelta desde Togendai hasta Tsukiji.
Lo de la zona de Hakone se torció y no pudo ser. De todas formas, es posible combinar los Cinco Lagos con Hakone en coche, saliendo temprano de Tokio (fundamentalmente para poder ver despejado el monte Fuji desde el norte del lago Kawaguchi) y cogiendo la autopista por lo menos a la ida porque, a pesar del pastón, son unas 2 horas hasta el norte del lago Kawaguchi, frente a 4 horas y media por carretera.