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Jueves 22 de agosto
El Parque Nacional de Tortuguero es una zona de selva protegida situada al norte de la costa caribeña y es probablemente el destino más sobresaliente de todo viaje a Costa Rica. La zona está surcada por canales, ríos y lagunas entre los que se asientan pequeños pueblos. No hay carreteras por lo que no se puede llegar en coche y el acceso se debe realizar por barca. Tortuguero tiene mas de 400 especies de árboles y 2200 especies de plantas, 170 especies de reptiles y mamíferos (incluyendo al esquivo jaguar) y 300 especies de aves. Además de observar la abundante flora y fauna selvática del área, el principal atractivo del parque es que en sus playas anidan las tortugas marinas en un espectáculo nocturno que es un gran atractivo turístico.
Aunque se puede hacer la visita por libre, es mucho más cómodo contratar un paquete que incluye traslado, alojamiento y alguna excursión. El tour más habitual (3 dias/2 noches) cuesta unos 300$ por persona en habitación doble (algo menos en triple) en hoteles de categoría y pensión completa.
Tortuguero se puede hacer por libre. Es posible llegar en coche hasta el embarcadero de La Pavona donde se puede dejar en un parking de pago y allí contratar el traslado en barco hasta Tortuguero. Las salidas son a las 7:00, 11:00, 13:00 y 16:00 aunque me dio la impresión que pagando se puede coger una barca a cualquier hora. También se pueden contratar los mismos hoteles de los tours por internet pero los precios son bastante elevados. No obstante hay mucho alojamiento sencillo y barato disponible. Una vez en Tortuguero hay que moverse en taxi acuático. Se puede elegir hotel en la playa o en el interior. Aunque el baño en la playa de Tortuguero está prohibido por las fuertes corrientes, yo os recomendaría uno en la playa porque, además de ser preciosa, el acceso al tour del desove nocturno es más fácil y el paisaje playero matutino tras el desove es muy interesante. En definitiva, salvo que cojáis un hotel de mochilero, no creo que se ahorre mucho dinero porque los hoteles son caros, moverse por libre en Tortuguero es difícil, las visitas al parque hay que hacerlas con guía y al final los tours hay que contratarlos sí o sí.
En todo caso nosotros llevábamos incluido el pack. El trayecto desde San Jose hasta La Pavona son 117 km que se hacen en dos horas y media. Nos pasaron a buscar a las 6 de la mañana en un autobús que nos dio una pequeña vuelta por la ciudad para recoger a otros turistas con los que íbamos a compartir los siguientes dos días. Así pudimos ver un poco del barrio colonial de Amón. Luego emprendimos el viaje hasta Guápiles donde íbamos a desayunar. Este trayecto se realiza por la Carretera 32 atravesando las montañas de la cordillera central y el Parque Nacional Braulio Carrillo en un primer contacto con la exuberante vegetación de este país que nos empezó a dejar asombrados. La carretera es un infierno de curvas y camiones porque comunica la capital con Limón, el principal puerto de Costa Rica. Una vez pasadas las montañas el paisaje es ya más llano, recto y menos boscoso. Esta parte de la carretera estaba en obras porque la están convirtiendo en autopista.
A eso de las 8 llegamos al restaurante Selva Tropical de Guapiles donde nos dieron un desayuno anodino.
La ciudad no tiene mayor interés pero el restaurante tiene un mariposario espectacular donde pudimos tomar contacto con algunas de las especies de mariposas más interesantes de Costa Rica, principalmente las preciosas Morpho azul, unas enormes mariposas con unas alas de un color intensamente azul en su interior y con círculos marrones en su exterior que asemejan ojos y les proporcionan camuflaje. Además tenían expuestas algunas orugas y crisálidas de las que pudimos ver salir alguna mariposa. Y por último en el jardín exterior pudimos ver nuestro primer colibrí.
Desde Guapiles a La Pavona, nuestro guía Alex, un resabiado y nada modesto personaje, aprovechó el viaje para presentarse, darnos algún dato sobre Tortuguero y sobre todo para explicarnos las excursiones opcionales que podíamos hacer. Nuestro tour (como todos) incluía 2 excursiones: el Tour del pueblo de Tortuguero el primer día por la tarde y el Tour matutino de los canales de 8:30 a 10:30 al día siguiente.
Además nos ofreció los siguientes tours:
a) Tour del amanecer, otro tour por los canales de Tortuguero, pero de 5:30 a 7:30, previo al que que ya teníamos incluido. En teoría se veían otros animales y otras zonas de Tortuguero. 30$ por persona. Unos españoles con los que nos cruzamos en La Pavona nos dijeron que merecía la pena y nos apuntamos.
b) Tour en kayak por los canales: igual que los otros pero en kayak. 40$ por persona. Este no le hicimos.
c) Subida a Tortuguero Hill, la montañita del parque. 25$ por persona + 10$ de entrada. Dudamos mucho si hacerlo porque es una estafa pero al final tengo que decir que merece mucho la pena.
d) Y por supuesto, el tour estrella: el tour del desove nocturno de las tortugas. 40$ por persona.
Finalmente a eso de las 10:45 llegamos al Muelle de La Pavona (GPS 10°32'42.3"N 83°35'45.8"W). Allí había un absoluto caos de autobuses y gente ya que nos juntábamos los grupos que acabábamos de llegar con los que venían de Tortuguero. El sitio tiene un restaurante y una pequeña tienda de recuerdos. Tras una visita a los servicios, a las 11 nos montaron en un barco con las maletas, nos pusieron unos chalecos salvavidas y emprendimos el viaje por el río La Suerte.
Sólo por el paseo ya merecería la pena el viaje. A lo largo de los 45 minutos de viaje por un canal de unos 20 metros de anchura de aguas lodosas e interminables meandros nos fuimos adentrando en una vegetación cada vez más tupida, dejando atrás pequeños terrenos de cultivo y praderas y adentrándonos ya al final en pura selva de esas de tener que ir con el machete para ir avanzando.
A dos tercios de viaje el rio desemboca en otro canal más ancho que cuando va a llegar al mar gira 45º y se pone paralelo a la costa durante unos 6 kilómetros formando lo que se llama la Laguna Penitencia. En esta zona se encuentra el Cerro Tortuguero, la única elevación del parque, de apenas 50 metros de altura. Aquí también empiezan a aparecer los hoteles y lodges anunciando la cercanía del Parque.
El canal gira entonces bruscamente 180º justo a la altura del Pueblo de Tortuguero que es la entrada al Parque Nacional propiamente dicho. En esta zona, llamada Cuatro Esquinas , desembocan también el Rio y el Canal de Tortuguero que vienen del sur y surcan el Parque Nacional. Finalmente la unión de todos estos canales llamada Laguna Tortuguero vuelve a subir hacia el norte siempre paralelo a la playa hasta desembocar en el mar a la sombra de Tortuguero Hill.
HOTEL LAGUNA LODGE
www.lagunatortuguero.com/
Nota: 6/10
Nuestro hotel estaba en este último tramo, a unos 2 km de Tortuguero y justo antes del pequeño aeropuerto local, en la franja de terreno que queda entre el canal y el mar.
Era un lodge, o sea un hotel con bungalows de madera dispersos en un fantástico jardín tropical poblado de iguanas, aves, ranas y mariposas. Las habitaciones eran bastante pequeñas y oscuras pero correctas. No había aire acondicionado, pero sí ventilador. El wifi era paupérrimo, apenas daba para los whastapps y poco más, pero teniendo en cuenta donde estábamos no se puede pedir mucho más. La pensión completa consistía en un limitado buffet libre, aceptable sin más. El personal con el que hablamos no nos pareció especialmente amable. Eso sí, el entorno era maravilloso con un jardín soberbio, dos piscinas, rodeados de selva y con una salida directa a la fantástica playa de Tortuguero.
EXCURSIÓN AL PUEBLO DE TORTUGUERO
Nos dieron un cóctel de bienvenida, dejamos las maletas en las habitaciones y nos asomamos a la playa de Tortuguero, una preciosa playa salvaje de arena oscura y de apenas 15-20 metros de anchura con un oleaje continuo y con una tupida vegetación. Allí vimos unos curiosos pájaros de pico curvo llamados zarapitos.
A las 14:30 habíamos quedado en el embarcadero del hotel con el resto del grupo, nos metieron en dos barcas y nos llevaron a la Caseta de entrada del parque en el Pueblo de Tortuguero situada a 2 km al sur del hotel donde desembarcamos.
De la caseta al sur es Parque Nacional y para visitarlo hay que pagar entrada. Como nosotros lo ibamos a visitar al día siguiente, nuestro guía Alex nos llevó a un templete con unos paneles explicativos y nos soltó una parrafada interminable sobre Tortuguero, su fauna y su ecosistema y nos dejó sueltos para visitar el pueblo. También nos contó que unos días atrás habían visto a un jaguar en el techo de una cabaña del pueblo. Y es que en Tortuguero hay censadas varias parejas de este amenazado felino y según nos dijeron, es relativamente fácil verle rondar por la zona.
De aquí nace el único sendero paseable del Parque llamado El Jaguar (trekking en wikiloc). No lo hicimos pero es un sendero paralelo a la playa y muy embarrado en época de lluvias (los lugareños alquilan botas de plástico a los turistas mal equipados) en el que se ven animales y se puede uno asomar a la playa. Nos encontramos con un español que venía de hacerlo con barro hasta los tobillos y nos dijo que se veían monos y otros animales pero que tampoco era un camino espectacular.
En su lugar paseamos un rato por Tortuguero pueblo, un poblacho de casas modestas y muchas chabolas insalubres rodeadas de canales y charcas pero con mucha personalidad. Antiguamente los habitantes vivían de la selva pero ahora todos viven del turismo. El pueblo apenas tiene una calle principal en la que encontramos decenas de bares, restaurantes, tiendas de recuerdos y agencias ofreciéndote las mismas excursiones al mismo precio, aunque también vimos un colegio y una modesta iglesia. Es una visita prescindible pero como no hay mucho más que hacer...
Estando en Costa Rica es imposible dejar de ver bichos. Y esto es lo que vimos en un árbol junto a la iglesia:
Se trata de la Araña de seda dorada, un insecto que se puede ver por todo el pais, que se alimenta de otros insectos y cuyas hembras (como la de la foto) miden unos 5 cm. Esta araña es venenosa aunque su picadura produce sólo irritación local.
Para hacer tiempo salimos a la playa que era la misma de nuestro hotel. Allí pudimos ver rastros de tortugas que habían desovado la noche anterior e incluso restos de huevos eclosionados que parecen pelotas de ping-pong aplastadas.
Por supuesto seguimos viendo otros bichos...
A las 4 Alex nos recogió en el embarcadero situado al final del pueblo donde había unas curiosas esculturas de madera de tucanes y nos devolvió al hotel donde nos dedicamos a holgazanear y pasear por sus jardines hasta la hora de la cena.
Allí pudimos hacer algunas fotos espectaculares a las enormes iguanas que paseaban por el hotel como por su casa. Las iguanas son unos lagartos de aspecto temible que pueden llegar hasta el metro y medio de longitud pero que son totalmente inofensivos. Tienen una cresta de espinas por su espalda y otra más pequeña en la papada. Son animales hervíboros y ovíparos. A pesar de su apariencia torpe, son muy ágiles y suben con facilidad por los troncos de los árboles buscando el sol que caliente su sangre fría.
Después de la cena y ayudados por el jet lag nos fuimos pronto a la cama pues al día siguiente tocaba madrugón. No obstante antes pudimos ver una ranita y una salamandra junto a nuestro bungalow.
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