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Lunes 26 de agosto
REFUGIO NACIONAL GANDOCA MANZANILLO
www.govisitcostarica.co.cr/ ...sp?cID=394
areasyparques.com/ ...anzanillo/
Horario: Todos los días de 8:00 a 16:00
Entrada gratuita
Nos levantamos, desayunamos y recorrimos los apenas 8 km que nos separaban de la entrada al Refugio Nacional Gandoca-Manzanillo, otra de las maravillas naturales de esta zona de Costa Rica. El día había amanecido con un sol radiante. La entrada al parque está un kilómetro al este del pueblo de Manzanillo donde paramos a comprar agua y snacks. Aparcamos al lado de la entrada del parque junto a la playa. Eran las 9 de la mañana de un lunes por lo que éramos los únicos ocupantes del aparcamiento.
Ubicado en la costa caribeña de la provincia de Limón junto a la frontera con Panamá, el Refugio Nacional de Gandoca Manzanillo abarca 3.833 hectáreas. Se trata de un hábitat de bosque húmedo tropical bordeado por el mar Caribe. Otra peculiaridad del parque es que dispone de una zona de pantanos y manglares junto a los arrecifes de su costa.
A la hora que entramos no había nadie pero a la salida vimos que también había servicio de guías disponibles para turistas que cobran entre 25 y 50$ por persona dependiendo de tu habilidad para el regateo. Cruzamos un puente sobre una marisma y entramos al parque. La entrada también es gratuita y sólo nos pidieron la voluntad. Aquí los mismos 20$ fueron mejor recibidos que en Cahuita y es que este parque tiene muchos menos visitantes.
Junto a la entrada había un hotel llamado Manzanillo Wildlife Refuge Eco-Lodge, un pequeño paraiso rodeado de selva. por esta zona discurre un camino marcado pero no asfaltado. Alrededor del camino pudimos ver multitud de cangrejos de un intenso color rojo llamados Cangrejos Halloween (Gecarcinus quadratus). Son unos cangrejos terrestres que viven cerca de pantanos o en la selva costera que se caracterizan por tener un caparazón negro y rojo, patas naranjas y pinzas moradas. Estos cangrejos alcanzan los 5 cm de longitud, viven en túneles excavados en la arena y son hervívoros. Viven en tierra y sólo retornan al mar para procrear.
Siguiendo el camino nos topamos con la tumba de Mister Peter Hansel, un pescador de Bocas del Toro en panamá que vivió en una pequeña loma junto a su mujer Miss May hasta su muerte en 1954. La tumba del Sr. Hansel se puede ver en un lado del camino y el mirador junto a ella recibe el nombre de su mujer. Desde el mirador hay una vista espectacular de la playa y de una enorme roca cercana.
El camino va bordeando la costa y pasa junto a varias pequeñas calas paradisiacas donde se puede uno bañar.
Pero a apenas un kilómetro de la entrada el sendero gira hacia el interior penetrando en la selva. Aquí el camino se desdibuja mucho y se entrelaza con otros senderos que en ocasiones son dífíciles de seguir y no nos vimos con ganas de abandonar lo que nos parecía el camino principal ya que parecía fácil perderse. Además había muchas zonas embarradas por las lluvias del día anterior y atravesar algunas zonas exigía cierta habilidad. Aquí hay un trekking por el refugio en wikiloc.
En el camino no vimos muchos animales. Oímos aullar a un grupo de monos congo a lo lejos y vimos una especie de ardilla saltando entre las copas de los árboles pero poco más. No obstante vimos muchos insectos e incluso una mini rana marrón que nos atrevimos a tocar por si era venenosa
.
En cuanto el camino empezó a presentar más dificultades y viendo que tampoco estábamos viendo mucho bicho, optamos por volver al coche. En total dimos un paseo de unos 4 km que nos llevó unas dos horas y media. Una ventaja fue que lo hicimos casi en completa soledad ya que apenas nos cruzamos con otras 10 personas en todo el recorrido, entre ellas una madrileña con su hija a la que le faltó tiempo para contarnos como le había picado una araña venenosa en su estancia en Manuel Antonio mientras nos enseñaba su pierna hinchada como una bota para dar fe del percance
.El parque es precioso y la impresión que da es la de pasear por una selva de las de verdad. En ese sentido es mucho más auténtico que Cahuita. Pero vimos muchos menos animales y no es un paseo sencillo ya que no hay camino marcado, había barro y zonas con rampas y desniveles que no eran fáciles de atravesar. En definitiva, si no hay otra cosa que hacer, es una visita agradable pero si no hay tiempo, es una visita prescindible.
PLAYA DE ARRECIFE
Para sacar el mayor partido de nuestro último día en el Caribe y aprovechando que el día era espléndido, nos acercamos a pasar el resto de la jornada a la Playa de Arrecife, al oeste del la Playa Punta Uva que habíamos visitado el primer día.
La playa Arrecife es un playón tropical magnífico de arenas claras y palmeras recostadas. En la playa hay bastantes alojamientos muy modestos pero de los que te bajas directamente de la cama a la arena, una verdadera delicia.
Allí pasamos el día tomando el sol y jugando con una respetables olas que habían imposible el snorkel. Dimos un largo paseo hacia el este hasta la propia Playa Grande y Playa Manzanillo disfrutando de un verdadero paraíso caribeño.
A medio día comimos en el único chiringuito de la playa llamado Arrecife Restaurante en unas mesas colocadas a pie de playa. El servicio era muy lento pero no teníamos prisa y la comida resultó muy agradable.
Pasamos otro rato en la playa prácticamente hasta el atardecer, volvimos al hotel, nos duchamos y regresamos a Puerto Viejo para despedirnos del pueblo. Estuvimos dudando entre probar un restaurante de comida caribeña o acercarnos al Stanford's, probablemente el restaurante más famoso del lugar, situado en plena playa sobre la arena frente a un barco varado en el agua, una mezcla de hotel, disco bar, chill out y restaurante. Finalmente nos decantamos por este último por su situación, porque tenía buenas críticas y porque la española con la que nos habíamos topado en Gandoca-Manzanillo nos lo había recomendado.
Y fue un error. Pedimos unos entrantes, un pescado a la plancha y una langosta que nos parecieron muy normalitos y la factura fue muy elevada. Además tenían la música superalta y por la noche no se veía la playa. Y para colmo, unos días más tarde, el guía que nos llevó a Corcovado nos dijo que era de Puerto Viejo y nos echó la bronca por no probar la comida caribeña de su pueblo que es la más sabrosa de Costa Rica
.Tras la cena, dimos un paseo por el pueblo y volvimos al hotel a descansar porque al día siguiente tocaba viaje largo.
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