Ayer leí en prensa algo aún más duro: unos gilipollas se desnudaron dentro de una cámara de gas de un campo de concentración y se grabaron en vídeo dentro jugando al pilla-pilla.
Algunos no tienen ni una neurona en su sitio . Creo que el sitio en el que más se me ha encogido el alma en mi vida fue en la cámara de gas de Auschwitz, todos los que estábamos allí no éramos capaces ni de articular palabra, a mi se me cayeron unos lagrimones como puños. No me puedo imaginar que alguien pueda jugar con cosas así.
Creo que las nuevas tecnologías han creado una nueva especie de cretinos de viaje: los coleccionistas de selfies, que yo creo que muchos ni saben donde se sacan la foto. Yo ya había leído antes denuncias por actitudes irrespetuosas de cazurros de esta especie en el monumento del memorial de víctimas del holocausto, en visitas a campos de concentración... incluso recuerdo que se creó una web para denunciar estos selfies irrespetuosos en monumentos al holocausto. Pérez Reverte hace poco denunciaba también a los coleccionistas de selfies en zonas de catástrofes. Un buen consejo para estos patanes: Si eres un ignorante sin educación ni civismo, careces de sentido común y encima eres tonto... no desperdicies en la entrada de un museo el dinero que podrías aprovechar en tomarte tres cervezas.
No te hagas mala sangre.
Piensa que si en la actualidad hay cerebros de gallina que banalizan el holocausto, cuando se perpetró hubo intelectuales de primer orden que lo justificaron, elaborando para ello un formidable sistema de ideas. Y no me refiero a pelagatos que en un momento de inspiración pudieron escribir un poema o componer una cantata; hablo de auténticos pensadores, como Martin Heidegger, tal vez el filósofo más brillante del siglo XX, un tipo que jamás renegó de su pasado nazi, y que en 1976 murió plácidamente en nuestra Europa democrática y civilizada.
Así que...no te sulfures
Ni me hago mala sangre ni me sulfuro. Me limito a expresar lo que opino sobre algunas especies de cretinos. Siempre he tenido nula tolerancia hacia los idiotas. Aguanto mejor a una mala persona que a un cretino, que le vamos a hacer. Por otra parte me parece muy bien que denunciemos este tipo de actitudes incívicas, irrespetuosas etc... La web que se dedicó a recoger selfies irrespetuosos de cretinos en monumentos del Holocausto surgió precisamente para denunciar públicamente esas actitudes y avergonzar a sus autores y muchos de ellos acabaron eliminando estas fotos de las redes. Creo que abrir debates públicos sobre malos comportamientos del turismo es positivo en la medida en que nos obliga a hacer un ejercicio de reflexión.
Ayer leí en prensa algo aún más duro: unos gilipollas se desnudaron dentro de una cámara de gas de un campo de concentración y se grabaron en vídeo dentro jugando al pilla-pilla.
Algunos no tienen ni una neurona en su sitio . Creo que el sitio en el que más se me ha encogido el alma en mi vida fue en la cámara de gas de Auschwitz, todos los que estábamos allí no éramos capaces ni de articular palabra, a mi se me cayeron unos lagrimones como puños. No me puedo imaginar que alguien pueda jugar con cosas así.
Creo que las nuevas tecnologías han creado una nueva especie de cretinos de viaje: los coleccionistas de selfies, que yo creo que muchos ni saben donde se sacan la foto. Yo ya había leído antes denuncias por actitudes irrespetuosas de cazurros de esta especie en el monumento del memorial de víctimas del holocausto, en visitas a campos de concentración... incluso recuerdo que se creó una web para denunciar estos selfies irrespetuosos en monumentos al holocausto. Pérez Reverte hace poco denunciaba también a los coleccionistas de selfies en zonas de catástrofes. Un buen consejo para estos patanes: Si eres un ignorante sin educación ni civismo, careces de sentido común y encima eres tonto... no desperdicies en la entrada de un museo el dinero que podrías aprovechar en tomarte tres cervezas.
No te hagas mala sangre.
Piensa que si en la actualidad hay cerebros de gallina que banalizan el holocausto, cuando se perpetró hubo intelectuales de primer orden que lo justificaron, elaborando para ello un formidable sistema de ideas. Y no me refiero a pelagatos que en un momento de inspiración pudieron escribir un poema o componer una cantata; hablo de auténticos pensadores, como Martin Heidegger, tal vez el filósofo más brillante del siglo XX, un tipo que jamás renegó de su pasado nazi, y que en 1976 murió plácidamente en nuestra Europa democrática y civilizada.
Así que...no te sulfures
Ayer leí en prensa algo aún más duro: unos gilipollas se desnudaron dentro de una cámara de gas de un campo de concentración y se grabaron en vídeo dentro jugando al pilla-pilla.
Algunos no tienen ni una neurona en su sitio . Creo que el sitio en el que más se me ha encogido el alma en mi vida fue en la cámara de gas de Auschwitz, todos los que estábamos allí no éramos capaces ni de articular palabra, a mi se me cayeron unos lagrimones como puños. No me puedo imaginar que alguien pueda jugar con cosas así.
Creo que las nuevas tecnologías han creado una nueva especie de cretinos de viaje: los coleccionistas de selfies, que yo creo que muchos ni saben donde se sacan la foto. Yo ya había leído antes denuncias por actitudes irrespetuosas de cazurros de esta especie en el monumento del memorial de víctimas del holocausto, en visitas a campos de concentración... incluso recuerdo que se creó una web para denunciar estos selfies irrespetuosos en monumentos al holocausto. Pérez Reverte hace poco denunciaba también a los coleccionistas de selfies en zonas de catástrofes. Un buen consejo para estos patanes: Si eres un ignorante sin educación ni civismo, careces de sentido común y encima eres tonto... no desperdicies en la entrada de un museo el dinero que podrías aprovechar en tomarte tres cervezas.
+1, algo similar me paso en Camboya, en Nom Pen, en el dichoso colegio, se reían de los métodos de...... y lo peor, que los graciosos eran españoles, muchas vergüenza ajena pasé.
Ayer leí en prensa algo aún más duro: unos gilipollas se desnudaron dentro de una cámara de gas de un campo de concentración y se grabaron en vídeo dentro jugando al pilla-pilla.
Algunos no tienen ni una neurona en su sitio . Creo que el sitio en el que más se me ha encogido el alma en mi vida fue en la cámara de gas de Auschwitz, todos los que estábamos allí no éramos capaces ni de articular palabra, a mi se me cayeron unos lagrimones como puños. No me puedo imaginar que alguien pueda jugar con cosas así.
Creo que las nuevas tecnologías han creado una nueva especie de cretinos de viaje: los coleccionistas de selfies, que yo creo que muchos ni saben donde se sacan la foto. Yo ya había leído antes denuncias por actitudes irrespetuosas de cazurros de esta especie en el monumento del memorial de víctimas del holocausto, en visitas a campos de concentración... incluso recuerdo que se creó una web para denunciar estos selfies irrespetuosos en monumentos al holocausto. Pérez Reverte hace poco denunciaba también a los coleccionistas de selfies en zonas de catástrofes. Un buen consejo para estos patanes: Si eres un ignorante sin educación ni civismo, careces de sentido común y encima eres tonto... no desperdicies en la entrada de un museo el dinero que podrías aprovechar en tomarte tres cervezas.
Generalmente los puentes suelen ser los puntos principales a destruir en cualquier conflicto; en Mostar no quedó ninguno en pie, si no me equivoco, el Stari Most mucho menos.
En Belgrado en 1999 la gente se lanzaba a los puentes cada vez que oía la sirena de bombardeos para que no los destruyesen -como en Novi Sad, por ejemplo-, y lo consiguieron en gran parte. De hecho hacían fiestas, partidos de fútbol, conciertos durante los bombardeos.....un chaval en Belgrado nos contó que llevaban camisetas con una diana y un "dispara aquí", qué moral....
Respecto al ser humano, Bill Clinton inauguró en 1992 en Washington DC el Museo del Holocausto y en su discurso no hacía más que repetir que no se podía volver a repetir algo así. “Tenemos que activar el recuerdo”, ése fue su jueguecito de palabras. Mientras en Bosnia estaban acribillando a la población, sin distinguir credos, por cierto.
Yo creo que Auschwitz sí se volvería a repetir hoy en día; no aprendemos.
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