Menorca, Reserva de la Biosfera, es una isla para vivir despacio. Recorre el Camí de Cavalls, descubre playas vírgenes como Cala Trebalúger, cuevas milenarias en Cales Coves o paisajes lunares junto al faro de Favàritx. Naturaleza, historia y mar en armonía.
Menorca: la isla que se vive
Hay islas que se visitan, e islas que se viven. Menorca pertenece a este segundo linaje: un lugar donde el tiempo se mide por el vaivén de las olas en las calas, por la luz dorada sobre los talayots milenarios, por los pasos lentos sobre el Camí de Cavalls. Aquí, el veraneo trasciende lo mundano para convertirse en una ceremonia de descubrimientos: de playas que parecen acuarelas, de bosques que huelen a pino y salitre, de atardeceres que funden el cielo con el turquesa del Mediterráneo.
Dos almas, un paraíso
Menorca se revela en dos actos, como una obra maestra de la naturaleza:
El norte salvaje, donde la tierra se quiebra en acantilados de arcilla roja y calas como Cavalleria o Pregonda, con sus aguas verde-esmeralda y dunas doradas que parecen polvo de oro al sol.
El sur sereno, con playas de arena blanca como Son Saura o Son Xoriguer, donde el mar es un espejo de azules imposibles, protegido por pinares que se inclinan hacia el agua como en una reverencia.
Entre ambas, el Camí de Cavalls —el sendero histórico que circunda la isla— teje un hilo de oro para caminantes. Cada ruta hacia una cala es un ritual: el crujir de las botas sobre la tierra roja, el vuelo de las gaviotas, el primer destello del mar entre los árboles. Y entonces, el premio: sumergirse en calas como Escorxada o Trebalúger, donde solo se escucha el rumor del viento.
Playas con historia (y misterio)
En Menorca, incluso el baño es cultura. En Cales Coves, las cuevas talayóticas custodian secretos de hace 3.000 años. En Son Bou, los restos de una basílica paleocristiana emergen entre la arena. En Cala Morell, las olas acarician los antiguos hipogeos.
Para quienes prefieren la comodidad sin renunciar a la belleza, las playas urbanas como Cala Galdana o Punta Prima ofrecen servicios sin estridencias. Pero si buscas la esencia pura, Binidalí o Es Caló Blanc son joyas escondidas de belleza minimalista.
El Parque Natural de S’Albufera: donde el mar se hace laguna
En el corazón de la Reserva de la Biosfera, la playa de Es Grau, con sus aguas tranquilas y su bahía en forma de abrazo, es perfecta para familias.
Los aventureros encontrarán su recompensa en Cala Presili o Cala Tortuga, cerca del faro de Favàritx, un lugar casi lunar donde las rocas negras contrastan con el azul profundo del mar.
El verdadero lujo: la intangibilidad
Menorca no se exhibe: se ofrece. En sus restaurantes de pescado fresco y producto km.0, el gusto por lo auténtico se traduce en recetas genuinas que saben a Mediterráneo.
Y luego están sus silencios. Esos momentos en los que, tumbado en la arena de Mitjana, solo escuchas tu respiración mezclada con el sonido del mar.
Menorca no es un destino: es un estado del alma. Un lugar donde el lujo no se mide en estrellas, sino en atardeceres robados al tiempo, en calas descubiertas como tesoros, en la sensación de ser el único habitante de una isla que, en realidad, te pertenece desde siempre.
Hola Jorge. La mejor playa más traquila, aguas increíbles, y bien facil delante donde aparcar, bajada a la arena en puente bajo de madera,en la parte de la entrada restaurante chiringuito,con una pared rocosa llena de pececitos. Que están ancianos y niños cogiéndolos en cubos y soltándoles al mismo tiempo. Plana con tumbonas sombrillas es Arenal den Castell en Port de Aldaia. Mucho mejor que las que mencionas y para lo que buscas vamos sin duda.
El bote para mi es imprescindible. Pero no para tres días y menso con gente de esa edad. Q se va cansar e incomodar. No es tan fácil bajar a... Leer más ...
Hola Jorge,
Estoy de acuerdo con Xavi en lo de la barca, yo no alquilaría ninguna por todo lo que él ya te dice.
La playa del Arenal des Castell, es donde yo llevaba a los niños a ver peces, y la playa te encantará. No obstante es una playa con mucha edificación y en muchas otras playas y calas podrán también ver peces los peques.
La des Grau creo que es imperdible si vas con niños porque es muy muy plana, además si os apetece podréis hacer un camino curcular que va por detrás de la playa hacia la albufera y vuelvr a la playa por un trocito de carreters bien señalizado y con valla... Leer más ...
Y, para añadir al comentario, Arenal es una playa ideal para evitar medusas; cuesta que entren por la orientación. Y este año está siendo complicado (acostumbrado a nadar casi cada día haciendo travesía, ha sido uno de los peores años, sin poder salir muchísimos días, aún llevando traje de chicle). A ver cómo evoluciona...
Hola, los primeros días de septiembre estaremos unos días por Menorca y queria preguntar de algún lugar para alquilar motos de agua y que no sea taan caro...
Gracias !!
Se ha anunciado que el agua del grifo de Maó NO ES POTABLE (tampoco apta para cocinar). Se suma a Sant Lluis (por lo que sé), que siempre está a 50 de nitratos.
A ver si lo arreglan (al menos lo de Maó). Sant Lluís no creo... Ya lleva demasiados años igual, y vamos a peor.