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DIAS 25 - 26 Y 27 ESTAMBUL
Arribamos a Estambul desde Bucarest en un vuelo de Tarom, tarda menos de una hora.
Llegamos hasta el Hotel Mevala en metro y tranvía sin ningún inconveniente. El metro sale desde el aeroouerto y se hace combinación en Zeytinburnu donde se toma el Tranvía 1 hacia Sultanahmed.
Se tarda aproximadamente una hora. El hotel, en la zona de Sultanahmed, está exepcionalmente ubicado, las habitaciones pequeñas pero buenas y limpias, con frigobar y A.C.
Desde la terraza donde se sirve un desayuno bueno, hay hermosas vistas a la Mezquita Azul y al Bósforo.
Lo primero que hicimos fué comprar el Museum pass que nos ahorraría hacer colas para entrar en los lugares de interés. Nosotros lo hicimos en la entrada de Santa Sofía.
El actual museo de Hagia Sofia (Santa Palabra), es un hermoso edificio de la época bizantina. La primera Iglesia de Santa Sofía fue inaugurada en el año 360 por Constantino, el primer emperador romano que se convirtió al cristianismo. Parte de esa iglesia están a la entrada y pueden verse.
La que vemos hoy se empezó a construir en 532 y fué católica hasta la caída del imperio bizantino cuando se convirtió en Mezquita en 1453. Ataturk, con la fundación de la república, decidió hacerla museo.
No hay que olvidar las reglas musulmanas para entrar, piernas, hombros y cabeza cubierta.
De allí salimos a uno de los lados de la mezquita donde se ubicaba el antiguo Hipódromo, del que quedan sólo algunos monumentos como el obelisco traído desde Egipto, la pieza más antigua de todo Estambul.
Frente a Santa Sofía, se encuentra la Cisterna Basílica. Es una antigua cisterna de la época de los romanos y avastecía los palacios. La visita es más que interesante, se destacan las columnas de mármol que sostenían el techo abovedado, y dos de ellas con la talla de la cabeza de medusa.
De allí, y por último en el día, fuimos al Museo del Mosaico del Gran Palacio, que se encuentra en el Bazar Arasta, a pasos de nuestro hotel.
Allí se exponen hermosos mosaicos descubiertos en 1950, cerca de la Mezquita Azul, que datan de la época bizantina y que cubrían el camino del Gran Palacio hasta el puerto.
Por la noche cenamos en uno de los tantos restaurants de una calle muy animada y pintoresca que salía de nuestro hotel y de varios que hay por allí del mismo estilo: calle Akbyllyk Kaddesy.
Al otro día nos dirigimos al Palacio Topkapi. La visita nos llevó un poco más de tres horas. Vale la pena tomarse el tiempo y disfrutar del paseo. Es un palacio diferente a los que se ven en Europa, por sus espacios separados, por sus jardines.
Todo está explicado en inglés y vale la pena llevar un mapa para ubicarse.
El palacio tiene cuatro patios del cual el primero es de entrada gratuita, y recién se accede a los edificios en el segundo patio.
Está rodeado de arbolados y floreados parques a los que se puede acceder tambiên gratuitamente.
En el Primer patio pueden observarse restos de la iglesia construida por el emperador Constantino.
En el Segundo patio se destaca la sala de audiencias donde el sultán impartía justicia y el Harem. Creemos que vale la pena pagar el extra para esta entrada (está incluído en el Musseum Pass).
En el tercer patio, se destaca la Cámarade la audiencia, donde el Sultán recibía las visitas. En este patio también se encuentran los tesoros del palacio y la colección de vestimenta de los sultanes.
En el cuarto patio se encuentran en una terraza con hermosa fuente tres quioscos de tres sultanes y la sala de la circunsición.
Luego de la visita, salimos por el parque lateral del palacio, y llegamos caminando al famoso Puente de Galata.
Lo cruzamos para visitar el mercado del pescado. Pequeño pero pintoresco.
Regresamos por el mismo puente que desemboca prácticamente en el Mercado de las especias y en la Mezquita Nueva, construída en 1596, por la madre de Ahmed I, terminó de construirse después de la Mezquita Azul cuando ella perdió el poder.
De allí entramos directamente al Bazar de las especias. nos llamó la atención lo tranquilo que estaba, vendedores poco insistidores a diferencia de otros mercados como en Egipto y Marruecos.
El bazar de las especias o Bazar Egipcio es un edificio en forma de L, construído en 1596, con el objeto de financiar la Nueva Mezquita. Fué llamado en aquel tiempo bazar egipcio por los productos que se vendían allí. Se recorre rápidamente, y está rodeado de calles comerciales una de las cuales desemboca en el Gran Bazar.
Caminando por estas calles y frente al edificio del correo hay unos chiringuitos donde se puede comer una minuta muy barato.
Por la noche, queríamos ver la Mezquita Azul y la Santa Sofía iluminada, y nos encontramos con la sorpresa de ver cientos de turcos haciendo pic-nic en toda la Plaza Sultanahmed, el hipódromo,etc. Suponemos que estaban haciendo su cena esperada por las restricciones del Ramadán.
Al siguiente día comenzamos la jornada visitando el Museo arqueológico de Estambul. Está incluído en el Musseum Pass.
Creemos que es interesante para aquellos que les interesa la historia. Da una idea de la evolución histórica de Estambul y Turquía. Cuenta con un pabellón con sarcófagos muy bien conservados de la época romana, de los cuales destacamos los de la Necrópolis de Sidón.
También hay una muestra de los hallazgos de Troya aunque la mayoría están en Atenas.
En el complejo de los museos es muy lindo el Quiosco de los azulejos , que fue parte del Palacio Topkapi, y luego fué el primer museo de Turquía.
De allí, fuimos caminando a la Mezquita Süleymaniye, llegamos poco más de las 13, y era hora de oración, por lo cual no dejaban pasar a los turistas. Construída en 1548,en estilo más simple que la Mezquita Azul. la pudimos ver desde las ventanas, y creemos que es muy bonita.
Luego fuimos caminando hacia el Gran Bazar. Es un complejo de tiendas techadas que funciona desde el tiempo de los Otomanos. Es el mayor bazaar cubierto del mundo (30 hectareas).
Esperabamos ver un mercado como los egipcios o marroquíes pero nos pareció más un shopping mall al estilo turco con detalles de estructura arquitectónica antiguas. Si bien no nos impactó, es verdad que sus tiendas tienen artículos de buena calidad.
Tomamos un café turco acompañados de los dulces locales, y a pesar del calor externo el Bazaar es un lugar fresco. Tampoco aquí los vendedores insisten demasiado. Pasamos un rato recorriendolo,y nos parece que merece una visita.
Antes de la cena decidimos tomar un baño turco. Elegimos uno que no era muy caro y que funciona desde 1475, Gedikpașa Hamami.
Lo contratamos desde el hotel y nos pasaron a buscar. Está en el barrio de Sultanahmed. Nos salió 25 dólares e incluía sauna, exfoliación y masaje de espuma, terminando el relax en una pequeña piscina. Tienen area de hombres y mujeres separadas. Proveen de los elementos necesarios como toallas. Sin gran lujo ni gran masaje es una buena experiencia.
DIAS 28 - 29 Y 30 CAPADOCCIA
A la mañana siguiente partimos hacia Capadoccia en un vuelo de Pegasus hacia Kayseri.
Tomamos un transfer desde el hotel hacia el Aeropuerto Sabiha Gokcen, salió 12 euros por persona y tardó casi una hora y media en llegar a pesar de que era muy temprano.
El vuelo tarda aproximadamente una hora y media.
Nos alojamos en el Hotel Flinstones Cave, con quienes hicimos toda una reserva de transportes in-out, (el Aeropuerto de Kaysery es bastante lejos de Goreme), tres noches de alojamiento, una excursión caminando de tres horas y dos excursiones de todo el día con guía español y un viaje en globo.
Llegamos y nos ofrecieron elegir una habitación que aún no estaba en alquiler por ser nueva y fué realmente increíble.
El hotel cuenta con una piscina, increíbles vistas, buen restaurant con precios normales, y muy buena atención.
A las 15 hs. teníamos prevista la caminata. Recomendamos ir bien calzado, con gorro, protector solar y agua. La caminata se hace sobre los valles blanco, rosa y pigeon valley.
Sorprende la belleza del paisaje y vale la pena el esfuerzo. El Pigeon Valley recibe este nombre porque durante dos mil años y hasta la aparición de los fertilizantes químicos éste pueblo vivió de la venta del huano que producían las palomas en las cuevas que se ven en las montañas.
Terminada la larga caminata nos recogieron en auto para trasladarnos al hotel, donde más tarde comimos la merecida cena.
Al otro día amanecimos tempranísimo para hacer el famoso y espectacular vuelo en globo.
La companía elegida fué Kapadokya Balloons y estuvo muy bien. Nos recogieron en el hotel 4,30 y nos llevaron a la oficina donde ofrecían café.
A las 5, partimos hacia el campo donde salían aproximadamente cien globos.
En el vuelo, se ve el amanecer y los valles de Capadoccia, y dura aproximadamente una hora. Es caro, pero realmente vale la pena hacerlo. Es una experiencia inolvidable.
Hay otra opción, y es ver los globos desde un punto panorámico en la tierra, lo vimos desde arriba y nos pareció buena idea.
A las 9,30 hs. teníamos contratada la excursión, organizada por Andromeda tours, con un guía en español. El trayecto recorría, el Goreme Open air Museum, lo que más nos gustó, fueron las iglesias ortodoxas dentro de las cuevas con pinturas bizantinas.
Al otro día hicimos la otra excursión contratada desde las 9,30 a las 18 hs. Es el llamado Green tour.
Empieza el recorrido con la ciudad subterranea Derinkuyu underground city. Era una ciudad que se encontraba bajo la tierra, que llega hasta 60 mts de profundidad. Construída por los primeros cristianos de la zona. Es una serie de túneles que conectan distintos espacios utilizados con distintos propósitos, defensa, establos, iglesia, etc.
Luego nos dirigimos a el valle Ihlara, donde hicimos una caminata de aproximadamente una hora por el cañón de un río que corre por allí.
En la entrada se visita una antigua iglesia bizantina escavada en la piedra.
De ahí fuimos a visitar el Monasterio de Selime, construído totalmente en las cuevas que miran al valle. Si bien no tienen pinturas nos parecieron muy buenas.
Creemos que las visitas pueden hacerse en forma independiente con auto. Casi todos los lugares tienen audioguías o están señalizados.
Nosotros haríamos las cosas que destacamos acá no olvidando la caminata guiada por el Pijeon valley hasta Cavusín.
DIA 31 PAMUKKALE
Llegamos temprano a Izmir en un vuelo de Pegasus desde Kayseri, allí alquilamos auto para hacer un recorrido primero a Pamukale, luego a Kussadasi y desde allí hacer un par de visitas.
De Izmir a Pamukale tardamos 2,30 hs. Hay autopista y es muy buena.
Nos alojamos en el Hotel Venus en Pamukale. Un muy lindo hotel, con psicina, restaurant, buen desayuno y muy buena atención.
Habíamos leído que valía la pena ir al complejo de Pamukale por la tarde, ya que hay menos gente y es muy lindo el atardecer (cosa que confirmamos).
Llegamos al complejo a las 16 y estuvimos hasta las 19,30 (piscina antigua incluída).
El complejo tiene dos partes, una superior: la Hierapolis y las terrazas de travertino.
Se entra por un lado y se sale por el otro, en el medio y en la cima se encuentran las antiguas psicinas termales. Se paga un extra ticket para acceder al lugar.
La mayoría de los hoteles transportan hacia la entrada superior donde está la Hierapolis y una luego deciende hasta el pueblo por las terrazas.
Nos sorprendió la Hierapolis con su gran teatro y necrópolis. Está muy bien conservado y con agradables espacios verdes para pasear y descansar.
La parada en la antigua pisina vale la pena, y se puede comer allí sin necesidad de pagar un ticket, es también una zona muy verde y arbolada.
Luego se sigue el trayecto decendiendo hacia el pueblo por las terrazas de travertino.
Es una visita imperdible. Al llegar al pueblo hay un complejo de piscinas y un lago muy bonito.
DIA 32 Y 33 KUSADASI
Al otro día partimos rumbo a KussadasI haciendo una parada en Afrodisias.
Si bien es un complejo arqueológico muy grande,( están trabajando aún en él), no nos parece que valga la pena la parada. Lo que más se destaca es el Estadio, los baños, el Tetrapylon. La visita lleva como dos horas, por su tamaño.
En KussadasI paramos en el Tuntas Apart Hotel. Está muy bien su relación precio-calidad. Son apartamentos con heladera y elementos de cocina. Tiene una gran piscina, un bonito espacio verde con pinos y juego para niños y está a 300 mts de la Ladies Beach.
La ciudad no nos gustó, pero es buen lugar para descansar y hacer la visita a Efesos.
DIA 34 EFESOS
Rumbo a Efesos hicimos una parada en Pigale Beach, que está a unos diez minutos de Efesos. Recomendamos esta playa, es bastante extensa y tiene buenos servicios, alquilan sombrillas y tumbonas, duchas y baños y tiene estacionamiento.
Aproximadamente a las 15.30 hs. fuimos a Efesos. La visita dura aproximadamente dos horas. Lo más destacado son los dos teatros, la iglesia de María y la Biblioteca de Celso. Se destaca también las casas de las terrazas que hay que pagar a parte. Los tickets pueden comprarse por internet.
A 7 km. de allí, se encuentra la Casa de la Virgen María. Se supone que allí vivió sus últimos años. El paseo hasta llegar es muy bonito.
Desde allí, nos dirigimos hacia el pueblo de Selcuk, para visitar la tumba de San Juan. Es un complejo bastante grande, ya que sobre su tumba se construyó una basílica, que está en ruinas. Llegamos cuando estaba cerrando, y un empleado nos llevó por una entrada escondida para poder entrar. Obviamente el favor hubo que pagarlo.
DIA 35 ESTAMBUL
Terminamos la vuelta por Turquía con una última noche en Estambul, esta vez del lado de la Plaza Taksim.
Llegamos desde Izmir al Aeropuerto Sabiha Gokcen en un vuelos de Pegasus.
Para llegar a la Plaza Taksim, hay un bus que se llama Havatas que sale desde la puerta del Aeropuerto y te deja en una esquina de la plaza Taksim en diagonal al Hotel Divan y al Intercontinental.
Tarda aproximadamente una hora y es muy cómodo, el precio es 14 liras turcas.
Paramos en el Hotel Marmara Pera, que está muy bien ubicado pero no vale lo que sale.
Lo mejor del hotel es la vista desde la terraza (mejor que la de la Torre de Galata), donde hay un bar al que se puede acceder al atardecer sin ser húesped.
Caminamos por la calle Itzkal , pasamos por el mercado con sus lindas galerías de antiguo esplendor.
Compramos dulces muy ricos en una cas que se llama Koska. Detrás del hotel hay varias callecitas con numerosos bares donde acude mucha gente por la noche.
Nos llegamos hasta la Torre de Galata, a la que no subimos porque nos pareció caro y la vista del hotel es mejor.
Terminada la visita a Turquía partimos rumbo a Inglaterra a visitar a nuestra hija en la ciudad de Bristol.
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