Nuestra ultima excursión, hoy desayunamos algo mas tarde, 7:30h, ya teníamos pillado el tranquillo a las maquinas, el tren tenía su salida a las 9:01h, ya en las Estación subimos a nuestro tren, y nos sorprendió mucho, la distribución era muy diferente, mas antigua pero a la vez mas acogedora, eran compartimentos cerrados con capacidad para 8 pasajeros, con su puerta a un pasillo, y los típicos soportes de maletas sobre tu cabeza.
Compartimos viaje con una señora mayor, un joven y una joven que hablaba algo español, al parecer entraron juntos y compraron la Bayer para ahorrar el transporte, ¡ estos alemanes! ...
En fin, sobre las 10:20h ya estábamos en Regensburg, el trayecto es de solo 1h 19 min.
Justo frente a la Estación Central, seguimos la calle Maximilianstrasse, con amplios parques a sus laterales, al llegar a las primeras manzanas, comercios y locales a un lado y a otro de la calle principal, poca actividad, dimos con un todo a 1€, que yo pensaba que esto ya se había perdido, y encontramos cosas muy curiosas y muy útiles por 1€.
Nuestra primera parada Alte Kapelle, Iglesia rococo, que solo vimos desde fuera, estaba cerrada.
Mas adelante Dom St. Peter, la catedral, que si visitamos, y sus cripta subterránea, bonitos mosaicos en un ambiente muy serio y respetuoso.
Al salir rodeamos la Catedral y localizamos Porta Praetoria, últimos restos de lo que fue la puerta a la fortaleza romana, con mas de 2000 años a sus espaldas.
Callejeamos un poco por la zona con dirección al río Danubio, y dimos con la Historische Wurstkuchl, salchichería que data del año 1135, casi na...; una pequeña cabaña con su chimenea desprendiendo un delicioso olor a salchichas, nos atrajo como la miel a las abejas.
Y como ya era buena hora, tomamos asiento en los bancos, y nos pedimos el primer plato de salchichas con ensalada de patatas, y unas cervezas.
No solo estábamos saboreando creo que la mejor de las salchichas que hemos comido, sino que saboreábamos el entorno, el muelle a orillas del rio, el imponente puente Steinerne Brücke, con su aire medieval del alrededor del año de la salchichería; un ambiente relajado y apacible, con unas vistas magnificas y la sensación de no tener prisa mas que para recibir el segundo plato de salchichas; muy recomendable el lugar.
Por cierto, debes pagar en metálico, y la carta esta en ingles/ alemán , pero ya íbamos preparados casi con ella traducida.
Si queréis comer algo mas cómodos, y con una carta bastante mas amplia, tenéis el restaurante del mismo propietario frente a los bancos de la salchichería; su interior esta lleno de cuadros con fotografías que atestiguan de la veteranía del lugar, muy acogedor, entramos al servicio y con el fresco que corría agradecimos mucho su acogedora estancia, pero as de sopesar si quieres la estampa exterior, o la del restaurante interior, todo no se puede tener.
La atareada cocinera prepara mi segunda tanda de salchichas... jejeje.-
Muy contentos con la comida, cruzamos el puente hacia el otro lado, contemplando sus panorámicas y preciosas fotos desde su espalda.
Lastima que aun sigue en obras, con andamios y pasarelas de madera.
Comenzamos a pasear, y callejeando nos dirigimos a Goliathaus, casa torre, con fresco de David y Goliat.
Seguimos por la calle Residenzstrase hasta Neupfarrkirche, iglesia imponente en Neupfarrplatz.
Recorrimos la calle Wahlenstrase, justo en su nº16, se erige una estrecha torre de color blanco que estaba en nuestro recorrido.
Entramos en Rathausplatz, con el Altes Rathaus.
Y mas adelante encontramos Haidplatz, con su Justitiabrunnen, plaza y fuente.
Esta pasteleria-chocolatería tenía una pinta impresionante, no podías pasar de largo ante su escaparate...
De vuelta por calle Maximilianstrasse, subimos a una cafetería que parecía tener solera, y nos tomamos algo caliente con un pastel. Nada que ver con la que encontramos en Nurember, pero nos sirvió de descanso y tomar fuerzas y calorcito, el día estaba fresco.
Hicimos tiempo en los magníficos parques antes de llegar a la Estación, Central; y disfrutamos mucho de los últimos rayos de sol.
Ya en la Estación de vuelta a Munich, disfrutamos del tráfico ferroviario, este tren tardó en pasar un buen rato, debía llevar mas de 40 bagones de combustible, un verdadero monstruo en movimiento.
Tomamos el tren de las 16:44h; una vez en Munich, el metro nos acercó a Marienplatz, y de alli paseamos dirección a Viktualienmark, para cenar en el restaurante “Zwickl”, ubicado justo detrás del local franquicia de pescados en Viktualienmarkt.
Recomendado en el foro, esta especializado en albóndigas, y en buenas cervezas.
La cocina es algo mas sofisticada y con muy buena presentación, provamos varios tipos de albóndigas, así como ensaladas y también varios tipos de cerveza, ummm muy bunas, eso si, el sitio es diferente, mas recogido, familiar, relajado, mas chick... nos gusto también este ambiente diferente.
He de destacar como remate de la delicadeza del local, sus aseos; al menos el de caballeros, parecía que entrabas en un prado verde soleado, con una baca bien guapa en una pared, con sonidos de pajaros y la baca pastando a tu lado.
Asi que al mear no te sientes solo.
Me asome al retrete, y alli daba lastima de hacer ya sabes...
El lavabo lleno de detalles, como desodorantes, colonias y cremas para que las usaras... jooo si en mi pueblo dejan eso en el WC, no queda ni los papelillos...
Buena impresión del “Zwickl”, recomendable para variar de ambiente a uno mas relajado.
Dimos un paseo hasta Marienplatz y de alli hasta nuestro Hotel por la zona peatonal siempre animada de gente, músicos y artistas tiñendo la noche de sonidos entrañables, de melodías conocidas por todos y de sensaciones que te llevas para el hotel con lastima, pero el cuerpo ya no da mas, así que a la duchita, cremita fría para las piernas y los pies, y a la cama que ya nos llama 9:30h que buenos somos... jejeje.
Compartimos viaje con una señora mayor, un joven y una joven que hablaba algo español, al parecer entraron juntos y compraron la Bayer para ahorrar el transporte, ¡ estos alemanes! ...
En fin, sobre las 10:20h ya estábamos en Regensburg, el trayecto es de solo 1h 19 min.
Justo frente a la Estación Central, seguimos la calle Maximilianstrasse, con amplios parques a sus laterales, al llegar a las primeras manzanas, comercios y locales a un lado y a otro de la calle principal, poca actividad, dimos con un todo a 1€, que yo pensaba que esto ya se había perdido, y encontramos cosas muy curiosas y muy útiles por 1€.
Nuestra primera parada Alte Kapelle, Iglesia rococo, que solo vimos desde fuera, estaba cerrada.
Mas adelante Dom St. Peter, la catedral, que si visitamos, y sus cripta subterránea, bonitos mosaicos en un ambiente muy serio y respetuoso.
Al salir rodeamos la Catedral y localizamos Porta Praetoria, últimos restos de lo que fue la puerta a la fortaleza romana, con mas de 2000 años a sus espaldas.
Callejeamos un poco por la zona con dirección al río Danubio, y dimos con la Historische Wurstkuchl, salchichería que data del año 1135, casi na...; una pequeña cabaña con su chimenea desprendiendo un delicioso olor a salchichas, nos atrajo como la miel a las abejas.
Y como ya era buena hora, tomamos asiento en los bancos, y nos pedimos el primer plato de salchichas con ensalada de patatas, y unas cervezas.
No solo estábamos saboreando creo que la mejor de las salchichas que hemos comido, sino que saboreábamos el entorno, el muelle a orillas del rio, el imponente puente Steinerne Brücke, con su aire medieval del alrededor del año de la salchichería; un ambiente relajado y apacible, con unas vistas magnificas y la sensación de no tener prisa mas que para recibir el segundo plato de salchichas; muy recomendable el lugar.
Por cierto, debes pagar en metálico, y la carta esta en ingles/ alemán , pero ya íbamos preparados casi con ella traducida.
Si queréis comer algo mas cómodos, y con una carta bastante mas amplia, tenéis el restaurante del mismo propietario frente a los bancos de la salchichería; su interior esta lleno de cuadros con fotografías que atestiguan de la veteranía del lugar, muy acogedor, entramos al servicio y con el fresco que corría agradecimos mucho su acogedora estancia, pero as de sopesar si quieres la estampa exterior, o la del restaurante interior, todo no se puede tener.
La atareada cocinera prepara mi segunda tanda de salchichas... jejeje.-
Muy contentos con la comida, cruzamos el puente hacia el otro lado, contemplando sus panorámicas y preciosas fotos desde su espalda.
Lastima que aun sigue en obras, con andamios y pasarelas de madera.
Comenzamos a pasear, y callejeando nos dirigimos a Goliathaus, casa torre, con fresco de David y Goliat.
Seguimos por la calle Residenzstrase hasta Neupfarrkirche, iglesia imponente en Neupfarrplatz.
Recorrimos la calle Wahlenstrase, justo en su nº16, se erige una estrecha torre de color blanco que estaba en nuestro recorrido.
Entramos en Rathausplatz, con el Altes Rathaus.
Y mas adelante encontramos Haidplatz, con su Justitiabrunnen, plaza y fuente.
Esta pasteleria-chocolatería tenía una pinta impresionante, no podías pasar de largo ante su escaparate...
De vuelta por calle Maximilianstrasse, subimos a una cafetería que parecía tener solera, y nos tomamos algo caliente con un pastel. Nada que ver con la que encontramos en Nurember, pero nos sirvió de descanso y tomar fuerzas y calorcito, el día estaba fresco.
Hicimos tiempo en los magníficos parques antes de llegar a la Estación, Central; y disfrutamos mucho de los últimos rayos de sol.
Ya en la Estación de vuelta a Munich, disfrutamos del tráfico ferroviario, este tren tardó en pasar un buen rato, debía llevar mas de 40 bagones de combustible, un verdadero monstruo en movimiento.
Tomamos el tren de las 16:44h; una vez en Munich, el metro nos acercó a Marienplatz, y de alli paseamos dirección a Viktualienmark, para cenar en el restaurante “Zwickl”, ubicado justo detrás del local franquicia de pescados en Viktualienmarkt.
Recomendado en el foro, esta especializado en albóndigas, y en buenas cervezas.
La cocina es algo mas sofisticada y con muy buena presentación, provamos varios tipos de albóndigas, así como ensaladas y también varios tipos de cerveza, ummm muy bunas, eso si, el sitio es diferente, mas recogido, familiar, relajado, mas chick... nos gusto también este ambiente diferente.
He de destacar como remate de la delicadeza del local, sus aseos; al menos el de caballeros, parecía que entrabas en un prado verde soleado, con una baca bien guapa en una pared, con sonidos de pajaros y la baca pastando a tu lado.
Asi que al mear no te sientes solo.
Me asome al retrete, y alli daba lastima de hacer ya sabes...
El lavabo lleno de detalles, como desodorantes, colonias y cremas para que las usaras... jooo si en mi pueblo dejan eso en el WC, no queda ni los papelillos...
Buena impresión del “Zwickl”, recomendable para variar de ambiente a uno mas relajado.
Dimos un paseo hasta Marienplatz y de alli hasta nuestro Hotel por la zona peatonal siempre animada de gente, músicos y artistas tiñendo la noche de sonidos entrañables, de melodías conocidas por todos y de sensaciones que te llevas para el hotel con lastima, pero el cuerpo ya no da mas, así que a la duchita, cremita fría para las piernas y los pies, y a la cama que ya nos llama 9:30h que buenos somos... jejeje.