A las 5:30h las camareras hacen sonar unas campanillas y empiezan a canturrear “good morning, coffe or teaaa”.
Hemos podido dormir algo, todo hay que decirlo, pese a que el tren se mueve como una mala cosa.
Llegamos a Lao Cai puntuales, a las 7h aprox.
Al salir hace más fresquito que en Hanoi pero tampoco para plantarse el abrigo. El día está nublado, hay humedad para parar un tren.
Contratamos el transporte con el hotel en el que nos alojaríamos, 3$ por persona, a pagar al hacer el check out.
Vemos que eso de conseguir transporte en Lao Cai es un poco lotería, ya que en la furgoneta que nos lleva a Sapa ninguno hemos pagado lo mismo y el precio se negocia a la llegada con el conductor, que también se queda su parte, evidentemente... No te puedes dormir en Vietnam, siempre hay que estar con el ojo atento al timo...
Entre negociaciones varias y subir equipajes y demás al final salimos de Lao Cai pasadas las 7:30h, un poco desastrillo.
A nuestro lado va un aleman que viaja solo y al que timan de lo lindo, ya que ha especificado bien claro que él no va a Sapa, que va al parque nacional, y le han dicho que sí sí, que no problem....pero lo bajan en el centro de Sapa como a todo el mundo... en fin, el pobre chaval tiene que buscarse como llegar al parque nacional y descorrer lo corrido...
Tras unos 45 minutos de trayecto, que se hacen pesaditos después de la nochecita de traqueteo en el tren, llegamos a Sapa a eso de las 8h. La carretera es un poco tremenda, mucha curva, y no dejamos de ascender, tanto que se nos tapan los oídos.
Nuestro hotel, el Sapa Elegance Hotel, está situado en el pueblo, en lo que se considera centro, pero un poco alejado del meollo; hay que subir una calle bastante empinada y llegamos al hotelito. Una vez allí, la chica de recepción nos recibe con un té caliente, que entra muy bien, mientras esperamos que nos atienda.
En seguida está con nosotros, nos explica un poco qué tenemos cerca, qué podemos visitar y nos entrega un mapa bastante rudimentario. La habitación está lista a las 8:30h., de coña, porque perfectamente nos podrían haber dicho que hasta las 14h nada...
Nos explica que nos ofrecen una habitación superior por el mismo precio por no disponer de habitaciones estándar en ese momento, toma ya.
Nos enseña la habitación, bastante maja y grande, limpio, con balconcito con vistas al pueblo, todo correctísimo.
Hemos podido dormir algo, todo hay que decirlo, pese a que el tren se mueve como una mala cosa.
Llegamos a Lao Cai puntuales, a las 7h aprox.
Al salir hace más fresquito que en Hanoi pero tampoco para plantarse el abrigo. El día está nublado, hay humedad para parar un tren.
Contratamos el transporte con el hotel en el que nos alojaríamos, 3$ por persona, a pagar al hacer el check out.
Vemos que eso de conseguir transporte en Lao Cai es un poco lotería, ya que en la furgoneta que nos lleva a Sapa ninguno hemos pagado lo mismo y el precio se negocia a la llegada con el conductor, que también se queda su parte, evidentemente... No te puedes dormir en Vietnam, siempre hay que estar con el ojo atento al timo...
Entre negociaciones varias y subir equipajes y demás al final salimos de Lao Cai pasadas las 7:30h, un poco desastrillo.
A nuestro lado va un aleman que viaja solo y al que timan de lo lindo, ya que ha especificado bien claro que él no va a Sapa, que va al parque nacional, y le han dicho que sí sí, que no problem....pero lo bajan en el centro de Sapa como a todo el mundo... en fin, el pobre chaval tiene que buscarse como llegar al parque nacional y descorrer lo corrido...
Tras unos 45 minutos de trayecto, que se hacen pesaditos después de la nochecita de traqueteo en el tren, llegamos a Sapa a eso de las 8h. La carretera es un poco tremenda, mucha curva, y no dejamos de ascender, tanto que se nos tapan los oídos.
Nuestro hotel, el Sapa Elegance Hotel, está situado en el pueblo, en lo que se considera centro, pero un poco alejado del meollo; hay que subir una calle bastante empinada y llegamos al hotelito. Una vez allí, la chica de recepción nos recibe con un té caliente, que entra muy bien, mientras esperamos que nos atienda.
En seguida está con nosotros, nos explica un poco qué tenemos cerca, qué podemos visitar y nos entrega un mapa bastante rudimentario. La habitación está lista a las 8:30h., de coña, porque perfectamente nos podrían haber dicho que hasta las 14h nada...
Nos explica que nos ofrecen una habitación superior por el mismo precio por no disponer de habitaciones estándar en ese momento, toma ya.
Nos enseña la habitación, bastante maja y grande, limpio, con balconcito con vistas al pueblo, todo correctísimo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Descansamos un rato y nos aseamos, estando preparados a eso de las 11h. Hoy decidimos ir a Cat Cat, cerquita de Sapa, andando, para la primera toma de contacto.
Esta aldea se encuentra a unos 3 km de Sapa Village, y el camino de ida es todo de bajada, por lo que se puede hacer bien. Empezamos a pensar que la subida va a ser dura, vemos a varios turistas que vuelven a Sapa desde allí sacando los hígados por la boca...
El primer contacto con Sapa pueblo nos defrauda algo... es bastante feo, para qué negarlo. Todo está en obras, no hay una calle que no hayan obreros trabajando, está todo embarrado, mucha moto y camión, pitos a tutti pleni...vamos, que bonito no es...
Esta aldea se encuentra a unos 3 km de Sapa Village, y el camino de ida es todo de bajada, por lo que se puede hacer bien. Empezamos a pensar que la subida va a ser dura, vemos a varios turistas que vuelven a Sapa desde allí sacando los hígados por la boca...
El primer contacto con Sapa pueblo nos defrauda algo... es bastante feo, para qué negarlo. Todo está en obras, no hay una calle que no hayan obreros trabajando, está todo embarrado, mucha moto y camión, pitos a tutti pleni...vamos, que bonito no es...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una vez nos empezamos a alejar del pueblo, la cosa cambia. Empezamos a ver paisajes verdes, montañas repletas de arrozales, todo verde con esa bruma o neblilla de la zona... muy bonito. Bajamos todo el rato por la carretera, vemos poco coche y el paseo es agradable.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Primer contacto con mujeres Hmongs...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de caminar una media hora, llegamos a Cat Cat. Entrar al pueblo vale 60.000 VND por persona, así que paramos a pagar en el puestecito y seguimos el descenso, esta vez por un camino escalonado donde podemos ver como viven los Hmongs, etnia predominante en esta aldea y en el área de Sapa. Se distinguen porque sus trajes son en colores negros con decoraciones en las mangas. Las mujeres visten así, los hombres visten “normal”.
Es una delicia poder ver bebés Hmongs... madre mía, si juntas lo monísimos que son los vietnamitas de bebés con esos trajecitos... una monería; vimos a varios bebes con sus madres o abuelas, pero en el terreno soy medio tontaina y me sabía mal fotografiarlos, así que los llevo en el recuerdo...
Durante el descenso, varias mujeres Hmongs nos “siguen” con intención de vendernos objetos que llevan encima o ofrecernos trekkings guiados. Son insistentes pero no se nos hacen pesadas, nos preguntan de dónde venimos, con aparente curiosidad, nuestros nombres... tienen un inglés rudimentario pero se hacen entender.
Vemos perros en muchas de las casas, cachorritos y todo, no sabemos bien si serán para la olla o son vigilantes... porque claramente como animal de compañía no...
También tenemos nuestro primer encuentro con cerdos vietnamitas. ¡¡¡¡Qué cucada!!!! Lo que son rapidísimos y no colaboran para la foto... también quedan en el recuerdo...
Los lugareños hacen su vida, las mujeres cocinan, los hombres ven la vida pasar (sí sí, ser hombre en Vietnam me empieza a parecer un chollo...), los niños juegan...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al final del camino a Cat Cat encontramos un puente que da a una cascada muy chula, donde paramos un ratito a admirar el paisaje y hacer unas fotos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Hay algun banco para sentarse y descansar, uno de ellos está abarrotado de gente haciendo fotos; nos acercamos y vemos que hay una mujer Hmong con su bebé... el bebé alucina un poco porque no paran de hacerle fotos, y no es para menos. ¡¡Que cosa mas bonita!! El rapto pasa por mi mente, pero no quiero acabar presa en una cárcel vietnamita, así que me dedico a disfrutar del paisaje. La zona es realmente bonita, verde, mullida, da sensación de ser muy auténtica.
Tras un rato, toca volver, pero subir más de 30 minutos por una carretera muy empinada no me seduce demasiado, así que regateamos con unos chicos que estan a la salida del pueblo para que nos suban en Xe Om (mototaxi, vamos). Al final nos sablan 60.000 VND los dos, y subimos a cuerpo de rey, ya que además se ha puesto a llovisquear.
Nos dejan en Sapa de nuevo a eso de las 13h, tenemos un hambre que ruge, hoy estamos a base del té de cortesía a la llegada al hotel. Entramos directos al restaurante Nature View, y nos zampamos un tofu con citronella que está espectacular, ¡altamente recomendable!.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por menos de 7 euros tenemos la panza llena y el cuerpo nos pide siesta, así que volvemos al hotel a descansar un ratito, se ha puesto a llover y tampoco nos apetece patear lloviendo después de comer.
Salimos de nuevo a la calle ya siendo noche cerrada, a eso de las 18h, con intención de visitar el mercado de Sapa. Ha refrescado un pelín y agradecemos la chaquetilla. Tardamos una media hora en llegar desde el hotel, y cuando llegamos nos lo encontramos cerrado (ya nos vale), así que decidimos bordear el lago de la ciudad y ver qué se cuece. La verdad que el pueblo por la noche es más tranquilo que durante el día, hay menos tráfico y el paseo es “casi” agradable.
Salimos de nuevo a la calle ya siendo noche cerrada, a eso de las 18h, con intención de visitar el mercado de Sapa. Ha refrescado un pelín y agradecemos la chaquetilla. Tardamos una media hora en llegar desde el hotel, y cuando llegamos nos lo encontramos cerrado (ya nos vale), así que decidimos bordear el lago de la ciudad y ver qué se cuece. La verdad que el pueblo por la noche es más tranquilo que durante el día, hay menos tráfico y el paseo es “casi” agradable.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Vemos la iglesia (católica). Su iluminación nos recuerda a un local de alterne.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Mientras hacemos algun vídeo de la zona de la iglesia y de la plaza cercana, iluminada con luces al estilo navideño no entendemos muy bien por qué, unos niños se me acercan y saludan a la cámara, muy simpáticos. Miran la GoPro con mucho interés y quieren verse en la cámara y me dicen cosas que no entiendo. Muy majetes los chavales de este pueblo.
Toca buscar lugar donde cenar; caminamos por “la calle de los restaurantes”, la calle Cau May. Una niña Hmong se nos acerca, y con un inglés mucho mejor que el nuestro nos intenta realizar ventas varias. La niña es una pasada de espavilada y no podemos negarle nada, así que le compramos un bolsito muy mono que según ella está hecho a mano (pero que veremos en muchos puestos a lo largo de nuestra estancia en Sapa). Al final regateamos con la niña, que es muy larga y nos engatusa, que nos quedamos con el bolsito por 40.000 VND. Le damos un billete de 50.000VND y no tenía el cambio suficiente, así que fue corriendo a la madre para que le diera el billete de 10.000 VND. La niña nos encantó, así que una vez nos dio el billete se lo dimos y le dijimos que se lo quedara para ella, por ser tan lista y guapa. Se rió y nos dijo que su casa era nuestra casa, mientras la madre la miraba con cara de amor. Muy majas las Hmongs.
Antes de cenar nos tomamos una cerveza en una terraza en la calle de los restaurantes. Estamos cansados de todo el día y disfrutamos bastante de nuestro momento.
Toca buscar lugar donde cenar; caminamos por “la calle de los restaurantes”, la calle Cau May. Una niña Hmong se nos acerca, y con un inglés mucho mejor que el nuestro nos intenta realizar ventas varias. La niña es una pasada de espavilada y no podemos negarle nada, así que le compramos un bolsito muy mono que según ella está hecho a mano (pero que veremos en muchos puestos a lo largo de nuestra estancia en Sapa). Al final regateamos con la niña, que es muy larga y nos engatusa, que nos quedamos con el bolsito por 40.000 VND. Le damos un billete de 50.000VND y no tenía el cambio suficiente, así que fue corriendo a la madre para que le diera el billete de 10.000 VND. La niña nos encantó, así que una vez nos dio el billete se lo dimos y le dijimos que se lo quedara para ella, por ser tan lista y guapa. Se rió y nos dijo que su casa era nuestra casa, mientras la madre la miraba con cara de amor. Muy majas las Hmongs.
Antes de cenar nos tomamos una cerveza en una terraza en la calle de los restaurantes. Estamos cansados de todo el día y disfrutamos bastante de nuestro momento.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Finalmente cenamos en un restaurante llamado Little Sapa, unos nems (nos estamos aficionando muy mucho) un tofu con curry y unas verduras salteadas con el omnipresente arroz blanco, además de dos cervezacas Tiger de 500ml por 18.000 VND cada una (alrededor de 70 céntimos de euro). Es lujurioso esto de la cerveza en este país .
La cena nos cuesta alrededor de 9 euros, algo más caro que lo que hemos pagado estos días, pero cenamos bastante bien, saliendo casi rodando.
Después de la cena, nos damos otro paseito por el centro de Sapa, sacamos dinero en un cajero (no hay ningún problema para encontrar cajeros, habíamos leído en la guía que mejor ir con suficiente efectivo porque había pocos cajeros, pero qué va, hay un cajero de Agribank (de los buenos, de los que no cobran comisión) en pleno centro).
Nos quedamos un rato contemplando la plaza central del pueblo, donde una chavalada bastante considerable juega a un juego algo raro; montan corrillos y el juego consiste en golpear una especie de pluma de bádminton (una pelotilla atada a una especie de pluma), y se puede golpear con todo menos con las manos. Nos entretenemos un rato viendo como juegan los jovenzuelos (son chavales de alrededor de 16 años) y ya se nos hace la hora de recogerse. Compramos, antes de ir al hotel, un paquete de Oreos y de Hello Panda (hay que aprovecharse que eso en Barcelona no se estila) y un bote de Oraldine (limpitos que somos oye).
Duchas y cama, a la que caemos rendidos, tapandonos y todo con el edredón... Mañana más .
Primer día en Sapa superado y con nota.
La cena nos cuesta alrededor de 9 euros, algo más caro que lo que hemos pagado estos días, pero cenamos bastante bien, saliendo casi rodando.
Después de la cena, nos damos otro paseito por el centro de Sapa, sacamos dinero en un cajero (no hay ningún problema para encontrar cajeros, habíamos leído en la guía que mejor ir con suficiente efectivo porque había pocos cajeros, pero qué va, hay un cajero de Agribank (de los buenos, de los que no cobran comisión) en pleno centro).
Nos quedamos un rato contemplando la plaza central del pueblo, donde una chavalada bastante considerable juega a un juego algo raro; montan corrillos y el juego consiste en golpear una especie de pluma de bádminton (una pelotilla atada a una especie de pluma), y se puede golpear con todo menos con las manos. Nos entretenemos un rato viendo como juegan los jovenzuelos (son chavales de alrededor de 16 años) y ya se nos hace la hora de recogerse. Compramos, antes de ir al hotel, un paquete de Oreos y de Hello Panda (hay que aprovecharse que eso en Barcelona no se estila) y un bote de Oraldine (limpitos que somos oye).
Duchas y cama, a la que caemos rendidos, tapandonos y todo con el edredón... Mañana más .
Primer día en Sapa superado y con nota.