Y aquí os dejo mi favorito en este viaje:
Restaurante Zoco del Mar, un sitio con unas vistas espectaculares de Águilas, de sus playas de Levante y Poniente y del castillo de San Juan de las Águilas porque está situado justo debajo.
zocodelmar.com/ es aconsejable reservar.
Me ha gustado es que cuenta con Transporte Propio y gratuito (una van) que te recoge unos minutos antes de la hora que hayas reservado en la Plaza de España (La Glorieta, como es conocida allí) en la esquina al lado del Banco Popular tiene la parada y te sube y después de comer te lleva al punto donde te recogió, el chofer se llama Asensio, una persona amable y muy simpática, te sube cuando llegas, no te hace esperar a otros comensales a no ser que estén allí y te baja cuando quieres después de comer.
Cuenta con
menú semanal de 11€ y
menú fin de semana (excepto festivos)
de 15€, (os dejo foto) incluye con el menú una botella de agua de litro y medio pero no otra bebida, pero las bebidas no son caras, no abusan para nada con el precio. Cuenta además con una amplia carta, para todos los gustos, con unos platos muy bien elaborados, a destacar las variadas croquetas caseras que están espectaculares y los postres igual.
La relación calidad precio está muy bien.
Visitamos este restaurante tres veces, para degustar el menú diario y el de domingo (podéis ver lo que incluye en la foto que os adjunto) estuvo todo muy rico, cantidad y calidad.
Queríamos degustar unos platos de la carta así que la noche del 12 como era festivo fuimos a cenar que estuvieron a la altura de las expectativas, tomamos verduras en tempura, pata de pulpo braseada sobre salsa romesco y por sugerencia del camarero tomamos el pescado del día que era Lecha, un pez capturado allí en Águilas, que es muy popular en esta zona y según nos comentó los meses más indicados para la captura de la lecha son agosto, septiembre y octubre, así que fue un acierto aceptar su sugerencia porque estaba delicioso y la forma de prepararlo. No pudimos tomar postre ya que no había ya lugar en nuestro estómago, pero ya los habíamos probado en los dos días de menú (son algunos de los que vienen si comes a la carta).
El restaurante es muy grande y está acristalado para poder funcionar en invierno, aunque con la buena temperatura que hace en Águilas también en días soleados se puede disfrutar de la terraza al aire libre donde nos sentaron las tres veces que fuimos, el dueño es muy amable al igual que los camareros que nos atendieron, observé que están muy pendientes de los clientes para que nos les falte de nada, a nosotros nos dieron a elegir el primer día que fuimos si queríamos dentro porque nos habían preparado la mesa en la terraza para que disfrutáramos de las vistas, un gran detalle, y allí comimos y cenamos disfrutando de la buena temperatura por la noche con esas vistas.