El día de regreso de Magnetic Island se gestó una de las últimas “desgracias” de nuestro periplo australiano. La última iba a ser antológica, de las que hacen historia y luego se convierten en una de las anécdotas del viaje
A continuación os pongo la ruta de los próximos días, planning que revisábamos una y otra vez, el papel sobre la guantera, otra copia a la vista y nuestra cuidadosa atención a los detalles importantes:
25- Magnetic island. Return transfers. Fantasea Cruises.
26- Viaje de Townsville a Cairns. 348 KM.-4´30´´. Cairns central yha (20-26 McLeod st.). Kuranda.
27- Cape Tribulation y Daintree N.P. Coche de alquiler. Cruising car rental (196a sheridan street, Cairns)
28- Visita a la Gran Barrera de Coral con la empresa Great Barrier Reef Tour. Down Under Dive.
29- Ver Cairns y quedar con María de “Cairns unlimited”. Vuelo de Cairns a Auckland (vuelo con Virgin Blue 21:30-05:00)
Dicen que cuatro ojos ven más que dos, pues bien, en este caso, cuatro ojos que se equivocan unidos la cagan por partida doble
Día 26 viaje de Townsville a Cains, parece claro, ¿verdad?
Pues mirándolo una y otra vez, durante todo el viaje, nuestra cabeza cambió un día por otro y ese día de viaje, ya el 27, se convirtió en una fantástica jornada conociendo Millaa Millaa y Wooroonooran National Park, entre otras cosas y durmiendo en este lago idílico.
Si os fijáis en la ruta, esa noche debíamos estar durmiendo ya en Cairns porque a la mañana siguiente teníamos un coche de alquiler contratado para conocer Cape Tribulation y Daintree National Park.
A unas millas de allí, nosotras mientras tanto con toda la parsimonia y felicidad del mundo nos tomamos ese camino a Cairns con calma pensando que al día siguiente haríamos ese plan. Cascadas, helechos..., qué duro iba a ser el golpe!
Llegamos al magnífico hostel de Cairns, uno de los mejores, y nos miran con cara de alucine intentando explicarnos el día que era y que ya sólo teníamos una noche de las dos iniciales que, afortunadamente, nos guardaban.
En esa época, reitero, no teníamos smartphones, así que nos vamos a la sala de internet del hostel y vemos un correo electrónico de María, de Cairns Unlimited, preguntándonos qué nos había pasado, preocupada, en vista de nuestros antecedentes, y temiéndose lo peor a punto de llamar al ejército para que nos rescatara o a los hospitales
La llamamos para explicarle lo que había sucedido y nos comenta que, evidentemente, hemos perdido el dinero de la noche de hotel y del coche de alquiler.
Lo asumimos como pudimos y mientras nos lamíamos las heridas, de repente, una luz se encendió en mi mareada cabecita y me di cuenta que llevábamos, consecuentemente, un día de retraso en la entrega de la Jucy!! Y seguimos para Bingo!
Y esto nos lleva a la última hecatombe australiana, digna de mención. Abróchense los cinturones que vienen curvas.
Con el agobio y las prisas de ir corriendo a las oficinas de Jucy, descargamos las maletas, las dejamos en recepción, y nos fuimos corriendo hacia allí.
Llegamos a un cruce medio histéricas y la policía empieza a hacerme señas. Yo, al principio, ni siquiera pensaba que era por mí, soy una conductora prudente y conduzco relajadamente.
Sigo y empiezan a pitarme y a hacerme luces, primero la policía y después otros conductores. Y yo en plan, ¿qué pasa ahora? ¿qué más me puede pasar? Nunca tentéis a la suerte con esta cuestión
Te empiezas a emparanoiar con las señales, los cruces, los semáforos y cambios o giros inadecuados, porque son diferentes a los de aquí.
Miro para todos lados ya obsesivamente y no veo nada que me haga entender los gestos, avisos y pitidos. Siguen cada vez más insistentemente.
Me paro, en plan, ver qué pasa, pero me pitan y cada vez más cabreados me hacen aspavientos para que siga.
Continúo la marcha y se inicia una especie de persecución policial de película que termina con el coche de policía adelantándonos y atravesándose delante en plan Miami Vice.
Vienen en plan amenazador y se encaraman a la ventanilla. Entre los gritos, el acojone y no entender muy bien su inglés nos ponen con las manos sobre el volante, nos piden documentación del vehículo y pasaporte.
¿Dónde estaba el pasaporte, carnet internacional y demás documentación?
Premio para los lectores avispados que estarán leyendo esta historia entre incredulidad y risas
Con las prisas de bajar el equipaje a todo correr y hacer el check in se quedó en la recepción del hostel.
Los policías, cada vez más cansados y con la sensación de que les estábamos vacilando nos mandan bajar del coche, en plan registro y detención de película.
Yo entre balbuceos y un inglés macarrónico intentando explicarle lo que nos había sucedido. Y él diciendo que lo que había pasado era muy grave y que nos tenían que llevar detenidas a la comisaría.
Mi adorada Maya Angelou dice “He aprendido que puedes decir mucho de una persona por la manera en la que se comporta en estas tres situaciones: un día lluvioso, equipaje perdido y las luces de navidad enredadas.”
Yo añadiría ésta situación. Aquel día aprendimos algo de nuestras reacciones ante una situación tan límite al girarnos y entender el motivo de tamaña persecución y amenaza de detención.
El enorme portón de la Jucy estaba abierto totalmente convirtiendo nuestra casita con ruedas en una especie de Batmovil verde
Los motivos con los que estaba serigrafiada cómicamente no hacían más que volver la escena entre patética e hilarante. Os recuerdo su aspecto por si lo habéis olvidado.
Entre reacciones de risa nerviosa, gritos de no entender cómo había pasado e intento de explicarnos, la tensión me llevó a llorar sin apenas darme cuenta.
De hecho, no fui consciente hasta que los policías se apiadaron de nosotras y se dieron cuenta de que no había mala intención por nuestra parte sino que un cúmulo de sucesos desafortunados nos habían llevado a esa cómica situación.
Nos dijeron que por esta vez no íbamos a la comisaría, que tuviésemos cuidado y siempre fuésemos documentadas.
Medio en silencio, medio en estado de shock condujimos hasta las oficinas de Jucy y al llegar nos miramos y nos dio un ataque de risa nerviosa que hubo que calmar para entrar a explicar a los empleados con cara de pena lo que había pasado.
Tan impresionados quedaron que sólo nos cobraron el día de más y alguna tasa, pero no la tremenda multa que parece podía haber puesto la guinda a esta historia
Consecuencias: de nuevo los errores nos salieron caros, nos perdimos conocer esas zonas tan deseadas, Cape Tribulation y Daintree, y casi sin hacernos a la idea al día siguiente teníamos la excursión estrella a la Gran Barrera de Coral.
Pero bueno, como dice una de mis frases viajeras favoritas: “El final del viaje no es el destino, sino los contratiempos y recuerdos que se crean en el camino”, así que the show must go on!
Llegamos al hostel de vuelta y aprovechamos para acicalarnos, descansar y disfrutar de sus instalaciones, zonas de juegos, piscina, bar…
Los hostels en Australia son mucho más que los típicos albergues que podemos conocer aquí.
Suelen ser modernos, con zonas muy completas y cuidadas, cocina, zonas comunes, ciber, etc.
Todas las noches que pasamos en hostels en la parte de viaje australiana fueron en habitación doble con baño privado, excepto en Brisbane que ya no quedaban dobles y era para 4 personas.
La experiencia resultó ser muy positiva y enriquecedora, tenías tu espacio privado y luego podías conocer gente y compartir experiencias mientras cocinabas, estabas en la sala de la tele, jugabas o tomabas algo en el bar.
La mayor parte de comidas las preparábamos en las cocinas de los hostels, en la Jucy o en las famosas y frecuentes zonas de barbacoa australianas. Ello hace que el viaje, caro de por sí, sea más controlado en cuanto a gastos de alimentación.
Una de los aspectos que nos gustó también en los hostels, campings y otros espacios compartidos fue el de que siempre hay un apartado para dejar la comida o utensilios sobrantes y así otra persona puede utilizarlo.
En general, la gente hace uso de un modo razonable y se fomenta un intercambio altruista y una manera de viajar colaborativa muy interesante. También funciona el bookcrossing y otras experiencias de reciprocidad.
Próxima estación: Gran Barrera de Coral