El Super 8 es un motel de carretera, muy normal , pero llegamos el día anterior casi anocheciendo y nos incluía un desayuno básico aunque para nosotros suficiente, leche, café, cereales de varias clases, la posibilidad de hacerte wafles con siropes varios y panes con mantequilla y mermeladas. Naranjas y manzanas naturales. Tras el desayuno partimos a Zion pues teníamos poco más de media hora, llegamos alrededor de las 10. Cuando llegas a la derecha hay varias calles para aparcamientos y al fondo el visitors center. Nos costó un poco encontrar sitio. Cruzando la carretera, un poco más adelante, están los shuttle para recorrer el parque. Al llegar a la parada se notaban restos de que allí había llovido con fuerza, la tierra rojiza se veía desplazada. Ya sabéis que hay 9 paradas, bien pues la 6 The grotto es la que has de parar para ir al Angels Landing trail (recuerda que después de la pandemia se instauró una permiso para poder realizar el último tramo de cadenas del trail, previo pago y siempre que hayas resultado agraciado en el sorteo. Pagaras 2 dólares por inscribirte podrás pedir hasta tres horarios y si te toca te será enviado un correo y deberás abonar 6 dólares). Nada más cruzar el puente de madera que hay frente a la parada hay una mesa con sombrilla y tres rangers que te cotejan que llevas el permiso para subir la zona de cadenas, como llegamos antes de lo permitido no nos dejaron acceder y volvimos a coger el shuttle (ir parada 4) para aprovechar y ver la corte de los patriarcas,
como veis son tres picos con el nombre de Abraham, Isaac y Jacob. A pesar de que se pueden ver a pie de carretera anduvimos un poquito para buscar un mejor ángulo para las fotos. De nuevo nos dirigimos al inicio de nuestro trail y allí ya no había ni mesa ni nadie. Comenzamos a subir y aquello parecía la Gran Vía, familias, parejas, grupos de amigos, etc. A pesar de que dicen que es un trekking duro, pienso sinceramente que solo necesitas buen fondo para aguantar repecho tras repecho, pero el camino esta genial y en muchos tramos asfaltado.
En el camino nos encontramos con una pareja super amable de amish como siempre Paramos mucho para hacer fotos con que no notamos el cansancio en ningún momento. Cuando estábamos próximos a la zona de cadenas los rangers estaban allí pidiendo de nuevo el permiso. Comenzamos a subir y dejamos pasar a una pareja que volvía porque ella no lo aguantaba. Es una experiencia total, el piso acompaña pues la bota se agarra y no resbalas, no mires abajo si eres propenso al vértigo, agárrate bien a la cadena y ya está.
A pesar de que es estrecho hay zonas mucho más estrechas e inclinadas, zonas con escalones altos, no aptos para patitas cortas, pero las vistas lo compensan todo. Cuando quedaban unas decenas de metros los móviles empezaron a emitir una alarma donde te pedían que si estabas en zona de tormentas e inundaciones, te alejases inmediatamente. Entonces se oyó un trueno y el cielo si ya estaba oscuro, se puso más. Las ganas de llegar podían más y seguimos pero a los cinco minutos sonó otra vez la alarma y paramos a decidir, seguimos, cuando más truenos nos hicieron desistir nos quedaban apenas unos metros pero la gente también comenzaba a desistir. Mi marido y mi hijo hicieron chufa y bajaron, yo apenas me quede ahí mismo. Repetiría sin dudarlo pues, aunque es todo cuestas, los picos rojizos y esas vistas del valle con las imágenes finales de infarto compensan con creces el cansancio y la lluvia de vuelta del camino. Cogimos el shuttle pues no nos queríamos perder Narrows y llevábamos los escarpines para recorrer un poco del camino. El tiempo cambió y el sol salió de nuevo, para cuando llegamos a la parada 9 Templo de Sinawava el calor apretaba bastante. Bajamos del autobús y nos topamos con una pareja de vascos que estaban en una fuente lavándose las piernas y pies. El chico nos contó que habían comenzado the Narrows cuando sin darse cuenta el nivel de agua creció y casi se les lleva por delante , vieron a una mujer agarrada a un tronco que pasó por delante gritando mientras otros hacían cadena desde la orilla para sacar a otra mujer, aun llevaban el susto en el cuerpo. Ya sabíamos que no podíamos acercarnos a la entrada del cañón ni mucho menos caminar por él pero hicimos el Riverside Walk, impactaba ver la fuerza del agua, partes del camino estaban encharcadas pero conseguimos terminarlo. De vuelta, vimos enfrente de nosotros una cascada y delante en un peñasco unas cinco personas allí atrapadas porque no podían cruzar de ninguna manera el rio. De vuelta en la parada 9, dos ambulancias y tres coches de Rangers estaban preguntando. Nos preguntaron si habíamos visto a alguien en el agua, si había gente atrapada en la otra orilla y si a lo largo del camino había alguien herido o que necesitase ayuda. Allí lo único que ya hacíamos era molestar por lo que cogimos el bus y volvimos al centro de visitantes, dentro tiene una supermaqueta del parque con todos los puntos de interés marcados, para hacerte una idea de lo que puedes hacer. Abandonamos el parque con el susto en el cuerpo de que si decidimos comenzar con Narrows a primera hora no sabíamos cómo abríamos acabado. Nuestro destino final era Panguitch y por ello abandonamos Zion por la carretera 9 hacia Zión Mount Carmel Tunnel a lo largo del camino tomamos varias fotos a pie de carretera pero nada de trails (hay muchos que podeis hacer como el canyon overlook) porque no llegábamos de día a nuestro destino.
El paisaje es verde con tonos rojizos y escarpado. En Mount Carmel junction cogimos la 89.
Como en muchos sitios, la fauna local posaba para nosotros. Esta vez queríamos una casa típica americana y vaya casa, tiene un porche de pelicula y está supercuidado, la habitación era muy cuca con microondas, nevera y mesa con una cesta llena de vajilla de plástico para comer. No vimos a los dueños, al principio, pero en el hall tienes una carta dándote la bienvenida y con cinco tipos de desayuno para que escogieses el que prefirieses, sobra decir que yo me tire al dulce y el resto lo hicieron al típico americano, volvimos a poner en la pinza como nos pedían y con un buen chaparrón descargamos y nos metimos en la habitación, salimos después de la ducha a comprar una pizza enorme de la que dimos buena cuenta y como no, nuestras cervezas de rigor. Nos acostamos pronto ya que al día siguiente tocaba Bryce y otra vez había que patear.