Alsacia ✏️ Blogs de Francia

Este día lo habíamos reservado para visitar el castillo de Haut-Koenigsburg, a unos 30 Km de Colmar. Abren a las 9:15 y llegamos a las 10:00, creyendo que no habría nadie y nos encontramos el parking con bastantes coches y autocares. Y eso que era viernes por la mañana. No me puedo imaginar como debe de ser en verano.
Lo peor, además, que te puede pasar que coincidas con un grupo organizado (y éste es un sitio muy visitado por grupos), con lo que es muy muy aconsejable estar pronto.
El castillo es muy recomendable, de los mejores que he visto. Está restaurado; pero mantiene el encanto de estos castillos. Desde la parte alta se puede contemplar unas vistas extraordinarias. Te puedes estar fácilmente más de dos horas visitándolo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A la salida de la visita vimos que los coches y autocares aparcados se habían multiplicado por diez.
Emprendimos después un recorrido por los pueblecitos alrededor de Colmar:
Empezamos con Bergheim, donde nos pareció más tranquilo que lo fueron después el resto de lugares, mucho más turísticos. Aquí tomamos un par de quiches de cebolla y de atún, riquísimos.
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Seguimos con Ribeauville, con la Torre de los Carniceros y alguna casa histórica.
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Después paramos para ver la iglesia fortificada de Hunawihr, muy curiosa.
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Riquewihr, muy turística, la recorrimos por entero. Tiene mucho que ver.
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Keysersberg, después, fue también interesante, aunque no tanto.
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Terminamos el recorrido con Eguisheim, con su “anillo” de casas muy peculiar y sus casas ovaladas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De vuelta a Colmar, agotados, fuimos a cenar a la Pequeña Venecia, al restaurante Aux Trois Poissons, donde tomamos con vino blanco de la zona, una rica sopa de pescado, un Matelote (guiso de pescado) y carpa frita. Estuvo todo bueno; pero la gente era un poco estirada.

Los Pueblos de Alsacia: En la zona de Alsacia donde estuvimos hay multitud de pueblos para visitar. Muchísimos. Como es lógico, tuvimos que seleccionar. No sabría decir cuáles de los que visitamos son obligados (quizás Riquewihr y Eguisheim) y cuales prescindibles (quizás Bergheim y Keysersberg). Lo que si es cierto es que son todos parecidos y al cabo de un tiempo ya no te parecen tan originales.
Me imagino que va en gustos el elegir qué pueblos visitar y en qué orden.
Por otro lado, nosotros dividimos el viaje en cuatro bloques: Estrasburgo, el castillo de Haut-Koenigsburg, Colmar y los pueblecitos de alrededor. Aparte de varios pueblos o sitios que llevábamos como “reserva” (como Obernai).
La idea original era ver un día Estrasburgo, otro el castillo y los pueblos de alrededor el tercero. Colmar lo íbamos a ir viendo las tardes de los tres días. Puede que hubiera sido buena idea; pero al final nos dio pereza coger el coche los tres días, con lo que dejamos Colmar por entero para el último día. Quizás excesivo; pero nos permitió descansar de coche.

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El último día lo dedicamos a recorrer tranquilamente la ciudad de Colmar.
De museos (somos poco dados a ello) sólo visitamos el de Unterlinden, ya que queríamos ver el retablo de Isenheim.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Vimos muchísimas casas históricas, como la de las Cabezas, Pfister, Adolph…
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Entramos en la catedral, dimos una vuelta por el agradable barrio de la pequeña Venecia, por el barrio de los Curtidores, etc.
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*** Imagen borrada de Tinypic ***
A la hora de comer, entramos en La Table du Brocanteur, un sitio pequeño, familiar y precioso alejado del mogollón de turistas. Tomamos foie, un pescado y una carne, muy rico todo y… bastante más caro que el resto de las comidas. Era nuestra despedida y nos hicimos un homenaje.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En general, pasamos el resto del día paseando, sentados en alguna terraza y disfrutando del día tan maravilloso que nos hizo.

Las Oficinas de Turismo en Alsacia: Estoy acostumbrado de acudir muchas veces a las oficinas de turismo de las ciudades para coger un mapa y me den unas indicaciones para visitar la ciudad.
En la mayoría de los pueblos que tenían oficina, que visitamos, nos informaron bastante bien. En Estrasburgo, como comentaba, nos cobraron el plano; pero hay que reconocer que era muy completo. En Colmar el plano era infame, sin casi ninguna información adicional. Hubiera preferido que fuese de pago; pero incorporara más nombres de calles e información adicional.

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Después de desayunar en nuestro habitual sitio de Colmar (La Boulangerie de Cote Four, en la plaza de los Dominicanos), una agradable panadería-cafetería con croissants riquísimos que descubrimos al poco de llegar, recogimos las cosas del hotel, pagamos el parking y emprendimos el regreso al aeropuerto de Basilea, que como relato al principio del blog, fue una pesadilla.
Menos mal que el vuelo no tuvo ningún retraso y volvimos a buena hora a España.

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