Malasia, Singapur e Indonesia 30 días ✏️ Blogs de Asia Sudeste

20-21 Julio Viaje Madrid-Estambul-Kuala Lumpur


El viaje comenzó desde Madrid a las 12.30 de la mañana con un vuelo dirección Estambul.
Yo estaba histérica, no me gustan mucho los aviones, pero ya una vez montada me quedo dormida de puro aburrimiento... El primer vuelo eran unas tres horas y algo, luego teníamos una escala de varias horas y saliamos de madrugada hacia Singapur con un vuelo de más de 10 horas.
Volamos con Turkish y ambos vuelos fueron muy tranquilos. En el aeropuerto de Estambul aprovechamos para comer algo típico de Turquía (Lamhacum). Recomiendo no quedarse donde llegan los vuelos internacionales de Turkish si viajais con esta compañía, parece que es pequeño y viejo el aeropuerto y las sillas son las más incómodas. Si os movéis veréis que es increiblemente grande con varios sitios para tomar algo.
Una vez en el avión nos dieron de cenar otra vez(y eso que era más de la 1 de la mañana). Dormimos como pudimos y a las 6 de la mañana me desperté que no me sentía las piernas. Síndrome turista creo que se llama. Me moví un poco y se me pasó. Seguí durmiendo hasta que nos trajeron el desayuno . En muy poquito llegaríamos.

21 Julio Llegada a Kuala Lumpur

Cuando llegamos he de advertir que hay que coger una especie de monorrail/metro gratuito para ir a la cinta de las maletas. También he de advertir que mi maleta no llegó, ni tampoco la de otra familia que venía igual que nosotros de Madrid ni otros enlaces. Nos dijeron que llegarían al día siguiente.
Cambiamos el dinero necesario para movernos hasta el alojamiento que teníamos (un apartamento de airbnb llamado Casa Mutiara), el cambio es mejor hacerlo en tiendas indias, tienen el mejor cambio. Llegamos hasta la estación central con un autobús que nos costó 10 ringgit, unos 2-3 euros. Para nada recomiendo los taxis si es una hora buena, el taxi a la vuelta nos costó 180 ringgit!! (unos 30 euros). Desde la estación quisimos bajar e ir andando,dimos vueltas, nos rallamos y volvimos y cogimos un monorrail que nos dejó cerca del apartamento. Con el mapa del móvil conseguimos llegar.
Salimos a cenar cerca del apartamento, en una calle de puestos callejeros chinos. Serían sobre las 10 de la noche y estábamos cansados pero la vistas a las Petronas que vimos desde nuestra habitación nos invitaba a pasear e intentar acercarnos.
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Es dificil verlas cuando te acercas porque hay una gran cantidad de rascacielos. Una vez abajo casi no se ve nada, solo unas torres muy altas, ¡¡pero impresionaba!!
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Reventados, y yo sin ropa, (algo que metí en la maleta de mano por si acaso) volvimos paseando y mirando todos los rascacielos. Compramos algo para desayunar al día siguiente y agua.

22 Julio Kuala Lumpur

Nos levantamos sobre las 9 y fuimos a ver China town (Jalan Petaling). Es una buena zona para comprar algún souvenir.
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Luego fuimos a ver el Central Market donde vi unos canutillos de bambú y coco y los compré para probarlos. Estaban buenísimos.
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Pasamos por la mezquita nacional y una antigua que parecía que hoy en día era otra cosa y está justo en frente haciendo contraste. Luego fuimos a un parque que está en la ciudad con un laguito donde vimos ardillas. Por el parque se atraviesa un planetario que es un edificio antiguo con una cúpula azul y unas escaleras muy bonitas y además el parque tiene una representación en pequeño de cosas relacionadas con astronomía como un monumento de la india que se llama Jantar Mantar y del Stonehenge de Inglaterra.

Después decidimos ir a central station para coger el monorail LRT a la torre Menara. Es muy barato, te dan una fichita azul que parece la de las atracciones de la feria.
La torre Menara es una torre muy alta desde la que queriamos ver las Petronas.

Cuando llegamos a la estación nos tomamos un Nestea de una máquina por 1Ringgit (25ctms). Nos sentamos en un banco y una señora mayor se nos puso a hablarnos. Son bastante amables y charlatanes los Malayos. Tenía curiosidad por saber de donde eramos y si nos gustaba Malasia.

Una vez que cogimos el LRT nos bajamos cerca de la torre Menara. Vimos un restaurante Tailandés y comimos unos noodles muy picantes que compartimos porque no andábamos muy hambrientos.

Llegamos a la torre Menara y desde abajo se sube en un microbus gratuito a la entrada. Allí decidimos pagar la entrada, algo carilla comparado con el resto de cosas de Malasia(unos 25 euros los dos) pero era la primera vez que íbamos a subir a un edificio tan alto. Pues una vez arriba seguíamos viendo las Petronas de lado.. aún así las vistas son increíbles. El edificio es circular y ves todo Kuala Lumpur. Hay una especie de telescopios gratuitos. También arriba puedes encontrar para comprar algún souvenir y baños. Justo debajo teníamos un restaurante pero solo se iba con reserva y creo que era para cenar (eran unos 20-25 euros por persona).
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Después decidimos ir a descansar al apartamento y además empecé a ponerme nerviosa por si venía o no mi maleta ya que al día siguiente muy temprano teníamos el vuelo a Singapur. Ya lo había dicho al de seguridad de la puerta pero cada vez que pasaba había uno nuevo y se lo repetía y seguían sin entenderme. Mi proposito fue que todos los de seguridad supieran que tenían que coger una maleta ese día jajaja. Luego fuí a la oficina del edificio y también se lo expliqué y por último fui al upgrade (lo que llamamos entreplanta en España) que tenían un pequeño supermercado y también se lo dije a la chica. Ésta última era amiga o empleada del muchacho que nos alquiló el apartamento, me ayudó en lo que pudo e intentamos llamar al aeropuerto pero ahí no contestaba nadie.
Me agobié un poco por no estar en un hotel, ya que estas cosas las lleva la recepción y allí, todo vallado, puertas con rejas y ascensor con tarjeta... si el de seguridad decía que no cogía nada mi maleta se volvía a Dios sabe dónde...
Escribí un e-mail al chico del apartamento, Alan, y vino a vernos. Como he dicho son gente muy amable y me dio un par de teléfonos y le expliqué bien que me había pasado. Me dijo que no me preocupase que si llegaban él la guardaba y ya me la enviaría. Al poco tiempo me mandó un e-mail que el transportista vendría a las 20,30 con mi maleta, que al dar el contacto de él le habían llamado a él. A las 20.00 ya estaba yo en la puerta . Mi novio, Miguel Ángel, se fue a sacar dinero mientras. El pobre dio mil vueltas y cuando volvió ahí estaba yo con la maleta ya. Casi abracé al hombre cuando la bajó del coche. ¡Ahora si me quedé tranquila y esa noche tenía que ponerme guapa y celebrarlo!Había sido un día duro y agotador. Ya no tenía que lavar más a mano (que aunque solo fuera un día también venía otra noche del viaje y en estos países se suda mucho)

Para celebrar nuestra última noche y que todo ya estaba bien subimos a la azotea (piso 21) donde estaba la piscina. Era de noche pero estaba abierta hasta las 10. Increíbles vistas con un clima muy agradable.
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Nos duchamos y salimos a comer algo. En principio no queríamos porque teníamos el taxi al aeropuerto a las 3.15 de la mañana¡¡ pero estábamos de vacaciones!!
Comimos un menú para compartir en el KFC y luego paramos en un kebab y comimos otro para compartir. Esa noche teniamos ganas de otro tipo de comida y más de compartir. Luego se nos ocurrió probar los Duriam... Una fruta que huele realmente mal y dicen que sabe bien. Pues no, a mi me sabe asquerosa. Miguel se la comió y no sabía ni el por qué. Supongo que el asqueroso olor que tiene se suaviza con la textura pero ni mucho menos es deliciosa como dice la gente. A i me olía a algo podrido y quemado y me sabía igual.

Cuando sonó el móvil una llamada de jazztel a las 2.15 (me quitó media hora de sueño) ya no volvía a dormirme. había dormido... dos horas? no me pareció buena idea haber salido a cenar, además me quemaban las piernas y los pies y a Miguel Angel le sabía la boca a mierd... bueno a lo que huele el Duriam que se le estuvo repitiendo todo el día por cierto.

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23 Julio

Salimos del apartamento de Kuala Lumpur bien temprano como dije. Miguel Ángel se equivocó a la hora de coger el vuelo y cogió el primero, a las 6 de la mañana. Ya en el aeropuerto las colas eran una locura de gente, yo con dolor de cabeza y Miguel Angel de estomago por el duriam..
El vuelo fue bueno pero de lejos se veían tormentas y asustaban mucho...
Llegamos a Singapur sobre las 7 de la mañana. Mi maleta llegó bien esta vez y cogimos el tren/metro que va desde el aeropuerto a la ciudad.
En Singapur el idioma oficial es el Inglés pero se entiende regular, aunque mucho mejor que el resto de Asia.
Pues el metro de repente se quedó vacío en una parada y se volvió a llenar y no sabíamos porqué. Habíamos ignorado la megafonía que advertía un cambio de tren así que sin querer volvimos... Hay que ir hasta Tana menara (no se exactamente como se escribe) y hacer el cambio allí. El del aeropuerto no llega mas lejos o al menos ese.

En Singapur es muy fácil moverse. Hay metro y autobuses. También taxis. Nosotros solo usamos el metro, cada recorrido estaba en torno 1,10-1,30 costándonos el que más 2 y algo que fue la vuelta al aeropuerto.1 dolar singapuriense son unos 60 ctms. Yo lo que hacia era multiplicar por 100 y me daba en pesetas. Que se que es muy antiguo pero era fácil.

Llegamos al hotel desde el metro andando, se llama Pan Pacific y era un hotel de lujo. Un pequeño caprichito para Singapur ya que no había hoteles medios que nos gustasen. La habitación fue 150 euros la noche con desayuno. Tenia cocina, lavadora, salón... Teníamos un apartamentito ejecutivo en Singapur.
Cuando llegamos eran las 8 de la mañana y la habitación no estaba lista. Así que dejamos las maletas y nos fuimos a ver Singapur.

En frente del hotel había una zona comercial un poco cutrecilla pero ideal para tomar un café y desayunar. Había una pastelería y una tienda de una china que vendía cafés. La china tenía asientos así que cogimos todo y nos sentamos. Como anécdota diré que la china me hizo el café le hechó leche condensada o algo así lo movió y me lo dió. Yo fui a coger una cucharilla que tenía encima del mostrador y me la quitó de la mano literalmente y dijo NOOOOO. Una chica con pintas de ir a trabajar me dijo en inglés que la china estaba diciendo que ya lo había movido, mi cara de susto debía ser mortal de que te quiten un cubierto de la mano por no fregarlo (imagino) que sería era un poco ofensivo pero bueno... al final cogí una cañita... a mí me gusta mover el café mientras me lo tomo y punto! Pues sí, los chinos estos con los que chocamos eran los más malos educados (supongo que no serán todos), pero el resto de la gente local no era así.
Miguel Ángel me dijo que le estaba dando importancia pero sí que es verdad que al irnos la china me miró y exclamó algo entre dientes... una madición o algo jajaja.

Pues tras desayunar fuimos a sacar dinero al barrio Árabe (muy cerca del hotel) y cogimos el metro a Marina Bay. El metro no llegaba hasta la última parada porque se había averiado así que nos bajamos antes pero fue mejor. La última llegaba hasta el hotel Marina Sand y desde allí evidentemente no puedes tener la vista de la bahía con el hotel. El calor de Singapur es horrible pero hicimos el esfuerzo de pasear para ver la bahía y el Merlion. (la imagen famosa de Singapur que es un León en la bahía que hace de fuente expulsando agua por la boca)
Nos sentamos bajo un puente que había, estábamos reventados y decidimos volver a descansar estuviera o no la habitación.

Al llegar al hotel aún tuvimos que esperar un rato en recepción, mientras fui a la zona comercial de enfrente a un supermercado, el seven eleven, y compré una pasta de esta que se hace instantánea con agua caliente y agua mineral.
Poco después nos dieron la habitación. Subimos y era genial,con albornoces en los armarios, zapatillas, sofá, dos televisiones y la cama más cómoda que he dormido nunca llena de almohadones. Nos duchamos, comimos algo y nos echamos a dormir.

Nos despertaríamos sobre las 6 ó 7. Era de noche pero decidimos ir a la piscina, la cual cerraba a las 11 de la noche. La piscina vale que no es la del Marina Bay Sand pero era fantástica. Era la planta 20 me parece y se veía toda la ciudad iluminada por rascacielos y al fondo el mirador de la noria. Estábamos solos observados por la gente que corría en el gimnasio que tenía un mirador con cristalera a la piscina y a las mismas vistas que nosotros. Hacía aire pero en seguida nos adaptamos a la temperatura del agua, nos tiramos, nadamos y nos hicimos infinidad de fotos con esas vistas.
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Tras el bañito de la piscina y la siesta nos encontrábamos con las pilas recargadas. Era hora de salir de noche por Singapur, ponernos guapos y pasear entre rascacielos. Pero antes cenaríamos en un turco del barrio árabe unos kebabs.
Decidimos ir andando hacia la zona de la bahía otra vez para verla con luces. Nos hicimos fotos entre rascacielos y llegamos hasta la noria que estaba cerrada. Pero había una vista maravillosa y diferente desde allí. Luego cruzamos en frente donde está el Marina Bay y entramos a verlo. Está lleno de comercios de lujo. También vimos desde fuera el casino pero no pudimos entrar porque necesitas presentar los pasaportes y no los llevábamos. Quisimos volvernos pero quedaban menos de 5 minutos para que saliese el último metro y no teníamos recargada la tarjeta así que volvimos andando otra vez. El paseo desde el marina Bay hacia el otro lado de la Bahía mereció la pena. Es todo de madera y las vistas son preciosas.

Teníamos pensado tomarnos una copa en un rascacielos, el más alto de la ciudad según ponen algunos foros. Era la noche de chicas así que sólo pagaríamos la entrada de Miguel Ángel que incluía una consumición. El edificio es el UOB Plaza One y la discoteca Altitude. Tienen página web y cada noche una oferta diferente.
Entras por abajo donde pagas la entrada. Le dimos 50 dolares singapurienses, la entrada eran 30 (algo menos de 20 euros) pero no nos dió la vuelta y entedimos que nos la daban arriba cuando tomásemos la consumición.
El ascensor magnifico, rapidísimo y arriba una fiesta increible en una terraza de vértigo. Nos fuimos a ver el tema de la copa y el dinero y pedimos y, como en la noche de chicas los martinis valían 10 dolares (6 euros) me pedí uno, por lo que nos quedamos esperando que el chico nos dieses 10 dólares. Pero el también esperaba que yo se los diese. Entre la gente y la música le expliqué lo que me dijeron abajo y me dijo que no. Total que va y me quita la copa y le digo "I'm going to pay" pero bueno.. q se cree!! tranquilo chaval que yo pago, ya arreglaré esto con quien sea. Total que no valía de nada ponerse nerviosos y perderse el ambiente a 280 metros de altitud por 20 dólares (12 euros) que si se perdían pues mira a ver que le íbamos a hacer, tampoco hablamos inglés perfectamente y no nos hemos enterado muy bien... decidimos preguntar a la salida y estuvimos bailando y haciendo fotos. Miguel Ángel con su mojito y yo mi Martini white chocolat. Vi a un chico hablando con un hombre que discutían sobre una factura y pensé que era la mía, tenía pinta si no de ser jefecillo de hacerse entender. Nos dijo que la de la puerta es la que da el cambio, Pues como ya habiamos disfrutado nuestra copita y nuestras vistas fuimos para abajo y se lo dijimos. La chica dijo are you sure? y dije yes.... y me los dio como muy desconfiada... ay! mira si no sabes contar no te metas a cajera! no creo que lo hiciese de mala intención ya que la chica estaba pendiente en explicarme a mi que la entrada era gratis y las consumiciones que tenía descuento y en ese momento se le fue lo de la vuelta. Cuando le preguntamos debió entender que donde compro yo las consumiciones y ella dijo que arriba y yo lo que quería es la vuelta!! En fin, que aunque habléis inglés muy bien ellos ya van pensando que le vas a decir lo mismo que todo el mundo y como encima te entienden regular no hacen ningún esfuerzo. Desde entonces repito todo y pregunto para ver que me han entendido. En verdad fue una anécdota de tantas que pasa en los viajes.

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Volvimos andando, había que aprovechar Singapur y sus edificios iluminados de noche.

24 Julio
Fuimos al buffet de desayuno del hotel y no estaba nada mal. Era muy occidental a diferencia de los hoteles que vimos en Tailandia el año anterior. Aunque a decir verdad, Singapur en general era muy occidental.
Después de desayunar fuimos a ver little india, donde me hice un tatuaje de henna hindú en la mano. También estuvimos por la zona del barrio chino donde daba un poquito de grima y a la vez curiosidad los puestos callejeros donde vendían extrañísimas cosas y subimos a un centro comercial donde vimos clarke quay, una zona que iríamos a la noche a tomar algo.
Volvimos a comer, compramos algo en el barrio árabe en el mercadillo de comida y nos lo comimos en el hotel. Teníamos cocina y nos pareció más cómodo y fresquito llevárnoslo.
Después de la siesta fuimos a ver el espectáculo de luces y agua de Marina Bay. No es nada impresionante, se ilumina el hotel de colores y lásers pero ya que hay que ir a la zona de noche se puede ir a las 21.30 que es la iluminación. (Antes creo que hay otra sobre las 20.00).
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Cenamos en el Mcdonald ya que esa zona es cara y había en el Mcdonald una oferta de hamburguesa satay (una salsa de cacahuees asiática muy rica) y la queríamos probar. Fuimos a Clarque Quay dónde nos limitamos a pasear, no tomamos nada más. Ibamos a reventar, sobre todo yo, ya que el menú del McDonald incluía postre y me comí el mío y el de Miguel Ángel. Volvimos al hotel paseando y despidiéndonos de Singapur.

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25 Julio Viaje Singapur Yogyakarta

Tras desayunar fuimos para el aeropuerto con tiempo de sobra. El vuelo salía a las 11:15 y salió con algo de retraso. Y con la llegada a Java llegó el caos.

Acostumbrados al lujo de Singapur el contraste fue bastante. Nos bajamos del avión por una escalera y cruzamos la pista como quien se baja del autobús. Por el otro lado del avión bajaban las maletas , por un momento llegue a pensar que casi podíamos ir y cogerlas allí. Poco faltó porque nada más entrabas por la puerta del aeropuerto te metías en una cola que valía para todo, recoger maletas, pasaportes y visado. Gente gritando empujándose... un caos. El visado a Indonesia son 35 dolares por persona. No hay opción de tarjeta ni de sacar dinero así que hay que llevarlo en mano. Luego pasé al saloncito donde estaban las maletas en el suelo (la cinta sin exagerar podía ser como la del supermercado) por lo que tenían que bajar las maletas. Los que tenían maletas querían salir y los que no teníamos queríamos entrar. Yo no encontraba mi maleta, una guiri empezó a decir que se la habían perdido... me puse muy nerviosa, me subí a la cinta y grité: Miguel Ángelllllllllllll!!!!!!! ayudame!!!!!!! no la encuentro!!! Miguel Ángel apoyado en la mesa del policía de los pasaportes (aquello no daba más de espacio) se acercó y mientras venía la vi al fondo, la última. Mi primera impresión de Indonesia no era buena.

Cogimos un taxista que se nos acercó en la marabunta de taxistas que se te acercan. Parecía legal, nos llevó al stand donde tienen ellos los precios. Nos cobró 100 rupias algo menos de 7 Euros. Supongo que será precio super guiri, pero para mi está muy bien. No sabía que otra opción había. Durante el viaje se empeñó que nos llevaba al día siguiente a Borobudur y Prambanan (dos templos), que veriamos el amanecer (yo esto no lo entendí muy bien porque no sabía que amanecer es sunrise y yo entendía que nos quería llevar a comer algo de arroz "some rice") Miguel Ángel pensaba que era atardecer, así que ibamos pillando lo que nos decía. 600 rupias por todo el viaje, 40 euros más o menos. Vale, no gracias. Paliza de día me quería dar... yo sólo quería dormir. Le dije que me diera una tarjeta que quería descansar a si eso le llamaba. Fue muy pesado, le dejamos hablar así también comparábamos precios.

Comimos en el hotel, nos pareció barato. Creo que salimos a 4 euros los dos con un par de platos a compartir y agua. Por la tade noche salimos a buscar lo de las excursiones y fuimos andando desde el hotel, pasando por Malioboro (una calle llena de puestecitos y mercadillo aunque eran productos muy similares) y llegamos hasta Jalan Prawirotaman. La calle donde leí en internet que la gente contrataba más cosas y salía a comer. Pues anduvimos como tres kilómetros en una ciudad de aceras casi inexistentes. No merece la pena andar en Yogyakarta. Contratamos dos excursiones, los precios son cerrados y los mismos en todos sitios. Lo intentamos en una agencia que había un chico joven y parecía no enterarse de nada y fui a otra que parecía más profesional. Íriamos el 26 a ver Borobudur al amanecer y nos recogerían a las 4 de la mañana... otro díita más de esos de madrugones inexplicables..., el 27 descansábamos y el 28 iríamos a ver Prambanan con el baile de por la noche. El Ramayana, un baile típico con unos episodios basados en un texto épico. Dos horas de baile por el que mi novio decía que tenían que pagarle más que pagar pero aceptó.

Tras nuestra reserva nos fuimos al hotel. Era muy de noche a pesar de que no eran más de las 7 de la tarde y cogimos un taxi para volver. Le dije 20000 rupias (1,33 euros) y me dice si y luego me dice 25000 (1,66 euros)y Migue se reía y me dice pero que regateo es que dice que si y luego dice que no?? Me intentó explicar que tenía que dar la vuelta y le dije que no. En el fondo me dió pena porque aceptó e iba con el taxímetro puesto y vimos que pasó de 20000 y para mí la diferencia son céntimos que no es nada. Normalmente acuerdan una cantidad para ganar más que con taxímetro... aquí muy avispados con el turismo aún no estaban. Pero vamos que entre 20000 y 30000 te mueves por las zonas turísticas de Yogyakarta facilmente.

Cenamos en el hotel al llegar. Tan amables como al medio día. A veces me parecen hasta falsos jajaja. Y nos fuimos prontito a dormir.

26 Julio Borobudur
Y allí estábamos mochila en mano en la recepción sentados a las 4 de la mañana. Nos caíamos de sueño. LLegó un hombre con un papel en la mano y preguntó por nosotros. Nos subimos a una furgoneta para ir a ver el amanecer, como si no lo hubiera visto nunca.
Borobudur está a unos 40 kms de Yogyakarta. Cuando llegamos era aún completamente de noche y subimos una colina donde desde una especie de mirador veriamos el amanecer aunque Miguel Ángel estaba más preocupado en donde encontrar café que veía que alguna gente tenía. Fue un poco chasco la verdad porque estaba con neblina. Ni se veía el sol detrás de Borobudur ni es algo realmente imprescindible como he leído. Ves la selva amaneciendo, que es bonito si, con su neblina... De hecho cuando nos fuimos se veía incluso mejor porque aún no era del todo de día.
Llegamos a la furgoneta y, aunque había otros españoles, éramos los últimos. Digo ésto de los españoles porque ya en Tailandia vimos que sin llegar tarde siempre éramos los últimos los españoles.
Fuimos al desayuno incluido. Un par de tostadas con mantequilla y mermelada y café o té. A mi estas tostadas de pan bimbo me dejan un poco igual jajaja. También nos trajeron un platito con frutita. Que hambre íbamos a pasar toda la mañana desde las 4 despiertos.
Por fin fuimos a ver Borobudur. Yo esperaba un conjunto de templos y bueno... los templos están alrededor en otros pueblos de la zona. Me decepcionó un poco eso. El templo en sí es muy bonito, está formado en varios niveles y tiene unas especies de campanas. Es bastante famoso. Merece la pena ir, pero no merece la pena el amanecer bajo mi punto de vista por el madrugón.
Sobre las 9-9,30 de la mañana ya estaba todo visto y volvíamos a Yogyakarta. Lo bueno de madrugar es que teníamos el día para no hacer nada. Puede parecer una tontería en vacaciones pero yo quería dormir y descansar.
Cuando nos dirigíamos al hotel miraba el reloj... era posible llegar al desayuno del hotel que acababa a las 10... Llegamos a las 10.10-10.15 y estaban recogiendo.
Como eran tan amables nos aprovechamos un poquillo y le dijimos que acababamos de llegar de una excursión. Sinceramente tampoco les suponía mucho sacarnos algo. Y allí desayunamos al menos otra tostada y algo que quedaba.
No recuerdo muy bien que hicimos el resto del día pero me parece que nos fuimos a dormir y nos quedamos descansando. Por la noche fuimos a cenar. Cojimos por primera vez un carrito-bici de estos que te llevan. Los hay con motor que suelen ser un poco más baratos. por 1-2 euros nos hizo unos 3 kms. Fuimos a cenar al Via Via que tenía buena puntuación en tripadvisor y, la verdad, la comida era más sabrosa que en el hotel. Nos sorprendieron un grupo de chicos cantando en el restaurante y luego por la calle un desfile de niñas con abanicos y paraguas bailando. Mucha de las fiestas que había esos días era porque coincidía con el fin del Ramadán. En algunos puntos de Indonesia son musulmanes. La verdad que en Java hasta ahora es donde me han parecido más conservadores del musulmán. Yo respeto que cada país tenga su religión pero no pegaban estas niñas bailando con músicas orientales y vestidas con ropas árabes. Los ojos achinados con velo... no es lo que uno espera de Asia. Por otro lado cuando les llamaban al rezo (que se oía en todo la ciudad y varias veces al día) me desesperaba un poco. Lo oía hasta durmiendo. Para volver cojimos otro carrito-bici y a la cama.

27 Julio excursión a Solo
A Miguel Ángel y a mi nos apetecía ir este día al volcán haciendo treking pero las excursiones eran a las 10 de la noche para ver el amanecer. No más horarios raros por favor y la que te llevaba en coche para dar vueltecitas a Miguel Ángel no le apasionaba. La estación de tren estaba al lado del hotel así que decidimos ir a Solo o Surakarta, una ciudad cercana a la que fuimos por unos céntimos. Éste tren también te lleva al aeropuerto y a Prambanan. No encontré mucha información sobre ésto por eso lo comento ya que puede resultar útil.
Aunque el día comenzó con una llamada a las 9.00 de la mañana de la recepción para que no olvidase que el desayuno era hasta las 10... ¡No hacía falta despertarme! Había puesto la alarma y tampoco creo que sea obligatorio ir a desayunar...pero parece que nos iban conociendo...

Al llegar a la estación había un cartel que pedían los pasaportes, fuimos al hotel por ellos pero luego no los pidieron. Yo por si acaso recomiendo llevarlos.
Para entrar en el tren no sólo tienes que cruzar las vías de la estación, si no que si hay un tren parado lo cruzas por en medio entrando por un lado y saliendo por otro. El tren va con ventiladores en el techo. Era muy antiguo pero lo esperaba peor.
Por el camino hay vistas a arrozales y pueblos.

Al llegar a Solo vino la invasión más grande que he tenido de ofrecerte transporte. La gente que se queja de los taxis en los aeropuertos no ha visto como son en Solo al llegar que es mucho menos turístico y los carritos-bici son casi exclusivamente un transporte para ellos. Al ver turistas se vuelven locos.

Empezamos a andar y preguntamos a un chico con rasgos occidentales que podíamos visitar allí y dónde. Nos dio la impresión que el chico vivía allí ya y nos dijo que estaría todo cerrado pero que teníamos el palacio. Decidimos ir a la puerta a verlo aunque fuese de fuera. En nuestro camino pasamos por un centro comercial y entramos. En el supermercado compré algunas cremas que me parecieron muy baratas y también compraríamos antes de irnos café de lewak (un café que dicen que es el mejor del mundo y se hace con las heces de la civeta cuando come ciertos frutos). No sabemos si era bueno o no pero era barato y sobrecitos.

En la calle del palacio un taxista de éstos que te llevan a excursiones intentó convencernos para ir al templo erótico. Uno que al parecer tiene escenas eróticas representadas me pareció entender y que es muy antiguo. Escuchamos la historia porque no teníamos nada mejor que hacer y le dijimos que no. No teníamos dinero la verdad y tampoco ganas. Teníamos mucha calor y nada de hambre así que fuimos a un restaurante muy bonito que había con una terraza y nos sentamos a tomar algo. Creo que tomé un batido de vainilla y Miguel Ángel un té helado. La carta de bebidas en Indonesia es bastante buena (al menos las no alcoholicas) hay batidos y tes fríos de todo tipo y baratos.
Seguimos paseando y dimos con tres chicas y preguntamos donde ir. Nos recomendaron el museo de batiks. Los batiks son los dibujos que hacen sobre las telas con una cera para elaborar sus ropas típicas. Tampoco encontramos el museo. Vimos por la calle unos mercados de flores pero empezamos a estar cansados y poco a poco se hacía de noche y cogimos un carrito taxi para ir a la estación. Para nuestroo tren quedaba bastante así que fue cuando volvimos al centro comercial y sacamos dinero para hacer tiempo. Compramos el café que dije antes y unas chucherías asiáticas rarísimas en un stand de chucherías. Miguel Ángel se conformó con un helado.
Cuando llegamos descansamos y luego salimos a cenar.

28 Julio excursión a Prambanan
Por la mañana fuimos a ver la ciudad. Cogimos un carrito bici que se perdió y eso que le pedimos que nos llevase a la zona del palacio del sultán. Era el final del Ramadán y nos coincidió que era festivo. Todo estaba cerrado. Paseamos e hicimos algunas fotos a varias casas bastante bonitas y típicas. Una incluso pensábamos que era un restaurante de celebraciones pero un guía que venía con un grupo nos dijo que era una casa.
Volvimos al hotel ya que a las 2pm nos recogerían para nuestra excursión al templo de Prambanan. Al templo se puede ir perfectamente en taxi o en tren (baratísimo), lo que pasa que teníamos contratado también el baile del Ramayana y acaba un poco tarde y es más dificil volver. Además no está exactamente donde el templo. La entrada es la mitad de precio con el carnet de estudiante, unos 7 euros si mal no recuerdo. El templo me encantó, lo vimos al atardecer y es más bonito que Borobudur al amanecer. Además del templo hay más templos (es una especie de parque) alquilamos un tándem por dos euros media hora (de sobra porque dimos 2 vueltas al parque haciendo el payaso, viendo los templos e incluso parando para hacernos fotos) y nos lo pasamos genial. Luego salimos hacia el parking atravesando el tradicional mercadillo.
El conductor nos llevó a cenar a un restaurante la verdad que precioso. Era una terraza en una primera planta con vistas y se veía el atardecer. Cenamos y vimos que el resto de la gente iba con muuucha tranquilidad. Yo quería ir pronto para coger un buen sitio y nos fuimos hacia el baile (a unos 200m del restaurante) aunque el conductor decía que nos esperásemos y tal le dijimos que queríamos andar un poco y que a la vuelta nos veíamos allí.
No hacía falta coger sitio, de hecho desde cualquier lado se ve más o menos bien. Nosotros cogimos 1º clase porque la diferencia de precio era muy poca y los asientos están justo delante. Pero bueno si llegas con tiempo ves a las chicas con el traje y te lees con tiempo el papelito que hay en la entrada con toda la sinópsis de la obra.
La obra se hizo un poco larga pero a la mitad más o menos hacían cosas como de risa, no pega mucho pero es para espabilar a la gente. Luego hay cosas de fuego y se hace más entretenida. Además la historia es muy bonita. En toda Indonesia hay referencias al Ramayana y me alegré mucho de haberla visto. Luego volvimos al hotel y dormimos.

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