Francia - Italia 2014 ✏️ Blogs de Europa Sur

Este día teníamos pocos kilómetros pero mucho que visitar.
Hoy decidimos desayunar en el pueblo porque en el hotel no nos entra el desayuno y es, cómo no!, carísimo, así que hacemos el mismo paseíto que ayer por la tarde y desayunamos en una panadería-cafetería unos croisants tremendos y unos café au lait bien ricos. Tienen la mano rota con los croisants los tíos...

Salimos dirección Roussillon, al que le llaman “El Colorado” provenzal, ya que tiene ese color tan naranja rojizo típico del oeste norteamericano. Llegamos allí a eso de las 10:30h y está lleeeeno de gente, es increible, de dónde salen tantas personas!!?? .
Nos cuesta dejar el coche casi media hora, al final en un garaje de arena fatal aparcado y con un sistema nefasto para pagar y poder sacar el coche...en fin, que perdemos mucho tiempo ahí...

Antes de dirgirnos al Sentier des Ocres, damos una vuelta por el mercadillo que hay montado en el pueblo, donde venden mermeladas, pulseritas, quesos...lo típico (compro mermeladas para la familia y me autoregalo una pulserita), y por fin podemos ver lavanda!!!!!!



Después de dar un paseito por el pueblo, vamos al Sentier des Ocres. Entrar vale 2,5 euros p/p. Se pueden hacer dos senderos, el corto (35min) o el largo (55min), optamos por el corto... nos hacemos con agua fría (el calor es tela ) y hacemos la ruta. Se aconseja zapato cerrado ya que la arena es de esta fina fina que se te mete hasta en la ropa interior.
Nos pareció interesante, a poder ser ir a verlo por la tarde o en época de menos calor, porque nos achicharramos, y eso sí, el agua imprescindible!



Al salir nos acercamos a los baños públicos, que había que hacer un master para saber usarlo correctamente. Todo con botoncitos, la cadena, el agua del grifo, hasta el papel higiénico! Un show, sobretodo ver a los grupos de gente mayor que iban en manada a los baños y la liaban parda...

Salimos de allí acalorados y algo agobiados por la cantidad de gente que hay, dar un paso es esquivar a 4 personas...

Siguiente parada Gordes, donde nos encontramos con el mismo problema de todo el viaje. Mucho coche, poco aparcamiento, por lo que optamos por bajar del coche y hacer foto panorámica desde el coche pero ni hacemos intentona de parar ya que contra más tarde es más imposible es aparcar...


Decidimos seguir hacia la Abadía de Senanque, famosa por tener un campo de lavanda a sus pies... pero tenemos un poco la negra, y como estamos en Setiembre, pues la lavanda no está en flor y nos tenemos que conformar con la Abadía sin lavanda, que oye, no está nada mal!


Seguimos hasta Fontaine de Vaucluse, un pueblito muy agradable a orillas del río. El pueblo en sí ofrece heladerías y restaurantes pero poco más. Nos armamos de valor (el calor es bastante insoportable) y nos recorremos un sendero que llega al Manantial, unos 15 minutos andando en subida con riesgo de caída (vimos a más de uno/a accidentado) para llegar hasta el final. Pena que está seco!! No estamos teniendo suerte ni con la lavanda ni con esta visita... Siendo sinceros, si lo hubieramos visto lleno de agua hubiera sido bastante chulo, pero claro, al estar seco, pues un hoyo...




Después del medio fiasco, volvemos al pueblo, donde nos merecemos una buena comida...


Tras llenar la tripa vamos hacia Avignon, ciudad donde haremos noche. Nuestro hotel, de nuevo alejado del centro, por lo que tenemos que acercarnos a la ciudad en coche y aparcar en un garaje, sin ser los precios abusivos (estuvimos unas 3horas y media y nos costó 4 euros).
Paseamos por el centro, vemos el Quartier des Teinturiers, y cómo no, el Palais des Papes, que sinceramente, nos impresiona. Además, al verlo ya casi de noche, está iluminado, muy bonito!



Cenamos en Pl. De l'Horloge en una terraza de restaurante árabe, un cous cous bastante rico con sus té a la menta respectivos mientras un grupo que baila Capoeira nos ameniza la cena... Nos vamos a la cama con buena sensación pese a los problemillas del día... Avignon, recomendable!

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Tras desayunar, marchamos a visitar el puente de Avignon, que ayer nos quedó pendiente. Lo mejor, si no se quiere pagar por pisarlo, es ir a la Ile Barthalase (Chemin des Berges) , donde hay una buena panorámica de la ciudad y de lo que queda del puente.
Dejamos el coche un poco alejado y nos acercamos paseando, a orillas del rio, hasta llegar a ver el puente, hasta se ve el Palais des Papes!




Tras unas fotos y un paseíto, ponemos rumbo a Carpentras, un pueblito que al ser viernes mañana, montan un mercadillo en la Rue Inguimbert, y como soy fan...pues para allá que vamos. El mercado es sobretodo de alimentos, echamos una ojeada, compramos lavanda para plantar en casa (que por cierto, no ha habido suerte... ), y tras la vueltita, ponemos en el GPS la ciudad de Arles.


Llegamos a la ciudad a eso de las 13h, y como siempre, muchisima gente y mucha dificultad para aparcar. Lo intentamos, no encontramos garajes, no encontramos sitio ni en lugares prohibidos, nos metimos en calles en contra dirección por la desesperación y todo... al final decidimos marcharnos ya que estaba imposible y estabamos perdiendo mucho tiempo. Tener en cuenta esto, en temporada de verano está todo imposible, así que o os moveis en transporte público o si quereis verlo todo tranquilos, programar los días con pocas visitas, ya que si no os pasará como nos pasó a nosotros en más de un sitio, que no pudimos ni parar porque no había dónde dejar el coche....

En fin, tras la mini decepción, seguimos hacia Aigues-Mortes, pasando por la Camarga. Esperamos más de ella la verdad... paisaje muy similar al que podemos encontrar en el Delta del Ebro, por ejemplo, muy monótono, aguas bajas, arena blanca y poca cosa más...


No vimos ni rastro de caballos salvajes, como anuncian a diestro y siniestro... Paramos en un par de restaurantes de carretera y no hubo forma humana de que nos dieran de comer, todas las cocinas cerradas, y no eran ni las 14h!!
Cuando llegamos a Aigues-Mortes teníamos que parar sí o sí, sin haber comido y con la vejiga ya pegando gritos...
Aparcamos en un parking fuera del casco antiguo y fuimos andando hasta allí. Pequeñito, paseamos por el paseo central que va a dar a la plaza central y comimos allí en una terraza con bastante dificultad ya que nos dicen que la cocina está cerrada por la hora (14:15h!!!). Ojo con eso en Francia, comen muy pronto y como te duermas...no comes...


Tras comernos un bocadillo de rapidillo, nos apetece tomarnos un helado. Entro en una heladería y veo que hay 4 tamaños (infantil, pequeño, mediano y grande), pero cuando veo los conos veo que son gigantes y que el infantil es como el pequeño que podemos encontrar aquí, así que le pido a la chica un infantil. Me dice que no es posible porque no soy un niño. Le digo (a mi manera) que qué mas da!, si le voy a hacer la compra que le importa a ella que tamaño me como! La chica que no, bastante borde, con lo que al final por mis narices no le compro el helado. Hay que ver eh...

En fin, tras el cabreo nos dirigimos a la Playa Espiguette, cerca de Aigues-Mortes, recomendada por ser algo “salvaje”.
Llegamos y ¡sorpresa! ¡Cuesta entrar el coche 6 euros! Así que decidimos no entrar, el día no estaba yendo demasiado bien y después de lo de Arles, casi quedarnos sin comer, el helado, y la Camarga que nos estaba pareciendo flojita, decidimos tirar hacia Montpellier, a ver si se animaba un poco la cosa...
Llegamos allí a eso de las 18h, mucho atasco para entrar a la ciudad, con lo que también nos retrasó bastante. Pudimos acomodarnos en el hotel a las 19h más o menos, y salimos disparados a visitar la ciudad, que ya casi se hacía de noche...

Y bueno, decir que lo mejor del día. Montpellier es una ciudad animada, alegre, llena de garitos, restaurantes y mucha gente joven. Dimos un paseo por la zona del centro, la Pl. Cómedie, el Arc Triomphe, iluminado por la noche, muy chulo, el Aqueduc St Clement, también luminado por un azul eléctrico bastante curioso.



Cenamos bien (pero caro) en una terraza (en Francia eso de comer dentro no se estila aunque se esté a 40º o lloviendo...). Al lado de nuestra terraza había un restaurante donde solo servían mejillones de todas las maneras, acompañados de patatas fritas, y la gente mojaba las patatas con el caldillo de los mejillones!!!! ..... alucinamos un pelin......
nos metíamos en la cama en nuestra última noche del viaje a eso de la 1h...
Día un poco flojo para mi gusto, quizás el cansancio ya hacía de las suyas y la sensación de volver a casa y tener que ir a trabajar a los pocos días influía...

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Nos despedimos de Montpellier y vamos hacia el sur con intención de coger la carretera de costa que recorre la Costa Bermellon, pasando por los pueblos de Collioure, Port-Vendres y Banyuls sur Mer.


Tenemos un tramito de coche hasta llegar, así que nos plantamos en la zona a media mañana. El paisaje espectacular. Una zona de costa preciosa, sin masificar, vemos playas donde se podría colocar la toalla sin problemas.

Tras visitar Collioure, pueblito pequeño y muy agradable, llegamos a Banyuls sur Mer, algo más grande, pero también muy cuco y con unas playas y calas estupendas, con aguas cristalinas.



Decidimos que por la hora que es, cruzaremos frontera y comeremos ya en territorio catalan, por aquello de la añoranza, y decidimos comer en Portbou, que es el primer pueblo que nos encontramos.
Me zampo una paella vegetariana y el colega se come un mixto de tapas, sus croquetas, sus bravas y sis chipirones con una cerveza bien fría (y qué bien sabe la cerveza en nuestro país! ).

Comemos de lujo para finalizar un viaje que en general, ha estado lleno de visitas interesantes, hemos recorrido parte de dos países (más de 4000 km) que aunque esten pegados, son muy muy diferentes.
Supongo que no tendréis duda, pero Italia me fascina, y Francia, pese a ser muy bonita y ofrecer mucho, el talante de mucha de su gente me agua un poco la fiesta... sin acritudes eh!

Comentar también que pese a que parezca un viaje barato ya que nos ahorramos vuelos y alquiler de coche... al final no lo ha sido, teniendo en cuenta que no nos hemos estado de casi nada durante los 14 días de nuestra ruta. Al final, han sido unos 2000 euros por cabeza aprox., bastante más de lo que teníamos pensado. Si se intenta ahorrar en las comidas, ese presupuesto bajará, ya que comer, sobretodo en Francia, es bastante caro.

En fin, acabando este diario ya sabemos qué haremos para el verano del 2015... Road Trip por la Costa Oeste de EEUU!!! Ya tendréis noticias nuestras... SALUD VIAJEROS!!!

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