Francia - Italia 2014 ✏️ Blogs de Europa Sur

Nos levantamos dispuestos a visitar La Toscana, así que salimos de la cama con ganas pese al cansancio ya acumulado. Desayunamos en una cafetería en frente del alojamiento, incluído en el precio del hotel. Tras el breve desayuno, nos ponemos en marcha, destino Pisa, a unos 20km.
Llegamos sin problema y encontramos aparcamiento cerca de la Piazza dei Miracoli, la más famosa de Pisa, en zona azul.
Nos dirijimos andando hasta la Piazza. Yo ya la había visitado hace años (en viaje de fin de curso) pero para mi pareja era la primera vez y tenía una alta expectación.
Destacar que igual está algo más inclinada (o eso me pareció a mi) y que la zona de hierba que antes era transitable ahora está toda vallada para que no se pise, con lo que el momento de hacer la foto está complicado debido a la magnitud de visitantes.
No me quiero imaginar cómo se debe poner aquello en pleno Agosto...

Después de dar la vuelta completa y las fotos de rigor, nos planteamos si visitar Pisa, ya que habíamos leído que no todo es la Piazza y que hay una Pisa por descubrir, pero decidimos seguir ya que teníamos el día, cómo no, cargado de visitas. Tampoco entramos en el Baptisterio (había cola y no queríamos perder demasiado tiempo).
Así que tras la compra de un imán para la nevera de la Torre..., seguimos destino Volterra, en el corazón de la Toscana y a unos 70 km.






De camino pudimos ver el típico paisaje esperado en ese lugar...





Llegamos a Volterra tras casi 1 hora y media (las carreteras comarcales ya se sabe...). Cual fue nuestra decepción cuando llegamos a destino y vimos que los 3 aparcamientos de pago que ofrece la ciudad estan completamente llenos y hay cola en cada uno de ellos!! Es decir, cola de muuuuchos coches esperando para entrar a la que salga coche por coche!!
Entramos en un estado de desesperación máximo y vimos que allí nos iban a dar las cuarenta, con lo que decidimos seguir ruta hasta el siguiente pueblo, a ver si había más suerte...

Pusimos rumbo San Gimignano bastante asqueados (no contábamos con el factor humano... ) y tras otros 30km y otros 45min aprox, llegamos a eso de las 13h.
Teníamos mala sensación, ya que llevábamos casi toda la mañana en el coche y no habíamos podido visitar nada...
Una vez en San Gimignano, nos encontramos un panorama similar al de Volterra, así que nos colocamos como buenos chicos en una cola para acceder a un parking... menos mal que entramos al cabo de unos 15min, si no salimos en los periódicos porque el amigo se empezaba a impacientar muy mucho...

Tras dejar el coche y buscar un baño urgente, entramos al pueblo al que le llaman el Manhattan medieval, por la similitud de sus torres con los grandes rascacielos de la ciudad de Nueva York.
Esta situada en lo alto de una colina, por lo que al llegar la ves allá arriba y tiene mucho encanto.
La ciudad, pues la típica medieval, adoquinada, llena de plazas y calles estrechas, las torres que la identifican e iglesias a destajo. Muy bonito, pero lleno de gente...
De nuevo nos vino a la cabeza visitar esa zona en Agosto, y debe ser algo infernal...

Tras un paseo, decidimos parar a comer que el hambre apretaba. Comimos unos ravioli de patata y una pasta con verduras + bebidas, unos 25 euros (algo más caro que lo que íbamos encontrando hasta entonces). Lo bueno que nos dejaron una botella de Limoncello para nosotros solitos tras la comida, cortesía de la casa. Le dimos buena cuenta, estaba fresquito


Encontramos mucho turista asiático en esta zona, vimos hasta una boda asiática en una de las iglesias de la ciudad!








Tras entretenernos con la boda y pasear un ratito más, seguimos rumbo Siena, que es donde nos alojaríamos aquella noche.

Y tras casi 1 hora más de coche, finalmente llegamos a Siena; nos alojamos en Castelnuovo Berardenya, un pueblo pequeño a unos 20min de Siena en coche más o menos... Decidimos esta opción porque en Siena los precios eran caritos y pensamos que solo para estar una tarde allí, merecía más la pena pagar aparcamiento en la ciudad mientras la visitaramos y luego alojarnos en un sitio mejor y barato.
El sitio donde dormimos es totalmente recomendable; una especie de casa rural, allí llaman a este tipo de alojamiento Agroturismo, habitaciones muy grandes, piscina y un entorno muy agradable.


Decidimos acomodarnos un poquito ya que se puso a llover muy mucho, así que nos relajamos un ratin hasta que dejó de llover, cuando por fin nos dirjimos rumbo Siena...

La primera impresión de Siena es espectacular... sin duda uno de los lugares más bonitos del viaje y más sorprendentes. La sensación es la de ver monumentos que podrian estar en una ciudad gigante pero no, se encuentran en esa ciudad pequeña y recogida, lo que la hace realmente especial. La zona central es toda peatonal, lo que ayuda a visitar la ciudad con tranquilidad y sin estreses de atropellos...
Visitamos La Piazza del Campo (nos quedamos un buen rato sentados al pie de la fuente mirando la gente pasar y la curiosa sensación que emana esa plaza al estar inclinada). Justo pillamos el atardecer y fue muy agradable. El Duomo espectacular, nos recordó mucho al de Florencia. No pudimos entrar ya que eran más de las 20h y ya estaba cerrado...
Nos quedamos con las ganas de entrar al Museo de la Tortura, situado en una de las callejuelas que bajan a la Piazza del Campo, parecía interesante pero íbamos muy justos de tiempo y preferimos seguir paseando por la ciudad.






Ya de noche cerrada, buscamos lugar donde cenar. El sitio elegido estaba en un callejón estrecho y tenía mesas en la calle, así que directos. Nos zampamos 2 pizzas bastante ricas con sus cervecitas por unos 25 euros los dos, eso sí, te clavan 2,5 euros p/p y servicio...ya viene siendo un clásico....


Cenamos genial para acabar un día muy intenso y lleno de lugares que no olvidaremos

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Nos levantamos tempranito como cada día y desayunamos en el Agroturismo una especie de chuchos sin crema, tostadas y café.
Tras el check out, carretera y manta de nuevo. La primera parada fue en Cortona, a unos 60km de allí. Es un pueblo típico Toscano, donde se rodó gran parte de la película “Bajo el Sol de la Toscana”. Una vez allí, la odisea fue aparcar, como venía siendo habitual. Pueblitos pequeños con muuuuchos turistas que se acercan en coche, como nosotros, pues llega un momento que no hay donde dejarlo y lo que hay que hacer es ir dando vueltas hasta que alguien se vaya y tengas la suerte de ocupar su hueco. Tras un rato de vueltas, finalmente aparcamos lejitos en una acera (que ni siquiera se podía aparcar), pero viendo el panorama nos arriesgamos a multa (que finalmente no cayó... )

Nos acercamos al centro andando, mucho calor pero muchas ganas de verlo, me habian hablado muy bien de este pueblito. Antes de entrar al casco antiguo hicimos parada en un mirador con estas vistas...


Cortona no defraudó; bonita, callejuelas, plazas abarrotadas típicas de los pueblos de la Toscana, en especial la Piazza della Republica, que parece que han puesto las casas sin ton ni son unas encima de otras...





Hicimos alguna compra para la família y seguimos camino, siguiente parada Arezzo, a unos 30km, ciudad donde se rodó "La Vida es Bella".
Llegamos allí sin problemas, aparcamos en un parking para residentes sin serlo (rezamos de nuevo para que no nos multaran... ). Desde el parking sale una escalera mecánica que te sube a la ciudad, a Sta Maria della Pieve, pero también está la opción de subir por escaleras normales, no lo recomiendo, hacía muuucho calor.
Dimos un paseo por el centro; Arezzo nos decepcionó un poco, nos pareció menos encantador que el resto de pueblos y ciudades visitadas, quizás el liston estaba muy alto...




Al marcharnos, aprovechamos para ir a la oficina de turismo para visitar el WC...

Tras parada técnica nos dirigimos al coche (no había multa!!! ) y seguimos dirección Bologna, por la Autoestrada que pasa por Florencia (el peaje fue de unos 12 euros aprox.). Antes de llegar a destino paramos a comer en una área de servicio de carretera, llenamos el buche sin más, que teníamos ganas de llegar...

Llegamos a Bologna por la tarde, nos alojamos en un hotel en las afueras de la cadena HC3 que estaba bastante bien, lo peor la localización, hacía falta el coche o el transporte público para llegar al centro de la ciudad.
Después de dejar maletas y acomodarnos fuimos directos hacia el centro de la ciudad. Dejamos el coche en el parking de la Plaza 8 de Agosto, cerca de la Pl. Maggiore, donde se encuentra la 5ª basílica más grande del mundo. Pena que estuviera llena de andamios...


Al ladito, en la Pl. Nettuno encontramos la Fuente de Neptuno, rodeada de tursitas y locales. Una plaza con mucha gente y mucha vida.




Después de hacer muchas fotos nos dirigimos al Quadrilatero, zona llena de comercios y también repleta de gente, y mucha gente joven, además al ser sábado por la tarde suponemos que por eso vimos tanto movimiento y tanta vida.



También fuimos al barrio de la Universidad, que fue el antiguo guetto judío, llenito de restaurantes y garitos y de gente tomando cerveza y vino al fresco.


A las puertas de este barrio se encuentran Le Due Torri, emblema de esta ciudad que sin duda, nos enamoró...


Después de un buen pateo bien agradable (además al irse haciendo de noche fue bajando el calor), buscamos lugar para cenar cerca de Pl.Maggiore. Cenamos en una Trattoria bastante chula, un antipasto + 2 platos de pasta (por todo lo alto). Esta cuenta subió un pelín (41 euros los dos), pero bueno, la ciudad bien lo merecía...
Tras la cena decidimos no transochar para descansar, pero de camino al coche nos encontramos con una iglesia gigante en la Via de la Indepenzia (no recordamos el nombre), así que entramos a ver qué tal....lleno de gente, como todo, pero muy bonita, nos recordó un poco a La Catedral de Barcelona....en realidad, Bologna en general me recordó a mi ciudad en muchas ocasiones....si tuviera mar...primas hermanas!!

Cogimos el coche y nos fuimos a descansar con la sensación de que volveremos...

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Nos levantamos bien temprano que hoy tenemos mucha carretera y lugares dónde parar (raro, eh? ). Después de un buen desayuno en el hotel, salimos renovados a visitar un monumento que quedó pendiente en el día de ayer, la Basílica della Madona di San Luca, al sur de Bologna. Para llegar a ella toda una odisea, calles con pendientes brutales y mucha mucha subida. Veíamos a mucha gente que hacía el camino a pie, pero sinceramente, lo vimos una locura, y eso que eran antes de las 10h y el calor aun no aprietaba, pero madre mia la de escaleras que había!

Llegamos allá arriba y pudimos dejar el coche sin mucho problema sin pagar.

La verdad que la Basílica en sí era un poco extraña, no fuimos capaz de encontrar la entrada y eso que la volteamos ochenta veces! La gente que subía parecía igual de “perdidos” que nosotros o simplemente subían para pegarse el pateo...no sabemos, el caso es que al final solo la vimos por fuera.




Antes de llegar a Módena, el amigo tenía interés en ir a Maranello a ver el Museo Ferrari, y para allá que fuimos. La entrada cuesta 15 euros p/p, pero yo al enseñar mi carnet de la universidad pagué 13.
El museo está bien, a mi que no me entusiasma para nada este tema me pareció gracioso. Lo más curioso un habitáculo donde puedes escuchar los ruidos que hacen los diferentes coches. Podías comprar de todo, llenito de merchandising, pero no compramos nada...
Invertimos en el museo casi dos horas al final a lo tonto...




Tras la visita pusimos rumbo a Modena. Visitamos el Duomo (también con andamios, qué mala pata...) y la Ghiraldina, que es la torre que está al lado y tiene ese nombre por la giralda de Sevilla.
Fuimos con intención de comprar vinagre de módena, pero nada, todo estaba cerrado al ser domingo...





La siguiente parada fue Carpi, paramos solo porque leímos que contaba con la 3ª plaza más grande del mundo, la Piazza dei Martiri. No nos entusiasmó la verdad, la plaza grande, sí, pero un poco muerta y la ciudad en sí poco que ofrecer, así que nos fuimos de allí sin perder mucho más tiempo, además, la catedral de la plaza de nuevo con andamios...en fin...



Teníamos otros 60km hasta llegar a Mantova, ciudad a la que llegamos a la hora de comer. Muchísima gente, muchísimo ambiente, no había espacio en la calle libre de un alma, incluso llegando al agobio; entre el calor, el sol y toda esa gente...apetecía entrar a un local a tomarse un helado..y es lo que hicimos, nuestro primer helado italiano, de Stracciatella como no podía ser de otra manera... pero lo comimos por la calle para no perder el tiempo, que poco teníamos...




Llena de mercadillos, de terrazas y de heladerías, pero de nuevo con el Duomo (la Basílica Sant' Andrea) andamiada
Tras comer algo en una terraza (me sirvieron unos ravioli de calabaza típicos de la región que eran muy muy dulces, el camarero me lo advirtió diciéndome ocho veces "very sweetie!", pero yo cazurra que sí que si, y al final fue como comerme un ravioli de panellet ) y el heladito que os comentaba antes, salimos de Mantova con dirección el Lago de Garda, al norte.

Teníamos todavía por delante más de 80 km y ya empezabamos a estar cansados... Llegamos a nuestro hotel, situado en Manerba di Garda, a eso de las 18h. Las vistas desde el hotel eran estas...


El hotel estaba bien, llenito de alemanes. Tuve la sensación de estar en Mallorca, todo lleno de carteles de Paella + Sangría!!
Tras acomodarmos salimos pitando a Salò, nos pareció un pueblito bonito, y el Lago de Garda lo pudimos ver desde diferentes puntos. Grande, bastante grande, pero sí, bonito. Aquí la muestra...



Todo y estar lleno de hoteles no nos dió la impresión de estar masificado, sinó más bien todo lo contrario. Encontramos rincones muy solitarios y en los que francamente, se estaba muy muy bien. Y de nuevo, el atardecer...


Cenamos en una terraza en un pueblito que no recordamos el nombre y nos metimos entre pecho y espalda un lambrusco rojo, que es vino tinto espumoso y no es el lambrusco al que estamos acostumbrados aquí. En fin, que nos fuimos a la cama muy a gustito

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