Sri Lanka+ Maldivas por libre ✏️ Blogs de Sub Continente Indio

Tras tomar un baño, tomamos un tuk-tuk a Galle, una preciosa ciudad amurallada camino a Colombo.

Hoy nos alojamos en casa de una señora que alquila habitaciones, una señora con mucha historia. Hace un calor insoportable y accedemos a darnos un baño en el mar desde unas escaleras de la muralla, todo un lujo. Visitamos el faro, paseamos por las callejuelas llenas de pequeñas tiendas y joyerías. Es muy coqueta y acogedora. La ciudad amurallada no es muy grande, el resto de Galle ha crecido fuera de las murallas.

Tras una buena cena tradicional local, nos sentamos a la fresca y nos cuenta parte de su vida como jefa de gobernanta en varios hoteles de lujo en varios Emiratos Árabes, Colombo…etc.
También nos relata la angustia vivida con motivo del tsunami del 2004, ya que ella se encontraba trabajando fuera y su madre vivía en la casa en la que estábamos. También nos contó que varios vecinos de la casa de enfrente fallecieron en la tragedia. Creo que charlar con la gente local nos aporta más que haber elegido una habitación de hotel.

Pero, la habitación no tiene A/C y la noche es larga y calurosa y con algún mosquito guerrero. Sólo deseo que amanezca. Vaya nochecita...

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Cogemos un bus de Galle a Colombo y como al día siguiente volamos a Maldivas, decidimos alojarnos en Negombo, cerca del aeropuerto.

Tras buscar alojamiento en un hotel cercano al aeropuerto, decidimos contratar los servicios de un chófer que nos lleve a Colombo, nos haga un tour por la ciudad y nos deje en el hotel.
La ciudad de Colombo es un caos, hace muchísimo calor y hemos acertado con el tour. Cada vez pasamos menos tiempo en las ciudades, ya que no nos gustan las aglomeraciones, aunque reconozco que al menos hay que ver lo más importante, como en este caso, varios edificios rehabilitados, una gran explanada que hay cerca de las murallas en la playa, un templo hindú…etc
Hacemos las últimas compras y nos damos un chapuzón en el hotel antes de cenar.
Nos vamos a dormir pronto que tenemos que madrugar.

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Madrugamos mucho y nuestro vuelo sale puntual, a las 07.20h. El vuelo aterriza puntual a las 08.15h y tras recoger las maletas vamos al mostrador donde nos esperan.
Comprueban la reserva y facturamos las maletas en la aerolínea que nos llevará a la isla. Cogemos las tarjetas de embarque y nos llevan en una furgoneta al embarcadero/pista de salida de los hidroaviones. De mientras esperamos en una sala con todo tipo de lujos y tras enviar algún mensaje a casa, llega la hora de embarcar.
Nos dan un par de tapones para el ruido del hidroavión y me fijo en el uniforme del comandante, camisa, pantalón corto y el calzado nacional, chancletas.

En cuanto despegamos ya estoy sacando fotos y alucinando por el color del agua, la forma de los islotes, lo maravilloso del paisaje y de la suerte que tengo de poder ver esto…y aún no hemos aterrizado.
El vuelo es cortito y amerizamos en la mitad del mar, donde descargan las maletas en una especie de plataforma flotante donde esperamos al barco que llega de la isla, nuestra isla durante los próximos días, Vilamendhoo Island Resort.

Nada más llegar nos dan la bienvenida con un cóctel y nos presentan la isla, los horarios, las actividades que ofrecen, las piscinas, restaurantes…y los puntos más importantes a dónde acudir en caso de necesitar ayuda…etc.

A eso de las 13h hacemos el check-in y entramos en la habitación, una beach bungalow suficientemente alejada de la piscina y restaurante, lo que nos proporciona tranquilidad.
Todo es perfecto, la comida, el paisaje, la temperatura del agua, incluso el tiempo con una temperatura ideal y sin apenas nubes.

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