![]() ![]() POLONIA, ESLOVAQUIA Y HUNGRÍA ✏️ Blogs de Europa Este
Un recorrido de 25 días por esos tres paísesAutor: Ctello Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (5 Votos) Índice del Diario: POLONIA, ESLOVAQUIA Y HUNGRÍA
01: VIAJE
02: VARSOVIA
03: CZESTOCHOWA- AUSCHWITZ-CRACOVIA
04: CRACOVIA
05: WROCLAW
06: POZNAN- TORUN
07: TORUN- MALBORK- SOPOT- GDANSK
08: GDANSK-VARSOVIA
09: VARSOVIA
10: VARSOVIA- BIALOWIEZA- VARSOVIA
11: VARSOVIA
12: CRACOVIA
13: CRACOVIA- ZAKOPANE- MORSKIE OKO
14: CRACOVIA
15: CRACOVIA- RUTA DE LA ARQUITECTURA DE MADERA- TREN A BRATISLAVA
16: BRATISLAVA- BOJNICE- CASTILLO DE DEVIN
17: TRENCIN-TRNAVA-BRATISLAVA
18: BRATISLAVA-BUDAPEST
19: BUDAPEST
20: LLANURA HÚNGARA-BUDAPEST
21: MEANDRO DEL DANUBIO-BUDAPEST
22: PECS
23: BUDAPEST
24: BUDAPEST- LAGO BALATON
25: BUDAPEST
Etapas 4 a 6, total 25
Uno de los grandes días de este viaje porque vamos a ver la ciudad más bella de Polonia. A la hora prevista viene la guía local para acompañarnos, en primer lugar, a la colina de Wawel. Yo iba muy animada porque recordaba la novela que escribí y en la que salían todos esos lugares. En primer lugar nos lleva al pie del río Vístula para ver la estatua del dragón, que nos obsequia sacando un poco de fuego por la boca.
En la colina de Wawel hay una cueva de piedra caliza de 276 metros de longitud. Tiene dos entradas, una natural y otra artificial, conectadas por tres cámaras de gran tamaño. Un pasillo lateral que se descubrió en 1974 lleva a la catedral de san Wenceslao y san Estanislao. En las piscinas subterráneas viven unos crustáceos casi prehistóricos. *** Imagen borrada de Tinypic *** La cueva está íntimamente ligada a una de las leyendas más populares de Polonia. Se dice que durante el reinado del rey Krak la ciudad vivía atemorizada bajo el acecho de un peligroso dragón. Cada día el maligno animal causaba estragos en la campiña, matando gente, destruyendo sus viviendas, devorando el ganado y alimentándose de jóvenes doncellas. El gobernante, ansioso de poner fin a la amenaza de la bestia, prometió la mano de su hermosa hija Wanda al caballero que fuera capaz de vencer al temible dragón. Valientes guerreros se acercaron desde lugares remotos para disputarse el trofeo… pero todos fueron derrotados por el animal. Un día un pobre aprendiz de zapatero aceptó el desafío. Rellenó un gran trozo de carne de cordero con azufre y lo colocó fuera de la caverna de dragón. Éste lo engulló de un bocado e inmediatamente comenzó a sentir una sed insoportable. Se acercó al río Vístula para beber pero el agua no logró mitigar su estómago insatisfecho. Después de beber y beber interminablemente explotó a orillas del río. Así fue como el joven obtuvo la mano de la bella Wanda y el pueblo recuperó su felicidad. La ciudad tomó el nombre del rey Krak y desde entonces se llamó Cracovia. En los años 70 se colocó en la entrada de la cueva una estatua de un dragón que escupe fuego cada pocos minutos. Muchas mujeres del grupo se fijaron en los múltiples puestecillos de venta de recuerdos y, sobre todo, en los graciosos peluches con forma de dragón. Ninguna de ellas tuvo tiempo para comprarse ninguno. Después de ver al dragón subimos a la colina para visitar primero la catedral. Antes tengo que significar que la estampa de la catedral con el castillo es una de las más bonitas del viaje. Eso sí, está prohibido pisar el césped porque en esa zona se han encontrado restos arqueológicos de las iglesias de san Jorge del siglo XIV y de san Miguel del siglo XVI y de la casa de Borek, un canónigo. Los orígenes de Cracovia se encuentran en el siglo VII y en el siglo VIII se produce un asentamiento de una tribu de vistulanos o vislanos (de ellos deriva el nombre del río Vístula) que denominaron a la región Pequeña Polonia o Malopolska. En el año 1000 se creó el obispado de Cracovia y en el siglo XI se convirtió en capital del país. Fue arrasada por los tártaros en el siglo XIII. En el siglo XIV se fundó la Universidad, una de las primeras de Europa, y en el siglo XVI la ciudad se convierte en una de las más prósperas del continente. En 1596 la capital del país se llevó a Varsovia pero Cracovia continuó siendo la capital cultural y el lugar donde se coronaban los reyes. En el siglo XVIII, con el reparto del país, quedó en manos de los austriacos, lo que le permitió continuar siendo un importante centro cultural. Es una de las pocas ciudades polacas que apenas sufrió daños durante la II Guerra Mundial, posiblemente debido a la leyenda que cuenta que en este lugar cayó una de las 7 piedras mágicas que hay en el mundo. Wawel es el conjunto arquitectónico que se alza en la cima de una pequeña colina que domina la ciudad y que es un emblema para el país. Allí se encuentra la catedral donde se coronaba a los reyes y donde está su panteón y también el castillo real. *** Imagen borrada de Tinypic *** La Catedral de Wawel que ahora vemos es la que se construyó en estilo gótico en el siglo XIII sobre las ruinas de un edificio románico del que sólo quedan la cripta de san Leonardo y la Torre de las Campanas de Plata. Está consagrada a los santos Estanislao y Wenceslao y fue el lugar donde se coronaron los reyes polacos entre 1320 y 1734 y donde se celebraron sus funerales. En un principio los entierros se hacían en la nave y desde el siglo XVI en la cripta (aunque se honraban con un monumento funerario en la nave). En la entrada de la catedral llaman la atención unos huesos de animales prehistóricos (se dice que son de una ballena, un rinoceronte y un mamut). Se cuenta que mientras permanezcan allí la catedral seguirá en pie. No se ven muy bien actualmente porque hay unos andamios de obra que los tapan un poco. Ya en el interior, destaca la capilla de la santa Cruz, la única de época medieval que además conserva la decoración de hermosos frescos de estilo bizantino del siglo XV. En la esquina noroeste, bajo un baldaquino, reposa Casimiro IV Jagellón. Destaca también el sepulcro de mármol rosa de su esposa. Destaca también el fantástico altar de san Estanislao, el patrón de Polonia, cuyas reliquias se conservan en un sepulcro recubierto con hojas de plata cincelada bajo un baldaquino barroco. Antes vemos los sepulcros de los reyes Ladislao Jagellón II y Ladislao de Varna. La capilla más espectacular de la catedral es la de Segismundo, obra maestra del Renacimiento (siglo XVI), construida por mandato de Segismundo I el Viejo. Frente a la entrada se alza el sitial del rey (asiento de ceremonia), de mármol rojo de Hungría, adosado al sepulcro de la reina Anna Jagellón, última de la dinastía Jagellón, casada con Esteban I Báthory. En el lado derecho están los monumentos funerarios de Segismundo I el Viejo y de su hijo Segismundo Augusto. El altar, del siglo XVI, tiene doce paneles de plata parcialmente dorados que representan episodios de la vida de la Virgen, san Adalberto y san Estanislao. Cuando se cierra aparecen 14 escenas pintadas de la Pasión, la Muerte, la Resurrección y la Ascensión de Cristo. Frente a esa capilla también está el sepulcro de mármol de Carrara de la reina Eduviges, la última de los Piast, santa y patrona de las reinas y de la Europa unida aunque sus restos están actualmente bajo un Cristo crucificado que se cree que es milagroso y ante el que solía rezar la reina. Por unos escalones se baja a la Cripta de los Grandes poetas nacionales donde está enterrado, entre otros, Adam Mickiewicz. Unida a ésta encontramos la Cripta Real, que alberga desde el siglo XVII las sepulturas de los reyes y reinas polacos y de algunos héroes nacionales. También encontramos la cripta de san Leonardo, vestigio de la época románica y donde Karol Wojtyla celebró su primera misa. No tuvimos la suerte de poder bajar aunque las tumbas más antiguas son las que vemos arriba. Después de dar una vuelta por la catedral (algo que creo que siempre es complicado porque hay muchísima gente) nos fuimos hacia el patio del castillo (al que ahora no entramos). *** Imagen borrada de Tinypic *** El Castillo de Wawel fue el símbolo del poder real durante seis siglos. Aunque sus orígenes son anteriores, el castillo como tal se construyó en el siglo XI por orden de Boleslao, primer rey de Polonia. Durante el siglo XIV Casimiro III el Grande, el último rey de la dinastía Piast, lo transformó en una imponente fortaleza gótica que ardió en 1499. En la primera mitad del siglo XVI el rey Segismundo I el Viejo encargó la construcción de un palacio renacentista, que hoy podemos admirar aunque sólo en parte. Segismundo III Vasa, aunque encargó algunas reformas en el castillo, decidió el traslado de la capital a Varsovia en 1596. Esa decisión provocó el declive de Wawel. En los siglos posteriores se sucedieron transformaciones y en 1796, al anexionarse a Austria, se convirtió en cuartel y la colina en zona de maniobras. No fue hasta la independencia lograda en 1918 cuando se emprendieron obras de restauración. Los nazis se establecieron en él y después de la guerra empezó a reconstruirse para abrirse al público. En el exterior destaca el gran patio, formado por tres lados por la superposición de tres galerías con columnas y arcos, propio del Renacimiento. En los aposentos reales privados destaca la rica colección de tapices flamencos que decoran los muros de los aposentos del rey Segismundo I el Viejo y las salas de Estado de la segunda planta. Muchos de los 360 tapices originales del siglo XVI acabaron en Rusia tras el reparto del país del 1795 y no han sido devueltos a Polonia. El mayor atractivo del castillo son las Salas de Estado. Varias de ellas llevan el nombre de los frisos que figuran bajo los techos pintados. De ese modo nos encontramos con la sala de los Torneos (con un friso pintado por Hans Durero, hermano del famoso pintor), la sala de la Revista Militar, sala de los Zodíacos, sala de los Planetas, sala de los Pájaros, sala de los Senadores (con la mayor colección de tapices) o la sala de los Diputados La Sala de los Diputados es la más espectacular del castillo. Servía para las audiencias reales y sala de debate para el Parlamento. Destaca la decoración de cabezas esculpidas en madera que sobresalen del techo de las que sólo se conservan 30 originales de las 194. El friso que decora la sala es de Hans Durero. El tesoro de la corona está en las habitaciones góticas de la planta baja y agrupa un fabuloso conjunto de joyas u objetos de la corona polaca. La joya más destacada es la espada de los reyes llamada la “Dentada”, que se usaba en las coronaciones. Pero, como digo, en esa visita no hubo tiempo de visitarlo por dentro. Sólo una vista exterior además de una visita al WC (gratis). Dejamos la colina de Wawel bajando por la rampa de acceso, junto a la estatua a Tadeusz Kosciuszko, héroe militar polaco que luchó contra los rusos en el siglo XIX. Seguimos por la calle Kanonicza, una de las más bonitas del casco antiguo. En la Edad media pertenecía a la aldea de Okól y fue incorporada a Cracovia en la primera mitad del siglo XIV, constituyendo el último tramo de la Vía real. Recibe su nombre de los canónigos de la catedral que tenían su casa aquí (aunque también vivían en ella muchos caballeros). La mayoría de casas que vemos hoy en día tienen orígenes medievales. Construida por los Jesuitas entre 1597 y 1619, la Iglesia de San Pedro y San Pablo es una de las iglesias de estilo barroco temprano más bellas de Polonia, que destaca por su imponente fachada. El interior del templo resulta menos impresionante pero dentro de su sencillez se pueden encontrar algunos detalles interesantes como las decoraciones de estuco de la bóveda y los retablos de mármol decorados con detalles dorados. También llama poderosamente la atención el altar barroco del siglo XVIII. Se inspira en iglesias de Roma, principalmente en la del Gesú, y se construyó con un plano de cruz latina. La fachada está adornada con estatuas de santos jesuitas en la parte inferior, con escudos jesuitas encima de la entrada y estatuas de los patronos de la dinastía de los Wasa (san Segismundo y san Ladislao) arriba. Otro detalle curioso del interior de la iglesia es que cuenta con un Péndulo de Foucault. Se celebran conciertos de órgano (a los que no pude asistir porque siempre tenía excursiones previstas y nunca llegaba a tiempo). A su lado está la Iglesia de San Andrés, humilde y atractivo templo católico de estilo románico construido entre 1079 y 1098. Es, por tanto, una de las más antiguas de Cracovia. Cuenta con un sencillo exterior de color claro coronado por dos torres. Sobrevivió a la invasión tártara gracias a su carácter defensivo. El interior de la iglesia fue remodelado en el siglo XVIII en estilo barroco y cuenta con una llamativa decoración pictórica y escultórica, destacando especialmente el púlpito rococó en forma de barco. Construida entre 1237 y 1269 para los monjes franciscanos llegados desde Praga, la Basílica de San Francisco de Asís fue una de las primeras construcciones de ladrillo de Cracovia y se conserva como una de las iglesias más antiguas de la ciudad. A lo largo de su historia ha sufrido numerosos incendios y ha sido remodelada en varias ocasiones, por lo que presenta una peculiar mezcla de estilos. Actualmente presenta elementos góticos que se funden con otros de estilo neogótico, destacando especialmente las policromías de las paredes y las vidrieras del artista Stanislaw Wyspianski. Llama especialmente la atención una enorme vidriera que representa a Dios creando el mundo. Fue uno de los lugares favoritos de Karol Wojtyła (Juan Pablo II), por lo que en su recuerdo se conserva una placa con su nombre en el banco en el que solía sentarse antes de convertirse en Papa. Enfrente está en Palacio arzobispal (Curia Metropolitana), que desde el siglo XIV es la sede de los obispos de Cracovia. Ha sido remodelado varias veces aunque conserva algunos elementos renacentistas y barrocos. Entre 1964 y 1978 el que luego sería Juan Pablo II vivió aquí y aquí solía alojarse también cuando viajaba a la ciudad. Asomándose a la llamada “ventana papal” realizaba encuentros no oficiales con sus fieles y el día de su muerte todos los alrededores se llenaron de flores. La devoción por el Papa polaco es casi exagerada en el país. Conocida como la Iglesia de los Dominicos, la Basílica de la Santa Trinidad de Cracovia fue construida por los monjes dominicos tras la finalización de la invasión tártara. Lo que comenzó como un pequeño templo fue reformado poco a poco hasta convertirse en la llamativa construcción de estilo gótico que es en la actualidad. Es uno de los templos más importantes de Cracovia. El casco antiguo constituye la parte más importante de la visita. Este barrio surgió en el siglo XIII, después de las invasiones tártaras, cuando fue necesario levantar unas nuevas murallas de 3 kilómetros de longitud reforzadas con 47 torres. Esas murallas se derribaron en el siglo XIX. La Plaza del Mercado es una de las más bonitas de Europa. Es un cuadrilátero de 200 metros por cada lado. Se creó en el siglo XIII y ha conservado su trazado original aunque la mayor parte de los edificios que vemos datan de los siglos XIV y XV. La parte central la ocupan el edificio de la Lonja de los paños y el monumento al poeta Adam Mickiewicz; en los laterales están la Basílica de Santa María, la antigua torre del ayuntamiento y la iglesia de San Adalberto. Antiguamente la Plaza Mayor fue escenario de los acontecimientos y celebraciones más importantes. Así lo recuerdan algunas placas que se han dispuesto en el suelo (el homenaje prusiano de 1525, la insurrección del mencionado Kosciuszko en 1794 o la entrada de Polonia en la Unión europea). Está rodeada de 40 casas y palacios, muchos de origen medieval. Actualmente está llena de puestecitos de venta de regalos o de flores. También hay un museo subterráneo sobre historia de la ciudad. La primera Basílica de Santa María se levantó en el siglo XIII pero fue destruida en la invasión tártara (mongola). Consta de dos torres de diferente altura y con remates superiores también distintos. La más baja mide 69 metros y es el campanario. Tiene planta cuadrada y está rematada por una cúpula del año 1592, del renacimiento tardío, rodeada de cuatro torrecillas más pequeñas. La torre más alta mide 82 metros y se construyó en planta cuadrada aunque cobró forma octogonal en la novena planta. Está coronada por un remate gótico de 1478 con una aguja octogonal adornada con una corona dedicada a la Virgen María, rodeada de 8 torrecillas. Entre ellas se abre una puerta barroca del siglo XVIII sobre la que hay una vidriera del siglo XIV. En la planta baja de una de las torres encontramos la Capilla de san Antonio, también llamada de los Malhechores porque aquí era donde los criminales que iban a ser ajusticiados a la mañana siguiente pasaban la noche. Enfrente está la capilla de la Virgen negra de Czestochova, que alberga una copia de la famosa imagen del santuario de Jasna Góra, muy venerada en el país. En el interior llama la atención el altar mayor, bellísima obra del siglo XVI que constituye uno de los mayores altares góticos en su género. Tiene unos 200 personajes que narran la vida de la Virgen. En la base vemos un Árbol de Gesé, que simboliza el árbol genealógico de Jesús y su madre. En el centro se representa el Tránsito de la Virgen, su último sueño antes de la “dormición” (su muerte). Encima se recoge el momento de la subida al cielo y arriba de todo del panel central, en un baldaquino, se representa la Coronación de la Virgen rodeada de ángeles y de los dos santos patrones de Polonia, san Adalberto y san Estanislao. Durante la II Guerra Mundial se desmontó y se escondió para evitar que lo encontraran los nazis. No obstante, estos dieron con él, lo robaron y se lo llevaron a Nuremberg. En 1946 fue devuelto e instalado en el castillo de Wawel, de donde salió para colocarse en la basílica en 1957. Entramos justo en el momento en que, con gran pompa, una monja abre las puertas y lo enseña (a las 12). Te cobran por hacer fotos (y unos vigilantes se encargan de que pagues). *** Imagen borrada de Tinypic *** En la basílica también se puede ver un Cristo de piedra de finales del siglo XV. Cada hora es posible escuchar desde la torre más alta una melodía que se interrumpe de repente. Durante la invasión tártara un vigía intentó avisar del peligro tocando la trompeta pero una flecha se le clavó en la garganta sin que pudiera acabar. A las doce del mediodía se retransmite en directo por la radio. La Lonja de los paños es una construcción gótica levantada por encargo del rey Casimiro III el Grande entre los siglos XII y XIII para albergar el mercado de paños. Se reconstruyó en el siglo XVI en estilo renacentista. Destaca por sus almenas decoradas con mascarones de piedra. Actualmente alberga comercios de artesanos y en la primera planta está la Galería de Pintura polaca del siglo XIX. *** Imagen borrada de Tinypic *** Frente a la entrada de la Lonja está el monumento al poeta lituano del siglo XIX Adam Mickievicz, a pesar de que nunca pisó la ciudad de Cracovia. Las cuatro figuras que rodean al monumento simbolizan el patriotismo, la poesía, la educación y el heroísmo. Representa un símbolo nacional y fue derribado por los nazis. Lo que vemos ahora es una copia de 1955. La Torre del Ayuntamiento, de 70 metros de altura, se alza en una esquina de la plaza y es todo lo que ha quedado del antiguo ayuntamiento medieval del siglo XIV que fue demolido en 1820. Se puede subir y tener una bonita vista de la ciudad desde aberturas hechas en la cúpula barroca. En el sótano, antiguas mazmorras, ahora hay un teatro y un café. *** Imagen borrada de Tinypic *** En otra esquina de la Plaza está la Iglesia de san Adalberto, la primera de Cracovia. En el siglo X se construyó una iglesia en madera en el lugar en el que, según la tradición el santo pronunciaba sus sermones. En el siglo XII se sustituyó por una en piedra, que fue reformada en el siglo XVII. *** Imagen borrada de Tinypic *** No demasiado lejos encontramos el Collegium Maius. El Colegio Mayor (Collegium Maius) es el edificio universitario más antiguo de Polonia (1400) y entre sus estudiantes más populares destacan Nicolás Copérnico y Juan Pablo II. Alberga el Museo de la Universidad Jagellónica, en el que se puede ver una extensa colección de instrumentos históricos utilizados para la astronomía, meteorología, cartografía, física y química, que se exponen a lo largo de las diferentes salas del edificio. El "Colegio Mayor" es un atractivo ejemplo de arquitectura gótica del siglo XV que cuenta con un agradable patio interior rodeado por arcadas construidas en ladrillo y piedra. No demasiado lejos encontramos un restaurante que también tiene una parte de comida “rápida”. Por muy poco dinero podemos escoger una porción, tres o seis de entre todos los platos que sirven (carne, pasta, ensaladas). Se puede complementar con un batido natural de frutas o verduras, una bebida o un dulce. El pan es gratis. En nuestro tiempo libre también seguimos toda la calle Florianska, llena de tiendas y restaurantes. Ésta es la zona de la Vía real. La calle lleva desde la esquina este de la Plaza Mayor hasta la Puerta de san Florián. Mide 335 metros y se trazó en 1257 como una parte de la Vía real que llega hasta la colina de Wawel. En 1881 salió de aquí el primer tranvía de caballos y en 1901 el tranvía eléctrico. Hoy en día, aunque hay muchos tranvías en la ciudad, la calle es completamente peatonal. A los lados vemos casas importantes, como la del pintor Jan Matejko. La Plaza Matejki, nombre que coge del célebre pintor Matejko, ocupa el lugar de la plaza del mercado medieval de Kleparz, municipio incorporado a Cracovia en el siglo XVIII. En el centro encontramos el Monumento conmemorativo a la batalla de Grunwald en la que se venció a los caballeros Teutones. Se destruyó por los nazis y se sustituyó por una copia de 1976. Al lado está la Tumba del soldado desconocido. Aquí se concentraba el sindicato Solidaridad en los años 80 para protestar y aquí se celebran las fiestas nacionales. Al noroeste de la plaza se alza la Iglesia de san Florián, románica remodelada en el barroco, que conserva las reliquias del santo. En nuestro paseo llegamos hasta este punto y a nuestro regreso veríamos mucho esta zona porque el apartamento estaba muy cerca. La Barbacana es un bastión circular que se construyó en 1499 para hacer frente a la amenaza otomana (turca). Aunque hoy se encuentra aislada, estaba unida a las murallas y a la puerta de san Florián. Se trata de uno de los pocos ejemplos de barbacana medieval conservados en Europa. Al parecer se conoce popularmente con el nombre de la Cacerola. En su interior se hacen exposiciones. En cuanto a la muralla, se levantó en el siglo XIII y se reformó en el siglo XVI, llegando a medir 4 kilómetros. Se derribó en el siglo XIX (estaba en ruinas)y se sustituyó por las llamadas plantaciones (“planty”), un oasis en la ciudad lleno de plantas y estatuas que hoy en día es el parque más importante de la ciudad. Sólo se conserva una de las puertas, la de San Florián, que era la puerta de acceso a la ciudad y la principal entrada a la Vía Real. Se construyó en el siglo XIII en piedra y se terminó en el siglo XIV con ladrillo rojo. En el siglo XVII se le añadió una cúpula barroca. A los lados de la puerta se conservan tres bastiones de las 39 torres que había. Después de la comida volvimos junto a la Basílica para encontrarnos con nuestro guía e ir todos juntos a coger el bus porque esta tarde toca otro punto fuerte del viaje, las minas de sal. Cuando ya estábamos llegando tuvimos un susto con el conductor del autobús. Ya nos habíamos dado cuenta de que conducía mal, de modo imprudente, pero un frenazo de repente pudo habernos causado mucho daño. Mientras esperábamos para entrar miramos un poco las tiendecillas y nos compramos un helado. Las Minas de sal de Wieliczka se encuentran a 10 kilómetros de Cracovia. Estas famosas minas de sal se explotaban ya en el siglo X y en 1978 se inscribieron en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. A mediados del siglo XIII empezó a excavarse un fantástico laberinto subterráneo en busca de sal, una de las mayores fuentes de riqueza de Polonia, y aún hoy se extrae sal de mesa. Es una de las minas de sal más antiguas del mundo. *** Imagen borrada de Tinypic *** Se desciende por una escalera que conduce hasta 64 metros de profundidad para hacer un recorrido de 3,5 kilómetros (del total de 300 km que tiene la mina) viendo estatuas de personajes míticos e históricos representados en sal por los mineros. Incluso los cristales de los magníficos candelabros que se ven están hechos de sal. También hay capillas, como la de santa Kinga (Cunegunda), patrona de los mineros. Ésta es la sala más espectacular del conjunto, con 54 metros de ancho e iluminada con lámparas de araña hechas de sal y bajorrelieves y altares esculpidos. Es impresionante. En la mina también hay un lago subterráneo en el que antes de paseaba en barco (dejó de hacerse cuando unos borrachos que iban de paseo se ahogaron por imprudentes). Entre los personajes famosos que las han visitado encontramos a Copérnico, el escritor Goethe, Juan Pablo II o Bill Clinton. En la II Guerra Mundial se usaron como almacén de guerra. También se puede ver una peli en 3D. Al final de la visita se puede decidir subir a la superficie en ascensor o continuar el recorrido para ver un museo que guarda una colección de objetos relacionados con la historia de la mina. Nosotros, como no teníamos mucho tiempo, seguimos hacia el ascensor acompañados de la guía. Y menos mal que vino con el grupo porque aquello parece un laberinto. Tardamos un montón en llegar al ascensor. Antes de irme aproveché para comprar (en el interior de la mina hay varias tiendas) unos jabones de sal, uno con olor a lavanda y el otro con olor a naranja. Una vez fuera volvimos a Cracovia, al barrio de Kazimierz (del que hablaré más adelante) para asistir a una cena con espectáculo Klezmer (es decir, música judía). El guía tenía que dejarnos porque se iba de boda así que tuvimos que cenar con el conductor. Vaya mal plan. Eso sí, la cena deliciosa, sobre todo la ternera. Etapas 4 a 6, total 25
Después del desayuno salimos del hotel y abandonamos Cracovia para dirigirnos a la siguiente ciudad, Wroclaw.
Wroclaw (se pronuncia “Vrosuaf”) –Breslavia en castellano y Breslau en alemán- es la capital de la Baja Silesia, una de las regiones en que se divide Polonia, y es además la cuarta ciudad más grande de Polonia, con 600.000 habitantes. La ciudad está bañada por el río Oder y sus afluentes, los cuales forman 12 islas unidas por 112 puentes, por lo que se la considera la “Venecia polaca”. Ha sido escogida Capital europea de la Cultura 2016. La ciudad tiene gran actividad cultural, de festivales y actuaciones musicales y también goza del dinamismo del amplio colectivo de estudiantes universitarios. Sus habitantes creen en la existencia de los enanos o gnomos, que les acompañan siempre y les ayudan a resolver sus problemas. Por eso se ven estatuillas de enanitos por todos lados e incluso tienen un museo dedicado a ellos. Su origen se remonta a los años 80 del siglo pasado cuando estas figuritas eran utilizadas como medio de protesta por el movimiento estudiantil contra las autoridades comunistas. En 1335 Polonia pierde el control de la ciudad y pasa a manos de Bohemia. Durante los siglos XIV y XV, la ciudad formó parte de la Liga Hanseática y bajo control bohemio y austriaco, se fue desarrollando hasta convertirse en una de las ciudades más importantes de Europa Central. A mediados del siglo XVI pasa a formar parte de Prusia, que le da el nombre de Breslau. A finales del siglo XIX, Breslau era la segunda ciudad más importante de Alemania. Después de la II Guerra Mundial, la población germana tuvo que partir hacia Alemania y se repobló con habitantes de la localidad polaca de Lwow (en la actual Ucrania), la cual pasó a manos de la Unión Soviética. Una visita imprescindible es el Panorama Raclawicka, una pintura circular de 120 metros de longitud y 15 metros de altura que representa la batalla de Raclawice, que tuvo lugar en 1794 entre los ejércitos polaco, dirigidos por Tadeusz Kosciuszko, y ruso. Es por su importancia que decidimos aceptar la visita que nos ofrecían y fuimos (aunque ya habíamos visto antes otros panoramas por el estilo en Rusia y en Lucerna (Suiza). Todo el mundo salió encantado de allí porque nunca habían visto algo por el estilo. A nosotros, como dije que es el tercero que vemos, no nos sorprendió tanto. Eso sí, el audioguía en español ayuda a comprender la pintura. *** Imagen borrada de Tinypic *** Luego proseguimos en bus hasta el centro de la ciudad. Primero vamos a comer, en la misma plaza. La Plaza del Mercado es el centro neurálgico de la Wroclaw medieval. Tiene forma rectangular y data del siglo XIII. A un lado se alza la copia de la picota que se utilizó como instrumento de tortura hasta el siglo XV. Las casas que rodean la plaza eran en origen góticas pero fueron reformadas en diferentes estilos (barroco, renacentista, neoclásico, etc.). No por eso dejan de ser preciosas, con sus múltiples colores. En el centro de la plaza está el Ayuntamiento, mezcla de estilos en la que destaca el gótico tardío. En el siglo XIII se construyó un edificio de madera que pronto se sustituyó por otro de ladrillo. Tiene forma rectangular con añadidos de unas torretas renacentistas en las esquinas, rematadas con tejados cónicos. En la decoración flamígera de la fachada destaca un reloj astronómico del siglo XVI y un balcón rematado con un pináculo en el que aparecen la Virgen y san Juan Bautista. Las salas son muy lujosas, como la Sala del Consejo y la sala de los Burgueses. Es precioso y los ojos se te van hacia él enseguida. *** Imagen borrada de Tinypic *** En la esquina suroeste de la Plaza del Mercado encontramos la Plaza de la Sal, rodeada de casas de estilo barroco y clásico, y donde se encuentra el edificio antiguo de la Bolsa. Actualmente en esta plaza se celebra el mercado de las flores. Después de comer empezamos la visita guiada con guía local, en la que vamos viendo los edificios más importantes y también los enanitos que están repartidos por toda la ciudad. Dice la leyenda que esos enanos han estado en Wroclaw desde siempre, desde que llegó Papá Enano con su familia y fueron haciéndose cada vez más numerosos, y que ellos son los que construyeron los hermosos edificios que ahora vemos. Otra leyenda dice que llegaron a Wroclaw para ayudar a sus habitantes contra el Diablillo de Odra que cometía muchas fechorías. La realidad no es tan romántica ya que los enanitos no provienen de un cuento sino de las manifestaciones contra el régimen comunista en los años 80. Al no poder llevar consignas políticas porque serían encarcelados, los manifestantes se disfrazaban de enanos. En recuerdo a esos hechos se encargaron las estatuas y ahora hay enanitos por todos lados. El que lleva el girasol, el que nos invita a helados, el que duerme ante las puertas de un hotel, cómodamente en la camita, el que va en silla de ruedas, el sordo, el ciego con su palo, los bomberos, el farolero, etc. La gracia es buscarlos y hay mapas que ayudan a ello. En otra esquina de la plaza encontramos la Iglesia de santa Isabel, de los siglos XIV y XV, que durante mucho tiempo fue el principal santuario de la ciudad. Fue protestante hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. El arco de unión barroco de dos de las casas de la plaza, la de Juan y la de Margarita, servía de entrada al cementerio y ahora a la iglesia. En el interior se conservan lápidas renacentistas, barrocas y manieristas. Desde el campanario se tienen buenas vistas. A esas casas se les llama de Hansel y Gretel. *** Imagen borrada de Tinypic *** Continuamos nuestra visita por la Calle de las antiguas carnicerías, ahora lleno de galerías de artistas (principalmente del vidrio). En un extremo encontramos unas estatuas de un cerdo, una cabra, un pato, un conejo y un gallo, entre otros animales (por lo de las carnicerías). *** Imagen borrada de Tinypic *** Continuamos por la calle Wiezienna, donde estaba la antigua cárcel (ahora es una cervecería). Un enanito prisionero en la ventana nos lo recuerda. Seguimos nuestro camino y nos encontramos con el enorme edificio de la Universidad. *** Imagen borrada de Tinypic *** La Universidad fue construida por encargo del emperador Leopoldo I entre 1728 y 1742. Tiene una magnífica fachada barroca y es cuna de 13 premios Nobel. El Oratorio Mariano es la antigua capilla de la Universidad, donde actualmente se realizan conciertos debido a su buena acústica. Pero la sala más famosa de la Universidad es el Aula Leopoldina, que se utiliza para celebraciones especiales y tiene una decoración genuinamente barroca a base de estucos, molduras doradas y pinturas en trampantojos que simbolizan el triunfo de la religión. Cuenta con una estatua de Leopoldo I y los frescos del techo representan también al rey Leopoldo I y varias figuras mitológicas en una alusión a la sabiduría. Después se puede subir hasta la Torre de los Matemáticos para contemplar una panorámica de la ciudad. De camino se pasará por una serie de salas donde se exponen retratos y recuerdos de la historia de la ciudad y la universidad. En la terraza de la torre se encuentra el Observatorio y en cada uno de sus 4 ángulos se levanta una estatua que representan la Teología, la Ley, la Astronomía y la Medicina. Desde aquí se tienen unas vistas fantásticas sobre la ciudad, el río Oder y sus afluentes. Wroclaw no tiene rascacielos y los campanarios de las iglesias se levantan erguidos sin que nada les haga sombra. Un enanito catedrático nos recuerda dónde estamos. Por cierto, en esa Universidad estudiaron muchos premios Nobel, principalmente de física y de química. *** Imagen borrada de Tinypic *** Nos llama también la atención una fuente con una estatua de un hombre desnudo con una espada en la mano. Nos contó el guía que la leyenda dice que era un joven, bebedor y jugador, que perdió todo lo que tenía menos la espada (algo que nunca debe perder un caballero). He leído también que los que se gradúan tienen que correr desnudos hasta la estatua (con temperaturas que rondan los 0º). El barrio se encuentra a orillas del río Oder, donde además de la Universidad, se pueden visitar las iglesias góticas de San Matías y de San Vicente. Después de ver algunas iglesias nos dirigimos al Mercado de Hala Targowa, que fue construido en 1906-1908, diseñado por Richard Plüddemann, el consejero de la construcción urbana. Se encuentra en la calle Piaskowa, en la confluencia con la plaza Nankiera y la calle Ducha, cerca del Rynek. Fue construido para organizar el comercio en el centro de la ciudad. En 1908, en Wroclaw fueron liquidados todos los mercados abiertos y todo el comercio que durante siglos se había mantenido en lugares como; el Rynek, plaza Solny (del sol), plaza Nowy Targ (el mercado nuevo), se trasladaron a los dos nuevos pabellones del mercado. Esto fue una verdadera revolución en la comercialización local. Anteriormente, el sitio era una mansión de los obispos Lubuski del siglo XIV, en el inicio del siglo XVI fue reconstruida como el Arsenal Piaskowy, y este fue demolido en 1905. En la fachada norte del mercado se colocaron unas balas de piedra de cañón como recuerdo de la función anterior del lugar. El mercado es de 85m de largo, 37m de ancho y 21m de alto. Su interior es monospacial y fue planeado con un solo eje y rodeado por una galería. El techo del mercado esta sostenido en los arcos parabólicos de hormigón, fue diseñado por Friedrich August Küster es un logro pionero en la ingeniería mundial. Debajo del edificio se encuentran los sótanos de una altura de hasta 3,7 metros. El exterior del edificio, tomo como modelo a la bolsa de valores de Ámsterdam, tiene puntos en alusión a la corriente principal del historicismo medieval, mientras que el interior es completamente moderno. El edificio fue seriamente dañado por la guerra en 1945 e inmediatamente después de la guerra se utilizó para los fines previstos. Es uno de los mercados más grande en la ciudad. Justo detrás del mercado se conservó un fragmento de la muralla del siglo XIII, junto con la torre de flanqueo, donde se encuentra una cava de vinos y un restaurante. Aquí tuvimos un poco de tiempo libre, que aprovechamos para entrar al mercado (y algunos para comprar algo). Después de un rato de descanso seguimos con la visita. La Isla de Arena es una pequeña isla que sirve de paso hacia el barrio de la catedral donde puede hacerse un alto en el camino para ver las iglesias de Santa Ana y Nuestra Señora de la Arena. La iglesia ortodoxa de Santa Ana es de finales del siglo XVII-principios del XVIII y ha sido objeto de una completa reconstrucción. La iglesia de Nuestra Señora de la Arena es de estilo gótico, se construyó en los años 1334 y 1380 pero durante la II Guerra Mundial fue destruida casi completamente y se perdió toda la decoración barroca. Su interior presenta un aspecto muy moderno aunque conserva un tímpano románico, dos fuentes bautismales y unas tumbas renacentistas. Justo al lado un antiguo convento agustino que se utilizó posteriormente para albergar las dependencias de la biblioteca universitaria. Es de estilo barroco y data de finales del XVIII y principios del XIX. Un curioso puente llamado Puente de la Catedral (“Most Tumski”), verde y de hierro, facilita el acceso a la isla donde se levanta la catedral. En los barrotes del puente hay una infinidad de candados, muestra del amor eterno que aquí se vienen a declarar muchas parejas polacas. Esto de los candados ya está demasiado visto y en algunas ciudades están empezando a prohibirlo, por el peligro que supone para la estructura el peso de tanto candado colgado. La ciudad nació en la isla de la catedral (Ostrów Tumski) en el siglo IX, en una isla que dejó de serlo en 1810, cuando se recuperó el brazo del río Oder que la aislaba de la ribera. En sus calles reina una atmósfera tranquila, serena y casi insular. Fue sede de la autoridad ducal, se fortificó para protegerse de las invasiones y en el siglo XI acogió el obispado. En el siglo XIII, tras la creación de la nueva ciudad en el margen izquierdo del río, la isla se convirtió en territorio exclusivo de la autoridad religiosa. *** Imagen borrada de Tinypic *** Aquí se encuentra la Catedral de San Juan Bautista, del siglo XIII. Destaca el magnífico pórtico renacentista y el púlpito barroco de alabastro. Este templo acogió al Papa Juan Pablo II en 1983, cuando el país se encontraba todavía bajo el régimen comunista. Se reunieron más de un millón de fieles que ni tan siquiera cabían en la pequeña isla. Se puede subir en ascensor a una de sus torres. Estaban a punto de empezar la misa pero nos asomamos un momento para verla por dentro. *** Imagen borrada de Tinypic *** También hallamos el Palacio Arzobispal, convertido en el Instituto Papal de Teología, y la peculiar Iglesia de la Santa Cruz y San Bartolomé. Se trata de dos iglesias en un mismo edificio. La primera, dedicada a la Santa Cruz, es de estilo gótico y se encuentra en la parte superior. Alberga el mausoleo de la familia Piast de Silesia. En la cripta hay otra iglesia de estilo greco católico dedicada a San Bartolomé. La ciudad cuenta nada más y nada menos que con 120 iglesias. La iglesia de santa Cruz es la primera que encontramos al pasar el puente. Enfrente vemos una estatua a San Juan Nepomuceno. *** Imagen borrada de Tinypic *** En el mismo barrio también destaca la iglesia gótica de San Pedro y San Pablo y la iglesia de San Gil, con portada románica, detrás de la catedral. La pequeña iglesia de san Martín completa el conjunto. En la misma isla y perteneciente a la Iglesia está nuestro hotel, Juan Pablo II. Es muy bonito el hall, con una lámpara espectacular, pero la habitación es antigua (era las de arriba del todo y que se usaban para los estudiantes). Después de dejar las cosas salimos a hacer un “crucero” por el Oder aunque nos llevan por una zona un poco fea (sin contar con el principio del recorrido). Luego nos vamos solos a dar una vuelta por la ciudad, ya de noche. Pasamos nuevamente por el puente y llegamos a la iglesia que está junto a él, de Santa María de Piasek (siglo XIV). Pasamos también por la isla de la Arena y volvemos a retroceder hasta el Ayuntamiento y la plaza Mayor. *** Imagen borrada de Tinypic *** Etapas 4 a 6, total 25
Después del desayuno (hoy incluso con una fuente de chocolate) salimos hacia la ciudad de Poznan.
Poznan, con 600.000 habitantes, es la capital de la región de Gran Polonia, que se considera la cuna de Polonia, ya que el duque Mieszko I consiguió unir las distintas tribus eslavas que había en la región bajo un mismo mando en el siglo X. Tiene una de las plazas más hermosas del país y también es famosa por sus ferias comerciales que se remontan a la Edad Media. En su centro histórico se pueden diferenciar tres zonas: La Plaza del Mercado con el casco antiguo; el barrio prusiano con sus edificios modernistas y la Isla de la Catedral (“Ostrow Tumski”), la isla donde se levanta la catedral. La Plaza del Mercado Viejo fue reconstruida tras la II Guerra Mundial con sus casas góticas, renacentistas y barrocas. Son famosas las Casas de los Tenderos, edificios porticados que acogían en la planta baja pequeñas tiendas y viviendas de sus propietarios en la superior. La plaza tiene forma cuadrada y en cada esquina encontramos una fuente dedicada a una deidad grecorromana: las de Proserpina, la única que se conserva original del siglo XVIII, la de Marte, la de Neptuno y la de Apolo. En una de sus casas encontramos el Museo de Henryk Sienkiewicz, autor de “Quo Vadis?”. En el centro de la plaza se alza el Ayuntamiento, uno de los más espectaculares de Polonia, y al lado una picota de 1735, donde se ejecutaban los castigos públicos. El Ayuntamiento es del siglo XVI, de estilo renacentista y construido por el arquitecto italiano Juan Baptista Quadro. Su interior acoge el Museo de Historia de Poznan e incluye la Gran Sala, una joya renacentista con artesonado de 1555. También cuenta con un Museo de Instrumentos Musicales procedentes de todo el mundo. *** Imagen borrada de Tinypic *** A las 12 de la mañana salen del reloj de la Torre del Ayuntamiento dos carneros de metal que chocan sus cuernos y se han convertido en símbolo de Poznan. Cuenta la leyenda (una de sus diversas versiones) que para inaugurar el primer reloj de la torre el alcalde decidió dar una cena, pero al cocinero se le quemó la carne y como tenía 2 carneros decidió hacerlos en su lugar. Pero los animales se le escaparon, subieron a la torre y se empezaron a cornear. Al alcalde le hizo tanta gracia el espectáculo que mandó al maestro relojero que añadiera la figura de dos carneros al reloj. Llegamos justo a tiempo para verlos. *** Imagen borrada de Tinypic *** Una callejuela conduce a la Plaza y Fuente de la Bamberka (campesina germana), que recuerda que una parte de la población procede de la ciudad alemana de Bamberg. Muy cerca de la Plaza del Mercado se ubica la Iglesia Jesuita (de San Estanislao) y el Colegio Jesuita, edificios barrocos de los siglos XVII y XVIII. El antiguo colegio ha contado con ilustres ocupantes como Chopin, Napoleón, el zar Nicolás I y el general británico Wellington. Actualmente son oficinas municipales. El patio se utiliza en verano para actuaciones y conciertos. Detrás de la iglesia y la casa del Gobernador está el Parque Chopin, que en su origen formaba parte del conjunto jesuita y cuenta con un busto del compositor. Al otro lado de la plaza se encuentra una escultura de bronce de los dos carneros. Otra iglesia que cabe destacar es la de los Franciscanos, de estilo barroco y construida entre los siglos XVII y XVIII. En una cripta de la iglesia se puede contemplar una maqueta de Poznan. En la Plaza de la Libertad hallamos el Museo Nacional, con colecciones destacadas de arte funerario y pintura. En el siglo XIII se construyó en lo alto de una colina el Castillo Real, que fue residencia de los gobernadores de la región de la Gran Polonia. Fue destruido y restaurado en sucesivas ocasiones. Desde su terraza se pueden contemplar las vistas de la ciudad. Hoy acoge el Museo de Artes Aplicadas. *** Imagen borrada de Tinypic *** La visita guiada a la ciudad fue breve y algo insípida. Luego nos fuimos a comer a un restaurante de la misma plaza y después tuvimos un poco de tiempo libre. Nuestra idea era acercarnos hasta la catedral, que dista unos 900 metros de la plaza, pero, aunque la vimos, no pudimos acercarnos ni mucho menos entrar porque se nos echaba el tiempo encima. El disgusto vino cuando volvimos a reunirnos con el grupo y perdimos 40 minutos para que dos personas compraran unos regalos. Nuestro enfado debió ser de aúpa cuando la guía decidió que todos visitáramos la catedral. *** Imagen borrada de Tinypic *** No era un capricho nuestro sino que es algo que debería estar incluido en todas las visitas a Poznan. La Isla de la Catedral o “Ostrow Tumski” es el punto donde surgió la ciudad y también el estado polaco. A finales del siglo X ya contaba con una catedral y un castillo. En el siglo XIII las autoridades civiles se trasladaron a la otra orilla del río, mientras que las eclesiásticas permanecieron en la isla. La Catedral de San Pedro y San Pablo es de origen románico pero su aspecto actual es neogótico porque es una reconstrucción llevada a cabo entre 1946 y 1955. El primer templo prerrománico se levantó en el siglo X pero fue sustituido por otro gótico que a su vez sería reformado y convertido en barroco en 1722. Durante la II Guerra Mundial fue utilizada por los alemanes para guardar las obras de arte requisadas. En el suelo de la catedral se verán en grandes letras los nombres de los primeros gobernantes de la dinastía Piast que fueron enterrados allí. En el trascoro se ubica la Capilla Dorada, del siglo XIX y estilo neobizantino, un monumento al duque de Polonia Miesceslao I y su hijo Boleslao I, el primer rey de Polonia en 1025, y enfrente un sarcófago con sus restos. En la cripta, la parte más antigua, se verán restos de la primera obra románica y las tumbas originales de los dos reyes mencionados. Enfrente de la catedral se encuentra la iglesia gótica de la Virgen María, construida en ladrillo en el siglo XV sobre los cimientos de la capilla del castillo mandada construir por la princesa checa Dobrawa, madre del primer rey polaco, en el siglo X. Se salvó de los bombardeos de la II Guerra Mundial. Las excavaciones en el sótano han sacado a la luz los restos de un palacio real, la primera sede del Estado polaco. Al lado de la iglesia encontramos un edificio de ladrillo rojo de comienzos del siglo XVI, la Psalteria, que fue la residencia de los cantantes de salmos de la catedral. Después de habernos salido con la nuestra proseguimos nuestro camino hasta la ciudad de Torun y fuimos directamente al hotel Filmar, bastante feo por fuera pero con buenas habitaciones. Además, permite ir caminando en un paseo no demasiado largo hasta la ciudad. Y eso es lo que hicimos por la noche pero dejaré la explicación de la ciudad para la jornada siguiente porque básicamente vimos lo mismo que al otro día en la visita guiada. Etapas 4 a 6, total 25
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