No hay caos en Laos ✏️ Blogs de Laos10 días de viaje en Vientián, Vang Vieng, Luang Prabang, Nong Khiaw y Muang Ngoi, más tres días de propina al final en Bangkok.Autor: Nachingo Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (5 Votos) Índice del Diario: No hay caos en Laos
01: 12-08-17. Llegada a Vientián.
02: 13-08-17. Segundo día en Vientián.
03: 14-08-17. Llegada a Vang Vieng.
04: 15-08-17. Segundo día en Vang Vieng.
05: 16-08-17. Llegada a Luang Prabang.
06: 17-08-17. Camino a Nong Khiaw.
07: 18-08-17. Muang Ngoy.
08: 19-08-17. De vuelta a Luang Prabang.
09: 20-08-17. Primer día en Luang Prabang.
10: 21-08-17. Excursión a las cascadas de Kuang Si.
11: 22-08-17. Despedida de Luang Prabang y llegada a Bangkok.
12: 23-08-17. Primer día de paliza en Bangkok.
13: 24-08-17. Excursión a Ayutthaya.
14: 25-08-17. Último día en Bangkok.
Total comentarios: 3 Visualizar todos los comentarios
Etapas 4 a 6, total 14
Tras un rico desayuno casero, con una tortilla con los huevos bien amarillos, a las ocho estábamos en el sitio de alquilar las motos. Reservamos un scooter por 5€ medio día, pero al no caber la mochila en el hueco bajo el asiento llamó a un amigo para que nos trajera la suya, algo más grande, y por la que nos cobró 2€ más. Nos dio un plano que tenía más o menos las indicaciones y allá que fuimos. Lo primero nos tocó pagar el pontazgo para poder pasar el río. Es un puente de listones de madera en los que solo cabe un vehículo, así que si viene alguien de frente te toca esperar. Yo tenía la ruta bien preparada en el gps, pero no cogió señal, así que el primer desvío, al mirador de Pha Ngern, me lo salté. Seguimos hasta el siguiente desvío, hacia la Blue Lagoon, y en lugar de volver hacia atrás decidimos ver esto en primer lugar. Tras pagar el euro de entrada de rigor y dejar en la moto lo que no nos iba a hacer falta, tiramos para arriba, puesto que en el mismo sitio también se encuentra la cueva de Tham Poukham. La subida tenía tela, casi era trepar por el monte, con una humedad que hacía que al minuto ya estuviera chorreando. No me volveré a quejar de que en Japón hace mucho calor en verano. Tras un cuarto de hora subiendo llegamos a la cueva, que estaba llena de charcos por las filtraciones. Aunque tiene indicaciones estaba dificilillo, y al rato nos dimos la vuelta. Al salir había empezado a jarrear, así que estuvimos esperando un rato, pero como veíamos que no escampaba decidimos bajar, medio protegidos por la vegetación. Al llegar abajo, bastante mojados, vimos un grupo de coreanos que estaban tirándose desde un árbol a la laguna, todo un espectáculo. Que por cierto, estamos encontrando coreanos por todos sitios. Yo había llevado bañador, pero no me apetecía cambiarme en ese momento, así que cuando dejó de llover del todo nos pusimos en marcha hacía la primera ruta que nos habíamos saltado. Menos mal que nos pasamos el desvío y fuimos primero a la laguna. Si llegamos a subir al mirador este al principio no nos hubieran quedado fuerzas para nada más. Nos llevó casi tres cuartos de hora la subida, chorreando por todos lo poros posibles, empapado del calor y la vegetación, por fin llegamos arriba, donde la vista merecía la pena. Nos alegramos mucho de haber subido, pese a la paliza. La bajada también nos llevó su tiempo, porque estaba resbaladizo. Cuando llegamos abajo nos planteamos hacer una ruta circular, aprovechando que teníamos la moto. Llegamos al desvío correspondiente y cogimos un camino de tierra en el que había que ir al paso de la tartana, sorteando unos charcales impresionantes, así que después de un par de kilómetros de andar sufriendo no me atreví a seguir adelante, por cómo pudiera estar el camino. Nos dimos media vuelta y volvimos al pueblo. De todas formas era la una y media del mediodía. Paramos en un par de tiendas que había por el camino y devolvimos la moto. El plan para la tarde era recorrer otra ruta con ella, pero daban lluvias, y el camino iba a ser igual de tierra, así que lo desechamos. Yo estaba deseando darme una ducha y quitarme todo el sudor de encima, que ya me estaba empezando a picar todo. Además vimos que en albergue te lavaban la ropa por 1€ el kilo, así que aprovechamos para dejar los pantalones llenos de barro, y de paso, todo lo que teníamos sudado hasta la fecha (que no sucio, que es distinto). Ya se nos había hecho la hora de comer, así que decidimos repetir en el sitio de la cena del día anterior, que nos había gustado. Fue sentarnos y empezar a jarrear otra vez. Así estuvo toda la tarde, paraba, empezaba de nuevo con fuerza, volvía a parar… Adela se atrevió a ir de tiendas, pero yo me quedé en la habitación echando la siesta y leyendo un rato. Nos habíamos planteado darnos un masaje, pero todos los sitios que vimos, que hay muchos, no nos dieron mucha confianza. Como dato anecdótico comentar que creemos haber visto varias personas del llamado tercer sexo dedicadas a este menester de los masajes. A última hora salimos a recoger la colada, comprar el desayuno del día siguiente, que nos tocaba madrugar y en el hotel era más tarde, y cenar, de nuevo repitiendo en el Bamboo Trees. Etapas 4 a 6, total 14
Puntual a las 6:30 nos esperaba nuestro chofer, el más borde de todos los que hemos tenido, pero el que mejor conducía. Tras parar en otro par de sitios a recoger gente finalmente salíamos a las 7. Cogimos el transporte más temprano que había, para poder llegar a Luang Prabang con tiempo. Antes se debía tardar en hacer el recorrido unas 7 horas, pero han debido hacer una nueva carretera que ha reducido el tiempo a 4 horas. Como se pasó gran parte del viaje lloviendo tardamos un poquito más. Llegamos sobre las 11:30, nos dejó tirados en medio de una calle sin decir nada y se marchó. Resultó que estábamos bastante cerca del hotel, a unos diez minutos andando. Tuvimos que esperar un ratito a que nos dieran la habitación, porque habíamos llegado demasiado pronto. Nuestro alojamiento para esta noche iba a ser el Goleen Lotus, perfectamente ubicado y el dueño más amable no pudo ser. Nos sacaron una bebida de bienvenida y cuando le preguntamos por una costurera para que Adela se hiciera un traje al principio no nos entendió, pero luego nos mandó a un centro de artesanías, como a tres kilómetros andando, donde hacían vestidos. Después de llegar medio muertos por el calor, sin una sombra donde meterse, en el sitio este sí hacían vestidos. Bueno, más bien vendían vestidos, al módico precio alguno de 500$. Así que otra vez con la solana de vuelta al hotel. Le explicamos otra vez lo que queríamos y esta vez sí que nos entendió, incluso se ofreció a llevarnos con su moto. Pero claro, solo podía ir uno con él, y como Adela no habla inglés, pues fui yo el elegido. Al primer sitio que fuimos no tuvimos éxito, ni tampoco en el segundo, pero en el tercero ya sí estaba la señora, y allí dejamos las telas para el traje. Tras este recado ya nos fuimos a comer, a las tres y media, tarde como casi todos los días. La comida del sudeste asiático todavía no me ha entrado por los ojos (ni por ningún otro sitio) así que me pedí unos espaguetti carbonara que estaban bien buenos, junto con la bebida descubrimiento del viaje, una sidra Somersby, de la que me he hecho gran fan. Luego un ratito de siesta, ya que pese a haber dormido apenas cinco minutitos en la furgoneta el madrugón pesaba. Después de la siesta tuvimos que volver a la costurera, esta vez ya Adela y yo andando, a llevar otra pieza de tela que faltaba. Aquí sí que habíamos visto un sitio de masajes que nos mereció confianza, así que nos pedimos un sport masaje cada uno, una hora por 10 €, en el que disfrutamos un montón. Nos embardunaron bien con aceite de trementina, que daba calorcito con las friegas. Tras el masaje fuimos al hotel a confirmar que teníamos el transporte para el día siguiente, ya que no le habíamos pagado ni nada, pero después de estar una hora esperando al dueño (la verdad es que estaba escañando agua a tope y no hubiéramos podido ver el mercado nocturno famoso) y ver que no aparecía solo nos quedaba cenar y domir, la vida del cerdo. A la vuelta de la cena ya sí que estaba y nos dijo que todo ok, que el precio se lo pagábamos al día siguiente al conductor. (De este día no hay fotos) Etapas 4 a 6, total 14
Después de un rico desayuno de zumo de piña natural, fruta fresca y huevos revueltos nos pasaron a buscar al hotel y desde allí nos llevaron a la estación de vans. Hubo un poco de desbarajuste con las plazas porque cuando ya estábamos todos acoplados llegaron cuatro personas más, e hicieron salir a cuatro de nuestra furgo para meterles en otra, que yo pensaba, no sería más fácil que metieran directamente a los cuatro nuevos que no andar subiendo al techo a descargar maletas? Bueno, como fuera nos acoplaron, y cuando llevábamos un cuarto de hora de camino paramos de nuevo a coger a los mismo que habían mandado al otro vehiculo, que aquí llaman indistintamente minibús o van, pero que realmente es una furgoneta que tiene 12 plazas. A nosotros nos volvió a tocar en la fila de atrás (tres de tres) pero en esta furgoneta la suspensión estaba hecha una pena, pero pena de llorar, y estuvimos pegando botes las cuatro horas largas que duró el camino, con un par de paradas para que el señor conductor comiera y se fumara un par de pitillos, aunque el resto estuviéramos esperando. Afortunadamente nuestro alojamiento estaba prácticamente enfrente de la parada, ya que queríamos descansar de tanto bote. El sitio muy chulo, tanto que comimos aquí mismo, con unas buenas vistas al río. Después de la tradicional siesta nos fuimos andando a ver el resto del pueblo. O más bien, la calle que es el pueblo. Nos encontramos de nuevo con una pareja de Madrid con los que habíamos coincidido en otro par de sitios (y un par de furgos), llegamos al puente a hacer unas fotos, pero como estaba empezando a llover bien otra vez (la anterior no nos pilló porque fue durante la siesta) emprendimos el regreso. Preguntamos en una agencia cuando nos costaría ir a Muang Ngoy y volver en el día, y con viaje organizado eran 65$. Esta parte del viaje estaba un poco en el aire. No sabíamos si ir y volver en el día o quedarnos a dormir allí, era el único hotel que no estaba reservado. Como el viaje en bote de línea eran 3€ decidimos ir a la aventura. El resto de la tarde lo pasamos tomando una cervecita y charlando con una pareja, ella colombiana, él holandés, compartiendo experiencias y pasando un buen rato, en definitiva. De vuelta al hotel se nos había hecho la hora de cenar, y sin más que hacer, al catre a dormir un ratito. Etapas 4 a 6, total 14
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (5 Votos)
Últimos comentarios al diario No hay caos en Laos
Total comentarios: 3 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados Laos por libre, 18 días en Octubre 2022
Aventuras y desventuras mías por este país.
⭐ Puntos 5.00 (3 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 28
Laos con Mochila
Nuestro viaje de 18 días de mochileros por Laos.
⭐ Puntos 4.76 (34 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 19
LAOS 15 dias por libre 2017
Planing detallado de nuestros 15 dias de viaje por un LAOS FASCINANTE
⭐ Puntos 4.90 (10 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 17
3 semanas por Laos y Camboya
Viaje mochilero de 3 semanas por Laos y Camboya realizado en Febrero y Marzo de 2016
⭐ Puntos 5.00 (6 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 11
Galería de Fotos
|