![]() ![]() Unos mas o menos 28.270 kms por aire, tierra y agua, o La vuelta a Brasil y algo ✏️ Blogs de America Sur
Contados desde mi salida de Caracas y su regreso, haciendo escala en Panamá. Un viaje imprevisto, que me salio kilometrico. Pero que le vamos a hacer, hay que gozar la vida. Te invito a que lo leas y lo disfrutes tanto como yo lo disfrute viajando.Autor: Tafury Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (2 Votos)
01: Llegada a Guarulhos en São Paulo
02: Estación Luz del Tren de São Paulo y Parque Luz
03: Sábado: The Free Wallking Tours. Parte 1
04: Domingo: The Free Wallking Tours. Parte 2
05: Cuiabá, calor y cordialidad
06: Cáceres; el comienzo de mi rocambolera hégira
07: Porto Velho en Rondonia.
08: Bogando hacia El Mitico Manaos
09: Yo y mi neumonía en Santa Elena de Üairén
10: Amazonas, la patria del agua
11: Belém do Pará, la puerta del amazonas brasilero
12: Rio de Janeiro, la capital carioca
13: Copacabana e Ipanema, que vaina tan buena
14: El Cristo del Corcovado, mas fino...
15: Al fín en Puerto Alegre, que alegria...
16: Recorriendo el centro de Porto Alegre
17: Shopings y del Gasometro al Guaíba en catamaran por el río
18: Parque Farroupilha (Redençao); su Lago y su Feria. E ida a Novo Hamburgo por tre
19: Del Paso los Libres a Buenos Aires. Argentina
20: San Miguel, provincia
21: Vacilando por San Miguel provincia
22: Foz Iguazu
23: Sao Paulo, Brasil...
24: Fin de año en Caracas. 2013
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Etapas 7 a 9, total 24
Porto Velho, Brasil — viernes, 8 de marzo de 2013
El bus llego y lo abordé, tomando la ruta inversa que mi sano juicio me había recomendado. Salimos del rutinario paisaje de verdes prados y lindas vaquitas, que ya me tenían hasta el gorro, para entrar en una escenografía de monte y monte, de lado y lado de la vía, igual o peor de monótono, aun cuando estaba salpicado por uno que otro pueblo y algún caserío. En la noche, una muchacha se apeo, en una parada completamente sola y a oscura, pero debió haber contactado con un familiar, pues antes de que el transporte partiera, vino uno en una moto y se fue con él. El cafetín que tenia al lado, la parada, que también estaba cerrado, me llamo la atención por el nombre, este era: "A Conquista do Oeste", que vendría a ser la versión brasilera de un épico Far West. Lo que si es excelente en todas las rutas de Brasil o al menos hasta ahora es la comida, donde paramos era muy buena y no era cara, más barata en la medida que penetrábamos el Far West brasilero. Aunque por estos lados las tarjetas de crédito, no funcionan y tal cual por eso no las aceptan, puro chass, efectivo. Luego de horas y toda la noche viendo, monte y monte, por ambos lados del camino, amanecimos en con un paisaje selvático, con arboles mas altos que edificios, como torres y plantas con hojas inmensas, y eso de lado y lado de la carretera, y así por horas. De modo y manera que no tengo nada o casi nada que contar, hasta que de repente, salí de mi abulia, me desperté del todo y vi que el bus estaba volando... El bus ¿Volando?. Vi por la ventanilla allá abajo y a lo lejos, un gran río con unos barquitos que parecían de juguete. ¿Qué paso? Dios mío... Exactamente, eso es lo que había pasado. Era un puente altísimo y casi sin valla a los lados que cruza el Río Madeira en cuya orilla esta Porto Velho. Habíamos llegado. Luego del puente, de una llegamos a la ciudad. Esta es una ciudad de regular tamaño, pero tuve muy poco tiempo para conocer mas detalles. Salté del bus, di las gracias y corrí por algún boleto que me llevara Manaos. Había un bus, pero cobraba 600 reales, ahí fue donde me entere que hay una carretera a Manaos, desde Porto Velho y que por cierto, Porto Velho quiere decir puerto viejo en español y no puerto bello, como yo creía. Resulta que durante la dictadura light, (si la comparamos con las otras del Cono Sur), que tuvo Brasil, los milicos, pensaron, (porque a veces piensan) que debían habitar esa área estratégica y sobre planos y en su caja de arena decidieron construir una y dejar asentamientos de civiles cada 50 Km. Y yá, dijeron ellos. Pero te dejan a tí, en medio de la nada. Sin medios sanitarios y de sustentos, etc. Tú; ¿Que harías?... Pues bien eso exactamente hicieron esos paracaidistas, que dejaron a la buena de Dios: Agarraron sus macundales * y procuraron un lugar menos alejado de la mano de Dios y con medios de subsistencia, donde buscar laburo para poder adquirir los sagrados alimentos. * Chécheres, peroles, cosas, cargas, equipaje, etc. Claro que los militares en sus oficinas con aire acondicionado y guíski * en la nevera no calcularon ese detalle y el camino, aunque ruinoso aun funciona y por lo que vi. los siguientes días, va a ser en poco tiempo el medio idóneo entre estas dos ciudades aisladas y casi desconocidas, pues incluso Manaos tiene relativamente pocos años que salio del closet. O sea, que se dio a conocer. *quise decir Güisqui ó Whisky. Y si nos atenemos a lo que luego pude experimentar; supongo que el transporte a la aventura, tipo romántico-novelesco, por los ríos de Brasil, tiene sus días contados. El tiempo pasa, así son las cosas, compadre. Luego les cuento... Luego de tener el tique del barco conmigo, no me quedó otra sino la de tomar un moto taxi, sistema aberrante e inseguro, pero bastante rápido. De inmediato, salté a la roncadora moto, agarrándome mas fuerte que mono en ventarrón. Con una mano cerré mi diestra en algo que pude sujetarme de la moto, mientras con la otra mano, hacia maromas, tratando que la maleta no se me calleara. Así, más pendiente y concentrado, que trapecista de circo, continuamos en las dos raudas ruedas, nada mas. Y así, cruzamos la ciudad y en un respiro, la moto se paro en un semáforo donde había unas chicas dando publicidad y una de ellas, bonita y con una grata sonrisa, nos dio algunos folletos a nosotros. Le hubiera dado la mejor y más encantadora de mis sonrisas, sino fuera porque la cabezota la tenía embutida en el casco o capacete que le ponen a uno, para transitar en esas endemoniadas máquinas. Y es como si te metieran en la cabeza una olla de hacer frijoles. Así conocí la arteria principal de esta ciudad y al menos una de las jóvenes* que en ella habitan. *una belleza, por cierto. Continúa... Viaje de Porto Velho a Manaos, por el Río Madeira en Brasil. Etapas 7 a 9, total 24
Manaos, Brasil — viernes, 8 de marzo de 2013
Me decidí a tomar el barco, porque era un tercio mas barato y ya casi no me quedaban recursos. Aunque me resisto a montar en moto, debo decir que estas llegan prácticamente, a la puerta de la casa. El de la moto, me llevó a donde presente la identificación, y luego a través del puente para peatones, hasta el mismísimo malecón donde estaba amarrado el barco que iba a Manaos. Le pague al de la moto y luego que eche mi mochila abordo, subí a la nao. Luego, no paso más ná... Eche mi chinchorro, o sea lo colgué donde encontré un lugar y a dormir hasta el siguiente día. Y mas ná... Al otro día fue con desayuno, el "café da maña" y todo, porque con el boleto, nos daban las tres papas diarias, léase: desayuno, almuerzo y cena. Y que por cierto era bueno y abundante todo, a Dios gracias. Así, poco a poco, nos fuimos conociendo los pasajeros que íbamos en el barco. Curiosamente los primeros que conocí, fueron una pareja, de un chico y una chica, que según me dijeron, eran de Holanda y habían recorrido parte de Bolivia, e iban camino a Manaos. Luego de ellos y por supuesto de los brasileros que eran mayoría, me sorprendió conocer un par de haitianos que iban para asunto de curro al destino. Uno de ellos había estado en República Dominicana y hablaba bien el castellano, el otro no. Me contaron que eran tres los que salieron con destino a Bolivia luego de que le cobraron 100.oo US $, por la visa, después pasaron a Brasil, pero solo dos de los tres e iban camino a Manaos donde según, tenían un primo a donde llegar y un lugar donde encontrar trabajo. Aunque, pudo ser un dato subjetivo. Que iban a Manaos, eso era indudable, pero quizás no conocían a nadie e iban, eso si a buscar chamba, para luego hacer una cabeza de playa, que les sirva a los compatriotas que vendrán detrás de ellos... Supongo. Opino así, porque así paso hace años aquí en Caracas. Igual, como sea, les deseo y les desee lo mejor. Con el resto de la tropa, no hubo rollo; todos eran de Brasil. Si alguna virtud tiene el latinoamericano, esa es la de no ser complicado para nada y en eso, los del Brasil son los mejores. Total que al poco rato, ya teníamos un fiesta tipo piñata, con todo y niños. Una gozadera, el problema era cuando íbamos a dormir, pues casi no había espacio, o mejor dicho, no había espacio. Estábamos tan pegados unos a otros que se escuchaba la respiración de el de al lado y si roncaba, pues imagínate tú. Por cierto que en una de esas noche, justo el que tenia al lado se fajo a moverse y a dar patadas. Luego al otro día le dije que dio mas patadas que lasque dan Ronaldo y el Messi en un partido y que si soñó que estaba jugando fútbol, que habría metido más goles en una noche, que los que metió Pelé en toda su vida. Pero la vida continua y todo pasa, así que seguimos y como dicen; Vive y vacila, que la vida es corta. Por cierto que entre los íntimos, conocí un regordete moreno muy buena gente, como estaba en la línea de fuego de las patadas, cambio su hamaca y durmió sobre la carga que era de cebollas, luego de bromear, diciéndole que las cebollas eran muy saludables para la salud, le pregunta ya mas en serio, que como había pasado la noche, y me contesto: Muy ruin. Este amigo tenia una moto que iba junto a dos carros y otra moto mas, en la parte de carga del barco, y justo, conocí al otro chófer de la moto que me dijo, que había estado en Venezuela, justo en Caracas y yo le dije, que yo venia de allá. Asi son las cosas. Y hablando de otra cosa, que cosa tan bonita resultó ser las riveras del río. Tiene pueblos dispersos ya caseríos atomizados por todo la ruta, aunque en la mayoría lo que hay es selva virgen, aun. En las mañanas se ven yacarés que perezosamente toman el sol acoplara su metabolismo. Se pueden ver balsas de vegetación a la deriva y que una de ellas se enredo en la pópela del barco. En algunas aéreas que solo se aprecia selva, agua y cielo, y a veces ni los chillidos de las aves. Pareciera que fuera a saltar de alguna rama el mismísimo Tarzan. Todo es silencio solemne, como si se entrara a algún templo místico, como si de una experiencia religiosa se tártara, solo que cuando uno más dispuesto esta a entrar en un estado esotérico, pero sobre todo al amanecer y al anochecer, bandadas de escandalosos loros rompen ese éxtasis para regresa uno al terreno estado original. En algunas de las orillas, crían ganado. Han traído relativamente recientemente, búfalos. Y estos cuadrúpedos son acuáticos, o sea que se desplazan tanto en la tierra como en el agua de los río, o sea que se les puede llamar anfibios, que son buenos nadadores en la superficie y aún debajo del agua. Se hacen respetar de los yacarés, a punta de patadas y tienen buenos cuernos para reclamar territorio, incluyendo litigios de acoplamiento, pues vi uno que otro torito, que tenía de las dos razas; de la común y corriente silvestre que siempre hubo allá y con características de la nueva especie introducida. Cosa de animalitos astados y seguramente que entre los que tiene cuernos, eso es moneda corriente. En trayecto, que duro varios días, pudimos presenciar tres o cuatro temporales, dos de ellos de considerable fiereza. El cielo se puso gris y los vientos silbaron con furia. En una ocasión, el barco debió buscar refugio en la orilla. Porque lo que pasa es que estando el río en calma, pareciera que uno va por un apacible lago, en una excursión de viaje de placer, pero cuando ruge la tempestad uno se asusta. A la hora de un naufragio, no se sabe quién y quien no se salva, debe ser una lotería, supongo. Estuvimos anclados mucho rato, entonces en la cubierta de abajo, donde estábamos la mayoría, yo me puse a cantar una canción muy vieja, colombiana por cierto, que dice más o menos así; “El aguacero que me está cayendo, negrita linda ya me tiene loco. Con ese frío que me está matando, y del aguardiente que da ya muy poco. Ábreme la puerta mi negar, que me estoy mojando. Ya no aguanto más este aguacero, me estoy congelando.” Nota.- si gusta; ver video. Luego todo nos animamos y cantamos “Xubas de graça”*, en portugués, que es una canción evangélica y que por cierto la garbe en video. *lluvias de gracias. Al poco rato dejo de llover, paro el temporal y nos fuimos. América, tiene de historia escrita y reconocida de unos quinientos años. Anterior a la llegada del europeo, se sabe muy poco. Pero hay relatos de cataclismos, no solo en el Popol Vuh, sino que también en tradiciones orales y todas coinciden en que hubo una gran inundación que pudieran ser ciclos de 1000 años o más. En la medida que pase el tiempo, lo sabremos. Fuera de eso, en general, hizo buen tiempo y pudimos dentro de lo que cabe, disfrutar del viaje. Asi, entre ... Las bellezas vegetales, el intrépido y robusto río fuimos avanzando, nudo a nudo hasta estar sobre las aguas turbias del Amazonas en el lugar donde se unen al Maderia, de contenido menos fangoso. Y poco más allá, las torres de Manaos; altos edificios que parecieran fuera de lugar en medio del vergel más grande del mundo. La que fue “La París del Amazonas”… Pero esta es materia del próximo capítulo. Agur. Etapas 7 a 9, total 24
Santa Elena de Uairén, Venezuela — martes, 12 de marzo de 2013
Pues la nao llego a su destino, a uno de los puertos fluviales de la ciudad de Manaos, un polo industrial moderno y zona franca del Brasil. Cuando llegué, note que habían hecho un puente de uno al otro lado del río, que aquí son 10 kilómetros. Pero como al otro día debía tomar bus para Boa Vista, me quede durmiendo en el mismo barco, y ahí amanecí. A todo esto, entre la gran cantidad de personas que conocí en el barco, había un señor, que iba con un hijo suyo y tenía una pierna enyesada, o sea se había caído y se lastimo una de las piernas, (en una moto, por cierto) y le tuvieron que poner una escayola, o como le digan, porque igual, yo se que ustedes me entienden. ¿Cierto? Él me dijo que iba a mandar una semente a Boa Vista y que podía irme con el camión, pero el viaje no se dio, porque el caminero o motorista como le dicen por estos lados, tenia que completar la carga con otras encomiendas. Lo que resultó gracioso, es que me pareció que çemente era cemento en castellano y la verdad que cuando vi la carga me parecieron pocos sacos, porque resulta que çemente, no significa cemento, sino que quiere decir simiente*. *semillas para sembrar. Cosa totalmente diferente. Pero ni corto ni perezoso, tome un ómnibus al centro, y de ahí tome otro a la rodoviaria, donde para sorpresa mía estaban los dos amigos del barco, el mayor, el padre, de dio el costo del pasaje para mi destino y yo quede lelo*. *Muy sorprendido Se lo agradecí mucho, pues para la fecha yo andaba mas corto que pantalón de pirata, económicamente hablando. Había sentido un ardor en la garganta en la mañana, que con el frio del bus se incremento más y al día siguiente en Boa Vista no estaba muy bien. Con todo y eso, me encontré con padre e hijo y nos desayunamos juntos, luego tome bus rumbo a Pacaraima, en la línea con Venezuela. El viaje es de tres horas o dos y media si la hacer en carro. Llegando al destino, me apee y tome camino al lado venezolano. Allí para mi sorpresa había un amigo charlando por teléfono, espere apenas unos segundos y me atendió. Le dije: - Tengo tremendo rollo con la tarjeta de crédito, porque me la trancaron por meter mal la clave, o que se yo y ahora tengo que llamar a Caracas para enderezar el entuerto. - Tengo que ir a Santa Elena de Üaíren a llamar y la, bla, bla, bla… El hombre me escucho con paciencia y me dio el teléfono, y me dijo: - Tranquilo llama por aquí. Entonces le dije: - Oye, mira que esto es pa´ rato, porque primero sale una grabación, y luego alguien que me pregunta un montón de cosas y bla, bla, bla… El hombre espero que yo terminara yo de hablar y me dijo: - No hay rollo, tranquilo… Y se fue y me dejo con el teléfono. Tarde de media hora a veinte minutos y ni hubo rollo. En poco rato y con buena voluntad, resolví un problema que me había llevado días de viaje y distancias enormes. Di las gracias al señor cuando lo vi, le entregue el teléfono y pensé,; - ¿Ahora que hago? Opción una: Quedarme en Pacaraima. Pero Pacaraima, si bien de día es un hormiguero, de noche es solo y matao. Opción dos: Irme a Santa Elana de Üairén. Allí hay mas ambiente, pues aun es una ciudad por razones de moneda, me resultaba más económico, además que estamos en Venezuela. Gracias a Dios que me dio por ahí. Paso un abuelo con tres nietos dos varoncitos y una niña que no pararon de hablar entre ellos. Iban en una camioneta tipo rustico, y el señor era de una parte de España, que ahorita no recuerdo, pero tenía todos los años del mundo en Venezuela, pues los nietecitos eran criollitos, los tres. Me dejo cerca de donde le dije y cuando lo solté le dije que era el “Super abuelo de Santa Elena” y él se rió. Los niños hasta dejaron de hablar para darme una sonora despedida y les dije chao. Del lado de donde iba, hay una iglesia católica y si vas y caminas un poco más adelante, llegas a la Calle Urdaneta de Santa Elena y allí está el Michelle El Hotel Michelle es conocido por ser el hotel de los turistas, le dicen. Y en verdad es donde llegan la mayoría de turistas y mochileros que arriban por esos lares. Había una habitación y me quede en ella, luego salí, pues recordé que para allá, para el 2009 había conocido unas personas y me dispuse a visitarlas, si las encontraba. Salí, y me ataco de nuevo una tos persistente, justamente estaba preguntándole a una señora por mis amigos y de dio la tos, a lo que la señora me dijo que visitara el hospital, porque eso era problema de los bronquios. Aun cuando era temprano, en vez de seguir su consejo me dirigí a continuar buscando y de tanto andar y preguntar conseguí y conseguí la casa de ellos, pero no estaban y les deje mi teléfono. Luego regrese y me encerré a dormir y descansar pero no pude. La tos se puso persistente y me dio una muy mala noche, lo que hizo que a la mañana siguiente fuera muy temprano al hospital. Apenas espere un poco pues había unas emergencias y me atendió una joven doctora muy eficientemente, Dios la guarde. Me hizo unas preguntas y entre las pocas cosas que me dijo que hiciera, me pregunto que si podía toser un poco, y yo a pesar de la nochecita que había sufrido, haciendo gala de humor, le conteste; -Eso si lo hago muy bien, he estado practicándolo toda la noche. Le pregunte que era y me dijo, luego escribió en letra muy bonita el tratamiento y algunas medicinas que debía tomar. La felicite porque le dije, que en mis tiempos, los doctores tenían una letra que solo la entendían los farmacéuticos. Luego fui donde el enfermero, que también de manera eficiente me conecto una manguera (pequeña) al brazo con una sola jeringa y me enchufo dos medicamentos. Le agradecí y les dije que está bien que yo se que ese es su trabajo, pero con migo particularmente se portaron muy bien. Y más no le dije porque se me formo un nudo en la garganta del tamaño de una pelota. Bendita Venezuela; estos son sus héroes anónimos, aquellos que van formando la nación. Yo había agarrado un principio de neumonía, ¡madre mía!, como sería la neumonía Full Equipo*. *completa. Luego compre los medicamentos y me puse a pensar, que en el viaje hasta Manaos, yo había tomado mucha agua friíta y que debió ser eso. También olvidé decirles que los amigos me llamaron al teléfono la anterior noche y habíamos quedado de vernos a la tarde. Pase un par de días con ellos, que me sirvieron para recuperarme y ahora sí poder continuar el viaje, gracias a Dios y gracias a ellos. Me decidí en regresar a Manaos. Nota.- Por motivos que luego les cuento, las fotos de aquí se fundieron y no las tengo, pero voy a darles un enlace para que se hagan idea de los pueblos por los que pasamos. www.viajeros.com/ ...la-vista-9 Etapas 7 a 9, total 24
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