Viaje de algo más de 2 semanas visitando Yogyakarta, Tanjung Puting (excursión en klotok para ver los orangutanes), Bali y Tana Toraja Autor:Miguelang031075Fecha creación:⭐ Puntos: 5 (11 Votos)
A las 7 de la mañana estaba despierto y me parecía que hacía un sol radiante. No sé si sería mi imaginación, porque una hora después estaba nublado.
Desayuné, recogí las cosas y un poco después de las 8 de la mañana llegamos a Kumai. Me despedí de la tripulación (guía, cocinera, capitán y asistente del capitán) y salí del barco trabajosamente para esperar a Arda, que supuestamente me llevaría a una oficina de cambio antes de dejarme en el aeropuerto. Fue una sorpresa cuando llegó en moto con su hijo pequeño, puso mi maleta delante de ella y me dio un caso. Creo que me puse de todos los colores porque no me gustan las motos y sólo he subido un par de veces en mi vida a una. Me subí sin más remedio y ella me tranquilizaba y me decía que lo clavara los dedos. A los 5 minutos paramos y al cabo de unos minutos llegó su hermano en coche. Me dijo que si quería seguir en moto o en coche. Si seguía en moto su hijo se tenía que ir en coche y no le gustaba, así que yo encantado. Me despedí de Arda allí mismo, ella se fue con su hijo en la moto y yo con el hermano de ella al aeropuerto. Al final no cambié dinero, pero el valor era malo.
A las 9 estaba en el aeropuerto de Pangkalan Bun y el vuelo con Nam Air no despegaba hasta las 11:30 aproximadamente. No hay nada que hacer allí, porque la terminal es minúscula y a esa hora de la mañana no se podía facturar aun para mi vuelo.
Para este vuelo había tomado la decisión de no solicitar PMR porque este aeropuerto era ridículo y si el de Surabaya era tan pequeño como los de Yogyakarta y Semarang, tampoco necesitaba allí asistencia con silla de ruedas. El inconveniente es que entonces al facturar yo quería llevar todo el equipaje en cabina y los empleados de tierra sin casi darme yo cuenta me estaban poniendo las muletas en la cinta. Tuve que insistir varias veces en que quería llevarlo todo en cabina y que si tenía que facturar algo obligatoriamente prefería que fuese la maleta y no las muletas, por si se rompían. Me salí con la mía y me dieron la tarjeta de embarque. Cuando se la entregué al vigilante de seguridad me señaló la fecha en la tarjeta y dijo que era incorrecta. La miro y veo que pone que el vuelo era el 18/06. Tuve que volver al mostrador de facturación para que me dieran una nueva tarjeta de embarque. Menos mal que fue rápido.
El vuelo se retrasó creo que alrededor de una hora por motivos operativos (básicamente porque el avión que venía de Semarang o de Jakarta se había retrasado también). Menos mal que había cogido el siguiente vuelo de Surabaya a Denpasar con 4 horas de escala. Durante este rato estuve intercambiando opiniones con algunas de las parejas de españoles con las que me había cruzado durante la excursión en klotok.
El vuelo con Nam Air transcurrió con toda normalidad. Al llegar al aeropuerto de Surabaya supuse que tenía que ir hacia la zona de llegadas e ir a los mostradores de facturación al tratarse de aerolíneas diferentes. Me di cuenta de que este aeropuerto era más grande y me hubiese venido bien el PMR. Cuando salí al vestíbulo no veía ni rastro de indicaciones de Garuda y pregunté. Entonces me dijeron que los vuelos de Garuda salían de otra terminal (ni sabía que en Surabaya hubiese varias) y que tenía que coger un shuttle a la T2. Desde el vestíbulo me fui caminando hacia la derecha hasta llegar a un mostrador de información, donde me indicaron el lugar de salida exacto de este autobús. Es gratuito y por lo que tuve que esperar pienso que sale cada media hora. Tardamos unos 20 minutos en llegar, así que entre una cosa y otra llegué 2 horas antes. Me fui derecho a pedir la asistencia PMR.
Igual que los vuelos anteriores, éste transcurrió perfectamente. Llegamos al aeropuerto de Denpasar antes de lo que ponía en el billete que había comprado en Nusatrip.
A la salida, creía que el conductor que me debía llevar al hotel Udaya Resorts & Spa no estaba y casi fui a pedir un taxi, pero volviendo de nuevo a la zona de llegadas, lo encontré. El tiempo de viaje hasta el hotel en Ubud fue de más de una hora y media. Había bastante tráfico por la zona del aeropuerto, Denpasar y Kuta, cosa que el conductor dijo que era habitual.
El hotel está a unos 2'5 km al norte de Ubud, tomando como referencia el palacio. Está en una zona bastante tranquila que ya se puede considerar casi en pleno campo, suficientemente lejos del bullicio del centro de la ciudad, que en los días que estuve por allí personalmente me agobiaba un poco. A la llegada me ofrecieron una bebida de bienvenida y me explicaron las instalaciones y servicios existentes.
Para ir a las pool suites hay que atravesar el jardín y bajar unas escaleras.
Respecto a la habitación
- Es enorme, con una superficie de 100 m2.
- Cuenta con una terraza en la que está la piscina privada. Es pequeña y no se puede nadar apenas, pero para una o dos personas está bien y para refrescarse antes de acabar el día es suficiente. La piscina tiene vista a un jardín tropical. En la terraza también hay una mesa y unas butacas.
- El cuarto de baño es muy grande. Tiene una parte de retrete, la ducha (bastante amplia) y una bañera. En cualquier lado del cuarto de baño se puede estar viendo la piscina y el jardín tropical.
Hay gel y sales (para la bañera), secador de pelo, kit de afeitado, peine, kit dental, gorro de ducha, kit de costura, lima, bastoncillos, pañuelos de papel, champú, acondicionador,...
- La habitación de por sí es muy grande igualmente y el centro lo ocupa una enorme cama con dosel y cortinas, con mesitas de noche (en la que dejaban una botella de agua).
- El armario es bastante grande y hay un albornoz. Además hay 2 pares de zapatillas, entiendo que unas para la habitación y las otras para la piscina. Otros elementos del mobiliario: una banqueta, un sofá, aire acondicionado, sofá, escritorio, TV plana, minibar, hervidor de agua para preparar té o café, otro par de toallas (que imagino que eran para la piscina). Aparte del agua que ponen en la mesita de noche dejan otro par de botellas gratuitas (no se puede decir que no estuviera hidratado).
Otros servicios:
- Servicio de habitaciones
- Restaurante: Carta no demasiado amplia pero con una selección de platos occidentales e indonesios.
- El desayuno es como de 6:30 a 10:00 o 10:30 y es de tipo continental. Según el día de la semana ponen un desayuno u otro (de lunes a sábado 3 desayunos diferentes y el domingo otro) y aparte otro que es "saludable". En general consiste en lo siguiente:
Para empezar: plato de fruta, zumo natural y bollería con mantequilla y mermeladas
Plato principal: se pueden elegir hasta 2, entre los que se puede incluir huevos (preparados de distintas maneras), crepes, mie goreng, etc... Estos platos son los que cambian más durante los diferentes días de la semana
Para acabar: café, té o una bebida típica balinesa de la que no recuerdo el nombre
Un desayuno bastante fuerte para comenzar el día.
Se escucha de fondo música tradicional, que hace el desayuno una experiencia más interesante. Las panorámicas son hacia el exterior un campo de arroz y hacia el interior la piscina.
- Wifi gratuita
- Servicio de té de 16:00 a 17:30. Es también en el restaurante y te sirven adicionalmente varios dulces típicos.
- Música en directo: Creo que es dos días a la semana
- Tienda de regalos
- Spa: Ofrecen un masaje gratuito de 15 minutos. Aparte hay un programa con diferentes tipos de masajes y tratamientos de belleza.
- Happy hour: De 17:00 a 19:00. Si no recuerdo mal, por una bebida pagada te dan otra gratuita, pero no estoy seguro si lo entendí bien y tampoco me dio tiempo
- Shuttle gratuito: Es de 10:00 a 18:00 cada hora y luego hay otro servicio especial a las 21:00. El punto de destino/recogida está a unos 5 minutos del palacio de Ubud y es 10 minutos más tarde. Hay que hacer la reserva del shuttle en la recepción
- Servicio de lavandería.
- Paraguas para utilizarlos dentro o fuera del hotel.
- Servicio de recogida en el aeropuerto: el precio es más caro que con taxi. Son 500000 IDR.
- Contratar excursiones con conductor: Yo ya tenía un guía, pero por lo que me fijé en los precios no salía nada barato.
- Aunque no forma parte de los servicios del hotel, pero en el directorio de servicios venía una sección referente a los espectáculos de danza tradicional celebrados en Ubud, con las localizaciones y los horarios, lo que me resultó muy útil a posteriori.
Cuando entré en la habitación había olor a humedad, lo que me desagradó, pero tengo que decir que en los días siguientes ese olor desapareció.
La ubicación de este tipo de habitaciones es incómoda para personas con discapacidades físicas, por el gran número de escaleras que hay, más luego las del restaurante, pero merecía la pena.
Dada la hora que era, no me apetecía ni lo más mínimo ir al centro de Ubud a cenar, así que consideré estrenar el restaurante del hotel (Deeva).
Pedí lo siguiente:
- Sopa de calabaza con leche de coco
- Deeva Nasi Goreng: arroz frito con rendang de ternera y satay de ternera acompañado de verduras.
- Dadar Gulung: este postre es un conjunto de pancakes rellenos de coco rallado, azúcar de palma y fruta de la pasión. La masa del pancake es de arroz y color verde por la hoja de pándano utilizada.
Con agua, la cuenta fue de 236000 IDR. El servicio fue estupendo. En esta página se puede consultar la carta.
Antes de acostarme reservé para el día siguiente el shuttle a las 10 de la mañana.
22 de junio.
Estuvo lloviendo durante la noche y a la mañana continuaba. No me levanté demasiado temprano porque hasta las 10 no iba a salir del hotel. Fui a desayunar y pese a que no es buffet, se trata de un desayuno fuerte. Para este primer día aparte del zumo, bollería y té, tomé
- una fruta que hasta entonces no había probado nunca: la snake fruit.
- una tortilla de verduras acompañada de salchichas de pollo, champiñones y patatas.
- cereales de avena con leche, yogur, fresas, pasas y frutos del bosque.
Cuando cogí el shuttle ya había parado de llover. El shuttle me dejó a unos 5 minutos del palacio.
Lo primero que visité fue Puri Anyar Heritage, que me pareció que era como un museo para ver una casa o palacio típico, puesto que en la entrada un letrero ponía “Balinese Culture Experience”. De hecho se trata de un palacio típico balinés en el que residió una rama de la familia real. Ahora está habilitado como hotel.
Siguiendo la calle llegué al Puri Saren, que es el palacio real en el que vivió el último rey de Ubud y ahora sus descendientes. Es el palacio principal en cuyo recinto se construyeron otros palacios. Actualmente se desarrollan en él espectáculos de danzas tradicionales y alberga un hotel. La decoración de las puertas me resultó muy llamativa.
A continuación me fui a buscar una tienda de deportes que me habían recomendado en el hotel, para ver si me podía comprar un nuevo calzado deportivo, antes de que el que llevaba terminara sin suelas. Estuve dando vueltas porque no encontraba la tienda por ningún lado (Sports Station) y el mapa que llevaba del hotel no ayudaba tampoco.
Como eran más de las 11:30 pensé que era buena hora para ir a almorzar y de paso aprovechar la wifi del restaurante para buscar la localización de la dichosa tienda. El restaurante que elegí fue el siguiente:
Fair Warung Bale: Jalan Sriwedari, 6. Ubud. Este restaurante, como se anuncia en su página web, proporciona los beneficios a su fundación y programas de atención médica y salud gratuita. Tiene 2 zonas: una con mesas normales y otra con mesas bajas sobre una plataforma, a la que se sube uno descalzo. El pequeño warung me pareció un sitio tranquilo y agradable. Pedí
- Mr Singh Lassie: batido de fresa con leche, nata, frutos secos.
- Mie Goreng con gambas
El precio fue de 105000 IDR. Para pagar tuve que llamar al camarero con una campanilla pequeña que tenía en la mesa. Me hizo gracia.
Localicé la tienda en Monkey Forest Rd (iba totalmente equivocado) y de camino ya fui viendo restaurantes y posibles tiendas donde comprar algún recuerdo. Tuve suerte de encontrar un calzado del número adecuado y que fuese cómodo.
A las 3 de la tarde cogí el shuttle de vuelta al hotel y aproveché un rato por la tarde para estrenar la piscina. Luego pedí en el hotel que me llevasen al restaurante CasCades. Pagué 200000 IDR.
está en un hotel de lujo (Viceroy) y las vistas que se pueden contemplar son fantásticas, puesto que está en el valle de los reyes y se un bosque tropical con palmeras que es un verdadero vergel. Al lado del restaurante está la piscina con borde infinito. Bañarse en esa piscinas con la panorámica del bosque debe ser una experiencia maravillosa, para aquél que pueda permitirse pagar una habitación aquí.
El caso es que hice la reserva para antes de las 18:00 y así asegurar que podía ver el atardecer. Me invitaron a ir primero al bar y me tomé un zumo de mango mientras que contemplaba el paisaje.
Una vez que se hizo de noche pasé al salón del restaurante. Se puede pedir a la carta o también hay un menú de degustación del chef, que consta de 6 platos y cuesta 950000 IDR (impuestos aparte). Este menú fue el que había reservado:
- Zumo de sandía (no incluido en el precio del menú) y varios aperitivos
- Primer plato: Heirloom Tomato, con queso parmesano, remolacha, sandía
- Segundo plato: Oscietra caviar, con caviar de esturión, huevo de granja, espárrago verde, brócoli.
- Tercer plato: Red mullet (salmonete) con mejillones, puerros, aceite de eneldo
- Cuarto plato: la codorniz Wellington se había acabado, así que pedí el plato con precio adicional correspondiente a la "langosta Rica-Rica" con alga wakame y ensalada de hinojo.
- Quinto plato: Westholme wagyu, que era solomillo de ternera australiano, mermelada de shitake, ajo negro.
- Sexto plato (postre): Chocolate Citrus, consistente en sorbete de chocolate blanco, con pastel de café, fruta de la pasión, crema de chocolate.
- Petit fours. Me acuerdo especialmente de los de plátano.
Toda la cena estuvo buenísima.
Otro motivo por el que había hecho una reserva éste y no otro día es que había una actuación con danzas tradicionales.
En la página web del restaurante hay una sección de eventos en la que se puede consultar qué días hay representaciones. En el mes de junio había sólo 4 días con representaciones y en julio igual. Empieza a las 19:30 y se extiende aproximadamente hasta las 21:00, pero no es continuo, sino que cada media hora aproximadamente se representa una danza diferente. Supuso mi primer contacto con las danzas en Bali. Esta representación no supone un precio adicional al de la cena.
Lo que más me llamó la atención fue los movimientos de los brazos y manos por un lado y por el otro las expresiones faciales, sobre todo de los ojos.
El precio de la cena fue de 1573000 IDR. Es un precio bastante alto, pero me encantó todo, así que lo recomiendo sin dudar.
Para volver al hotel Udaya me costó 100000 IDR.
23 de junio.
Este día tocaba madrugar más, porque a las 9 de la mañana iba a buscarme el guía para comenzar la primera de las tres excursiones. Cosas nuevas que probé en el desayuno:
- Zumo de melón
- Boniato
- Crèpe de plátano y fresa
- Mie goreng
A las 9 puntual pasó a buscarme el guía. No era Mei (con el que había organizado las excursiones) sino otras 2 personas de su agencia: Wayan (conductor) y Eri (guía).
Tras las presentaciones comenzamos la ruta. Primero fuimos a la aldea de Batuan para visitar una casa tradicional balinesa. La entrada estaba formada por una puerta con ornamentación y el alero del tejado hecho de tejas.
Dentro, la distribución es la siguiente:
- Natah (patio): centro simbólico del microcosmos doméstico.
- Sanggah o merahan (templo familiar), donde se honra a los ancestros.
- Bale dangin (pabellón ceremonial oriental), para celebrar los ritos de paso.
- Lumbung (granero)
- Paon (cocina): situada en el sur, el punto cardinal que rige Brahma, dios del fuego.
- Bale gede: pabellón en el que se teje o se hacen otras tareas.
- Bale dauh (pabellón occidental): es donde se recibe a los invitados.
- Bale metem (pabellón norte): es donde vive el cabeza de familia o los recién casados.
Interesante. Pagué la voluntad de 10000 IDR. Al fin y al cabo vive gente.
El siguiente lugar fue Batubulan, donde iba a asistir a una danza Barong y Kris. La entrada cuesta 100000 IDR y el espectáculo dura una hora.
En la representación, a través de una historia, se cuenta la lucha entre el bien (Barong) y el mal (Rangda) y como ninguno de los dos puede ser destruido para mantener el equilibrio.
Más que un espectáculo de danza (aunque hay un número en el que dos bailarinas representan la danza Legong) se trata de una representación teatral.
Acompañando la escenificación hay una orquesta (gamelan) que interpreta música tradicional. Se tocan instrumentos de percusión, principalmente metalófonos y también tambores, así como algunos de viento y cuerda.
Me pareció un espectáculo variado y entretenido.
De camino a Goa Gajah (la cueva del Elefante) paramos en una aldea para ver la artesanía de madera, pero como no iba a comprar nada, estuvimos 5 minutos.
Goa Gajah se cree que es del siglo XI. La entrada cuesta 15000 IDR.
Bajando unos escalones se llega a unos manantiales que se piensa se utilizaban como baños sagrados.
Al lado hay una cueva con una cara esculpida en cuyo interior hay nichos con estatuas de Shiva y de Buda.
Bajando más escaleras hay un manantial y otros santuarios, pero ahí ya no llegué.
Seguidamente fuimos a Pura Tirta Empul, un templo de manantial sagrado.
La entrada también cuesta 15000 IDR y hay que ponerse un sarong. En un patio hay varias piscinas con caños de las que brotan aguas sagradas. La gente que se baña realiza ofrendas.
En cuanto al templo, es del siglo X.
A la parte más sagrada no pueden acceder los turistas.
Nos dirigimos a continuación al pueblo de Kintamani. Para acceder a la carretera hay que pagar 30000 IDR. El guía me llevó al restaurante Grand Puncak Sari (Kintamani Restaurant). La panorámica en este restaurante es fabulosa. Tiene una terraza exterior desde la que se puede contemplar el volcán y el lago Batur. El volcán Batur no es el más alto de Bali, pero sí el más activo. Durante los últimos 200 años ha tenido más de 20 erupciones violentas. La peor de todas fue en 1917, cuando murieron más de 1000 personas y al menos 2000 templos fueron destruidos. Debido a todas las erupciones, las laderas de este volcán están arrasadas, sin vegetación. A los pies del volcán está el lago Batur, cuyas aguas riegan los campos de cultivo del centro y este de Bali.
En lo que respecta a la comida, en este restaurante se come de buffet, que vale 110000 IDR. Además pedí un zumo de plátano.
El buffet es un petardo. Hay platos para elegir, pero nada de lo que probé estaba bueno, ni siquiera los postres. Los platos calientes no lo estaban. Además, añaden el 21%, por lo que al final pagué 165000 IDR.
La siguiente visita, no incluida en el itinerario inicialmente, fue Pura Gunung Kawi, que es otro templo de manantial.
Destacan las piscinas con los manantiales sagrados, los baños públicos o el estanque de carpas en cuyo centro hay un templo. El precio de la entrada es de otras 15000 IDR.
El último lugar que vi fue las terrazas de cultivos de arroz de Tegallalang. Para acceder a la carretera hay que pagar 15000 IDR. Luego se pueden recorrer los diferentes campos, aunque el guía no me lo recomendó, porque había demasiado desnivel y según él estaba resbaladizo. Por el contrario, los campos de arroz de Jatiluwih, que visitaría el lunes, estaban más preparados para caminar según él. Las fotos, en cualquier caso preciosas.
Al hotel llegué sobre las 17:00. Tras arreglarme, decidí que esa noche asistiría a la Kecak Fire & Trance Dance, de 19:00 a 20:00. El precio de la entrada es de 70000 IDR más otras 5000 IDR para hacer fotos o grabar vídeos.
El taxi hasta el templo Pura Dalem, en el centro de Ubud, me costó 70000 IDR. En el interior del templo, la representación se lleva a cabo en el patio y la gente se sienta alrededor.
En el centro del patio hay una estatua con velas, que un hombre vestido con sarong enciende seguidamente.
Entra una orquesta gamelan formada por muchos hombres (no creo que hubiese 100 como se explica en la página web anterior) también vestidos con sarong, que se sientan alrededor de la estatua. Empiezan a cantar y a elevar sus brazos hacia el fuego. No hay instrumentos musicales, sólo las voces de los hombres.
Luego unas bailarinas empiezan a representar una danza Legong alrededor del fuego, entrando y saliendo del círculo de hombres.
Esta parte del espectáculo está basada en la épica Ramayana.
Luego, otras bailarinas comenzaron a interpretar una nueva danza. Yo creía que se trataba de la danza del trance, porque en un momento comenzaban a bailar muy enérgicamente y de pronto caían al suelo, pero no, la danza del trance vino después y me pilló desconcertado.
Encendieron una hoguera con hojas de coco en el centro del patio.
Salió a escena un hombre sin camisa que llevaba una cabeza de caballo (no real) y comenzó a bailar alrededor. Yo que estaba grabando con el móvil, cuando vi que se ponía a dar patadas a la hoguera esparciendo por todo el suelo del patio las brasas y las hojas de coco, me dio un sobresalto que casi se me cae el móvil, porque yo estaba sentado en primera fila. No sólo las brasas por el suelo, sino que también había otras por el aire que podían caer sobre alguna persona. Por supuesto se hizo mucho humo y acabé ahumado. Luego el hombre caminaba sobre las hojas de coco. Toda esta representación se realizó 3 veces. La última de ellas directamente me levanté y me puse unos metros más atrás. ¡Qué nervios!.
Algunos vídeos de la representación:
Una vez que hubo acabado el espectáculo me fui caminando hasta llegar a Monkey Forest Rd. Allí fui a cenar al restaurante café Wayan.
Aquí tomé:
- zumo de manzana
- Rijsttafel: se traduce como mesa de arroz. Consta de arroz con diversos platos pequeños servidos con varias guarniciones (nasi goreng, satay, rendang, curry de pollo, etc...). En cierta manera es como un menú de degustación de comida indonesia. Era un plato popular introducido por los holandeses en las colonias como una adaptación de la comida indonesia.
A mí me sirvieron rijsttafel para una persona (el plato en la carta es para 2) y era considerable.
El precio fue de 261000 IDR aproximadamente. Me gustó el plato aunque no me lo pude acabar entero.
Cuando estaba acabando de cenar se puso a diluviar. Pedí a la dueña del restaurante que llamase a un taxi. El que me buscó me cobró 100000 IDR por ir de vuelta al hotel.
Esa noche no paró de llover.
24 de junio.
Cuando fui a desayunar por la mañana seguía lloviendo.
Este día el guía me recogió a las 8:30. Íbamos a recorrer el este de la isla y el itinerario y las distancias eran mayores.
Salimos hacia Klungkung y en cuanto cambiamos de distrito paró de llover e incluso fue saliendo el sol. Se ve que la nube estaba sobre Ubud.
Al lado de donde dejamos el coche, estaba el Monumento a la Puputan, que conmemora el hecho del suicidio ritual de 200 miembros de la corte de Klungkung en 1908. Hay unos paneles que explican la vida de los balineses antes de la llegada de los holandeses, durante la época colonial y los sucesos de la Puputan.
Mi visita principal sin embargo era Taman Gili (Jardín del Foso), de principios del siglo XVIII. Es lo que queda del palacio real de Klungkung, que fue casi totalmente destruido en 1908 durante la contienda con los holandeses. Destacan los dos pabellones elevados, Kerta Gosa y Bale Kambang, con los techos pintados.
- En Kerta Gosa estas pinturas representan, entre otras cosas, escenas de los Cuentos tántricos (fábulas moralistas indias) y de calendarios astrológicos en los que se hace referencia a terremotos y erupciones volcánicas. En este pabellón se impartía justicia, por lo que muchas de las escenas pintadas hacen referencia a castigos ante diferentes tipos de pecados.
- Bale Kambang está en medio de un estanque con carpas. Las pinturas del techo representan escenas de mitos balineses.
En ambos pabellones las escenas pintadas tenían descripciones en sánscrito, pero el guía no me pudo explicar ninguna, ya que dijo que no tenía los conocimientos necesarios para entender este idioma.
El lugar en su conjunto es pintoresco. Incluso había alguna pareja que creo que se estaba haciendo fotos de boda.
También hay un museo con objetos de la dinastía Klungkung, pero creo que estaba cerrado.
La entrada a Taman Gili creo que me costó 12000 IDR.
Seguidamente fuimos a Goa Lawah. Este templo hinduista tiene más de mil años.
El elemento principal es la cueva de los Murciélagos, en las que viven miles de animales de esta especie. No se puede entrar en la cueva, sólo verse desde fuera. Cuando llegamos estaba la gente rezando.
Después de un largo trayecto por delante, pasando por el área de Candidasa y por un bosque en el que se podían ver monitos a los lados de la carretera, llegamos a Puri Taman Ujung, palacio de agua construido en 1919 por el último rey de Karangasem. En 1976 un terremoto destruyó los edificios, pero fue restaurado posteriormente.
La entrada cuesta 50000 IDR.
Atravesando un puente cubierto por buganvillas, se llega a los preciosos jardines de este palacio. En medio de un lago, se encuentra un edificio en el que se muestran fotografías de la familia real de la dinastía Karangasem. El acceso a este edificio es por una bonita pasarela de color blanco.
Al final del jardín se llega a unas escaleras, en cuya parte superior están los restos de lo que queda del palacio de Ujung tras la rehabilitación.
Lo mejor es la panorámica que se tiene de todo el palacio de agua y del mar al fondo.
A continuación fuimos a Tirta Gangga, que es el mejor de los ejemplos de palacio de agua balinés. Fue construido alrededor de 1947 por el último rey de Karangasem. Fue rehabilitado después de la erupción del terremoto Gunung Agung en 1963.
Nada más entrar hay dos estanques, uno de los cuales tiene la particularidad de que sobre el agua hay varias hileras de estatuas con motivos hinduistas y otras hileras de losas para que la gente pueda pasar por ellas. Me abstuve por si acaso de caminar por aquí.
Alrededor hay cuidados jardines, piscinas alimentadas por manantiales en las que está permitido el baño y otros estanques con hojas de loto.
En definitiva, un lugar realmente precioso y que sirve además de lugar de entretenimiento. La entrada aquí cuesta 30000 IDR.
Fui a comer al restaurante Tirta Gangga, que está justo a la entrada de este palacio. Pedí lo siguiente:
- Zumo de plátano
- Be siap Mesisit: pollo estilo balinés marinado con zumo de lima y arroz
- Plátano frito con azúcar de palma y coco; una deliciosa bomba calórica
La cuenta fue de 140000 IDR.
Me gustó el sitio y la comida, a pesar de que en Tripadvisor no sale muy bien parado.
Al acabar el almuerzo fuimos regresando hacia Ubud, pero quedaba la última parada por realizar en el pueblo de Tenganan. Este pueblo es el mejor conservado de los bali aga, aquéllos en los que viven los balineses originarios. Para visitarlo pagué 10000 IDR. Ya no recuerdo si hay precio de entrada fijo como tal o si fue lo que me recomendó el guía.
Estos pueblos tienen costumbres propias. Por ejemplo, los miembros de la comunidad deben casarse entre ellos o de lo contrario vivir a las afueras del pueblo.
En Tenganan las calles principales están escalonadas y cada uno de los escalones está conectado por rampas. Están empedradas, por lo que se me hizo durillo recorrer todo el pueblo. Entre los edificios principales que vi (he tenido que recurrir a la guía para recordar los nombres) están los siguientes:
- Wantilan: pabellón abierto donde los miembros de la aldea realizan actividades sociales.
- Mercado
- Bale agung: pabellón donde se reúne el consejo de la aldea, formado por las parejas de casados. En la cocina se sacrifican y cocinan cerdos con propósitos ceremoniales.
- Bale petemu: lugar de reunión de tres asociaciones de vecinos solteros.
Una de las cosas que me sorprendió fue la cantidad de gallos que había en jaulas a lo largo de una de las calles principales. Su peculiaridad es que estaban pintados de diferentes colores: rosa, azul, amarillo. El guía me dijo que eran gallos de pelea.
En cuanto a las casas que hay a lo largo de las calles principales, todas o casi todas tenían negocios de artesanía.
El camino hasta Ubud duró cerca de 2 horas, por lo que llegué después de las 6 de la tarde.
Esa noche fui a cenar al restaurante Ibu Rai, en Monkey Forest Rd.
Se puede considerar como un restaurante de comida asiática y de comida occidental, más modernillo y lleno de gente. No me terminó de convencer porque fallé en el primero de los platos.
- Zumo de papaya
- Tom Yam Goong: Todo parecido entre esta sopa de langostinos con la que he tomado en otras ocasiones en Tailandia es pura casualidad. No me gustó demasiado.
- Ikan Rica Rica: Pescado preparado con una mezcla de especias
- Dadar Gulung: similar al que pedí en el restaurante Deeva del hotel Udaya, iba acompañado de helado y unas frutas del bosque.
El traslado del taxi entre el hotel y el restaurante fue de 80000 IDR en cada trayecto.
25 de junio.
Para variar, esta mañana también estaba lloviendo. Entre los platos nuevos que probé en el desayuno:
- Plátano al vapor
- Bubur Kacang Ijo: pudding de arroz glutinoso y judías verdes con crema de coco (esto es un postre).
A las 9 de la mañana comenzamos la última de las 3 rutas planificadas por Bali.
Salimos con lluvia hacia Pura Taman Uyun, en Mengwi. La entrada cuesta 20000 IDR. El templo del Vasto Jardín fue fundado en 1740.
Hay un foso exterior y uno interior, el cual rodea un recinto en el que hay varias torres meru que son santuarios dedicados a montañas balinesas.
Hay varios pabellones de madera, con diferentes usos. En uno de ellos hay un trono de loto en el que se cree que se sientan los dioses hinduistas Brahma, Vishnú y Shiva. En otro pabellón se celebraban peleas de gallos.
Cuando llegamos a Tanah Lot hacía sol por suerte. La entrada me costó 60000 IDR.
Primero vimos Pura Batu Bolong, que está sobre un pequeño promontorio.
Luego fuimos a Tanah Lot, que se encuentra sobre un islote rocoso al que sólo se puede acceder cuando hay marea baja y si se es balinés hindú. El nombre del templo viene de tanah (tierra) y lot (mar).
Había muchísima gente, así que no me quiero ni imaginar cuánta habrá por la tarde antes del atardecer.
El trayecto desde Tanah Lot hasta los arrozales de Jatiluwih, fue bastante largo, pero compensaba por el paisaje, espectacular sobre todo conforme la carretera iba ganando altitud y nos internábamos en un paisaje cada vez más montañoso y con campos de arroz y frondosos bosques.
El acceso a Jatiluwih cuesta 40000 IDR. Está formado por más de 600 Ha de cultivos de arroz en terraza sobre las laderas del monte Baturaku.
El sistema de riego es gestionado de forma tradicional y es llamado Subak, incluido en el patrimonio mundial de la UNESCO.
Se pueden hacer varios recorridos por los arrozales que están señalizados. Yo hice el más corto (que sería de unos 45 minutos y me pareció muy interesante), porque además de ver de cerca los campos de cultivo pude ver cómo los trabajaban.
Me llamó la atención la existencia de pequeños altares de oración dedicados a la Diosa del Arroz, Dewi Sri, que según el guía marcaban también la pertenencia a diferentes propietarios.
Empezó a llover cuando terminé el paseo y empezaba a bajar la niebla de las montañas.
En vez de comer en los restaurantes de la zona, decidí que era mejor continuar hasta el lago Beratan. Continuamos por una carretera con un paisaje igual de espectacular que hasta el momento. Lamentablemente, cuando nos fuimos acercando al lago Beratan, todo estaba cubierto de niebla y no se veía ni el lago ni las montañas, así que las panorámicas iban a ser inexistentes.
Cuando llegamos al Pura Ulun Danu Beratan (50000 IDR), que era el templo a orillas del lago que quería visitar, no se veía ninguna panorámica, llovía y hacía bastante viento. El templo, del siglo XVII, está dedicado a Dewi Danu, la diosa del lago. Hay un monumento funerario hindú con forma de estupa y una meru de 11 niveles en la orilla del lago. Por lo menos esto sí se veía, aunque malamente por el viento.
La visita coincidió con un festival cultural que se estaba celebrando en el templo y pude ver algunas danzas tradicionales. Era al aire libre, por lo que no estuve mucho rato.
Cuando terminé, eran entre las 15:30 y las 16:00 y todos los restaurantes estaban ya cerrados, así que volvimos hacia Ubud, parando por el camino en el warung Dedali, en Baturiti (de camino del lago Beratan a Ubud).
Pedí poca cosa porque era bastante tarde y no quería juntar cena con almuerzo.
- Zumo de fresa
- Ikan Bakar Rica Rica: pescado a la barbacoa con especias y arroz.
La cuenta fue de 120000 IDR. En este caso no incluía servicio, así que añadí propina.
Un poco después de las 6 de la tarde ya estaba de vuelta en el hotel. Pagué las 3 excursiones y me despedí del guía y del conductor.
Esa noche decidí ir a cenar, después de pensármelo mucho, al warung Murni’s.
Inicialmente iba a pedir el plato de pato típico, pero no tenían , así que pedí lo siguiente.
- Zumo de plátano
- Mini spring rolls
- Murni's Tutu Ayam: esto es un plato de pollo tradicional cocinado a fuego lento durante 8 horas con especias balinesas y servido con arroz amarillo y verduras.
No me entusiasmó precisamente. Tampoco estaba caliente. Apenas tibio.
- Pastel de zanahoria: para poner en la carta "el mundialmente conocido pastel de zanahoria de Murni's", no me supo a nada especial. No estaba malo, pero normal. Sin más.
La cuenta fue de 222000 IDR. No me convenció el restaurante. Quizás no pedí lo adecuado.
La entrada a la reserva cuesta 50000 IDR y en unas dos horas se puede recorrer perfectamente.
Los monos que habitan en la reserva son monos de cola larga balineses o macacos. Hay alrededor de 600 macacos que se distribuyen en 5 grupos. A veces se producen conflictos entre ellos a causa de la población y si uno de los grupos atraviesa la zona del asentamiento de otros grupos. Son de hábitos diurnos. Otros datos de interés son que el embarazo de las hembras dura 6 meses y normalmente suelen tener una cría, que permanece con ellas los 10 primeros meses de vida.
Los monos son muy graciosos, pero mejor seguir las normas que están indicadas en varios paneles, para evitar que se suban encima de la cabeza o que puedan ser agresivos:
- no llevar bolsas de plástico, ya que los monos pueden interpretar que hay comida.
- no quedarse mirando fijamente a los ojos de los monos, para evitar que consideren que se les está desafiando.
- no darles comida
- no acercarse demasiado a ellos
Desde mi punto de vista creo que algunas personas molestaban en exceso a los monos acercándose demasiado.
En general es una visita bastante entretenida que recomiendo.
Me bajé frente al Palacio de Ubud y seguí paseando en dirección al puente. Primero entré en el Pura Taman Saraswati, que está junto al café Lotus. El templo estaba cerrado pero sí se podía ver el estanque con las hojas de loto.
Más adelante está el museo Puri Lukisan y el templo hinduista Pura Dalem Ubud. No entré a ninguno de los dos porque iba con el tiempo demasiado justo para comer. Llegado a la altura del hotel Warwick Ibah Luxury Villas & Spa, bajé por una calle muy empinada hasta el templo Pura Gunung Lebah, junto al río Wos, pero estaba cerrado (no sé si alguna vez está abierto).
En este punto comienza el Campuhan Ridge Walk, un sendero que recorre los campos de arroz que hay cerca de Ubud.
Está justo al cruzar el puente de Ubud. La ubicación es espectacular, sobre la ladera de la garganta del río Wos. Mientras que uno está comiendo puede ver la vegetación tropical y el río.
Para el almuerzo hay 2 opciones: el rijsttafel y la carta. Pedí a la carta:
- Zumo de fresa, naranja y menta
- Tortellinis de cerdo lechón
- Barramundi con sepia
- Cheesecake de chocolate con mermelada y sorbete de mango, crema de Chantilly
Toda la comida estuvo espectacular, desde mi punto de vista. Buen servicio y la cuenta sólo de 506000 IDR.
Volvería de cabeza.
El taxi al hotel me costó 100000 IDR. Con el chico que me llevó acordé el traslado al aeropuerto para el día siguiente por un total de 350000 IDR.
Según llegué me fui directamente a la terraza del restaurante para tomar el té. Junto con la bebida me sirvieron unos dulces típicos.
Un rato después salí a la piscina y por la noche bajé en el shuttle a Ubud de nuevo. Me di una vuelta y fui a comprar una entrada para el espectáculo Ladies Orchestra & Dance Troupe (Chandra Wati), que tenía lugar en el Palacio de Agua, Pura Taman Saraswati, de 19:30 a 20:30.
El precio de la entrada es de 80000 IDR. El programa, que tiene varios actos, se puede consultar aquí:
- Kebyar “Ding Sempale”: Música instrumental interpretada por la gamelan.
- Puspa Wresti (danza de bienvenida).
- Cendrawasih Dance: esta danza subraya la necesidad de preservar y proteger las aves poco comunes que están en peligro de extinción.
- Baris Dance: es una danza de guerra que glorifica la virilidad del guerrero balinés triunfante.
- Panji Semirang: cuenta la historia de una princesa balinesa que justo antes de casarse con su prometido desaparece misteriosamente.
- Tari Kelinci (Rabbit Dance): es una danza relativamente moderna que es interpretada por niñas, realizando movimientos ágiles que representan a los conejos jugando alegremente.
- Topeng Monyer Dance (Happiest Mask Dance): el personaje interpretado en la danza lleva una máscara y representa a un hombre mayor que observa cómo su cuerpo empieza a perder fuerza y no le responde como él desea.
En general un espectáculo interesante y variado.
No me apetecía quedarme a cenar por la ciudad, motivo por el cual cogí el shuttle de vuelta al hotel a las 21:10 y fui a cenar al restaurante Deeva. En esta ocasión pedí:
- Zumo de plátano
- Curry de pollo balinés con patatas y arroz rojo
- Panna cotta de mango con frutas del bosque
Todo muy rico. En esta ocasión la cuenta ascendió a un total de 224000 IDR aproximadamente.
Mi último día en Bali. Bajé a desayunar (esta vez probé el Deeva bubur ayam, unas gachas de arroz con pollo, frutos secos y fideos transparentes) y a las 10 tomé de nuevo el shuttle para la ciudad.
Esta vez no tenía pensado visitar nada, sino simplemente algunos recuerdos. A las 12 y pico volví de nuevo al hotel y a las 13:00 salí hacia el aeropuerto.
Tenía 3 horas por delante hasta que saliese el vuelo a Makassar y encima se retrasó media hora.
Llegué al aeropuerto de Makassar y le dije al de la asistencia PMR que necesitaba ir en taxi hasta la estación Daya. Me llevó directamente a un taxi, con lo que me imaginaba que no me iba a cobrar la tarifa de zona 1. Efectivamente me cobró la tarifa de zona 2.
El taxista me dejó junto a la oficina de Metro Permai, empresa de autobuses en la que supuestamente el guía que iba a tener en Rantepao me había reservado un billete de autobús por 200000 IDR con salida alrededor de las 21:00. Después de hacérselo saber al empleado, que por suerte chapurreaba algunas frases de inglés, me vendió un billete con salida a las 21:20. Después de estar esperando más de una hora en la anodina sala de espera, mientras que veía en la TV del año la polca un reality indonesio y por otro lado escuchaba los vídeos que la otra empleada de la empresa veía en su móvil a todo volumen, salí al andén que me indicaron para ver si estaba por allí el autobús a Rantepao. Ciertamente había uno, pero el conductor indicó que no era el correcto. ¿Por qué? Ni idea. No hablaba inglés. Me señaló el andén contiguo. Allí, otro hombre que hablaba algo de inglés, me dijo que era el andén correcto y que otras mujeres que había a mi lado también iban a Rantepao. 5 minutos después cogió mi billete y me dijo que esperara. A los pocos minutos volvió y me llevó a otro andén donde había un autobús que al parecer sí que era el correcto. Todavía no sé cómo no me quedé en tierra y no perdí el autobús.
El asiento muy cómodo, reclinable y con manta. Durante todo el viaje, que duró 8 horas estuvo diluviando. Se me hizo pesado. Hizo muchas paradas, encendían la luz y me costó trabajo dormirme.
28 de junio.
A Rantepao llegamos a las 5:30. Pensaba que sería a una estación de autobuses, pero en esta ciudad cada compañía tiene su parada, en la misma calle, eso sí. Total, que a las 5:30 me bajé del autobús y me metí en una especie de garaje que resultó ser Metro Permai. Del guía ni rastro y ya creía yo que a lo mejor había llegado antes (pensando que habría cogido un autobús con salida anterior) y al no verme se habría ido. El hotel Luta Resort se supone que estaba a unos 100 m, pero no sabía en qué dirección ni había nadie en la calle a quien preguntar. A los 20 minutos asomó un hombre que resultó ser mi guía, Arruan Tangdilintin. Iba con otro hombre en moto, que me llevó a mí primero al hotel y luego al guía. Llegué todo mojado y la maleta igual, no sólo por fuera, sino por dentro. Algo de agua se metió.
Mientras que esperaba que arreglasen la habitación que me iban a asignar, el guía me explicó que no iba a poder ejercer de tal durante los siguientes 3 días, porque su mujer estaba embarazada e iba a dar a luz. Me presentó al otro hombre, de nombre Gibson, que iba a ser mi nuevo guía y me dijo que confiase, que se conocía toda la región perfectamente bien. Pagué las 3,700,000 IDR y quedamos a las 9:00 para comenzar la primera excursión.
es un hotel de 3* de diseño tradicional en el que la fachada representa una de las casas típicas que luego vi. Al lado del vestíbulo hay un jardín tropical, por el que hay que pasar para ir al restaurante, a la piscina y subir a las habitaciones. Con la lluvia no me dio la sensación de que fuese muy apetecible bañarse. Tampoco es que me hiciese mucha gracia la ubicación de la piscina al lado del restaurante. Demasiado pública. La habitación que me asignaron estaba en la tercera planta del hotel (sin ascensor). A media subida había muy buena panorámica por uno de los ventanales, ya que se podía ver el río justo detrás del hotel y al fondo un campo de arroz. El cristal no estaba muy limpio, así que imposible hacer fotos decentes. En cuanto a la habitación, a primera vista se veía bastante bien, espaciosa, cama grande, escritorio, TV plana, hervidor de agua para té y café, botella de agua gratuita, un pequeño balcón con vista al jardín, TV, un par de butacas. El cuarto de baño también se veía bien y grandecillo. Eso a primera vista. Con una inspección más detallada observaba bastantes detalles de falta de mantenimiento.
Bajé a desayunar a las 7. El desayuno es de tipo buffet y bueno, no es que no tuviese poco, pero no me entraba por la vista y no me apetecía. Lo que más desayuné los 3 días fue nasi goreng.
Salimos a las 9 de la mañana y no llovía. Junto con Gibson haciendo de guía, iba el conductor. El coche, un buen todoterreno en muy buen estado y nuevo.
Lo primero en ver esa mañana fueron las casas típicas, llamadas tongkonan, en Maruang. Estas casas tienen el tejado con forma de barco, se cree que en recuerdo de aquellos primeros habitantes de la región que llegaron en barco procedentes de algún lugar de Indochina. Frente a las tongkonan que tienen uso de vivienda, hay otras que se utilizan como granero, para guardar el arroz. Están elevadas sobre el nivel del suelo para evitar humedades y bichos y están sostenidas sobre pilares de madera. En las tongkonan más tradicionales la cubierta del techo está formada por hojas de bambú, pero en las más nuevas se va sustituyendo en muchos casos por láminas metálicas, al ser su coste de mantenimiento inferior y deteriorarse con menos facilidad que el bambú. En la decoración de las tongkonan suelen predominar los siguientes colores:
blanco, representando la pureza
negro, representando la muerte y la oscuridad
rojo, representando el color de la sangre que simboliza la vida humana
amarillo, la bendición de Dios y el poder
Algunas escenas se repiten en la decoración, como el sol y los rayos, figuras que representan búfalos (símbolo de prosperidad y sacrificio ritual).
Todo esto lo pude ver en estas casas de Maruang. Adicionalmente, sobre uno de los pilares de la vivienda estaban uno sobre otro una colección de astas de búfalo, que corresponderían probablemente a la celebración de algún funeral familiar.
Hablando de funerales, asistí a uno en el pueblo de Londa. Me explicó Gibson que era de un hombre de clase alta que había fallecido 6 meses antes. Según las creencias animistas de los Toraja (sus creencias más arraigadas pese a haber sido convertidos mayoritariamente al cristianismo hace un siglo por los holandeses), hasta que no se celebra el funeral, la persona no está muerta sino enferma y como tal la mantienen y cuidan en su casa, le hablan, le dan comida, etc… La organización del funeral lleva desde meses hasta varios años, ya que aparte de los preparativos para la celebración uno de los aspectos más importantes, sino el que más, es la adquisición de búfalos para sacrificarlos durante el funeral. Y cuantos más búfalos mejor. Según sus creencias animistas, el sacrificio de estos animales garantiza que el fallecido vaya al paraíso y desde él pueda velar por la seguridad y la prosperidad de la familia. Los funerales toraja duran no menos de 4 días en los que se celebran diferentes actos.
En este funeral en concreto se estaba celebrando el primer día. En el lugar de celebración se habían montado diferentes tongkonan y pabellones para acoger a los invitados y realizar los diferentes actos.
Según llegaba vi algunos cerdos a los que les estaban pasando por encima una especie de manguera que estaba conectada a una bombona. Olía raro. Me imaginaba que los estaban quemando con alguna sustancia o gas, pero no sé si para matarlos de esa manera o ya estaban muertos.
El guía me invitó a sentarme sobre el suelo de un tongkonan y me indicó que entregara el obsequio, que se trataba de una caja de cigarrillos. Esto me garantizó que me ofreciesen un té y una serie de dulces, entre los que había unas galletas típicas toraja, de aspecto nada apetecible pero de buen sabor.
Una de las cosas que más me impresionó fue la cantidad de cerdos que llevaban en motos y camiones para ser sacrificados. Estos cerdos los transportaban con un palo de madera de bambú que los cerdos llevaban sobre su lomo. Las patas las llevaban atadas y bajo su lomo iban sujetos por otro palo de bambú.
Tuve la maravillosa "suerte" de que junto al sitio donde me senté empezaron a amontonar unos cuantos cerdos. Muy a menudo escuchaba sus horribles berridos como si no hubiese un mañana. Luego se tranquilizaban hasta que se volvían a alterar por algo. Alguno incluso se movía tan violentamente pese a estar atado, que me tuve que desplazar de mi sitio hasta por 3 veces. Observaba como les temblaba el lomo y cómo alguno se meaba. Sabían lo que les esperaba. Me entró mucho agobio, no sabía dónde mirar y las escenas anteriormente detalladas me desagradaban enormemente.
Simultáneamente, los invitados empezaban a llegar y a acomodarse en los distintos pabellones.
Me fijaba en sus vestimentas y en que el calzado oficial eran las sandalias. Teniendo en cuenta el barrizal que era todo el suelo, muy limpio no era. Los invitados incluso tenían que esquivar los cerdos que había tirados por la tierra. Yo pensaba, “como alguno se revuelva se cae alguien encima”.
Un grupo de mujeres iba atendiendo a los invitados y sirviendo comida y bebida. En todos los funerales toraja interviene una asociación de voluntarias para dar soporte a la familia que organiza el funeral. Son mujeres de la aldea o aldeas cercanas.
Más a lo lejos un grupo de hombres estaba finalizando la construcción del tongkonan sobre el que pondrían el féretro con el fallecido, para hacer la procesión alrededor de la aldea.
A partir de las 12, que era como la hora de comienzo de los actos oficiales del funeral, un grupo de hombres en coro comenzaron a danzar (un movimiento rítmico de lado a lado) en círculo y a entonar un cántico en honor al fallecido.
Cuando por fin tuve el gusto de irme del tongkonan en la que estaba sentado, me acerqué a otro pabellón donde unas mujeres golpeaban rítmicamente con un palo de madera de bambú un cajón grande, en el que si no entendí mal, lo que hacen normalmente es machacar el arroz.
Por otra parte del recinto estaban las nietas del fallecido vestidas con trajes típicos.
Más tarde me invitaron a comer en un pabellón acondicionado para aquellos asistentes no están relacionados con el funeral. Nasi goreng servido con pescado seco y carne de cerdo cocinada en bambú sobre una hoja. Como cubiertos, las manos.
Justo cuando terminé de comer, que no me llevó demasiado rato, empezó la procesión, en la que participaban niños, mujeres y hombres jóvenes y más mayores. Sobre los hombros, los hombres transportaban la tongkonan con el féretro situado en el interior. La efusividad era tal que yo creía que en algún momento la tongkonan terminaría por los suelos y el féretro rodando camino abajo.
A la vuelta de la procesión, desmontaron la tongkonan y entonces tenían que subir el féretro por unas escaleras de bambú hasta la planta alta de otra tongkonan, sobre la que permanecería el féretro hasta finalizar las celebraciones del funeral. El guía me enseñó un vídeo de un funeral de un par de semanas antes en el que al subir el féretro se les escurrió y mató al hijo de la mujer que iba en el féretro.
Nos fuimos ya del funeral. Por el camino había un rastro de sangre y a muchos cerdos les estaban aplicando la manguerita esa. El olor era desagradable y escuchaba continuos berridos de cerdos, pero no sé si eran de estos o de otros.
A continuación fuimos a Marante. En este pueblo hay enterramientos en cavidades excavadas en la pared de una montaña que luego cubren con una puerta de madera. Es donde realmente son enterradas las personas una vez celebrado el funeral. Delante de las puertas ponen los tau-tau. Estas son representaciones talladas a imagen del fallecido. Esto sólo ocurre si la familia pudo reunir al menos 24 búfalos para sacrificarlos en el funeral. Si no, sólo ponen una foto.
Al pie de la montaña (o en diferentes niveles de ésta) ponen también un tongkonan, ya que éste es el vehículo en el que los fallecidos hacen el camino hasta el paraíso. Además pueden poner otros objetos que le gustasen al fallecido en vida o asociados a su modo de vida.
El siguiente lugar fue Bolu market. Es el mercado de búfalos y cerdos cercano a Rantepao. Aquí es donde va la gente para vender estos animales y otros para comprarlos para los funerales. Los cerdos incluso se los pueden llevar en moto a su destino.
Vi cómo alimentaban a los búfalos y cómo los lavaban. De entre todos, parece que son muy valorados económicamente unos búfalos que tienen los ojos claros.
La última visita de la excursión fue la aldea tradicional de Buntu’Pune’.
Cuando regresé al hotel tuve que dedicar un par de horas a limpiar el calzado porque llevaba barro pegado por todas partes.
Para cenar fui al restaurante Monika, enfrente del hotel.
- Zumo de sandía
- Mie goreng Kwangton: no me disgustó pero los fideos estaban tiesos (demasiado al-dente) y llevaban una salsa verde que bueno…..
Pagué 70000 IDR. El personal fue atento.
29 de junio.
Tras el desayuno salí de excursión sobre las 9 de la mañana.
Primero fuimos a Lemo, población en la que hay otros enterramientos muy antiguos en la roca de la montaña. En estos, debido a la antigüedad, los tau tau eran tallas genéricas, es decir, que no estaban hechas a imagen y semejanza del muerto.
También compré unos souvenirs y eché una ojeada a la aldea tradicional. De regalo me llevé un kg más de barro y hierbajos en la suela del calzado. El conductor, para evitar que le dejase el coche por dentro hecho un barrizal, fue más precavido y puso unos cartones.
A continuación, Gibson me preguntó si seguía interesado en las ceremonias funerarias y yo, como no había tenido bastante con el del día anterior, le dije que sí. El funeral elegido fue en el pueblo de Sangalla.
En esta ocasión las celebraciones eran por una mujer de clase alta que había fallecido ni más ni menos que 2 años antes y durante este día tenía lugar el segundo día de actos. Nada más llegar al recinto que habían preparado comprobé que parecía mejor organizado y más lujoso que el del día anterior.
Lo primero que vi fue un búfalo enorme que llevaba sujeto un chico joven. Gibson me dijo que se trataba de un búfalo de pelea y que por ese motivo lo mantenían separado del resto.
Mientras tanto una fila de chicos desfilaba con otros búfalos que estaban llevando hacia el matadero.
Más tarde, sentado en otra tongkonan, vi como iban llegando los invitados de una familia, a los que se anteponía un hombre vestido con ropas tradicionales que danzaba dando saltos con un palo sujeto en la mano. Estos invitados eran acompañados a una tongkonan de recepción de invitados.
Posteriormente entró otro grupo de personas que pertenecían a la familia de la mujer fallecida, encabezados por un hombre que iba tocando la flauta y una mujer que cantaba una canción tradicional. La combinación del sonido de la flauta y la canción era muy especial. Emocionaba.
Otro grupo de mujeres vestidas con trajes tradicionales en naranja y negro y con un sombrero con forma de tongkonan, llegó detrás cantando y bailando. Según me contó Gibson, estas mujeres no tenían nada que ver con la familia sino que pertenecían a un grupo artístico profesional y sólo actuaban en los funerales de mujeres de alta sociedad.
El grupo de mujeres voluntarias llevaba la comida y bebida para los invitados.
Varios grupos de hombres se aproximaron a la tongkonan donde llegaban los invitados y empezaron a cantar y a danzar en círculo. Todos estos actos me parecieron llamativos.
A continuación los invitados eran acomodados en los diferentes pabellones y nuevamente comenzaron los mismos eventos para el siguiente grupo de invitados. La persona que estaba narrando los actos del funeral iba nombrando a los invitados.
Por supuesto, durante las 2 horas y pico que estuve llevaron un montón de cerdos atados que chillaban con desesperación.
Incluso en un vídeo que grabé de las danzas y cánticos que se desarrollaban, se escuchaba a los cerdos por encima.
Lo último que vi del funeral fue el sitio donde habían matado a búfalos y el trasiego de algunas piezas de carne.
Con esto di por finalizada mi asistencia a funerales, así que no vi el tercer día de celebración, correspondiente al sacrificio de los búfalos.
Con respecto a cómo aguantaban los "enfermos" tanto tiempo hasta la celebración del funeral, el guía me contó que le inyectaban una inyección de formol, con lo que el cuerpo podía aguantar hasta casi 10 años. Luego he leído por internet algún comentario de algún guía en el que si no fuese por ungüentos de hierbas, el olor sería insoportable.
Paramos para comer en un warung al lado de un campo de arroz en Sangalla. Muy pintoresco.
Pedí
- Zumo de Tamarella (¿tamarillo?)
- Chicken Pa’piong: pollo cocinado a fuego lento en madera de bambú y acompañado de verduras.
Tenía buena pinta, pero los trozos de pollo eran puro hueso, por lo que había poco que comer. Me decepcionó.
La cuenta final fue de 99000 IDR.
Más tarde llegamos a Kambira. Aquí vi dos cosas. Por un lado el árbol de los niños, donde enterraban antiguamente a aquellos bebés que fallecían antes de que les hubiese salido el primer diente. Me sorprendió que hacían un agujero en el tronco del árbol, en el que metían el cadáver. Después lo tapaban. Muchas de estas cavidades se habían encogido tanto que me pareció increíble que en algún momento hubiesen podido meter un bebé ahí. El guía comentó que con el crecimiento del árbol hacia arriba se suponía que el espíritu del niño se acercaba hacia el paraíso. Estos enterramientos los hacían no después de una hora de haber muerto el bebé. Este tipo de enterramientos ya casi no se hacen, a causa de la disminución de la mortalidad infantil (mejor sanidad, más ayudas internacionales o de organismos sanitarios, etc...).
La otra cosa que vi en Kambira fue una tongkonan con uso de vivienda por dentro, con las habitaciones dedicadas a dormitorio de los niños (sur) y de los padres (norte). Era posible comprar algún souvenir.
El último lugar antes de volver al hotel fue Tampangallo. Sitio sorprendente junto a un arrozal en el que vi cómo trabajaban los campesinos.
Se trata de una cueva con cientos de años de antigüedad, con tau-tau y féretros a la vista. En muchos casos, por el tiempo transcurrido, los féretros habían caído y estaban fragmentados. Por muchas partes de la cueva vi un gran número de cráneos.
De vuelta hacia el hotel vi entre la vegetación otra aldea con tongkonan, esta vez con techo metálico.
Buena parte de la tarde la tuve que dedicar otra vez a la limpieza del calzado, puesto que iba hecho un asco. A la noche decidí ir a cenar al café Aras, que en Tripadvisor estaba el nº 1 y con muchos comentarios. Fui pero me di la vuelta, porque no me llamó la atención para nada. La ciudad de Rantepao, pese a su escasa población comparada con otras poblaciones de Indonesia, tenía mucho tráfico. La iluminación era escasa y las aceras tampoco estaban en demasiado buen estado, así que como tampoco me apetecía coger ningún tuk-tuk, volví al hotel y opté por cenar allí.
- Zumo de sandía
- Mini spring rolls
- Nasi goreng seafood.
La comida normalita, ni fu ni fa. La cuenta, un total de 99000 IDR.
30 de junio.
Tras el desayuno hice el check-out y pagué los extras del hotel, como la lavandería (78000 IDR). Por cierto, la ropa que llevaba con manchas se quedó con las mismas manchas.
De nuevo sobre las 9 de la mañana salimos de excursión, en un día dedicado a ver paisajes y más enterramientos.
El primero de ellos en Bori. Hay una zona de celebración para los funerales de personas de la nobleza. La peculiaridad con respecto a otros funerales, es que aquí hay monumentos megalíticos. Cada uno de los monumentos corresponde a un funeral.
Cerca de Bori vi la estatua dedicada a Antonie Aris van de Loosdrecht. Fue un misionero holandés que fue a Rantepao en 1917. Construyó varias escuelas y escribió libros en idioma toraja para los estudiantes. Fue asesinado porque su mensaje de todos iguales ante Dios en el cielo no encajaba con las creencias animistas.
Continuamos por una carretera en mal estado, estrecha, con muchos baches, curvas y de montaña, por la que no se podía ir a 10 km/hora, aunque a cambio la tranquilidad era casi absoluta, porque salvo alguna moto no pasaban coches. Llegamos a un café con una terraza mirador desde la que se podían contemplar las terrazas de arroz y las montañas.
Seguimos hasta Lo’ko’Mata, donde vimos más enterramientos en la pared de una montaña, en diferentes niveles y los correspondientes tau tau y tongkonan. Algunos monumentos megalíticos también había.
Empezó a bajar la niebla y la temperatura. Volvimos hasta el área de Batutumonga y paramos a comer en el restaurante Mentirotiku. Excelentes vistas del paisaje de montaña y campos de arroz.
En cuanto a la comida
- Zumo de fruta de la pasión.
- Sopa de patatas.
- Nasi Campur con pollo.
La sopa de patatas estaba normal, pero el nasi campur me pareció que estaba asqueroso. Estaba completamente frío y el trozo de pollo, que no sé de qué parte sería porque no tenía casi de donde sacar carne para comer, al estar frío tenía mal sabor y olía mal.
Otros turistas que llegaron me preguntaron que qué estaba comiendo y yo me permití recomendarles lo que no tenían que pedir. La cuenta fue de 70000 IDR.
Iniciamos el regreso hacia Rantepao. Para la vuelta debimos de ir por otra carretera, porque tardamos muchísimo menos tiempo que a la ida. Antes de llegar a Rantepao paramos en Tambollang. En este lugar, los huecos excavados en la pared de la montaña están a muchos metros de altura. El guía me dijo que para realizar la tumba y subir el féretro tenían que utilizar escaleras de bambú. Me pareció peligroso pero por lo visto nunca ha habido un accidente.
Este lugar tiene la peculiaridad de haber tenido féretros colgantes, sujetos por palos de madera de bambú. No vi ninguno en este modo, puesto que parece que por el paso del tiempo y las lluvias, cedieron y fueron cayendo. Cerca de algunos enterramientos había sombreros de campesinos.
Con esto acabaron las excursiones. Antes de despedirme les di a cada uno de ellos una propina, convencido más por la del conductor (que había circulado de forma muy tranquila) que la del guía, todo sea dicho. 100000 IDR para cada uno.
El resto de la tarde estuve de espera, hasta que me fui a la estación de autobuses alrededor de las 18:00. Al llegar allí, la calle estaba en peor estado que el día que llegué, porque habían hecho una zanja (quizás para hacer algún tipo de canalización) y habían puesto un tablón de madera por encima para cruzar. Menos mal que me ayudaron con la maleta. Dos días antes había reservado el billete de autobús. La salida era a las 20:00 y el precio del billete era de 250000 IDR. Después de darle la lata unas cuantas veces al empleado de Metro Permai cuándo llegaba el autobús y dónde paraba, por fin llegó 10 minutos después de las 20:00.
1 de julio
El viaje duró 8 horas, así que al llegar al aeropuerto de Makassar eran sólo las 4 de la madrugada. El avión a Kuala Lumpur no despegaba hasta las 11:30. Decir que la espera se me hizo interminable es decir poco. Hasta 2 horas antes o menos no empezó la facturación. Tras pasar el control paré en un bar de comida rápida para desayunar. Cayó un plato de Mie Tarik Goreng, por 55000 IDR. Al final, el vuelo despegó con retraso a las 12:00.
Al llegar al aeropuerto de Kuala Lumpur, compré un billete de ida y vuelta en el tren KLIA Express, por 100 MYR (10 MYR de descuento). En media hora llegué a la estación Sentral. No sé si han hecho en los últimos meses algún cambio en esta estación, pero en enero, cuando me alojé por primera vez en el Hilton KL, no encontré ninguna pasarela que fuese directa al hotel y tuve que entrar desde la calle. Esta vez, no sé si salí de la estación por otro lugar o que me fijé más, pero desde la misma estación me metí por un pasillo que en pocos metros me condujo hasta el ascensor para subir a la recepción. Como en mi anterior estancia en este hotel, reservé una habitación individual deluxe con vistas al lago. Grande y muy bien.
Mis comentarios del hotel del viaje anterior están en el siguiente mensaje:
Para esta noche tenía una reserva en el restaurante Opium KL por el barrio de Bukit Bintang, pero según me estaba arreglando me empecé a desinflar y a darme pereza.
Primero repetí en el Café Oro y tomé un zumo de manzana verde y una porción de tarta de arándanos (39 MYR)
El restaurante chino es elegante y la decoración es bonita, aunque esa noche no estaba nada animado. La comida y bebida que pedí fue la siguiente:
- Zumo de sandía
- Plato con 3 dim sum diferentes
- Ternera a la pimienta negra
- Pancake de loto
Toda la comida estuvo muy buena. El único inconveniente es que el postre (pancake de loto) era más bien para 2 personas, porque constaba de 16 trozos de pancake. Llenaba mucho y me comí más de la cuenta por no dejarme la mitad.
La cuenta fue de 146 MYR.
2 de julio
Me levanté a las 5:30 y a las 6 de la mañana entré al restaurante buffet para desayunar. Como ya dije, el desayuno está bastante bien (sin igualar al del Traders), pero a las 6 no es una hora a la que me apetezca probar demasiadas cosas y según cuáles.
En torno a las 7 de la mañana hice el check-out y me fui a coger el tren de regreso al aeropuerto. El vuelo a Dubai salía a las 10:15 y ponía que llevaba media hora de retraso. No me hizo gracia porque en Dubai sólo tenía 75 minutos de escala, pero en el mostrador de facturación de Emirates me dijeron que no había ningún problema.
Efectivamente, el vuelo transcurrió con normalidad y pese a salir más tarde de lo que indicaba en el billete, llegamos al aeropuerto de Dubai a la hora prevista. Incluso cuando llegué a la puerta de embarque del siguiente vuelo, ni siquiera había comenzado.
Este segundo vuelo se me hizo muy largo, pese a la wifi gratuita y a las películas, series y juegos de la pantalla individual. Por si fuera poco tenía un fuerte dolor de garganta, bien del aire acondicionado en la habitación del hotel Hilton o del vuelo anterior.
Llegamos a Madrid sobre el horario previsto (19:45) y con esto finalizaba mi viaje por Indonesia, con ganas de volver nuevamente por el sudeste asiático antes o después.
Conclusiones:
No puedo decir que hubiese algún lugar de los visitados durante el viaje que no me gustase.
Obviamente, lo más sorprendente y positivo para mí fueron estos lugares/experiencias:
- Excursión en klotok en el Parque Nacional Tanjung Puting para ver los orangutanes.
- Bali: tanto las danzas tradicionales, como los paisajes, los templos, la gastronomía y el hotel en el que me alojé.
- Igual de sorprendente pero con una mezcla de sentimientos encontrados:
Las costumbres del pueblo Tana Toraja. Los paisajes con los campos de arroz, preciosos; el tipo de enterramientos realizado en la roca, interesante desde el punto de vista cultural; los funerales, igualmente interesante culturalmente, pero con unos actos más agradables de ver que otros. A una persona acostumbrada a la vida rural quizás no le parezca para tanto el tema de los sacrificios de animales.
Lo que menos me llamó la atención y no porque no valga la pena, fue tanto Prambanan como Borobudur. Pesa demasiado el haber visto 6 meses antes los templos de Angkor, aunque por otro lado no sea comparable la visita de un área en la que hay decenas de templos, con la visita de dos templos aislados.
Y por último, sobre la meseta Dieng, aunque mi opinión pueda estar influida por la avería del coche y no haber realizado al completo esta excursión, tengo dudas de si en condiciones normales vale la pena el desplazamiento que hay que hacer y las horas de viaje que supone llegar luego a Semarang, si se decide no volver a Yogyakarta.
Gastos:
El viaje fue bastante caro, puesto que me di unos cuantos caprichos, como el hotel Udaya, el restaurante Cascades, el klotok privado, guía en Bali, guía en Rantepao, etc...
Los gastos totales incluyendo las compras fueron de aproximadamente 3600€.
En cualquier caso, como suelo decir, bien vale la pena habiendo disfrutado el viaje.
Gran diario. Hecho y narrado con meticulosidad. Muy currado.
Yo creo que después de cada leer cada uno de tus diarios engordo tres kilos. El tema culinario lo bordas ¡¡Y qué fotos!! Tú seguro que eres delgadito. Suele ocurrir...
Muy interesante cómo explicas las tradiciones. He alucindo con esos "eternos" funerales que describes de tal forma que hasta yo he sentido repulsa con lo de los cerdos.
En cuanto a la música y danzas: Aunque yo no he estado nunca en Indonesia, si tengo cierta familiaridad con su música folklorica pues he colaborado un par de veces haciendo kecak con un ensemble aquí en Londres que hacen fundamentalmente música gamelan, asisitiendo a varios de sus conciertos.. La música folk indonesia es bastante diversa y con bastante tradición de música coral.
En fin, que me ha gustado. Muy interesante. Por supuesto 5*. Un saludo
Otro diario tuyo con mucho sabor y calorías. Pero además, los monumentos, los orangutanes, los paisajes, y como siempre, muy bien explicado. Vamos, muy muy bien.
Gracias a todos por leer el diario. Aparte de la comida, que es un aspecto que procuro disfrutar en todos los viajes que hago, las visitas que he realizado en Indonesia me han sorprendido gratamente o cuando menos no me han dejado indiferente.
Hola Miguelang, me ha encantado tu diario, sobre todo la parte gastronómica y la dedicada a Tanjung Puting, ya que ver orangutanes es uno de mis sueños. Te dejo 5 merecidas estrellas.
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Estoy en busca de algún conductor que me lleve de surabaya a bromo luego ijien y de allí a bali, que me recomendáis? Buscar alguien desde aquí o una vez allí puedo encontrar fácil, graciaas.
Para nosotros lo mas facil fue hsblar con el hotel de Cemoro. Nos lo gestionaron todo muy bien.
Estoy en busca de algún conductor que me lleve de surabaya a bromo luego ijien y de allí a bali, que me recomendáis? Buscar alguien desde aquí o una vez allí puedo encontrar fácil, graciaas.
Para nosotros lo mas facil fue hsblar con el hotel de Cemoro. Nos lo gestionaron todo muy bien.
Y en que hotel os alojasteis para tantear un poco. Graciaas.
Hola Alcalin. Pues nos alojamos en el Bromo Permai, Habitación sin lujos pero grande y cómoda. Comida muy buena y situación perfecta justo en el borde del Mar de Ceniza. Desde allí preciosas vistas al amanecer y también al final de la tarde. Y para los transportes muy eficientes.
Hola estoy organizando mi viaje para Agosto junto con mi pareja y después de tanto leer en el foro he decidido este itinerario. Como lo veis?
9 Aterrizamos en Yakarta 14:40 . 18:00h Yakarta - Surabaya
10 excursión Volcan Bromo
11 excursión Volcan Ijen
12 Bali Ubud
13 Bali Ubud
14 Bali Ubud
15 Bali Ubud
16 Bali Ubud
17 lombok
18 lombok
19 Islas gili
20 Islas gili
21 Islas gili
22 Islas gili
23 isla de flores
24 isla de flores
25 isla de flores
26 isla de flores
27 Isla de flores - Yakarta
28 Yakarta vuelta a Casa
En la isla de Flores nos gustaría hacer la... Leer más ...
Últimos comentarios al diario Indonesia en 2 semanas: orangutanes, templos y tradiciones
ALFMA 07/09/2018 16:07
gadiemp 08/09/2018 23:39
📚 Diarios de gadiemp 
meha 14/09/2018 15:47
📚 Diarios de meha 
miguelang031075 15/09/2018 10:15
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