Oder-Neisse (Frontera Alemania -Polonia) en bici ✏️ Blogs de Alemania

A la mañana siguiente, dado que, en teoría, nos esperaban sólo 47 kms. decidimos dar una vuelta por Zittau para verlo con la luz del día. Posteriormente, fuimos a buscar el inicio de la ruta Oder-Neisse. La verdad es que nos costó bastante, no encontramos ninguna señalización en la calle, y estuvimos una hora dando vueltas hasta que, con la ayuda de algún vecino, dimos con el inicio en un parque a las afueras de Zittau. A partir de aquí, seguimos la ruta, que transcurre paralela al rio Neisse a través de zonas boscosas y separada del tráfico. Llegamos a Ostritz (km. 20), donde visitamos su convento cisterciense, el más antiguo de Alemania, y paramos en una terraza a comer algo y beber una cerveza local. A partir de aquí, unos 20 kms. a través de agradables y frescas zonas de bosque hasta llegar al lago Berzdorfer, a tan sólo 7 kms. de Görlitz, donde encontramos una playa de arena, muy frecuentada debido a las altas temperaturas, y donde nos paramos a hacer el último descanso del día.


Görlitz (58mil habitantes) es la ciudad más oriental de Alemania, desde el final de la II Guerra Mundial se encuentra dividida por el río Neisse, perteneciendo su parte oriental a Polonia, donde se llama Zgorzelec.


La ciudad es una auténtica joya arquitectónica, con edificios de diferentes estilos que van desde el Gótico hasta el Art Nouveau y que, en su mayor parte, se encuentran en un perfecto estado de conservación. Como dato significativo, cabe señalar que el centro de la ciudad se mantuvo intacto a pesar de los bombardeos de la II GM. Todo ello otorga a la ciudad un característico y colorido aspecto, destacando la zona aledaña a la Marktplatz. Por otro lado, el encanto se reserva por completo para la parte alemana, por lo poco que vimos de la sección polaca, nos pareció muy poco cuidada.


En Görlitz nos alojamos en la Pension Alba (49eur, habitación doble sin desayuno). El hecho de que la ciudad sea un destino turístico de relativa importancia, hace que los precios de los alojamiento aumenten con respecto al resto de los destinos del viaje. La Pensión no estaba mal, aunque un poco alejada del centro (unos 10minutos a pie) y no incluía desayuno.

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La salida de Görlitz es algo complicada al encontramos con un tramo de unos 500 metros cuesta arriba y con suelo de piedras. Una vez superada la dificultad, el día transcurre paralelo al río Neisse por el lado aleman. Resulta curioso observar como en cada una de las orillas cada, aproximadamente, 100 metros, hay colocados postes con los colores de las banderas alemana y polaca, delimitando la frontera. También podemos ver lo que, en otro tiempo, fueron puestos de vigilancia fronteriza. Paramos a comer algo en la pequeña localidad de Rothenburg (km. 33), y posteriormente, pasado Steinbach (km. 46) en un bonito mirador sobre el río. Proseguimos viaje hasta Bad Muskau, aunque esta noche dormiríamos en el lado polaco, en la anexa localidad de Leknica.



Bad Muskau (4mil habitantes) es, principalmente, conocida por el extenso Parque de Muskau, de unas 500 hectáreas y en cuyo interior alberga un bonito castillo de estilo renacentista. Del resto del pueblo poco más, dimos un paseo buscando algún sitio para cenar, pero decidimos hacerlo en el restaurante del Hotel.


En cuanto a Leknica, como en el resto de localidades del lado de la frontera polaco, es un lugar sin ningún encanto turístico, más allá de los precios más baratos del alojamiento. Nada más cruzar el río, nos encontramos con los omnipresentes gasolineras y estancos, anunciando tabaco, combustible y alcohol más barato que en el lado alemán, lo que crea un ambiente un tanto sórdido.

En Leknica, nos alojamos en el Hotel Muzakowski (43eur, habitación doble con desayuno). Situado, en la parte polaca, como a unos 500 metros de la frontera. El hotel está bien, con una habitación grande y limpia y un desayuno correcto. También cuenta con un restaurante en el que cenamos muy bien por un precio insuperable, en comparación con lo que acostumbrabamos en Alemania (lo que cambian las cosas en menos de 1km).

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Después del desayuno, cruzamos el puente y retornamos a Alemania, lo primero que hacemos es dar una vuelta y hacernos unas fotos alrededor del parque y del Palacio de Bad Muskau, que la tarde anterior nos encantó pero tuvimos que ver con algo de prisa. Continuamos el camino, siguiendo el cauce del río, atravesando la bella ciudad de Forst (km.35) y, posteriormente, nos desviamos del camino hasta llegar a la pequeña localidad de Naundorf (km.46), donde encontramos un Biergarten donde pedimos un par de sopas y unas cervezas.


Guben (17mil habitantes), se trata de otra ciudad dividida por el río, entre la propia Guben (Alemania) y Gubin (Polonia). Se trata de una ciudad sumamente tranquila, a tal nivel, que se pueden contar con los dedos de las manos las personas con las que nos cruzamos por la calle. La parte alemana cuenta con un cuidado centro histórico y la orilla del río es agradable para pasear. La parte polaca tiene poco encanto. Cenamos en un restaurante griego del lado alemán, que era uno de los pocos lugares que encontramos abiertos.


En Guben, nos alojamos en el Biberandbike Fahrradpension (55eur, habitación doble con desayuno). Alojamiento específicamente pensado para cicloturistas, la habitación tiene todas las comodidades de un hotel y cuenta con un agradable jardín común, además existe un taller a disposición de los huespedes con toda clase de herramientas y recambios. Se encuentra un poco alejado del centro (unos 15 min a pie) pero no podemos más que recomendarlo.

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